Contar
con la cooperación de Rusia en Afganistán es cada vez es más
complicado
La
OTAN celebra con poco entusiasmo la
cumbre dedicada al 60º
aniversario
Por
Andrei Fediashin
Agencia
RIA–Novosti, Moscú, 03/04/09
De
cara a la cumbre de la OTAN que se celebra en las ciudades
de Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania) a ambos lados del
rió Rin, los "atlantistas" deben estar muy
agradecidos que de su cumbre transcurre inmediatamente después
de la reunión del G–20 en Londres.
Ante
lo que no pudo resolver el G–20 en la capital británica,
los escollos que afronta la Alianza Atlántica no parecen
tan deplorables.
Si
se apartan a un lado los brindis de rigor relacionados con
el aniversario, en la cumbre de la OTAN se dirá muy poco,
porque esa reunión tiene una agenda muy complicada.
Más
que todo, se trata de la estrategia de la OTAN en Afganistán,
la situación y las perspectivas de cooperación con Rusia,
y la elaboración de una nueva concepción estratégica de
la Alianza.
Ese
es uno de los objetivos de la visita a Europa del presidente
de Estados Unidos, Barack Obama, que necesita con urgencia
la ayuda del Viejo Continente para continuar la lucha contra
el movimiento Talibán en Afganistán.
Los
estadounidenses cuentan con que sus aliados enviarán al
menos otros 4.000 soldados y armamento a Afganistán, pero
los europeos se resisten.
El
problema se complica porque la OTAN no tiene ninguna
estrategia de acción en Afganistán y que EEUU tampoco ha
expuesto un plan concreto que sirva de guía a las tropas de
la OTAN en el país asiático.
Durante
el pasado mes de marzo los estadounidenses y la dirección
de la OTAN febrilmente intentaron buscar una salida a
situación, y sacarle a algunos países de Europa al menos
una promesa de que enviará más tropas a Afganistán y
evitar una situación confusa durante la cumbre. Y esto
también depende de forma directa de las relaciones entre la
OTAN y Rusia.
En
la OTAN comprenden que sin la cooperación con Rusia y la
apertura de corredores aéreos y terrestres por su
territorio, será muy complicado abastecer sus tropas y en
consecuencia, será más difícil obtener la victoria sobre
la guerrilla Talibán.
Y
contar con la cooperación de Rusia cada vez es más
complicado primero que todo porque el bloque atlántico no
ha renunciado a sus planes de admitir a Georgia y Ucrania, y
también porque EEUU no renuncia a sus planes de emplazar el
escudo antimisiles DAM en países europeos miembros de la
OTAN.
De
cara al sexagésimo aniversario, la OTAN se ve en ante una
situación increíble. En vísperas de la cumbre todavía no
se sabe quién será el nuevo secretario general de la
entidad.
La
mayoría de las ocasiones, el nombre del nuevo secretario de
la OTAN se conocía meses antes de la fecha de retiro del
funcionario de turno, y la actual incertidumbre, enrarece más
la atmosfera y la imagen del bloque ante la opinión pública.
La
opinión que predomina es que esta situación de
incertidumbre refleja la gran contradicción que tiene la
OTAN, al pretender convertirse en un bloque político–
militar de dimensión global viviendo con la ideología y
las tesis de la década de los años 80.
Según
las informaciones más recientes, el candidato con más opción
es el actual primer ministro de Dinamarca Anders Fogh
Rasmussen, cuya candidatura apoya Inglaterra, Alemania y
también Francia, que recientemente se reintegró en el
comando militar de la OTAN.
Pero
la candidatura de Rasmussen es rechazada por Turquía, país
musulmán miembro del bloque. El descontento se debe a unas
caricaturas alusivas a Mahoma publicadas por la prensa
danesa en 2005.
Entonces
e incluso posteriormente, Rasmussen rehusó a condenar a la
prensa danesa. El gobierno turco, sin precisar cuáles,
declaró rotundo que los países musulmanes miembros de la
OTAN vetarán la candidatura de Rasmussen y según los
procedimientos de la OTAN, las decisiones adoptadas se hacen
por consenso.
La
OTAN elige nuevo jefe y con más tropas define
estrategia
para Afganistán
Agencia
RIA–Novosti, 04/04/09
Estrasburgo
(Francia).– Los 28 países miembros de la OTAN en su
cumbre dedicada al sexagésimo aniversario de su fundación,
eligieron un
nuevo jefe que tuvo conflictos con el mundo musulmán, y
decidió enviar más tropas internacionales para reforzar su
estrategia en Afganistán.
El
nuevo secretario general de la OTAN será el actual primer
ministro de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen, según anunció
el jefe saliente Jaap de Hoop Schefer cuyo mandato expira el
próximo 31 de julio.
"Llegamos
al cuerdo de que Rasmussen será el nuevo secretario general
de la OTAN", dijo Schefer a la prensa tras concluir la
sesión del Consejo de la OTAN en Estrasburgo.
La
candidatura de Rasmussen contó con el apoyo de
Inglaterra, Alemania y también Francia, que
recientemente se reintegró en el comando militar de la OTAN
y a un último momento,
con la bendición de Estados Unidos lo que determinó
la designación del primer ministro danés.
Pero
la candidatura de Rasmussen contó con el rechazo de Turquía,
país musulmán miembro del bloque por su postura ante unas
caricaturas alusivas a Mahoma difundidas por la prensa
danesa en 2005.
