Desde
Estambul
Un
testimonio de la revuelta popular masiva
Por Asiye Riban, desde Estambul
Avanti, 01/06/2013
Viento Sur, 03/06/2013
Traducción de Faustino Eguberri
Estambul, 1 de junio de 2013.– Algo increíble ha ocurrido en Turquía
esta noche. Todo ha comenzado con una pequeña manifestación
en el parque Gezi contra su proyecto de demolición para
construir en él un centro comercial. Ese parque se
encuentra en el centro del barrio histórico de Estambul, en
la plaza Taksim.
Plaza
Taksim, en Estambul: ¿será la plaza Tahrir de Turquía?
Esta plaza es también un símbolo del movimiento obrero turco y cada año,
el 1 de Mayo, tienen lugar en ella enfrentamientos entre la
policía y los manifestantes. Es un lugar importante que
queremos recuperar. Las manifestaciones están prohibidas en
este parque. Defenderle tiene una importancia considerable
pues no podemos aceptar que sea transformado en centro
comercial. Además, este parque cuenta con magníficos árboles,
muy viejos, y es uno de los raros lugares verdes de la
ciudad.
Occupy Gezi
Así pues, todo ha comenzado con un pequeño grupo de jóvenes
ecologistas que defendían esos árboles. Esa concentración
se ha mantenido y no ha dejado de crecer desde el lunes 27
de mayo. La policía ha atacado al grupo y los ha echado. El
viernes por la mañana, la policía ha realizado un ataque
muy violento. Personas que no estaban en la manifestación
se han unido a los manifestantes para apoyarles.
Durante todo el día la situación se ha agravado, la represión
policial se ha hecho más brutal aún; gases pimienta,
lacrimógenos, disparos con municiones de plástico duro,
chorros de agua a muy alta presión y centenares de policías.
Durante toda la jornada hemos tenido mucho miedo de que
hubiera habido numerosos muertos. Y ha ocurrido. Dos
personas han muerto.
Edificios
tomados frente a plaza Taksim
Esto ha constituido el punto de no retorno para el pueblo de Estambul.
Gracias a que era el final de la jornada del viernes, mucha
gente se ha sumado a la plaza Taksim después de su trabajo.
Primero 10.000, luego 20.000 personas, y su número ha
aumentado según pasaban las horas. La policía, aún muy
segura de sus propias fuerzas, ha continuado atacando
brutalmente a la multitud. Era realmente una situación de
guerra. Cerca de 250.000 personas se han concentrado
entonces en Estambul. Pero continuábamos teniendo miedo de
que la policía golpeara aún más duro, utilizara munición
real y multiplicara el número de muertos.
Y entonces se ha producido algo mágico. Gente que era consciente de ese
peligro ha comenzado a defender al pueblo que luchaba en
Taksim. Durante ese tiempo, manifestantes de la plaza Taksim
han invadido otras calles. En el vecindario, la gente ha
empezado a hacer señales con las luces, luego hablando
entre ellos, luego saliendo de sus casas. Todo ha ocurrido
solo en unas pocas horas.... y ahora, las manifestaciones se
han extendido por toda Turquía.
El gobierno AKP puesto en cuestión
Se diría que nadie duerme esta noche. Más de un millón de personas
están ahora en las calles de Estambul. Todo está a rebosar
y los manifestantes marchan de nuevo hacia la plaza Taksim.
En Ankara el pueblo marcha hacia el Parlamento y en las demás
ciudades se dirigen hacia las sedes del AKP (partido en el
poder).
Protestas
día y noche en Estambul
La policía ataca cada vez con más dureza y hay una escalada en el uso
de la fuerza. La gente ha empezado iracunda, pero cada vez
se vuelve más confiada. Retrocede un momento cuando les
lanzan los gases químicos, pero continúa luego adelante.
El gobierno del AKP está ahora directamente puesto en cuestión. Es la
primera vez que algo de este tipo ocurre en Turquía bajo
este gobierno. Aún ayer por la noche, parecía una especie
de movimiento “Occupy”, pero ahora, es una protesta
popular masiva que se manifiesta contra el gobierno para
pedir su dimisión.
