Hablando claro
La
Estrategia Nacional de Defensa de 2008 declara:
“Los
intereses de EE.UU. incluyen proteger la nación y a
nuestros aliados de un ataque o de las coacciones; promover
la seguridad internacional para reducir los conflictos y
fomentar el crecimiento económico; y asegurar el patrimonio
común y el acceso a los mercados y recursos mundiales. Para
lograr estos intereses, EE.UU. ha desarrollado capacidad
militar y alianzas y coaliciones, ha participado y apoyado
la seguridad internacional y las instituciones económicas,
ha utilizado la diplomacia y el poder sutil para dar forma
al comportamiento de los Estados y al sistema internacional,
y utiliza la fuerza cuando es necesario. Estas herramientas
ayudan a conformar el marco estratégico con el que EE.UU.
planifica el futuro, y nos ayudan a alcanzar nuestros
fines.”
Y
añade:
“Nuestras
fuerzas serán lo suficientemente fuertes para disuadir a
adversarios potenciales de que emprendan un desarrollo
militar con la esperanza de superar o igualar el poder de
EE.UU. Para lograrlo EE.UU. requiere bases y estaciones
dentro y fuera de Europa occidental y en el nordeste de
Asia.”
A
la luz de tan claros objetivos, es muy poco probable que el
gobierno de EE.UU. permita un Iraq verdaderamente soberano,
libre de tropas estadounidenses ya sea dentro de sus
fronteras o de vigilancia desde el extranjero a corto plazo.
El
Acuerdo sobre el Estatuto de Fuerzas (SOFA, en sus siglas en
inglés) entre los gobiernos iraquí y estadounidense prevé
una presencia mantenida de EE.UU. una vez transcurrida tanto
la fecha límite de agosto de 2010 de retirada de todas las
tropas de combate, como el plazo de 2011 de retirada de las
tropas restantes.
De
acuerdo con todas las variantes que utiliza EE.UU. para
proporcionar un mandato legal a las casi mil bases a lo
largo del planeta, técnicamente ninguna base estadounidense
en ningún país extranjero es "permanente". Así,
las bases de EE.UU. en Japón, Corea del Sur y Alemania que
han existido durante decenios no son
"permanentes." Técnicamente.
La
mayoría de los analistas coinciden en que EE.UU. tiene
previsto mantener por lo menos cinco bases
"duraderas" en Iraq.
El
escritor, lingüista y analista político estadounidense
Noam Chomsky, afirmaba que "[…] las bases
[extranjeras] son el imperio. Son el punto de proyección
del poder y de su expansión” [1].
Chalmers
Johnson, autor y profesor emérito de la Universidad de
California en San Diego, comentó: "[…] En un sentido
simbólico [las bases] son una manera de demostrar que
EE.UU. se queda allí vigilando” [2].
Gordon
Adams, durante mucho tiempo analista de defensa en la
Universidad George Washington, declaró a AP que en
el contexto más amplio del reforzamiento de la presencia de
EE.UU. en un Oriente Próximo rico en petróleo, es
preferible tener bases en Iraq que portaviones en el Golfo Pérsico.
"Los aviones no tienen fuerza. Hay una gran ventaja en
la infraestructura a nivel terrestre. A nivel estratégico,
disponer de bases en Iraq tiene todo su sentido”.
Según
el profesor Zoltan Grossman del Evergreen State College, que
ha investigado las bases militares y ha participado en la
red mundial contra las bases extranjeras desde hace varios años,
EE.UU. no tiene intención de liberar el control de sus
bases en Iraq [3]. El Pentágono, según él, tiene muchos
viejos trucos para enmascarar la presencia militar y la
presión armada.
En
una entrevista con Truthout hacía la siguiente
observación:
“[…]
Desde la Guerra del Golfo, EE.UU. no sólo ha estado
construyendo bases para librar guerras, sino que ha estado
llevando a cabo guerras para crear bases. El efecto ha sido
la creación de una nueva esfera militar de influencia
estadounidense para hacer cuña en la región estratégica
extendida desde la UE, Rusia y China. El Pentágono no ha
construido esas extensa bases permanentes simplemente para
entregárselas a los gobiernos clientes.”[4]
La
predicción de Grossman para Iraq:
“Busque
un Acuerdo de Fuerzas Visitantes —del tipo negociado con
Argentina— que permite el acceso sin restricciones a
supuestas “visitas” de las fuerzas estadounidenses a sus
antiguas bases. Del mismo modo, los ejercicios militares
conjuntos y constantes pueden mantener a las tropas de
EE.UU. continuamente visibles e intimidar a los iraquíes.
