Acusa
un veterano del ejército norteamericano en la TV italiana
"EEUU
lanzó una bomba nuclear en Iraq"
Reportaje
de Maurizio Torrealta y Alessandro Rampietti
RAI
News, 08/10/08
Tlaxcala, 09/10/08
Traducido por
Gorka Larrabeiti y Juan Vivanco
―Preséntese,
por favor.
“Me llamo
Jim Brown. Soy un veterano del ejército estadounidense con
diez años de experiencia.”
―¿Cuándo
estuvo en Iraq?
“Me
enviaron a Arabia Saudí para apoyar a las tropas que tenían
que intervenir en Iraq. Entré en servicio el 25 de
septiembre y me marché de Arabia Saudí el 16 de febrero de
1991.”
―¿Qué
ocurrió allí que aún no se sepa?
“Los
militares estadounidenses, junto con sus aliados, arrojaron
una bomba nuclear de unos cinco kilotones de potencia en la
zona de Basora en Iraq.”
―¿Dónde
la lanzaron?
“Entre la
ciudad de Basora y la frontera con Irán.”
―¿Quién
la lanzó?
“La
emplearon los militares estadounidenses. Es una bomba
nuclear de cinco kilotones que recibe el nombre de «bomba
nuclear de potencia variable».”
―¿Qué
tipo de arma era?
“Básicamente
se trata de una bomba de penetración de alta eficiencia.
Una vez lanzada, penetra dentro del objetivo, en este caso
dentro de la tierra, donde explota. Se suele usar también
para que no se pueda acceder a ciertas áreas, ya que el área
entera emite radiaciones, lo cual es un mensaje muy eficaz
si se le quiere decir a alguien que se mantenga lejos de ese
lugar. Se le llama Bunker Booster.”
Según la
acusación del veterano Jim Brown, durante la primera guerra
del Golfo se lanzó una pequeña bomba nuclear de cinco
kilotones entre la ciudad iraquí de Basora y la frontera
con Irán. Si fue así, se trataría de la tercera bomba
nuclear usada durante una guerra, tras las de Hiroshima y
Nagasaki.
Una bomba
nuclear de cinco kilotones es una bomba relativamente pequeña,
más pequeña de la de Hiroshima, que era de 16 kilotones y
la de Nagasaki, que era de 22. Sin embargo, los efectos de
la radiactividad son igualmente terribles. Hemos sabido del
testimonio de Jim Brown gracias a William Thomas, un
periodista canadiense que trabajó mucho con los veteranos
del Ejército de EEUU.
―¿No
tiene miedo de hablar de esto?
“Hay que
entender qué es el miedo. Hay un punto en el que debes
decir: basta. Y cuando superas esa línea, no es que estés
muy acompañado. Lo haces o no lo haces. Cuando estaba en la
mili, levanté la mano derecha, hice un juramento diciendo:
«Esto es lo que defenderé».”
Quién
es Jim Brown
Nacido en
1965, entra en el ejército a los 22 años y se hace
ingeniero mecánico en la décima división de Fort Drum.
Participa en la operación Tormenta del Desierto en Arabia
Saudí desde el 25 de septiembre de 1990 al 16 de febrero de
1991. Regresa por problemas familiares y empieza a acusar
problemas extraños. Como otros veteranos empieza una larga
batalla para que su enfermedad sea reconocida. Enferma, según
dice, por culpa de una vacuna contra el ántrax que le
inyectaron en Arabia Saudí. En 1997 lo reprenden
oficialmente por algunos altercados y lo degradan de
Ingeniero de nivel 4 a ingeniero de nivel 3. Al degradarlo
le impiden desempeñar la tarea que le habían asignado, y
lo relevan de su cargo, pero con honor. Su actividad en la
organización de veteranos del ejército estadounidense lo
dio a conocer en los medios más importantes de comunicación,
a través de un artículo que salió en 2003 en el New York
Times. Lo convocó el Comité de Asesores a la Presidencia
de los Estados Unidos sobre enfermedades de Veteranos de la
Guerra del Golfo.
Al regresar
de la operación Tormenta del Desierto funda la Organización
de Veteranos Gulf Watch Intelligent Networking Sistem. Jim
Brown habla por primera vez del uso de una pequeña bomba
nuclear bajo seudónimo en el sitio del periodista
canadiense Thomas William. Esta es la primera entrevista
televisiva de Jim Brown sobre el asunto.
―¿Por
qué la usaron?
