Medio Oriente

Israel–Siria

La mesa de negociaciones está servida

Análisis de Peter Hirschberg
Inter Press Service (IPS), mayo 2008

Jerusalén.– Dos entrañables enemigos, Israel y Siria, anunciaron la reanudación de negociaciones hacia un acuerdo de paz definitivo, con mediación de Turquía. Por ahora, se trata de un diálogo indirecto, para preparar el terreno rumbo a negociaciones directas. Los motivos de conflicto son numerosos y complejos. Estos son algunos de los principales:

Las alturas del Golán

Siria mantiene su demanda de recuperar las Alturas del Golán, capturadas por Israel en la Guerra de los Seis Días (1967), como precondición para cualquier acuerdo de paz con el estado judío.

Se trata de una meseta de unos 1.200 kilómetros cuadrados desde la que puede apreciarse a simple vista buena parte del nordeste israelí. De ahí se desprende su carácter de territorio estratégico.

En 1981, el Knesset (parlamento israelí) votó la anexión del Golán al territorio del estado judío, aunque eso nunca contó con reconocimiento internacional. Esto suma dificultades a la eventual ratificación de un tratado de paz en el Knesset.

Los ex primeros ministros Yitzhak Rabin (1974–1977 y 1992–1995) y Ehud Barak (1999–2001) se inclinaron en su momento por convocar un referendo nacional sobre cualquier tratado con Siria. Esa posibilidad permitiría sortear el aval parlamentario.

Quienes se oponen a ceder las Alturas del Golán alegan que no se puede confiar en Siria y que sería suicida renunciar a ese territorio estratégico. Desde allí, Israel observa los movimientos de tropas de Siria, lo que le permite advertir de antemano un ataque sorpresivo. La topografía del Golán también provee a Israel de una barrera física contra cualquier ofensiva del otro lado.

Pero quienes están a favor de un acuerdo con Siria alegan que la ventaja estratégica de la posesión de este territorio no es tan importante en estos tiempos, cuando los misiles predominan sobre los ataques terrestres.

Una vez que el tratado se firme, agregan, la situación estratégica de la región cambiará de modo fundamental. Por lo tanto, las Alturas del Golán serán mucho menos vitales.

Varios ex primeros ministros israelíes se han manifestado dispuestos a ceder las alturas del Golán a cambio de una paz plena con Siria, aunque hubo algunas disputas sobre la profundidad exacta de la retirada.

La frontera de 1967

Éste sigue siendo el principal escollo. Siria quiere que Israel se retire hasta los límites vigentes al 4 de junio de 1967, dejándola en control de la costa nororiental del mar de Galilea, principal fuente de agua dulce del estado judío.

Israel rechazó esta demanda en el pasado, pues pretende mantener el control. Las negociaciones patrocinadas en 2000 por Estados Unidos, que culminaron con una reunión entre Barak y el entonces canciller sirio Farouq Shara, quedaron en la nada por culpa de la disputa en torno del acceso sirio al mar de Galilea. Barak había insistido en correr la frontera a unos cientos de metros de la costa.

Monte Hermón

Esta elevación, lindante con las Alturas del Golán y que también fue capturada por Israel en 1967, es conocida como "los ojos de la nación". Desde allí, el ejército israelí observa los movimientos de tropas tanto en Siria como en Líbano.

En las negociaciones de 2000, una de las propuestas fue establecer una presencia israelí sobre el monte Hermón una vez que Siria estuviera en poder del Golán. La estación sería operada por Estados Unidos y Francia.

Normalización de relaciones

Israel insiste en establecer vínculos diplomáticos y económicos plenos como parte de cualquier acuerdo de paz con Siria.

En 2002, Siria respaldó una propuesta de paz de la Liga Árabe que ofrecía a Israel la normalización de relaciones a cambio de la retirada completa de todos los territorios ocupados y anexados desde 1967, incluidas las Alturas del Golán, Cisjordania y Jerusalén oriental.

Falta ver si Siria está pronta para firmar con Israel un acuerdo de paz que incluya intercambio de embajadores que sea independiente del tan ansiado con la Autoridad Nacional Palestina, el cual debería incluir la retirada de Cisjordania.

Desmilitarización

Israel pretende, como compensación por la entrega de las Alturas del Golán, que se desmilitarice la totalidad del área y parte del territorio sirio adyacente.

En el pasado, Siria reclamó que Israel también establezca una zona desmilitarizada en su lado de la frontera, aunque la profundidad exacta de cada zona tendrá que ser negociada.

Agua

De las Alturas del Golán descienden los principales tributarios del mar de Galilea, que le suministra a Israel alrededor de un tercio de su agua.

Ya en los años 60, los esfuerzos de Siria por desviar estos afluentes condujeron a enfrentamientos militares. El estado judío querrá garantías de Damasco de que esa situación no se repetirá.

Vínculos de Siria con Irán, Hezbolá y Hamas

Israel quiere que Siria corte relaciones con Irán, el movimiento chiita libanés Hezbolá y organizaciones palestinas como Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica) y la Jihad Islámica, que poseen oficinas en Damasco.

Siria rechazó esta precondición israelí para mantener conversaciones, pero aclaró que en su transcurso podría dialogar al respecto.

Militares israelíes apoyan con fuerza las negociaciones con Siria, pues entienden que serían funcionales al interés de apartar a Damasco de Teherán.

Asentamientos

Unos 20.000 colonos judíos residen en una treintena de asentamientos en las Alturas del Golán, los cuales deberán ser evacuados en caso de un acuerdo de paz. Israel sugirió un periodo de 15 años para la evacuación. Siria exigió un plazo de 10 años.

La mayoría de los colonos del Golán son seculares, es decir que carecen de motivaciones religiosas como las de los líderes de los asentamientos en Cisjordania o los evacuados de Gaza. Pero esto no significa que carezcan de organización política o de animadversión hacia Siria.

A mediados de los años 90, cuando el gobierno israelí insinuó que se preparaba para ceder el Golán a cambio de la paz con Siria, los colonos desbarataron esas intenciones con una campaña muy efectiva llamada "Ha'am im Hagolan" ("El pueblo está con el Golán").

Los sondeos de opinión muestran que los colonos cuentan con el respaldo de una clara mayoría de los israelíes. Cerca de 70 por ciento de los encuestados se oponen a abandonar las alturas del Golán.

El papel de Estados Unidos

Uno de los objetivos del presidente sirio Bashar Assad es dejar a su país fuera del "eje del mal" postulado por el gobierno de George W. Bush y restaurar el vínculo con Estados Unidos. Por eso insiste en que Washington se involucre en las negociaciones. Israel pretende lo mismo, pues eso le permitiría adquirir armas estadounidenses a cambio de un tratado.

Durante mucho tiempo, el primer ministro israelí Ehud Olmert se resistió a negociar con Siria a causa de la antipatía de Bush hacia el regimen de Assad. En su última visita a Israel, el presidente estadounidense anunció que no se opondría al diálogo, aunque dijo no creer que Damasco se alejaría de Teherán.

De cualquier manera, un acuerdo deberá esperar para su firma que haya un nuevo residente en la Casa Blanca, el 20 de enero de 2009.