Incluso después de 2011, nada en el SOFA impide que los
bombarderos estadounidenses (estacionados en Kuwait y en
otros lugares) ataquen blancos iraquíes cuando lo deseen,
tal como lo hicieron entre 1991 y 2003. Nada impide los
ataques con misiles o de las Fuerzas Especiales tal como
estamos viendo en Pakistán, Yemen y Somalia. Nada impide
que la CIA o los contratistas participen en misiones u
operaciones de inteligencia iraquíes.”
Para
añadir credibilidad a esto, tenemos el Artículo 6 del SOFA
estadounidense–iraquí, que aborda las “instalaciones
acordadas”; el Artículo 27 menciona "[…] de común
acuerdo las medidas militares" después de 2011, y el
Artículo 28 que habla de un escenario en el que Iraq sea
capaz de "solicitar" seguridad a EE.UU. en la Zona
Internacional (Zona Verde).
Lenguaje
gris
El
capítulo 6 del Quadrennial Defense Review Report de
2010 señala [5]:
“En
febrero de 2009, el presidente Obama resumió la reducción
prevista de las fuerzas de EE.UU. en Iraq a 50.000 soldados
y el cambio de la misión el 31 de agosto de 2010. En ese
momento, las fuerzas de EE.UU. habrán completado la
transición de [fuerzas de] combate y contrainsurgencia a
una misión más limitada que se centra en: la formación y
asistencia a las fuerzas de seguridad iraquíes (ya se han
reservado dos mil millones de dólares para el ejercicio
fiscal de 2011 [6]); proporcionar protección a las fuerzas
militares, al personal civil y a las instalaciones de
EE.UU.; llevar a cabo operaciones antiterroristas específicas
y apoyar a los organismos civiles estadounidenses y a las
organizaciones internacionales en sus labores de construcción
de capacidades.”
El
informe puntualiza además que la retirada de tropas
estadounidenses "se producirá de conformidad" con
el SOFA pero que "el ritmo de la reducción tendrá en
cuenta los logros aunque sean frágiles de la seguridad en
Iraq” y “proporciona a los mandos estadounidenses
flexibilidad suficiente para que asistan a los iraquíes
ante los nuevos desafíos”.
El
15 de mayo de 2006, el general John Abizaid, supervisor de
las operaciones militares de EE.UU. en Iraq en aquel
momento, declaró: “EE.UU. desea mantener a largo plazo la
presencia militar en Iraq para fortalecer a los moderados
contra los extremistas en la región y proteger el flujo de
petróleo”.
El
12 de marzo de 2010, el general de división Tony Cucolo,
comandante de las tropas de EE.UU. en el norte de Iraq, dijo
a los periodistas durante una conferencia telefónica [7]
que podría ser necesario mantener a las tropas de combate
que participan en el mecanismo de seguridad que mantiene la
paz entre las fuerzas nacionales iraquíes y las regionales
kurdas más allá de la fecha límite de agosto.
La
Estrategia de Seguridad Nacional para las Misiones de EE.UU.
en el Extranjero propone "emprender una nueva era de
crecimiento económico global a través de los mercados
libres y el libre comercio y presionar para [alcanzar]
mercados abiertos, estabilidad financiera, y una integración
más profunda de la economía mundial”. Esto encaja
perfectamente con la política esbozada por el Quadrennial
Defense Review Report, que sostiene que el ejército
estadounidense tiene una capacidad declarada para luchar
contra “múltiples guerras superpuestas” y para
“asegurar que todas las grandes potencias y las emergentes
se integren como agentes constructivos y partes interesadas
en el sistema internacional”.