“La mejor
explicación que he podido recoger hasta el momento es que
se usó para mandar a Sadam el mensaje de que estábamos
determinados a terminar esta guerra y acabar con el
conflicto.”
¿Cómo se
puede contrastar su testimonio? Comprobamos que en el banco
de datos online del Centro Sismológico Internacional, en el
área cerca de la ciudad de Basora en Iraq se registró un
fenómeno sísmico de fuerza equivalente a cinco kilotones,
que corresponden a una magnitud de 4,2 aproximadamente en la
escala Richter.
Encontramos
que la única actividad sísmica detectada durante los 43 días
de Tormenta del Desierto fue un fenómeno de magnitud 4,2 en
la escala Richter y que se registró precisamente en la zona
señalada por Jim Brown, entre la ciudad de Basora y la
frontera con Irán. Está catalogado con el número 342793 y
sucedió el 27 de febrero de 1991, justo el último día del
conflicto, a las 13:39. Nueve centros sísmicos lo
detectaron: 2 en Irán, 4 en Nepal, uno en Canadá, uno en
Suecia y uno en Noruega. Estos dos últimos midieron incluso
la intensidad de la explosión, equivalente a 4,2
aproximadamente. En cuanto a su profundidad, se clasificó
en el primer nivel superficial, que va de 0 a 33 km.
Se podrá
recabar más información a través del análisis de las
ondas sísmicas registradas en las estaciones de distintos
países, pero, visto lo vasto que puede resultar este
trabajo, pedimos a los organismos internacionales que efectúen
controles antinucleares, y a los centros sísmicos
nacionales implicados, que nos ayuden a recoger datos
seguros que permitan establecer si se trató de una explosión
o de un terremoto.
¿En qué
contexto histórico y político se pudo usar un arma como
esa de la que habla el veterano?
Repasemos
esta secuencia de hechos:
• 2
de agosto de 1990: Sadam Hussein invade Kuwait.
• 16
de enero de 1991: El presidente George Bush anuncia al mundo
que comienza Tormenta del Desierto, la mayor operación bélica
desde 1948. 28 países intervienen apoyando a los EEUU.
¿Cómo iba
a reaccionar el mundo islámico?
Declaración
de James Baker: "Queremos sentar las bases que nos
permitan tener una opción creíble del uso de la fuerza
(nuclear), lo cual es no es lo mismo que decir que el
Presidente ha tomado la decisión de moverse en esa dirección.
Quisiéramos lanzar un mensaje muy claro –y está bien
claro– e indiscutible: cuando el Presidente dice que no
quiere descartar la posibilidad, es que no la hemos
descartado como opción, y que la consideramos una opción
creíble."
Si Sadam
hubiese utilizado armas químicas o bacteriológicas, el
Pentágono habría podido responder con la atómica. En
cualquier caso, acerca del uso de la bomba nuclear, se mostró
una ambigüedad buscada: el mismo Secretario de Estado,
James Baker, acuñó la expresión: “Doctrina de la ambigüedad
calculada”.
Jim Brown:
“La cuestión central es que pasara lo que pasara, los
EEUU iban a alcanzar un resultado positivo: podían arrojar
esta bomba en una de las zonas más desiertas disponibles
inmediatamente a lo largo del conflicto, podía reconocerse
este fenómeno como lo que era en realidad o podía no
reconocerse, pues explotaba en parte bajo tierra, podía
verse una versión menor del típico hongo atómico, pero a
cierta distancia, no se iba a entender lo que estaba
ocurriendo. Los efectos podían ser inmediatos y también a
largo plazo.”
―En
1991 se estrena otra arma en el campo de batalla: el uranio
empobrecido. Durante Tormenta del Desierto se usaron
proyectiles de uranio empobrecido por primera vez. ¿Por qué?
“El
uranio empobrecido y el uranio no empobrecido mostraban una
especie de firma radioactiva que permitía confundirlos, no
distinguirlos. Además, con el uranio empobrecido, los
efectos inmediatos que se provocan en los individuos, los
palacios, los vehículos imitan de alguna manera los efectos
que provoca una explosión nuclear más grande, como pueden
ser la desecación de los cuerpos, la destrucción inmediata
de las calles, la pérdida de sangre por los ojos y la
nariz. Las radiaciones que emiten estos pequeños
proyectiles de uranio empobrecido se quedan para siempre,
pero si estos proyectiles se usan repetidamente, como por
ejemplo en las ametralladoras del avión A10, provocan un
impacto fuerte de radiaciones, no sólo a través del polvo
que liberan sino en las radiaciones que se propagan por la
explosión de los proyectiles.”
