Nace
un movimiento obrero independiente de la central burocrática
manejada por
la dictadura de Mubarak
Importantes
luchas de los trabajadores
Por
Hossam El-Hamalawy (*)
Mzine/CEPRID, 30/09/08
Traducido por Cristina Portales
El 7 de
Diciembre de 2006 más de 3.000 mujeres trabajadoras en las
secciones de vestimenta femenina se declararon en huelga en
el pueblo del delta del Nilo de Mahalla, que acoge a 27.000
trabajadores en una fábrica textil. Es la mayor fábrica
textil de la región. Estas mujeres trabajadoras se
declararon en huelga y comenzaron su manifestación en el
complejo industrial, demandando los bonos adicionales de dos
meses que el gobierno les había prometido recientemente. El
gobierno del primer ministro Ahmad Nazif está dedicado al
neoliberalismo en Egipto.
Estas
mujeres trabajadoras, después de marchar en manifestación
por el complejo, atormentaron a los sectores de la compañía
donde sus colegas masculinos trabajan en centrifugado y
tejido, gritando: “¿Donde están los hombres? ¡Aquí
estamos, las mujeres! “ –que es un grito futbolístico
que ellas transformaron avergonzando a colegas masculinos en
la acción-. Entonces sus colegas masculinos arrojaron sus
herramientas y la fabrica textil entera se sumó a la
huelga. Ocuparon la fábrica por tres días a pesar de la
intimidación de la seguridad y de la policía y ganaron.
Pero a partir del momento en que ganaron, dispararon el mal
llamado descontento laboral de invierno en Egipto, donde
virtualmente todas las fabricas textiles en el delta del
Nilo fueron a la huelga, exigiendo los mismos aumentos que
los concedidos a El-Mahalla de Ghazl.
Pero la
militancia industrial no iba a parar allí. Comenzó a
extenderse por el resto de los sectores de la clase obrera.
Los conductores de trenes, en el mes siguiente, fueron en
huelga y durmieron en las vías, bloqueando los llamados
trenes expresos de Torbini que trasladan a hombres de
negocios y a profesionales de la clase media de El Cairo
hacia Alejandría. Bloquearon el tráfico ferroviario por un
día entero y consiguieron todas sus demandas relacionadas
con sus condiciones del trabajo. Lo mismo pasó con los
trabajadores del cemento.
Los medios
de comunicación arremeten contra la huelga como la plaga
que ha infectado Egipto, pero no han podido impedir que se
extienda, incluso, a los funcionarios y a los profesionales
de la clase media. Los médicos programaron su primera
huelga nacional desde 1951 el pasado mes de Marzo, pero fue
abortada en el ultimo momento, substituyéndola por
protestas nacionales. Los profesores de la universidad también
fueron a su primera huelga nacional desde 1977. Los
estudiantes en los campus comenzaron a movilizarse. La lucha
social vive un aumento sin precedentes desde el final de la
segunda guerra mundial.
La
militancia, como he dicho, incluso extendió entre los
funcionarios, así que teníamos también a nuestros
cobradores de impuestos por primera vez en huelga desde
1919. La mantuvieron tres meses, no recogieron los impuestos
en ese tiempo y el cobro de impuestos cayó en el 90%. No sólo
eso: se manifestaron. Había 55.000. Convocaron su encuentro
nacional. Enviaron a delegaciones de por lo menos
5.000hombres, mujeres, y llevaron incluso a sus niños para
ocupar el centro de la ciudad de El Cairo delante del
gabinete ministerial; estuvieron tocando sus tambores y
cantandoel día entero, molestando a los ministros que
estaban dentro. Y ganaron, consiguiendo un aumento de sueldo
del 300%.
Los
trabajadores egipcios actualmente están llevando a cabo una
gran lucha de manera autónoma, sin unión a los sindicatos.
