Iraq

La máxima imperial en Iraq

Que los iraquíes se despedacen los unos a los otros

IAR Noticias, 11/07/09

La estrategia es sencilla: El Pentágono se corrió del frente (la línea del fuego rebelde) y colocó en su lugar al ejército de cipayos del gobierno títere iraquí para que mueran como moscas y asuman el costo político de la derrota en Iraq. El mando militar de EEUU, en tanto, controla a Iraq por aire y por tierra por medio de sus bases militares y tropas acantonadas en las periferias de las ciudades iraquíes. El plan ni siquiera fue diseñado por la administración Obama, sino por el Pentágono de Bush, y hoy continúa en la figura del actual secretario de Defensa Robert Gates. De esta manera, EEUU cumple con su "palabra" de "retirarse" de Iraq sin romper el esquema cerrado de la dominación militar. En suma, Washington sigue controlando militarmente  a Iraq, sin soldados muertos o heridos, sin costos políticos, sin manifestaciones "pacifistas" pidiendo el retorno de las tropas en las ciudades estadounidenses, mientras los iraquíes se despedazan los unos a los otros en una carnicería sin fin. La máxima obra de Maquiavelo (en versión corregida imperial) ya comenzó a escribirse en  Iraq.

Al menos 42 personas murieron y más de 80 resultaron heridas este jueves en una serie de atentados en el norte de Iraq y en Bagdad, los peores desde el repliegue de las tropas estadounidenses de las ciudades iraquíes, a finales de junio.

En Tal Afar, 80 kilómetros al oeste de Mosul (al norte, a 350 km de Bagdad), 35 personas murieron y más de 60 resultaron heridas en un doble atentado suicida en un barrio residencial de la ciudad, indicaron fuentes hospitalarias y policiales.

Un primer kamikaze se hizo estallar cerca de la casa de dos policías que trabajan en una unidad antiterrorista de la ciudad, matando e hiriendo a varios transeúntes, indicó el coronel Jaled Omar, oficial en Tal Afar.

En un 'modus operandi' frecuente en Iraq, el segundo kamikaze se introdujo entre la multitud que estaba tratando de socorrer a las primeras víctimas y también se hizo estallar. Los dos policías salieron ilesos del ataque.

Ese ataque fue el peor desde la retirada de las tropas estadounidenses de las ciudades iraquíes, el 30 de junio pasado. Desde entonces, el ejército y la policía iraquíes tienen a su cargo la seguridad en las localidades, mientras que las tropas estadounidenses, que mantienen un bajo perfil, se limitan a patrullas fuera de las aglomeraciones.

Este jueves, el populoso barrio chiita de Ciudad Sadr, al noreste de Bagdad, donde viven dos millones de personas, fue escenario de un doble atentado en el que murieron seis personas y 24 quedaron heridas, entre éstas mujeres y niños, indicaron fuentes policiales y médicas.

El atentado se produjo hacia las 07H30 locales (04H30 GMT), según esas fuentes, igual que los de Tal Afar.

Como ocurrió cerca de Mosul, una primera bomba estalló en el mercado Al Ula de Ciudad Sadr y minutos después estalló el segundo artefacto, precisó una fuente policial.

En el barrio central de Karrada, el convoy de Sinan al Chbibi, gobernador del Banco Central iraquí, fue blanco de una bomba. El responsable salió ileso, pero cinco personas resultaron heridas, entre éstas dos guardaespaldas de Chbibi.

Las dos explosiones se produjeron en Baawiza y en Al Quba alrededor de las 19H00 locales (16H00 GMT), cerca de mezquitas chiitas y poco antes de la plegaria, según la policía de Mosul.

Cientos de responsables gubernamentales y de diputados han sido asesinados en los últimos seis años en Iraq, desde el derrocamiento del régimen del difunto dictador Saddam Hussein en abril de 2003.

La violencia de este jueves se suma a una serie de atentados que se registraron en la tarde y la noche del miércoles,  que causaron más de veinte muertos y medio centenar de heridos, según fuentes policiales.

El atentado más grave del miércoles se produjo cerca de una mezquita chií de la ciudad de Mosul, unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, donde perecieron 19 personas y más de 40 resultaron heridas al estallar un coche–bomba, según un saldo de víctimas actualizado hoy.

También hubo otros atentados en Mosul, en la población de Zammar, cercana al anterior, y en la localidad de Musayib, unos 50 kilómetros la sur de Bagdad, en este último lugar cuando se celebraba una boda.

La cadena de hechos violentos se registra pocos días después de que los soldados de Estados Unidos completaran su retirada de las ciudades de Iraq, de acuerdo con los compromisos de seguridad firmados por Bagdad y Washington el 13 de diciembre pasado.

La región de Mosul es uno de los últimos bastiones activos de Al Qaeda y de los insurgentes en el país. Estos ataques recuerdan que pese a haber sido derrotados ampliamente por las operaciones militares estadounidenses lanzadas a mediados de 2007, siguen siendo capaces de llevar a cabo sangrientos ataques bien coordinados.

"Creo que habrá atentados esporádicos, aprovechando" la retirada de las tropas estadounidenses, había advertido el 30 de junio pasado el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates.

Durante una reciente visita a Bagdad, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó una advertencia sin precedentes a los dirigentes iraquíes, al afirmar que su país podría desentenderse políticamente si Iraq vuelve a hundirse en la violencia confesional o étnica.

Estados Unidos, que se ha congratulado de la baja considerable de la violencia en Iraq, expresó en cambio su exasperación frente a la falta de avances en las reformas constitucionales necesarias para poner fin a la profunda división entre chiitas, sunitas y kurdos.

Esa advertencia molestó al Gobierno iraquí, que pidió a Estados Unidos que "no se inmiscuya en su política interna".