Este
tipo de lenguaje tan gris y lleno de lagunas en los
documentos de política ha sido lo normal desde que EE.UU.
invadió Iraq hace siete años. Ello no ha cambiado con el
SOFA.
“La
probabilidad de que EE.UU. planee mantener tropas en Iraq
después del 31 de diciembre de 2011 tiene que ser medida en
el contexto de la historia de las violaciones
estadounidenses de la soberanía territorial de otros países,
el espacio aéreo, etc.”, explica a Truthout
Phyllis Bennis, directora del Proyecto Nuevo
Internacionalismo con el Institute for Policy Studies de
Washington, DC. “ […] Por el momento, esto es quizás más
evidente en Pakistán, donde EE.UU. ha atacado sistemáticamente
a presuntos talibanes o de al–Qaida tanto por aire como
con tropas terrestres (limitadas) en territorio paquistaní
a pesar de la oposición manifestada por el gobierno de
Pakistán que es nominalmente aliado de EE.UU.”
“Los
primeros debates públicas en torno a “reorientar las
misiones” de las tropas de combate modificando su asignación
oficial de combate a la de “formación” o
“asistencia”, permitiéndoles permanecer en Iraq después
de la fecha límite de agosto de 2010 en que todas las
tropas de combate deberían ser retiradas del país,
constituye el modelo para que tales artimañas del lenguaje
hagan que así sea”, dijo Bennis, y añadía: “ello
puede estar vinculado o no a una ‘necesidad’ futura de
que las tropas de EE.UU. permanezcan para proteger el
creciente número de civiles del gobierno estadounidense
asignados a Iraq a medida que disminuya el número oficial
de tropas”.
Bennis
explicó que la redacción del SOFA se basa en la afirmación
de que Iraq es una nación soberana y que el gobierno de
Iraq está eligiendo libremente asociarse con el gobierno de
EE.UU. Pero la realidad, según Bennis, es que el SOFA se ha
negociado y firmado mientras Iraq era (y sigue siendo
actualmente) un país ocupado y controlado por EE.UU. Su
gobierno es y era en el momento de la firma del SOFA
dependiente del apoyo de EE.UU.
El
artículo 27 del SOFA afirma en su texto:
"[…]
En caso de cualquier amenaza externa o interna o de agresión
contra Iraq que viole su soberanía, la independencia política
o la integridad territorial, sus aguas, su espacio aéreo,
su sistema democrático y sus instituciones elegidas, a
petición del gobierno de Iraq, las Partes iniciarán
inmediatamente las deliberaciones estratégicas y, como
pueda ser acordado mutuamente, EE.UU. tomará las medidas
apropiadas, incluidas medidas diplomáticas, económicas o
militares, o cualquier otra medida, para impedir tal
amenaza.”
Si
bien el acuerdo es vinculante aparentemente sólo tres años,
el artículo 30 permite enmendar el SOFA lo que podría
incluir, por supuesto, la ampliación de su plazo de tiempo
—y con el gobierno iraquí todavía cualitativamente
dependiente del apoyo de EE.UU., ello parece probable. Lo
mismo ocurre con el artículo 28 que establece: "El
gobierno de Iraq podrá solicitar apoyo limitado y temporal
de las fuerzas estadounidenses a las autoridades iraquíes
para la misión de seguridad de la Zona Verde”.
[Bennis]
concluye: “[…] No hay duda de que EE.UU. ha querido
durante muchos años establecer y mantener bases militares
en Iraq, estén o no estén oficialmente designadas como
‘permanentes’. No creo que el Pentágono esté dispuesto
a entregarlas todas a Iraq, a pesar de que el lenguaje del
contrato obliga exactamente a eso. En cambio, creo que el
acuerdo formal tras el vencimiento del actual SOFA puede ser
a través de algún tipo de acuerdo oficial
"bilateral" entre Washington y Bagdad que permita
a EE.UU. ‘alquilar’, ‘arrendar’ o ‘adquirir en préstamo’
a largo plazo las bases a un supuesto gobierno
‘soberano’ de Iraq. Esta posibilidad crece según
aumenta el número de declaraciones de responsables
militares y políticos estadounidenses en general que dan a
entender la posibilidad de una presencia a largo plazo de
las tropas de EE.UU. en Iraq después del 31 de diciembre
2011, ‘si el gobierno soberano de Iraq debe solicitar tal
idea...’.”
