La
guerra de Afganistán tiene un nuevo
campo de batalla
Por
Syed Saleem Shahzad (*)
Asia Times / La Haine, 07/09/08
Fuerzas
especiales del régimen estadounidenses realizaron dos
ataques dentro de Pakistán con la autorización del nuevo
gobierno, títere de EE.UU.
Las
primeras descargas disparadas en una nueva y arriesgada
empresa conjunta entre Pakistán y la OTAN para combatir
contra los talibanes y al–Qaeda más allá de las
fronteras de Afganistán anuncian una nueva era en la política
paquistaní bajo el futuro presidente Asif Ali Zardari.
Apenas una
semana después de una reunión en el portaaviones
estadounidense USS Abraham Lincoln en el Océano Índico
entre el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., almirante
Michael Mullen, y el jefe del Estado Mayor del Ejército
paquistaní, general Ashfaq Pervez Kiani, para discutir
puntos de infiltración de combatientes que pasan de Pakistán
a Afganistán y para determinar con precisión la ubicación
de campos de entrenamiento de al–Qaeda, fuerzas especiales
estadounidenses realizaron dos ataques dentro de Pakistán.
El miércoles
por la mañana, fuerzas especiales de EE.UU. entraron a
Angorada en el área tribal de Waziristán del Sur donde
pensaban que estaban operando miembros árabes y uzbecos de
la shura (consejo) de al–Qaeda. La escarpada área montañosa
también es un conocido punto de partida de combatientes que
realizan ataques contra un puesto militar de EE.UU. en el área
Birmal en la provincia Paktika en Afganistán.
Las fuerzas
especiales, que llegaron en helicóptero a una pequeña
aldea, se dieron rápidamente cuenta de que no tenían ni
las fuerzas ni la cobertura aérea para realizar operaciones
efectivas de búsqueda. Estallaron tiroteos y se cree que 20
civiles fueron muertos antes de que los soldados se
retiraran.
Veinticuatro
horas después cuatro militantes fueron muertos en Waziristán
del Norte (Pakistán), según las informaciones, por fuerzas
especiales de EE.UU. Los muertos no incluían a ninguno de
los altos dirigente de al–Qaeda o de los guerrilleros, que
supuestamente estaban en el área.
Contactos
en sectores estratégicos en Pakistán dijeron a Asia Times
Online que es probable que haya más ataques a través de la
frontera, ya que los servicios de inteligencia paquistaní
están compartiendo informaciones con EE.UU. sobre
actividades de los combatientes.
Nuestro
hombre en Pakistán
La idea de
que fuerzas de la OTAN o de EE.UU. estacionadas en Afganistán
realizaran incursiones hacia Pakistán fue concebida en 2007
para eliminar a altos dirigentes talibanes y de al–Qaeda y
sus santuarios.
Como se
espera que Zardari sea elegido presidente de Pakistán este
domingo, y como la campaña electoral en EE.UU. está madura
para un giro dramático en la “guerra contra el terror”
Pakistán está abocado a convertirse en un campo de batalla
internacional.
La clave
para esto es el “hombre de hierro” Zardari, líder del
Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), partido dominante en
la coalición gobernante en Islamabad.
Aunque
actualmente se esconde en la residencia del primer ministro,
temiendo por su seguridad ante ataques de los combatientes,
tiene en gran parte bajo control el aparato de seguridad
para obligarlo a abandonar sus reservas sobre la “guerra
contra el terror”.
Una vez que
sea presidente, será comandante supremo de las fuerzas
armadas y jefe del Consejo Nacional de Seguridad.
Hombre
de muchos compromisos
Zardari,
viudo de la asesinada ex primera ministra Benazir Bhutto, ha
mostrado su habilidad para hacer compromisos políticos a
fin de lograr sus objetivos. Por ejemplo, el arquitecto de
la campaña contra Bhutto en las elecciones de 1988, Husain
Haqqani, quien posteriormente apodó a Zardari "Mr.
10%", fue nombrado por Zardari como embajador de Pakistán
en Washington. Haqqani, con buenos oficios en la Casa Blanca
y entre los neoconservadores en Washington, cabildeó
exitosamente para que EE.UU. respaldara la deposición del
antiguo presidente Pervez Musharraf.
Otro
ejemplo involucra al grupo de medios de información
paquistaní, con gran influencia política y poder
financiero, dirigido por la familia Haroon, oponente
tradicional del PPP. (Mehmood Haroon, entonces ministro del
interior, firmó en 1979 la orden de ejecución de Zulfikar
Ali Bhutto por una acusación de asesinato. Zulfikar, padre
de Benazir, fue un antiguo presidente, primer ministro y
fundador del PPP.)
De todas
maneras, Zardari sorprendió a la comunidad política al
nombrar el hijo mayor de la familia, Abdullah Hussain
Haroon, como representante permanente de Pakistán en
Naciones Unidas, y espera utilizar las conexiones
internacionales de la familia Haroon en su beneficio.
Zardari
también se ha aliado con muchos antiguos partidarios de
Musharraf, así como con el influyente grupo religioso
Jamiat–i–Ulema–i–Islam dirigido por el fogoso Fazlur
Rahman.
Con sus
manos puestas firmemente en las palancas del poder, y con
fuerte respaldo estadounidense, Zardari dirigirá a Pakistán
hacia un capítulo nuevo y potencialmente muy sangriento en
el que las incursiones de las fuerzas especiales de EE.UU.
dentro del país constituyen sólo el comienzo.
(*)
Syed Saleem Shahzad es jefe del buró en Pakistán de Asia
Times Online.
|