Taksim–Tahrir
Habrá que analizar más tarde la naturaleza del movimiento, pero por el
momento parece evidente que es un levantamiento por la
democracia... Quién sabe, quizá Taksim sea la próxima
plaza Tahrir en los próximos días. Las reivindicaciones
van a construirse en el interior del movimiento.
Hay el riesgo de que el movimiento sea recuperado por la izquierda
reformista nacionalista. Eso dependerá también de las
ciudades kurdas. Si se unen al movimiento, lo que parece que
están comenzando a hacer, entonces podríamos combinar este
levantamiento por la democracia con un verdadero proceso de
paz en Turquía. Quizá la paz no pueda llegar más que de
un levantamiento de este tipo y esto a pesar de que el oeste
del país está dominado por el momento por tendencias
nacionalistas.
La
rebelión se extendió desde Estambul a todo el país: en la foto,
manifestación en la capital, Ankara
Si se me hubiera preguntado ayer por la mañana si pensaba que algo de
esta amplitud iba a ocurrir, habría respondido seguramente
que no. Era magnífico ver a ese pueblo tomar cada vez más
confianza en su poder y en su combate mientras resistía
colectivamente.
Los habitantes de los barrios son muy solidarios con los manifestantes.
Todos los comerciantes intentan ayudar y proporcionar lo
necesario para atender a la gente.
Parece que hay más de 150 policías en Estambul que han dejado de
gasear a la gente y se han unido a los manifestantes y
algunos han declarado que dimitían de la policía. Un chófer
de autobús que estaba al volante de un autobús municipal
ha dirigido su vehículo contra un blindado de la policía
para bloquearle y crear una barrera entre la policía y los
manifestantes.
¡Hay tantas esperanzas en lo que está ocurriendo!
¡Las mujeres también resisten!
Colectivo Feminista Socialista
Desde Estambul
Avanti, 01/06/2013
¡Las mujeres se rebelan! ¡Y no nos detendréis con gases, tanques y
porras! Las mujeres resisten con los demás grupos oprimidos
desde hace dos días. Trabajadores, kurdos, LGBT, alauitas,
musulmanes, no musulmanes, ateos y todos los oprimidos/as,
explotados/as, insultados/as y condenados/as como
“traidores” están rebelándose en Turquía. La
resistencia que ha comenzado en el parque Gezi de la Plaza
Taksim en Estambul está desbordándose y extendiéndose a
numerosas ciudades.
Un
signo de los tiempos: numerosas mujeres participaron de las
manifestaciones.
Nosotras, las mujeres, estamos en primera línea de esta resistencia.
Nos sumamos a la rebelión porque:
– El primer ministro Tayyip Erdogan y su camarilla han intentado
promover el linchamiento de las mujeres por los hombres;
– Han tolerado el asesinato de mujeres por hombres con su ley sobre
las “provocaciones injustificadas”;
– No han abierto lugares de acogida para permitir a las mujeres
escapar a la violencia doméstica de los hombres;
– Han estigmatizado a las mujeres violadas y acosadas tratándolas de
inmorales y de no castas;
– Han presionado a las mujeres violadas para que den a luz hijos
producto de esas violaciones;
– Han calificado el aborto como asesinato;
– No han abierto guarderías y en vez de ello han impuesto a las
mujeres dar nacimiento al menos a tres niños;
– Nos han condenado a la pobreza, al trabajo precario, a los empleos
inciertos y a vivir en condiciones cercanas a la esclavitud;
– Han definido el trabajo doméstico como el deber de las mujeres;
– Han atacado sin piedad a las mujeres y las familias que vivían de
forma independiente de los hombres con sus leyes.
Pero nosotras, mujeres, ¡resistimos!
Porque el primer ministro Tayyip Erdogan y su camarilla nos han
condenado a sufrir la opresión y la explotación de los
hombres, llamamos a todas las mujeres a salir a la calle y a
rebelarse por nuestra liberación!