El
Director de Estudios Globales de la Universidad Stony Brook
de Nueva York, el profesor Michael Schwartz, ha escrito
extensamente sobre la insurgencia y el Imperio de EE.UU. Señala
a Truthout que “[…] las acciones del presidente
Obama han dejado muy claro que no está dispuesto a
sacrificar los 50.000 efectivos de las fuerzas de ataque,
aunque también ha dicho que acataría el SOFA y que retiraría
todas las tropas de Iraq a finales de 2011. Mientras tanto,
Gates y varios generales han publicado declaraciones o
globos sonda [8] diciendo que el plazo de 2011 podría ser
poco práctico y que distintos tipos de fuerzas pueden
quedarse más tiempo, bien para proporcionar fuerza aérea,
para continuar la formación de los militares iraquíes, o
para proteger a Iraq de una invasión. Cualquiera o todas
estas [razones] podrían traducirse en el mantenimiento de
las 50 mil fuerzas de ataque así como de las cinco ‘bases
duraderas’.".
Que
la administración de Obama tiene la intención de mantener
una presencia militar importante en Iraq después de 2011 es
evidente en su continua insistencia en que se debe
garantizar la “democracia” en Iraq.
Schwartz
explica: “[…] En Washington, hablar de esto significa
que el gobierno iraquí debe ser un aliado de EE.UU., una
condición que ha sido reiterada y confirmada por todas las
facciones (republicana y demócrata) de Washington desde el
comienzo de la invasión. Habida cuenta de la creciente
negativa del gobierno de al Maliki a seguir los dictados de
EE.UU. (por ejemplo, en los contratos petroleros, sobre las
relaciones con Irán, y sobre las relaciones con Anbar y
otras provincias sunníes), la retirada de las tropas
permitiría a al Maliki aún más margen de maniobra para
aplicar políticas inaceptables para Washington. Así pues,
aunque el propio al Maliki se suceda a sí mismo como primer
ministro, EE.UU. puede necesitar tropas para mantener la
presión sobre él. Si no se sucede a sí mismo, las
opciones de alternancia posibles son mucho más explícitas
respecto al rechazo a la integración de Iraq en la esfera
de interés de EE.UU.; el gobierno de Obama se quedaría con
la perspectiva inaceptable de que la retirada daría como
resultado que Iraq adoptase una posición no muy diferente a
la de Irán con respecto a la presencia de EE.UU. y su
influencia en Oriente Próximo.”
Su
desalentadora conclusión es: “[…] Con todo, hay miríadas
de señales que indican que la retirada de las tropas de
EE.UU. podría dar como resultado que Iraq se liberase de la
influencia estadounidense y/o que privase a EE.UU. de la
fuerte presencia militar en esa parte de Oriente Próximo
que Bush y Obama han defendido y han luchado por establecer.
Hasta que vea algún signo de que las cinco bases van a ser
desmanteladas, seguiré creyendo que EE.UU. hallará alguna
razón —con o sin el consentimiento del gobierno iraquí
— para mantener allí una muy fuerza militar muy
importante (del orden de los 50 mil).”
Ampliar
la base
La
embajada de EE.UU. en Iraq —que es ya el más grande
complejo diplomático del planeta y tiene el tamaño de la
Ciudad del Vaticano [9]— va a duplicar probablemente su
tamaño. Robert Ford, Jefe Adjunto de la Misión en Bagdad,
dijo a la prensa en enero: “Si el Congreso nos da el
dinero que estamos pidiendo, esta embajada va a ser el doble
del tamaño que es ahora. No disminuye; es cada vez más
grande” [10].
