El joven que le tiró los zapatos a Bush ya es un héroe en
Irak
Bush atacado por "zapato volador"
BBC
News, 15/12/08 y DPA, 16/12/08
Bagdad.– El
periodista iraquí que lanzó sus zapatos contra George Bush
durante una rueda de prensa en Bagdad el domingo se convirtió
de pronto en un héroe en Irak y gran parte del mundo árabe.
Miles de personas salieron ayer a las calles en Irak para
pedir la liberación del joven, detenido tras el incidente,
y "más de 200 abogados" están dispuestos a
defenderlo gratis, según el ex defensor del fallecido líder
Saddam Hussein.
El reportero Muntazer al–Zaidi insultó a gritos a George
Bush al considerarlo culpable de la muerte de miles de iraquíes
durante la invasión estadounidense que comenzó en 2003.
En gran parte del mundo árabe lanzar los zapatos a alguien
es uno de los peores insultos. "Este es el beso de
despedida del pueblo iraquí, perro", le gritó el
periodista de un canal de televisión local a Bush. El
periodista seguía detenido este lunes acusado por el
gobierno iraquí de cometer un "acto barbárico".
Mientras la imagen de Bush esquivando los insólitos
proyectiles dio la vuelta al mundo, el periodista Muntazer
al Zaidi, de la cadena de tv Al Bagdadia, saltó a la fama.
"Lo felicitamos por su valiente actuación",
declaró la agencia de noticias iraquí INA, resumiendo lo
que piensan miles de iraquíes.
Al Bagdadia, con sede el El Cairo, exigió la liberación
de su empleado "en nombre de la democracia y la
libertad de expresión".
Pero el gobierno iraquí calificó el incidente de
"vergonzoso" y pidió al canal "una disculpa
oficial por el ataque al presidente de EE.UU., que era
nuestro huésped".
Bush, quien dejará su cargo en enero, llegó el domingo de
sorpresa para despedirse de Irak y cuando hablaba a la
prensa en Bagdad junto al premier iraquí, Nuri al–Maliki,
en un edificio férreamente custodiado, recibió la
sorpresa.
"Este es un beso de despedida, ¡perro!", le gritó
en árabe el periodista, de 29 años, admirador del Che
Guevara, mientras le arrojaba un zapato y luego el otro.
"Esto es por las viudas, los huérfanos y todos los
muertos en Irak", agregó. En el mundo árabe, lanzarle
a alguien los zapatos es una señal de extremo desprecio.
El jefe de la Casa Blanca tuvo los reflejos para agacharse
y se salvó de recibir un zapato en plena cara. Enseguida
los encargados de seguridad se abalanzaron sobre el
periodista y lo detuvieron. Bush minimizó la agresión y la
tomó con humor. Pero el incidente alcanzó una repercusión
inesperada.
La organización iraquí para la protección de periodistas
informó que 50 abogados ofrecieron defenderlo. "Aún
no sabemos qué cargos le imputa el gobierno", dijo el
líder de la entidad, Ibrahim al Saradshi. Las autoridades
tampoco informaron dónde está detenido.
El abogado Khalil Al Dulaymi, ex defensor de Saddam Hussein,
afirmó a la tv Al Jazeera: "Con más de 200 abogados
iraquíes y de otros países me he ofrecido a defender
gratuitamente a nuestro héroe Muntazer al Zaidi".
Los servicios de seguridad iraquíes interrogaron al
periodista sobre si alguien le pagó para que lanzara los
zapatos contra Bush. Y se le hicieron exámenes para
determinar la presencia de drogas o alcohol, según una
fuente.
Según abogados consultados en Irak, podrían condenarlo a
un mínimo de dos años de cárcel si se lo acusa por
insultos a un jefe de Estado.
Otros grupos árabes aplaudieron al periodista. El grupo
islámico libanés Hezbollah afirmó que Al Zaidi debe ser
tratado "como un héroe". En Libia, una asociación
presidida por la hija del líder Muammar Kadhafi le concederá
"la orden del coraje". Y también el sindicato de
periodistas tunecinos pidió su liberación.