―¿Podía
resultar útil como medio de encubrimiento?
“En
realidad se podía encubrir todo lo que sucedía.”
Si la
denuncia del veterano Jim Brown tiene fundamento, ¿qué
podría haber decidido al gobierno estadounidense a lanzar
una pequeña bomba atómica justo el último día de la
guerra? Sólo podemos aventurar una hipótesis: dos días
antes de la supuesta decisión de lanzar una bomba atómica,
el 25 de febrero, un misil Scud de los iraquíes alcanzó la
base estadounidense de Dhahran, en Arabia Saudí, con un
saldo de 28 militares muertos y 99 heridos. Esto provocó
una fuerte reacción estadounidense: la noche del 26 al 27
de febrero una columna de coches de fugitivos fue destruida
por completo justo al otro lado de la frontera de Kuwait. Es
posible que no fuese la única acción de represalia. Es una
hipótesis aventurada, pero la política del gobierno
estadounidense en el 91 fue calculadamente ambigua.
―¿Hay
testigos?
“Hay
testigos, yo mismo hablé con personas que estaban en el
lugar cuando sucedió, conozco a otros que han hablado con
otros ―sé que puede parecer extraño, pero así es
como funciona la “comunidad de información”: un
individuo proporciona una información, se coteja con otro y
al final, detalle a detalle, se reconstruye la historia
completa―. Cuando está implicado el gobierno… ningún
gobierno admitirá jamás haber hecho algo así.”
―¿Cómo
se enteró?
“La
organización que he creado se llama Gulf Watch
Intelligence Networking System. Durante muchos años
hemos estado reuniendo informaciones para hacerlas públicas
e impedir que esto pueda ocurrir otra vez, porque te puedo
asegurar que si consiguieron silenciarlo en 1991, también
lo habrán silenciado en 2002 y seguirán haciéndolo
mientras les dejemos que lo hagan. Esto tiene que acabar.”
Antes de
emitir esta entrevista informamos al Departamento de Defensa
estadounidense de que un veterano de su ejército nos había
contado que durante la operación “Tormenta del
Desierto” se había lanzado una pequeña bomba nuclear.
Nos preguntaron el día, y nos enviaron el siguiente
comunicado:
"Durante
la Guerra del Golfo de 1991 sólo se usaron armas
convencionales. EEUU posee municiones con una capacidad
explosiva de más de 5000 pound (2000 toneladas). No hemos
podido confirmar el incidente concreto al que se refieren,
pero si en aquel lugar se hubiera lanzado una bomba potente,
es razonable suponer que la detonación habría quedado
registrada en los aparatos de detección sísmica. Nos
ratificamos en que durante la Guerra del Golfo de 1991 sólo
se utilizaron municiones convencionales."
En una
carta posterior el Departamento de Defensa nos informa de
que podría tratarse de la bomba BLU–82, que tiene una
capacidad explosiva de 7000 toneladas, y vuelve a decir que
sólo se usaron armas convencionales. Sin embargo, la
detonación de la bomba BLU–82, también llamada “madre
de todas las bombas” o “cortadora de margaritas”, que
hace estallar en el aire (y no bajo tierra) oxígeno, hidrógeno
y otros elementos, alcanza una magnitud de 3 en la escala de
Richter, no de 4,2, como aparece en los datos sísmicos.
Jim
Brown: “Estas bombas se usaban junto con otras: la FI,
las bombas de aerosol explosivo, también conocidas como
MOEB, madre de todas las bombas. La principal diferencia
entre ambas es que la MOEB, o la bomba FI, tienen los mismos
efectos que una bomba nuclear, pueden incluso formar un
hongo como el atómico, pero no hay contaminación
radiactiva. El problema con la nuclear es que cuando
explota, además de la detonación, hay contaminación
radiactiva. No es algo que sucede y luego pasa, es algo que
sucede y queda. Además, se plantea una cuestión
generacional.”