En
2005, The Washington Post informaba [11]: “En Iraq
está en marcha una renovación, aún más cara, de los aeródromos
de la base aérea de Balad, un centro de logística militar
de EE.UU., donde por 124 millones de dólares la Fuerza Aérea
está creando espacio para una pista adicional para aviones
de carga y helicópteros. Y más al sur, en Qatar, se está
construyendo en forma de bunker gigante de cemento un centro
de operaciones aéreas de 104.000 metros cuadrados para
supervisar los aviones militares estadounidenses en Oriente
Próximo, Asia Central y África. El ejército
estadounidense dedica más de 1.2 mil millones de dólares a
proyectos bien ya en marcha o previstos para la región del
Comando Central —un plan de expansión que los comandantes
de EE.UU. dicen que es necesario, tanto para apoyar las
operaciones en Iraq y Afganistán, como para establecer una
presencia a largo plazo en la zona.”
El
teniente general Walter E. Buchanan III, que supervisa las
operaciones aéreas del Comando Central señalaba: “Como
la fuerza terrestre disminuye, necesitaremos la aérea para
poder establecer una presencia en algunas partes del país
donde no tenemos soldados, para vigilar allí donde no
tengamos soldados sobre el terreno.”
En
2007, en un artículo titulado “EE.UU. construye una base
aérea en Iraq para largo plazo" NPR informaba
[12]: “La base militar de EE.UU. en Balad, a unos 60 kilómetros
al norte de Bagdad, está convirtiéndose rápidamente en
una de las mayores instalaciones militares estadounidenses
en territorio extranjero. […] La base es un proyecto de
construcción gigante, con nuevas carreteras, aceras, y
estructuras que se elevan a lo largo de los 41.44 km
cuadrados de esta fortaleza situada en el centro de Iraq con
la mirada puesta en las próximas décadas.”
Es
tan grande que, “[…] hay un servicio regular de
autobuses dentro de su perímetro para transportar a las
decenas de miles de soldados y contratistas que viven aquí.
Y los servicios son acordes con el tamaño de la población.
La cadena de comida Subway es una de las varias
cadenas estadounidenses que están presentes. Hay dos puntos
de venta de productos que son casi tan grandes como Target
o K–Mart. Se pueden comprar artículos de
consumo, desde ordenadores portátiles hasta pantallas
planas de televisión, o motocicletas Harley Davidson.”
El
informe agregaba que "varios altos oficiales militares
han descrito en privado la Base Aérea de Balad, y algunas
otras grandes instalaciones de Iraq, como las bases futuras
de las operaciones militares de EE.UU.”. El término
utilizado [para denominarlas] es "nenúfar”, para
describir a los militares saltando de una base a otra sin
tocar el suelo que las separa.
En
septiembre de 2009, The New York Times decía sobre
Balad [13]:
“La
masajista Mila, de Kirguistán, tarda una hora en ir al
trabajo en autobús a esta base estadounidense en expansión.
Su sala de masajes es una de las tres que hay en esta base
de 2.835 hectáreas y se ubica junto a una tienda de
bocadillos Subway, en un remolque rodeado de muros de
arena y roca. En Subway, trabajadores de la India y
Bangladesh hacen bocadillos para los soldados
estadounidenses que buscan un sabor de casa. Cuando los que
hacen los bocadillos terminan su turno, el viaje de regreso
les lleva a través de una planta de energía, una planta de
fabricación de hielo, un centro de tratamiento de aguas
residuales, un hospital y decenas de otras instalaciones que
uno esperaría encontrar en una ciudad pequeña. Y en más
de seis años, eso es lo que los estadounidenses han creado
aquí: ciudades en la arena… […] Algunas de las bases
tienen una población de más de 20.000 personas con miles
de contratistas y ciudadanos de terceros países para
mantenerlas en funcionamiento.
“Camp
Anaconda, como se llama la base de Balad, también tiene una
piscina de tamaño olímpico. La empresa embotelladora
proporciona siete millones de botellas de agua al mes para
la gente de la base. Esta base contiene también dos parques
de bomberos y la única pista de aterrizaje más concurrida
de todo el Departamento de Defensa.”