Simpatizantes de la mayoría shiíta en Irak salieron a la
calle en el barrio Sadr–city, en Bagdad, en apoyo a Al
Zaidi. Y levantaron sus zapatos en repudio a la invasión
estadounidense. En Basora, también hubo protestas por la
visita de Bush, al que consideran responsable de años de
violencia.
Los compañeros de trabajo del periodista remarcaron que él
"detesta a EE.UU. y a su presidente". "Muntazer
nos había prevenido hace siete meses que lanzaría los
zapatos a la cabeza de Bush si tuviese ocasión de estar
frente a él", dijo a AFP uno de sus colegas.
Pero los cuatro hermanos del periodista afirmaron que la
agresión fue espontánea. Aunque se mostraron muy
orgullosos de que haya enfrentado a Bush. "Juro por Alá:
es un héroe", dijo su hermana.
Al Zaidi fue secuestrado en 2007 por pistoleros durante una
cobertura informativa en Bagdad, y liberado tres días después.
En enero, fue capturado por soldados de EE.UU., que
allanaron su casa, dijo su hermano Dhirgham. Quedó en
libertad al día siguiente.
Todo esto incrementó su resentimiento por la presencia
militar estadounidense, dijo su familia. El domingo se
desquitó.
Repudio. Manifestantes de la mayoría shiíta en Irak
protestan ayer, con carteles y zapatos, contra la invasión
estadounidense, y reclaman la libertad del periodista
Muntazer al Zaidi, quien se animó a agredir a George Bush.
Imagen célebre. Una hermana del periodista mira por TV la
secuencia de los zapatos voladores y la maniobra del azorado
Bush para esquivarlos.
Manifestaciones multitudinarias en Bagdad
"Liberen a periodista" del zapatazo
BBC Mundo, 15/12/08
Miles de personas reclamaron en Irak la liberación del
periodista detenido por haber lanzado sus zapatos contra el
presidente de Estados Unidos durante una conferencia de
prensa en Bagdad.
Mountazer al Zaidi, reportero del canal de televisión
iraquí Al Bagdadia, con sede en El Cairo, le lanzó sus
zapatos a George W. Bush –quien logró esquivarlos– al
tiempo que le gritó: "Este es el beso de despedida,
perro", en alusión a la visita que realizó el
mandatario al país árabe poco antes de su salida de la
Casa Blanca.
Lanzar un zapato y llamar "perro" a alguien son
dos de los insultos más contundentes que puede proferir un
musulmán.
Luego del incidente, los guardias de seguridad se
abalanzaron sobre el reportero y lo redujeron y sacaron de
la sala.
Al Ziadi está siendo interrogado por los servicios de
seguridad y no se ha emitido ninguna acusación oficial en
su contra.
"Héroe"
Una multitud se congregó en el distrito Ciudad Sdar, de
Bagdad, y en la ciudad de Najaf, para reclamar la liberación
del periodista, al que califican como "héroe" y
al que cientos de abogados se han ofrecido para defenderlo.
También el canal donde trabaja pidió su liberación
basada en "la línea de libertad de expresión y
democracia prometida por el nuevo régimen iraquí",
como indica un comunicado de Al Bagdadia.
El periodista trabaja para el canal de televisión iraquí
Al Bagdadia, con sede en El Cairo. "Cualquier medida
contra Mountazer será considera como un acto de un régimen
dictatorial", agrega.
En El Cairo, uno de los gerentes del canal, Muzhir al–Khafaji,
describió al reportero como "un árabe orgulloso y un
hombre de mente amplia".
El hermano de Mountazer al Zaidi afirmó: "Estoy
seguro de que muchos iraquíes quieren hacer lo que él
hizo. Mi hermano suele decir que todos los huérfanos que
hay ahora en Irak se han quedado sin padres por culpa de
Bush".
Pero las autoridades iraquíes estiman que el reportero
"dañó la reputación de los periodistas iraquíes y
del periodismo de Irak en general".