Además,
Dinamarca da cobertura a un canal de televisión
simpatizante al Partido de los Trabajadores de Kurdistán
(PKK) organización proscrita en Turquía, y considerada
organización terrorista por la Unión Europea.
La
irritación que produce Rasmussen en el mundo musulmán es
comprensible porque cuando la comunidad árabe pidió al
primer ministro tomar medidas por la caricaturas de Mahoma,
el funcionario rehusó pedir a la prensa retirar los
dibujos.
Rasmussen
también rechazó pedir disculpas por la publicación hechas
por los diarios daneses, argumentando que las exigencia de
la opinión pública musulmana contradice la libertad de
prensa.
Para
desbloquear veto turco, el presidente de Estados Unidos
Barack Obama y el primer ministro de Italia, Silvio
Berlusconi sostuvieron intensas consultas, y lograron
conseguir que Estambul aceptara la candidatura del danés a
cambio de que un turco será nombrado secretario adjunto de
la OTAN y uno de sus generales será incorporado en el mando
militar de la alianza.
Por
otra parte, Obama anunció que la OTAN enviará a Afganistán
3.000 militares para garantizar la seguridad en elecciones
convocadas el 20 de agosto, y también instructores
militares y 600 millones de dólares para el ejército
afgano y el restablecimiento del país.
Antes,
Obama aprobó el envió
de más de 20.000 militares estadounidense a Afganistán
en lo que resta de año. De esta manera, el contingente
militar de EEUU en el país asiático contando los envíos
adicionales, de los actuales 38.000 ascenderá a 68.000
hombres.
Sin
contar el ejército estadounidense, los países miembros de
la OTAN y otros países aliados son 32.000 soldados, lo que
contabilizará un total de 100.000 efectivos extranjeros en
el territorio afgano después de que llegen todos los
refuerzos.
Según
la declaración de la OTAN dedicada a Afganistán, el bloque
creará la misión de la OTAN de entrenamiento (NTM–A) en
el marco de las Fuerzas Internacionales de Ayuda a la
Seguridad en Afganistán (ISAF).
Cumbre
de la OTAN ratifica planes de incorporar
a Georgia y Ucrania
Agencia
RIA–Novosti, 04/04/09
Estrasburgo
(Francia).– Tras el recién ingreso de Albania y Croacia,
los 28 países miembros de la OTAN confirmaron hoy la
intención de incorporar a Ucrania y Georgia en el bloque
Atlántico y reanudar las relaciones con Rusia mediante el
Consejo Rusia–OTAN.
"En
Budapest decidimos que Ucrania y Georgia serían miembros de
la OTAN, ratificamos los detalles de esa decisión, como
también la decisión adoptada por los ministros de asuntos
Exteriores de la Alianza en diciembre pasado", subrayó
el comunicado final de la cumbre dedicada a sexagésimo
aniversario de la fundación del bloque militar.
Según
el documento, la OTAN brindará a los gobiernos de Ucrania y
Georgia "toda la ayuda posible" para desarrollar
las reformas económicas y políticas necesarias para
cumplir las condiciones requeridas por la OTAN a los países
miembros.
Esa
ayuda se desarrollará mediante las comisiones
OTAN–Ucrania y OTAN–Georgia, "que desempeñan un
papel central en la vigilancia de los procesos que
comenzaron en la cumbre de Bucarest", indicó la
declaración.
En
este sentido, la Alianza destacó el trabajo del buró de
relaciones y divulgación de la OTAN en Kiev y Tbilisi y
aplaudió "la exclusivamente valiosa aportación de
Ucrania y Georgia en las operaciones que desarrolla la
Alianza".
Por
otra parte, la declaración final del bloque atlántico
expresó la esperanza en que las sesiones del
Consejo Rusia–OTAN podrán reanudarse para el próximo
verano boreal (a partir de junio) y exigió a Rusia
renunciar al reconocimiento de las independencias de Osetia
del Sur y Abjasia.
"Continuando
la resolución adoptada por los ministros de Asuntos
Exteriores de la OTAN en diciembre de 2008 y marzo de 2009,
esperamos con impaciencia el restablecimiento de las
sesiones del Consejo Rusia–OTAN para antes del verano de
2009 a nivel de ministros", indicó el comunicado del
bloque atlántico.
Las
actividades del Consejo Rusia–OTAN fueron suspendidas por
la alianza de forma unilateral en respuesta a la intervención
de Rusia para imponer la paz y salvar a la población de
Osetia del Sur agredida por el ejército georgiano en agosto
de 2008.
Tras
infringir una contundente derrota a las tropas de Georgia,
Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y
Abjasia y estableció con sus gobiernos relaciones diplomáticas
como garantía de seguridad para las poblaciones de las
nuevas repúblicas caucásicas.
En
relación a esas repúblicas, cuyo destino tiene analogías
con el caso del reconocimiento de Kosovo, la OTAN instó a
Rusia a revocar el reconocimiento de sus independencias.
"Este
reconocimiento contradice los principios y valores
fundamentales del Consejo Rusia–OTAN, la OSCE y la
resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la
integridad territorial de Georgia", resalto el
comunicado de la OTAN.
En
el documento el bloque expresó preocupación de que Rusia
planea ampliar su presencia militar "en esas regiones
de Georgia", pero Moscú considera que el emplazamiento
de soldados rusos son garantía de seguridad para la población
de esas repúblicas.
Durante
catorce años los soldados rusos integrantes de las fuerzas
de paz en Osetia del Sur y Abjasia defendieron la seguridad
de la población civil de estas regiones separatistas hasta
la agresión emprendida por Georgia el año pasado.
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