Un
artículo publicado en Associated Press en 2006 bajo
el título "Idear las bases de EE.UU. plantea
cuestiones a largo plazo", contaba lo siguiente:
“[En
Balad], el hormigón se eterniza, se desvanece en el
resplandor del mediodía, más de 56 mil metros cúbicos en
una losa de más de 1 Km. y medio de largo que es ahora el
hogar de hasta 120 helicópteros de EE.UU., un
‘heli–parque’ tan bueno como cualquiera de los de
EE.UU. En otra base gigante, al–Asad en el desierto
occidental de Iraq, los 17 mil soldados y trabajadores van y
vienen en una especie de animada ciudad estadounidense, con Burger
King, Pizza Hut y un concesionario de coches, con
stops, y otras señales de tráfico, y jóvenes
ciclistas obstruyendo las carreteras. El último presupuesto
también asigna 39 millones de dólares para la iluminación
de la nueva pista de aterrizaje, sistemas de control aéreo
y mejoras que permitan a al–Asad conectarse a la red eléctrica
iraquí —una señal típica de una base a largo plazo. En
Tallil, la Base Aérea de Ali, además de los 14 millones de
dólares para el nuevo comedor, están a punto de hacer, por
22 millones de dólares, un muro de seguridad de doble perímetro
con control de accesos de alta tecnología, torres de
vigilancia y un foso —en la jerga militar, una ‘zanja
con arcén para apresar vehículos.”
Truthout
se puso en contacto con el reconocido periodista y director
de cine John Pilger para que diera su punto de vista:
“[…]
Como en Afganistán, la ocupación de Iraq es más una
guerra de percepción que una realidad militar. No creo que
EE.UU. tenga la menor intención de abandonar Iraq. Sí,
habrá una "reducción" de tropas regulares con el
tipo de fanfarria y el ritual destinado a convencer al público
estadounidense de que se está llevando a cabo una retirada
real. Pero la suma de declaraciones off de record por
parte de generales de alto rango, que son siempre
conscientes de la guerra de percepción, es que al menos
70.000 soldados permanecerán de diversas formas. Añádase
a ello hasta 200.000 mercenarios. Este es un truco viejo.
Los británicos lo utilizaron para "retirarse" de
las colonias dejando bases–fortaleza y a sus Fuerzas
Especiales, las SAS.
“Bush
invadió Iraq como parte de un diseño a largo plazo de
EE.UU. para restaurar uno de los pilares de la política
estadounidense y del imperio en la región: en efecto, hacer
de todo Iraq una base. La invasión fue muy mal y el
concepto de “el país como base” se modificó al de Iraq
controlado indirectamente o intimidado por una serie de
bases–fortaleza. Estas son permanentes. Este es también
el plan de EE.UU. para Afganistán. Uno tiene que tener en
cuenta que la política exterior de EE.UU. está controlada
en la actualidad por el Pentágono, cuyo hombre es Robert
Gates. Es como si Bush nunca hubiera salido de la
presidencia. Con Bush se produjo un golpe de Estado militar
efectivo en gran parte de Washington; el Departamento de
Estado fue despojado de su poder, y Obama hizo lo que ningún
presidente ha hecho antes: mantuvo toda la burocracia bélica
de una desprestigiada administración previa y le concedió
un poder ilimitado. La única manera de que EE.UU. se vaya
es que la resistencia aumente de nuevo y que los chiíes y
los sunníes se unan; creo que eso ocurrirá.”
Capitán,
mi capitán
El
4 de marzo de 2010, en “Diane Rehm Show", de NPR,
el invitado Thomas Ricks, corresponsal militar de The
Washington Post, dijo refiriéndose a las promesas del
presidente Obama de retirarse de Iraq: “Yo diría que no
deberías creértelo porque no creo que vaya a suceder. Creo
que el día en que el presidente Obama deje el cargo
tendremos miles, decenas de miles de tropas de EE.UU. en
Iraq.”
El
general George Casey, jefe del Estado Mayor del Ejército de
EE.UU., declaró en mayo pasado que su planificación para
el Ejército contempla tropas de combate en Iraq durante una
década como parte de un sostenido compromiso de EE.UU. en
la lucha contra el extremismo y el terrorismo en Oriente Próximo.