Un estallido de furia contenida por diez años
Por Fulya Ozerkan
Desde Ankara
Agence France–Presse (AFP), 03/06/2003
Las protestas en Estambul y en decenas de ciudades turcas, originadas
por un pequeño grupo de militantes, reflejan el enojo de
una población harta del poder autoritario que desde hace
diez años ejerce el gobierno islamista conservador de Recep
Tayyip Erdogan.
Manifestante
con la efigie de Kemal Ataturk, fundador de la República laica, que acabó
con el Califato,
prohibió el uso del velo de las mujeres, abolió las leyes islámicas (sharía)
y cerró las escuelas religiosas.
Desde la extrema izquierda a la derecha nacionalista, todo el espectro
político unió en los últimos días para invadir plazas al
grito de "¡Dictador dimisión!". Todos expresaron
la ira acumulada contra la política del gobierno,
exacerbada además por la violenta represión policial.
"Estas manifestaciones no son obra de un puñado de militantes o de
una organización, sino la expresión de una generalizada
frustración de gente de todas las corrientes políticas",
explicó el politólogo Ilter Turan, de la universidad
privada Bilgi, de Estambul.
"Es un movimiento popular sin precedente, súbito, (...) producto
de la frustración y la decepción de los sectores laicos de
la sociedad, que carecen de influencia sobre la vida pública
desde hace 10 años", agregó Sinan Ulgen, analista de
la fundación Carnegie Europe.
El islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) llegó al
poder en 2002 en una Turquía exhausta por una crisis
financiera y por la inestabilidad política generada por las
intervenciones de los militares en la vida pública. Su
gobierno multiplicó por tres el ingreso por habitante
gracias a un crecimiento que superó el 8% en 2010 y 2011,
generalizó el acceso a la educación y la salud, y relegó
al ejército a los cuarteles.
Pero también hizo ingresar la religión en el espacio público, ante la
inquietud de los defensores de la república laica. El velo
islámico fue autorizado en algunas universidades. El
virtuoso pianista Fazil Say fue condenado por blasfemia por
una serie de tuits en los que ironizaba sobre la religión.
La semana pasada, el gobierno hizo votar una ley que prohíbe
la venta de alcohol cerca de las mezquitas y las escuelas.
La lista es larga, sin contar con los intentos por limitar
el derecho al aborto o prohibir el adulterio. Muchos
manifestantes expresaron su hartazgo ante un poder que,
dicen, quiere "imponerles una forma de vivir". Por
su parte, la izquierda y la extrema izquierda también
denunciaron la represión ejercida por las autoridades, bajo
pretexto de la lucha contra el terrorismo, con miles de
personas detenidas.
Todos acusan a un poder cada vez más autoritario, amparado por sus éxitos
electorales. Frente a una oposición totalmente superada, el
partido de Erdogan ganó las elecciones generales de 2007 y
2011, con 47 y 50% de los votos, respectivamente.
Obligado por las normas del AKP a renunciar a la jefatura de gobierno en
2015, Erdogan no esconde su ambición de aspirar el próximo
año al cargo de presidente, que será electo por primera
vez mediante sufragio universal.
"La ola de protestas en la plaza Taksim ha afectado por primera vez
la imagen todopoderosa del primer ministro", escribió
ayer el editorialista Murat Yeykin, del Hürriyet Dailynews.
Por tercer día consecutivo hubo choques entre la policía y los
manifestantes que
denuncian el autoritarismo; Erdogan acusó
a la oposición de orquestar la protesta
Disturbios en la puerta de Europa
Crece en todo el país el desafío en las calles contra
el gobierno
islamista
Agence France–Presse (AFP), 03/06/2003
Estambul.– Decenas de miles de personas salieron ayer a las calles en
las cuatro principales ciudades turcas y se enfrentaron
contra la policía, en el tercer día consecutivo del mayor
desafío en la calle contra el gobierno islamista de Recep
Tayyip Erdogan, acusado de ejercer el poder de manera
autoritaria.
