EEUU
quiere atacar a cualquier país cuando le plazca
¿Fin
del derecho internacional?
Por Robert Dreyfuss
Information Clearing House, 04/11/08
Rebelión,
07/11/08
Traducido
por Germán Leyens
ICH/The
Nation
Una
nueva doctrina Bush paralela está emergiendo, en los últimos
días del régimen que se acerca a si fin, y hay que
estrangularla en la cuna. Como la doctrina Bush original –
esa que Sarah Palin no pudo nombrar, que requería acción
militar contra amenazas emergentes – ésta también deja
de lado el derecho internacional al insistir en que EEUU
tiene un derecho inherente a cruzar fronteras
internacionales en "persecución intensa" de
cualquiera que le disguste.
Ya
la están aplicando a Pakistán, y esta semana el objetivo
fue Siria. ¿Será Irán el próximo?
Tomemos
primero a Pakistán. Aunque es un aliado nominal, Pakistán
ha sido objeto de por lo menos diecinueve ataques aéreos
por aviones sin tripulación controlados por la CIA, matando
a numerosos paquistaníes y a algunos afganos en áreas
tribales controladas por fuerzas talibanes. El New York
Times enumeró, y ubicó, todos diecinueve ataques al otro
lado de la frontera afgana, todos desde agosto. El Times señala
que dentro del gobierno, el comando de Operaciones
Especiales de EEUU y otros preconizadores presionan por un
uso más agresivos de esas unidades, incluyendo esfuerzos
por secuestrar e interrogar a presuntos líderes talibanes y
de al–Qaeda. Aunque el presidente Bush firmó una orden en
julio permitiendo que equipos de comandos de EEUU ingresen
al propio Pakistán, con o sin permiso de Islamabad,
semejantes ataques han tenido lugar sólo una vez, el 3 de
septiembre.
La
incursión de EEUU en Siria del 26 de octubre pisoteó del
mismo modo la soberanía de ese país. Aunque el Pentágono
desmintió inicialmente que el ataque haya involucrado helicópteros
y la presencia de comandos en el terreno, es exactamente lo
que sucedió. Según informaciones el ataque mató a Badran
Turki Hishan al–Mazidih, un facilitador iraquí que
contrabandeaba combatientes extranjeros a Iraq pasando por
Siria. El Washington Post se mostró eufórico, y escribió
en un editorial:
"Si
la incursión del domingo, que tenía por objetivo a un alto
agente de al–Qaeda, sirviera sólo para advertir al señor
Assad de que EEUU, tampoco, sigue dispuesto a respetar la
soberanía de un régimen criminal, habrá valido la
pena."
¿Es
realmente tan fácil? ¿Decir: Declaramos que su régimen es
criminal, y por lo tanto lo atacaremos en todo momento que
consideremos conveniente? En sus noticias sobre el ataque
dentro de Siria, el Post sugiere, en una información de Ann
Scott Tyson y Ellen Knickmeyer, que el ataque eleva la
persecución intensa a través de la frontera al nivel de
una doctrina:
"El
argumento militar es que 'sólo se puede reivindicar la
soberanía si uno la impone,' dijo Anthony Cordesman,
analista militar en el Centro de Estudios Estratégicos e
Internacionales. 'Cuando uno trata con Estados que no
mantienen su soberanía y que se convierten en un refugio de
facto, la única manera que queda para encararlos es este
tipo de operación,' dijo."
El
Times amplía los posibles objetivos de Pakistán y Siria a
Irán, al escribir (en un artículo de una página por Eric
Schmitt y Thom Shanker):
"Funcionarios
del gobierno se negaron a decir si la aplicación emergente
de la autodefensa podría conducir a ataques contra campos
dentro de Irán que han sido utilizados para entrenar
'grupos especiales' chiíes que han combatido a los
militares estadounidenses y a las fuerzas de seguridad iraquíes."