El gobierno reclama que Al Bagdadia ofrezca disculpas al
aire por la actuación de su empleado.
Según medios de prensa, Mountazer está siendo interrogado
para determinar si se le pagó para lanzar sus zapatos a
Bush e igualmente se fue sometido a pruebas para determinar
si consumió drogas o alcohol.
El zapato visto por los árabes
Por
Martin Asser
BBC,
15/12/08
En el mundo árabe, si uno quiere subir el tono de una
situación en particular, diciendo por ejemplo "te voy
a dar un golpe", sólo falta agregar "con un
zapato" para que la amenaza se convierta en un
verdadero insulto.
Esta dimensión cultural es el que le da aún mayor sentido
al ataque del periodista iraquí contra el presidente de
Estados Unidos, George W. Bush, durante la conferencia de
prensa en Bagdad.
En la cultura árabe, es incluso de mal gusto mostrarle a
otro ser humano la suela de nuestro zapato.
Por cierto, uno no debe cruzarse de piernas (de modo que se
esté mostrando la suela) en un lugar público, porque puede
–sin querer– estar ofendiendo a la persona que se
encuentra al lado.
Esta asociación se debe a que los zapatos son considerados
"sucios" en la fe musulmana.
Además de las abluciones rituales antes de las plegarias,
los musulmanes se quitan el calzado para rezar, y usar
zapatos dentro de la mezquita está absolutamente prohibido.
Estos se deben dejar en la entrada o se deben llevar,
preferiblemente, en la mano izquierda, con las suelas tocándose
entre sí.
Sin embargo, más allá del significado que esto tenga para
la religión islámica, la suciedad y degradación asociadas
a la suela de los zapatos cruza todas las fronteras
religiosas en Medio Oriente.
Sarcasmo
Las reacciones a este episodio que ocurrió el domingo han
sido por demás curiosas, incluyendo comentarios de expertos
que informan al público "que tirarle el zapato por la
cabeza a una persona es considerado un insulto por el
Islam".
O comentarios sarcásticos que dicen que "en otras
religiones es un signo de afecto, amistad y buenos
sentimientos".
En este contexto, creo que vale la pena mencionar que
existe una rica historia en lo que a incidentes de zapatos
que involucran a los Bush y a Irak se refiere.
Una de estas historias tiene que ver con un piso de
mosaicos en la entrada del Hotel Rashid en Bagdad, con la
imagen de Bush padre.
Dada su ubicación, quienes visitaban el hotel –en su
mayoría oficiales de alto rango del partido Baas– tenían
que pisar la cara del ex presidente, en venganza por los
presuntos "crímenes de guerra" cometidos durante
la liberación de Kuwait en 1991.
Se dice que el mosaico fue retirado del lugar, tras la
invasión estadounidense y el derrocamiento de Saddam
Hussein en 2003.
¿Héroe o villano?
A medida que iba creciendo la furia en algunos círculos árabes
respecto a las políticas de Washington para Medio Oriente,
los zapatazos comenzaron a dirigirse hacia los afiches de
George W. Bush.
Afortunadamente, durante la conferencia del domingo, Bush
–quien deja el sillón presidencial dentro de un mes–
esquivó el zapato que le lanzó el periodista iraquí
Muntadar al–Zaidi, presuntamente la única arma que pudo
introducir en el recinto, estrictamente custodiado por
guardias de seguridad.
Muchos de los simpatizantes de Bush interpretaran este
gesto como una acción malvada contra un hombre cuyas políticas
liberaron al país de un dictador implacable.
Para ilustrar este punto, en otra época, quien hubiese
perpetrado un acto semejante podría haber sido condenado a
muerte, si se hubiese atrevido a confrontar de esta manera
el régimen de Saddam Hussein.
Para otros, Zaidi es un héroe por llevar a cabo un golpe
simbólico contra una persona a la que consideran
responsable de las devastadoras guerras que azotaron al
mundo musulmán y que han costado cientos de miles de vidas.
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