Las
manifestaciones y protestas masivas desafían la salvaje represión del
gobierno islamista
Tras una jornada de calma que parecía insinuar un final de las
violentas protestas que se originaron en Estambul, la
situación se complicó por la noche con nuevas cargas
policiales, esta vez en Ankara, la capital, escenario ayer
de los mayores incidentes.
Erdogan minimizó las protestas y responsabilizó al opositor Partido
Republicano del Pueblo (CHP) de incitar a los manifestantes,
a quienes calificó de "saqueadores". Para el
primer ministro, las protestas están dirigidas a erosionar
la imagen del gobernante Partido de la Justicia y el
Desarrollo (AKP) de cara a las elecciones del próximo año.
Las protestas comenzaron el viernes en el parque Gezi, cerca de la plaza
Taksim, de Estambul, donde se concentraron algunos
activistas para mostrar su disconformidad con un plan que
prevé la tala de árboles para la construcción de un
complejo comercial. La protesta inicial –una acampada de jóvenes
ecologistas– se transformó en una gran manifestación
contra el gobierno de Erdogan y el AKP, de raíces
islamistas. Las protestas se extendieron como reguero al
resto del país y fueron ferozmente reprimidas por la policía
a lo largo del fin de semana.
Erdogan dijo que los planes para reconstruir el parque, durante mucho
tiempo un punto de encuentro emblemático de
manifestaciones, seguirán adelante, incluyendo la
construcción de una mezquita y la reconstrucción de una réplica
de un cuartel de la era otomana. El primer ministro dijo que
las protestas no tenían nada que ver con estos planes.
"Esta reacción ya no es por talar doce árboles; es totalmente
ideológica –dijo en una entrevista transmitida por la
televisión turca–. Creo que el principal partido de la
oposición, que está haciendo llamados a la resistencia en
todas las calles, está provocando estas protestas."
El principal bloque opositor, el CHP, negó haber orquestado los
disturbios y culpó a las políticas de Erdogan del
conflicto social. "La gente que está en las calles de
Turquía no es exclusivamente del CHP, sino de todas las
ideologías y de todos los partidos", dijo Mehmet Akif
Hamzacebi, un dirigente opositor.
Las protestas de ayer no fueron tan violentas como las de los últimos
dos días, pero aun así la policía utilizó gas lacrimógeno
para intentar dispersar a cientos de personas en la
principal plaza de Ankara, Kizilay. Hubo enfrentamientos
similares en las ciudades de Izmir y Adana.
En la plaza Taksim de Estambul el ambiente era más bien festivo y hubo
poca presencia policial.
"Permaneceremos acá hasta el final. La única respuesta ahora es
la caída del gobierno; estamos cansados de este gobierno
opresor que nos somete a presión constantemente", dijo
Akin, un joven activista. Al final del día se produjeron
algunos enfrentamientos entre la policía y los
manifestantes cerca de la sede del gobierno.
La reacción policial conmocionó a los turcos y a los numerosos
turistas que se vieron atrapados por los disturbios en
Estambul, una de las ciudades más visitadas del mundo.
Incluso los aliados de Turquía en la OTAN llamaron al
gobierno a moderar su reacción, y desde las propias filas
oficialistas hubo autocrítica.
Para dispersar a los manifestantes, la policía llegó a lanzar gases
lacrimógenos desde helicópteros. Imágenes grabadas
mostraron a un manifestante atropellado por un vehículo
policial blindado cuando éste barría una barricada. Frente
a la cifra oficial de 79 heridos, el colegio de médicos de
Turquía informó que hubo más de 400 personas lesionadas,
quince de ellas graves. Según Amnistía Internacional, dos
personas murieron en los enfrentamientos, una denuncia
rechazada por las autoridades turcas. Más de 1700
manifestantes fueron detenidos durante las protestas, que se
extendieron a más de 60 ciudades.