Desde 1957 que el gobierno estableció la Federación
General de Sindicatos de Trabajadores, que es muy similar a
las estructuras del sindicato que existió en la Unión Soviética
y la Europa Oriental, su funcionamiento es burocrático y
compuesto por funcionarios que no representan a los
trabajadores. Pero ahora los huelguistas les acusan de estar
patrocinados por el Estado y han comenzado a levantar la
consigna de que se necesita una independencia y un sindicato
paralelo.
Esto, si
sucede, va a abrir la caja de Pandora para el régimen.
También se puede estar satisfecho al conocer que nuestra
primera asociación del trabajo, nuestro primer sindicato
independiente, nació justamente hace dos meses, en Mayo,
por los cobradores de impuestos, cuyo comité de huelga no
se disolvió en Enero después de que consiguieran sus
reclamaciones, y ahora acaban de anunciarse como una nueva e
independiente asociación de trabajo representando a
funcionarios civiles.
Pero en
todas las huelgas que se han estado realizando en Egipto,
una cosa, una palabra, ha estado resonando siempre durante
todas: Mahalla. Los trabajadores textiles en Mahalla han
sido una fuente importante de inspiración para cada todos.
Incluso asistí a una reunión en la primavera del año
pasado con los anfitriones de las líneas aéreas de Egipto,
y estuvieron cercando a sus propios funcionarios, denunciándolos
por no hacer lo suficiente para representarlos. En el medio
de la reunión, alguien se levantó y gritó: “¿Tenemos
que hacer como los trabajadores textiles para obtener
nuestros derechos en este país?”.
Así pues,
como podemos ver, el efecto del dominó está funcionando, y
se está propagando. Alguno ha podido escuchar o leer en las
noticias sobre qué paso en Egipto en Abril, también en
Mahalla, cuando la ciudad entera explotó en una sublevación
de dos días llevada a cabo por los trabajadores de la
ciudad y por los pobres urbanos, denunciando y protestando
por el aumento de los precios de los alimentos y la escasez
del pan.
En Egipto
llamamos el pan aish, que en árabe se traduciría
por “para vivir”, porque el pan constituye un componente
importante en la cesta del alimento de cada familia egipcia.
Pero el pan está desapareciendo así como otras materias básicas
de las cuales viven las familias egipcias. Hemos tenido que
llamar al pan queues –como colas de pan, largas
colas de pan– delante de las panaderías por todas partes
de Egipto desde Febrero. Y han asesinado a dieciséis
personas hasta ahora en estas colas del pan debido a que la
gente se peleaban unos con otros para intentar conseguir el
pan. Quiero decir que éstas son escenas de la Revolución
Francesa si se ha leído algo sobre la misma.
Pero al
mismo tiempo hay esperanza. Mahalla nos ha demostrado la
esperanza. Después de la sublevación de Mahalla, dos meses
después, al principio de Junio, la ciudad de Al-Burullus,
que es una comunidad de pescadores en el norte del delta del
Nilo, también explotó en acontecimientos similares a los
de Mahalla. Y lo que es interesante es que todos aquellos
que estaban presentes o participaron en la sublevación
pudieron ver y oír que la gente en las calles cantaron los
mismos himnos que los palestinos cantaban en nuestras
fronteras del este durante la intifada, como: “Thawra,
thawra hatta al-nasr” (“Revolución, revolución hasta
la victoria”).
Estuvieron
enfrentándose a policía de Mubarak y a los tanques de
Mubarak y a las tropas de Mubarak con piedras. Y en todas
partes la gente puede establecer un paralelismo entre qué
está pasando en Egipto y qué está sucediendo en
Palestina. Si cae Egipto, el Medio Oriente entero va a caer.
Tenemos la clase obrera más grande de la región con una
larga historia y militancia en la lucha industrial. Y somos
muy optimistas sobre los progresos en el futuro.
(*)
Hossam El-Hamalawy is periodista egipcio de El Cairo.
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