Moscú
abre una nueva era con la Alianza al aceptar participar en
el desarrollo
del escudo antimisiles
La
OTAN se alía con Rusia
Por
Eliseo Oliveras
El Periódico, 21/11/10
Lisboa.- La
OTAN y Rusia abrieron ayer una nueva era de cooperación «estratégica»
en la cumbre de Lisboa y recuperaron el espíritu de
colaboración que había sido destruido por la política
norteamericana de permanente desafío del periodo de George
Bush. «Es un nuevo comienzo», destacó el secretario
general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, que
se ha esforzado desde que asumió el cargo el año pasado en
reparar las relaciones OTAN-Rusia.
Rusia aceptó
cooperar en el desarrollo del futuro escudo antimisiles de
la Alianza Atlántica, pero el presidente ruso, Dmitri Medvédev,
exigió que su país fuera tratado «en pie de igualdad»
con los países aliados. Medvédev se mostró cauto respecto
del proyecto hasta conocer todos sus detalles técnicos,
aunque dejó claro que a Rusia le interesaba participar en
el mismo para no verse obligado a emprender otra carrera de
armamento que perjudicaría la calidad de vida de la población
rusa.
El presidente
norteamericano, Barack Obama, se expresó con más optimismo
al considerar que la reorientación del proyecto del escudo
antimisiles impulsada por su Administración ha permitido
que «el proyecto pase de ser una fuente de tensión para
transformarse en una fuente de cooperación» con los rusos.
«Tras dos años de bloqueo, se ha reanudado la cooperación
con Rusia», añadió satisfecho.
«Tenemos
planes ambiciosos de colaboración con la OTAN, vamos a
trabajar juntos en muchas áreas, incluyendo el escudo
europeo antimisiles», declaró Medvédev, tras insistir que
confiaba en que esta nueva etapa de amistad con la OTAN no
fuera sucedida de nuevo por otra etapa de confrontación.
«La OTAN no
es una amenaza para Rusia» y «nuestra seguridad es
indivisible», subrayó Rasmussen para tratar de vencer la
desconfianza tradicional de Moscú, que durante la última década
ha visto cómo la Alianza Atlántica se extendía imparable
hasta su frontera e incluía en el seno de sus antiguos
aliados.
“Salida”
de Afganistán: las tropas seguirán después del 2014
La organización
se compromete a seguir apoyando a Afganistán después de la
retirada militar en el 2014
La OTAN aprobó
también ayer en la cumbre de Lisboa su estrategia de”
salida escalonada” de Afganistán con el objetivo de que a
finales del 2014 las tropas aliadas dejen de combatir en ese
país. La OTAN comenzará a transferir a principios del 2011
a las autoridades afganas la responsabilidad de la seguridad
«distrito a distrito» para que a finales del 2014 las
tropas afganas sean las únicas responsables de luchar
contra los grupos talibanes.
Este acuerdo
permitirá a los países aliados retirar de forma airosa la
mayoría de sus soldados de una guerra que los expertos
reconocen que la OTAN no puede ganar. Holanda ya está
retirando la totalidad de sus tropas de Afganistán, EEUU
quiere iniciar el repliegue en julio, Canadá empezará
antes de acabar el 2011 y Alemania y Francia comenzarán en
el 2012. Más de 2.220 soldados de las fuerzas
internacionales han muerto en Afganistán desde el 2001.
No obstante,
la OTAN indicó que seguirán en Afganistán tropas aliadas
después del 2014 en misión de apoyo. «Los afganos no van
a quedarse solos», aseguró Obama, quien explicó que EEUU
mantendrá en ese país unidades y operaciones
antiterroristas hasta que «Al Qaeda deje de ser una amenaza
para el resto del mundo».
La retirada,
aseguró la OTAN, no va a producir un vacío de poder que
desestabilice el país y consolide a los grupos terroristas
islámicos. Para evitarlo, la Alianza intensificará el
adiestramiento de las fuerzas de seguridad afganas para que
dispongan de 360.000 efectivos y sean capaces de hacer
frente solas a los grupos talibanes. Actualmente, las
fuerzas afganas ya cuentan con 230.000 miembros.
«La OTAN
continuará en Afganistán en un papel de apoyo», explicó
Rasmussen. Con ese objetivo, la OTAN y Afganistán firmaron
en Lisboa un acuerdo de asociación duradero, que asegurará
al país un respaldo político-militar aliado tras la
retirada.
La OTAN
respaldó el proceso de reconciliación y diálogo con los
talibanes moderados emprendido por el presidente afgano,
Hamid Karzai. Pero exigió que quienes se acojan al mismo
deben abandonar la violencia, romper sus vínculos con los
grupos terroristas y aceptar la Constitución afgana.
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