Durante la década que lleva al frente del poder, Erdogan supervisó la
transformación del país, que pasó a ser una de las economías
más pujantes en Europa. El primer ministro continúa siendo
el político más popular del país, pero sus críticos lo
acusan de autoritarismo y de favorecer la intromisión
gubernamental en la vida privada. Debido a su sesgo
islamista, algunas medidas aprobadas por Erdogan, como las
restricciones en la venta de alcohol, dispararon las alarmas
en los sectores laicos del país.
Un líder acusado de
autoritario: los sectores laicos recelan de su tendencia
islamista
R. Tayyip Erdogan, Primer Ministro islamista
Partido: AKP, islamista
Edad: 59 añosOrigen: Turquía
Recep Tayyip Erdogan (1954) llegó al poder hace diez años al frente
del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), de
tendencia islamista. En diez años, su gobierno dio un
impulso a la economía con crecimientos del PBI superiores
al 8%. Al mismo tiempo, se aprobaron medidas polémicas de
tendencia islamista, de corte autoritario para la oposición.
La prohibición de la venta de alcohol cerca de mezquitas y
escuelas llevó al hartazgo a los sectores laicos del país,
que este fin de semana finalmente estallaron.
La manifestación contra el gobierno más grande y violenta en muchos
años
¿Cuán grave es lo que está pasando en Turquía?
BBC World,
03/06/2013
Empezó como una protesta por el derribo de unos árboles, pero creció
hasta convertirse en la manifestación contra el gobierno de
Turquía más grande y violenta en muchos años.
Las movilizaciones empezaron cuando hace algunos días grupos
ambientalistas se reunieron en el parque Gezi, cerca de la céntrica
plaza Taskim de Estambul, después de que el gobierno
cortara unos árboles en el marco de un plan de desarrollo
urbanístico.
A los ambientalistas se les sumaron jóvenes, opositores y diversos
ciudadanos indignados con lo que consideran un gobierno
autoritario, encabezado por el primer ministro Recep Tayyip
Erdogan, del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP),
una agrupación de centroderecha con raíces islamistas.
Las movilizaciones volvieron la mirada del mundo hacia un país
considerado un bastión de estabilidad en una región
convulsa y volátil.
La policía reaccionó a las protestas con cañones de agua y un uso
desmedido de gases lacrimógenos, lo que dejó decenas de
heridos. Eso fue el detonante de una marea humana que se
volcó a las calles de Estambul, Ankara (la capital turca) y
otras ciudades para exigir la renuncia de Erdogan, al que
llaman "dictador" y al que le critican su estilo
desafiante.
Las autoridades dicen que más de 1.700 personas han sido detenidas en
manifestaciones en 67 pueblos y ciudades, aunque muchos ya
han sido liberados.
Mahmut Hamsici, periodista del Servicio Turco de la BBC, explica que
aunque parece muy poco probable que consigan derrocar a
Erdogan –que aún cuenta con gran apoyo de los sectores
conservadores– las marchas han logrado un fuerte efecto
psicológico entre la atomizada oposición, insuflándole
optimismo y una sensación de que un cambio es posible.
La mayoría de los manifestantes son "jóvenes laicos y apolíticos
de clase media que nunca protestaron en su vida y que ahora
sorprende verlos lanzar piedras a la policía", explica
Hamsici, aunque la multitud de manifestantes es heterogénea
y aglutina a grupos nacionalistas seculares, sindicatos,
nacionalistas kurdos y activistas gays y lesbianas.
El eslógan principal –presente en redes sociales, carteles y
banderas– es "todos somos hijos de Ataturk", en
referencia al hombre considerado como el padre de la Turquía
moderna. Es decir, somos una república laica y estamos
preocupados por el uso autoritario del poder del primer
ministro Recep Tayyip Erdogan, junto con una islamización
progresiva.
Suma de enojos
Los motivos de descontento son variados. Como explica Hamsici, se trata
de una "suma de enojos":
El más inmediato es el plan para el parque Gezi y otros proyectos de
desarrollo como la construcción de un nuevo puente sobre el
Bósforo en Estambul, a pesar de que el impacto ambiental no
ha sido suficientemente analizado. El puente fue inaugurado
con una pomposa celebración y se le dio el nombre del sultán
Selim el Severo, el adversario más cruel de alevitas y chiítas
en la historia otomana.