Ha
sido, por cierto, una opción activa, especialmente desde el
comienzo de la 'oleada' en enero de 2007, cuando el
presidente Bush prometió atacar líneas de suministro iraníes
en Iraq y otros responsables de EEUU, incluyendo al
vicepresidente Cheney, presionaron enérgicamente para que
fueran atacadas instalaciones dentro de Iraq, sin importar
las consecuencias.
El
24 de octubre, fui a escuchar a Mike Vickers, secretario
adjunto de defensa para operaciones especiales y conflictos
de baja intensidad, que habló en el Instituto de Política
en Oriente Próximo de Washington (WINEP), un think tank
pro–israelí en Washington. Habló con orgullo de la vasta
y creciente presencia de esas fuerzas de comandos dentro de
las fuerzas armadas de EEUU, señalando que su presupuesta
se ha duplicado bajo el gobierno de Bush y que, a fines de
la década, habrá más de 60.000 soldados de EEUU en ese
nebuloso esfuerzo. Algunos pasajes de las observaciones de
Vickers:
"Si
se considera el núcleo operativo de nuestras Fuerzas de
Operaciones Especiales, y nos concentramos en los agentes en
el terreno, hay unos 15.000 o algo así de estos últimos
– da o toma, depende cómo los cuentes – varían de
nuestras Fuerzas Especiales del Ejércitos o nuestros Boinas
Verdes, nuestros Rangers, nuestros Seals, algunas unidades
confidenciales que tenemos, y recientemente agregamos también
un Comando de Operaciones Especiales del Cuerpo de Marines a
este arsenal. Además de agregar el componente de Marines,
cada uno de estos elementos ha estado aumentando su
capacidad así como su potencial desde 2006 y lo hará hasta
aproximadamente 2012 o 2013, en un tercio. Es el mayor
crecimiento en la historia de la Fuerza de Operaciones
Especiales. Para cuando hayamos terminado de hacerlo, habrá
algunas cosas, algunas brechas que sin duda tendremos que
arreglar, pero tendremos a los elementos en su lugar para lo
que creemos es el componente de Operaciones Especiales en la
guerra global contra el terrorismo.
"Pienso
que durante esta década y en la siguiente, las Fuerzas de
Operaciones Especiales, han sido y seguirán siendo un
instrumento estratégico decisivo...
"Ha
habido un aumento muy significativo – aproximadamente de
un 40% o un 50% – en el ritmo operativo y desde luego más
intenso en términos de la acción desde los ataques del
11–S. En cualquier día dado, nuestras Fuerzas de
Operaciones Especiales están en unos sesenta países en
todo el mundo. Pero más de un 80% o algo así está
concentrado ahora mismo en el gran Oriente Próximo o en el
área de responsabilidad del Comando Central de EEUU – el
grueso de esas fuerzas, por supuesto, en Iraq y Afganistán."
Nótese
lo que dijo: operando en 60 países.
Claro
está, la invasión misma de Iraq fue ilegal en 2003, y pasó
por alto el derecho internacional. De modo que algunos podrán
decir, que esas incursiones a través de la frontera son
triviales. Pero no lo son. Es algo muy serio. Si se
convierte en parte integral de la doctrina militar de EEUU
que cualquier país pueda ser declarado "criminal"
y por lo tanto que pierda su soberanía, ya no existe algo
que pueda llamarse derecho internacional.
Cuando
le preguntaron al respecto al Secretario de Defensa, Robert
Gates, dijo, según el artículo del Post citado
anteriormente:
"'Haremos
lo necesario para proteger a nuestros soldados' dijo el
Secretario de Defensa Robert M. Gates en testimonio ante el
Senado el pasado mes, cuando le preguntaron por las
operaciones a través de la frontera. Al ser interrogado
Gates dijo que no era un experto en derecho internacional,
pero que suponía que el Departamento de Estado había
consultado esas leyes antes de que se autorizara a los
militares de EEUU para realizar esos ataques."
¿No
es experto en derecho internacional? ¿Deja el asunto en
manos del Departamento de Estado? ¿Y los asesores de Barack
Obama dicen que este sujeto debe permanecer en el Pentágono
bajo su gobierno?
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