“Las tendencias mundiales empujan en la dirección
equivocada”, dijo. “Son ellas las que cambiarán
fundamentalmente la forma de operar del Ejército”.[14]
Un
importante analista de la CIA, Ray McGovern, que trabajó en
siete presidencias —desde John Kennedy a George HW Bush—
explicó a Truthout, “Desde 2003 he estado
sugiriendo que la guerra de Iraq fue motivada por la sigla
OIL [en inglés, petróleo]: Petróleo, Israel y Logística
(las bases militares para favorecer los intereses de los dos
primeros).”
En
enero de 2008, McGovern escribió [15] acerca de las
declaraciones firmadas por George W. Bush cuando estaba en
la Casa Blanca:
“[…]
Contrariamente a cómo el presidente George W. Bush ha
tratado de justificar la guerra de Iraq en el pasado, ahora
ha admitido torpemente —si no inadvertidamente— que la
invasión y ocupación de Iraq fue dirigida principalmente
para aprovechar la influencia predominante de su petróleo
mediante el establecimiento de bases militares permanentes
(el gobierno prefiere “duraderas”). Dejó esto
transparentemente claro añadiendo la firma de una declaración
a la Ley de Presupuestos de Defensa, indicando que no estaría
obligado por la prohibición de la ley contra el gasto de
fondos:
“(1)
Para establecer cualquier instalación militar o base con el
propósito de mantener el estacionamiento permanente de las
Fuerzas Armadas de EE.UU. en Iraq”, o,
"(2)
Para que EE.UU. ejerza el control sobre los recursos
petroleros de Iraq.”
El
20 de noviembre de 2006, el senador Barack Obama, que aún
no se había convertido en el comandante en jefe del ejército
de EE.UU., declaró en el Consejo de Chicago sobre Asuntos
Globales, en un discurso titulado “Un camino a seguir en
Iraq”:
“[…]
Reducir nuestras tropas en Iraq nos permitirá desplegar
tropas adicionales en el norte de Iraq y otros lugares de la
región como una fuerza más allá del horizonte. Esta
fuerza podría ayudar a prevenir que el conflicto en Iraq se
convierta en una guerra más amplia, a consolidar los logros
en el norte de Iraq, a asegurar aliados en el Golfo, a
permitir que nuestras tropas ataquen directamente a al–Qaida
donde quiera que exista, y a demostrar a las organizaciones
terroristas internacionales que no nos han expulsado de la
región.”
El
16 de marzo de 2010, el general David Petraeus, jefe del
Comando Central de EE.UU., dijo a los legisladores [16] que
el ejército estadounidense puede establecer un cuartel
general adicional en el norte de Iraq incluso después de la
fecha límite de septiembre de 2010. Petraeus dijo que
instalar un cuartel general en el norte de Iraq era
"algo que estamos evaluando".
¿Qué
razón hay para dudar de la afirmación de nuestro
comandante en jefe de que existe la necesidad de mantener
una “fuerza de choque” estadounidense en Iraq o cerca de
Iraq para garantizar los intereses de EE.UU. en Oriente Próximo,
para permitir que Washington actúe rápidamente contra los
yihadistas en la región y para dejar claro a “nuestros
enemigos” que EE.UU. no será “expulsado de la región”?
Notas:
1 http://standingarmy.jimdo.com/trailer/
2 http://standingarmy.jimdo.com/trailer/
3 http://www.tomdispatch.com/post/59774/
4 http://standingarmy.jimdo.com/
5
010
Quadrennial Defense Review Report
6
http//: comptroller.defense.gov/budget.html
7
http://en.aswataliraq.info/?p=128437
8
http://www.tomdispatch.com/post/175216/tomgram%3A_engelhardt%2C_the_future_belongs_to_no_one___/#more
9
http://www.tomdispatch.com/post/174789/the_mother_ship_lands_in_iraq
10
http://thecable.foreignpolicy.com/posts/2010/01/07/us_embassy_in_baghdad_has_plans_to_double_in_size
11
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2005/09/16/AR2005091601762_pf.html
12
http://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=15184773
13
http://www.nytimes.com/2009/09/09/world/middleeast/09bases.html?_r=2
14
http://www.armytimes.com/news/2009/05/ap_army_casey_iraq_052609/],
15
http://www.consortiumnews.com/
16
http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5g5111Gz2vbz92cJk8RrfkdlhXeJQ