Un antecedente de esta ola de protestas fue la prohibición de celebrar
el 1º de Mayo pasado en la plaza Taskim. Eso desató
protestas que terminaron con represión policial y al menos
28 heridos.
Otro motivo es lo que califican de islamización e intromisión en el
estilo de vida turco, como la reciente prohibición de
vender bebidas alcoholicas, la intención de prohibir el
aborto o la construcción de una mezquita gigante en
Estambul.
También la intención de Erdogan de reformar la constitución para
pasar de un sistema parlamentario a uno presidencialista y
así volverse el primer presidente elegido directamente en
la historia turca.
A muchos les preocupa el traslado del conflicto de la vecina Siria luego
de que en la ciudad fronteriza de Reyhanli el 11 de mayo
pasado un doble atentado con coche bomba dejara 53 muertos.
¿"Primavera
turca"?
Erdogan llamó a la calma este lunes y dijo que los últimos cuatro días
de protestas contra el gobierno no constituyen una
"Primavera Turca".
En una conferencia de prensa antes de un viaje a Marruecos, dijo que las
protestas fueron organizadas por extremistas y acusó a la
oposición de provocar "a sus ciudadanos".
Además les echó la culpa de las marchas a las redes sociales.
"Ahora hay una amenaza que se llama Twitter", dijo
Erdogan.
"Los mejores ejemplos de mentiras se pueden encontrar allí. Para mí,
las redes sociales son la peor amenaza para la
sociedad", dijo y calificó a los manifestantes de
"elementos extremistas".
Es que los manifestantes, en gran medida, se han volcado a Twitter para
organizarse, alentarse y ofrecer ayuda a los detenidos y
heridos.
Aunque en casi todas las marchas en el mundo esta red ya es un elemento
omnipresente, en el caso turco su importancia aumenta dado
que los medios nacionales no están mostrando lo que pasa
dado que las empresas periodísticas más importantes son
propiedad de grandes grupos de capital que están bajo la
presión del gobierno.
Muchos periodistas perdieron sus trabajos en los últimos días y otros
incluso terminaron presos. Por eso las protestas también
son contra los medios, y ha habido manifestaciones frente a
los principales medios.
¿Taskim es Tahrir?
Todavía no... a menos
que los trabajadores participen
BBC World,
02/06/2013
¿Es este el Tahrir turco, es decir, una versión turca de la Primavera
Árabe egipcia? No, a menos que los trabajadores participen,
dice el analista de la BBC Paul Mason. Turquía tiene un
gran movimiento obrero, y una gran población urbana pobre,
y el lunes es un día de trabajo. Varios sectores están
amenazando con una huelga general. Así que habrá que
seguir los acontecimientos. Sin duda, es ya algo más que la
versión turca del movimiento Occupy.
Además, agrega Mahmut Hamsici, del Servicio Turco de la BBC, el caso
turco no tiene un componente político tan marcado como el
egipcio, donde los Hermanos Musulmanes tomaron
preponderancia.
Nuevamente, habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si
algún partido político toma la delantera en este fenómeno,
hasta ahora, heterogéneo.
Uno de los principales sindicatos
llama a la huelga
BBC World,
03/06/2013
Uno de los principales sindicatos de Turquía convocó una huelga para
el martes y el miércoles, después de cuatro días de
enfrentamientos entre la policía y los manifestantes
antigubernamentales.
El sindicato de trabajadores públicos (KESK) condenó enérgicamente el
uso de la fuerza contra los manifestantes, y dijo que espera
que otros sindicatos respalden la llamada.
Anteriormente, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, denunció
airadamente a los manifestantes a los que calificó de
extremistas.
Mientras, los activistas acusan al gobierno de autoritarismo.
Este lunes continúan por cuarto día los enfrentamientos entre la policía
y los manifestantes.
|