El relato
de Jim Brown es tan escalofriante como, hasta ahora,
desprovisto de las confirmaciones que puedan certificar la
veracidad de su hipótesis: que el uso de uranio empobrecido
pudo camuflar la explosión de una bomba atómica. Sigue
siendo una mera hipótesis que recogemos ateniéndonos a un
“principio de precaución”: cuando una hipótesis no es
manifiestamente falsa y tiene una importancia social tan
enorme, es mucho mejor hablar de ella que no decir nada a la
espera de confirmación. Son muchas las personas, demasiados
los niños que han enfermado después de la “Tormenta del
Desierto” en la zona de Basora. Hemos podido ponernos en
contacto, durante una conferencia en Estambul, con el doctor
Jawad Al Ali, director del Insituto Oncológico del hospital
de Basora, autor de varias investigaciones sobre la
radiactividad en la ciudad.
Jawad al
Ali: “La historia de las radiaciones en Basora empezó
durante la primera Guerra del Golfo, en 1991, cuando se
lanzaron sobre la ciudad unas 300 toneladas de proyectiles
con uranio empobrecido, lo que disparó el nivel de las
radiaciones, que en Basora era muy bajo.
“El de
1991 fue el ataque más agresivo, destruyeron por completo
las infraestructuras del país, destruyeron todos los
puentes y no se podía viajar de Basora a Bagdad. La
historia se repitió en 2003, también entonces se lanzaron
cientos de toneladas de uranio empobrecido sobre la población
civil en zonas donde sólo vivía gente corriente, lo que
provocó nuevos problemas: aumento de los tumores, aumento
de las malformaciones congénitas. Como ustedes sabrán, el
tiempo de decaimiento de la radiactividad del uranio es de
4.500 millones de años, de modo que se trata de un intento
de matar a la población iraquí envenenando el suelo y los
recursos hídricos de Iraq durante millones de años.”
―¿Es
difícil investigar acerca de la radiactividad en Basora?
“No
quieren que nadie hable de ello, salvo los portavoces
oficiales, y nosotros no lo somos. Podemos hacer investigación
sobre la difusión del cáncer, pero no podemos hacer
estudios sobre factores de riesgo, no nos dan fondos para
ninguna de estas investigaciones. Se pueden hacer estudios
epidemiológicos o clínicos, pero no sobre radiaciones o
relativas a este campo.”
Investigar
sobre las radiaciones en Iraq es difícil, no sólo en Iraq
sino también en Italia. Conozcamos la experiencia de Gianni
Mattioli, que a la sazón era ministro del Medio Ambiente:
Gianni
Mattioli: “En enero de 2001 el ministro de Salud iraquí
Mubarak solicita entrevistarse conmigo. Durante el encuentro
Mubarak me presenta datos de una situación verdaderamente
grave en zonas que se habían bombardeado con proyectiles de
uranio empobrecido. La petición del ministro Mubarak es que
Italia colabore en una investigación epidemiológica para
poner en evidencia la dimensión del problema y para
localizar sus focos, pero también para tomar medidas de
protección. Entonces supe que había una objeción
concreta, una verdadera prohibición de la administración
atlántica, de la OTAN.
“Pero a
pesar de la prohibición de investigar los efectos de las
armas utilizadas en Basora, con el paso del tiempo empiezan
a conocerse dramáticamente.”
Jawad al
Ali: “Este gráfico muestra el aumento de la
mortalidad a causa de tumores en Basora, que ha sido
significativo y en 2001 superó el número de 600 muertos
anuales a causa de tumores. En 1989 los muertos por tumores
sólo fueron 34. En cuanto a las fotos, he guardado las
fotos de los casos más raros, como el histiocitoma fibroso
maligno. Son tumores muy raros, estrictamente asociados a
las radiaciones, están causados por las radiaciones, de
modo que he documentado con fotos esos tumores.
“He
guardado fotos de niños con tumores, porque parece que los
tumores han cambiado los grupos de edad en que se
manifestaban, algunos tumores que antes se manifestaban en
pacientes de edad avanzada ahora lo hacen en pacientes muy jóvenes,
de seis años, ha habido un desplazamiento de tipos de
tumores de las franjas de edad de pacientes maduros a niños
de diez años. Es algo rarísimo, lo mismo que la aparición
de un tumor en el aparato linfático de niños de menos de
diez años, son casos rarísimos.”
―¿Cree
que la han lanzado otras veces?
“En
Afganistán, en 2002.”
―¿Puede
concretar más la fecha?
“Del 1 al
3 de marzo.”
Invitamos a
nuestros colegas periodistas de todo el mundo y a las
organizaciones internacionales dedicadas al control de la
actividad nuclear en el planeta a colaborar en la verificación
de estas noticias.
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