Obama
dio la orden de "eliminar" a los talibanes
Guerra
total en Pakistán
IAR
Noticias, 09/05/09
Como
consecuencia de la "triple alianza" firmada con
Obama en Washington (en la cual se incluye Afganistán) el
gobierno de Pakistán dio la orden el viernes de
"eliminar" la subversión talibán, profundizando
y ampliando las operaciones militares orientada a desactivar
la rebelión que ya ha causado más de dos centenares de
muertos, mientras centenares de miles huyen del conflicto en
un país en caos que ya muestra los primeros síntomas de
una catástrofe humanitaria. Las consecuencias inmediatas de
la orden impartida por Washington a los presidentes títeres
de Pakistán y Afganistán, se traduce –en ambos países–
en una intensificación de las operaciones y bombardeos
militares que se lanzan indiscriminadamente sobre las
poblaciones civiles.
Bajo
presión directa de EEUU, el débil gobierno pakistaní
(luego de la reunión con Obama en Washington) resolvió
salir de su pasividad y lanzar una operación militar de
alto espectro para tratar de terminar con la "infección
taliban", que convierte a su territorio en una ampliación
del conflicto de Afganistán.
"El
Gobierno ha decidido no doblegarse ante los
terroristas", manifestó anoche el primer ministro
paquistaní, Yusuf Raza Gilani. En un mensaje televisado a
la nación, Gilani anunció que ha encargado "al Ejército
que elimine a los militantes" y solicitó el apoyo de
los paquistaníes en esa guerra.
"Con
el objetivo de restaurar el honor y la dignidad de nuestra
madre patria y para proteger al pueblo, las Fuerzas Armadas
han sido convocadas para eliminar a los milicianos y
terroristas", señaló el primer ministro, luego de
impartida la orden para una operación en gran escala contra
la fuerzas talibanes que controlan la región de Swat.
Ante
tales muestras de "energía eliminatoria" por
parte de Islamabad, los analistas estadounidenses y europeos
dudaban este viernes del éxito de la operación, habida
cuenta de que la maquinaria militar de la OTAN y EEUU juntos
no pudieron terminar con los talibanes en Afganistán,
quienes –según informes de observadores
internacionales– ya controlan más del 70% del país.
Poco
antes del discurso del primer ministro Gilani, el jefe del
Estado Mayor, general Ashfaq Kiyani, reconoció en una reunión
con sus comandantes la "gravedad de la amenaza
interna".
Hay
que recordar que el ejercito pakistaní (equipado y
entrenado por EEUU, y que recibe órdenes directas del Pentágono
por encima de las decisiones del gobierno civil) había
realizado lobby en Washington para que la administración de
Islamabab diera la orden de una operación en gran escala.
Kiyani
declaró que el Ejército utilizará "todos los
recursos necesarios para asegurar un triunfo decisivo sobre
los combatientes islamistas".
En
la práctica, el "acuerdo" con los talibanes de
Swat (trazado por el gobierno) ya estaba terminado y los
militares habían puesto en marcha una operación, que
afirman ya ha dejado más de 200 "insurgentes"
muertos.
La
nueva operación de "guerra total", según estiman
analistas locales, incluye el envío de tres divisiones
militares a la zona en conflicto, situada en la Provincia de
la Frontera Noroccidental (NWFP, en sus siglas inglesas).
La
llegada esas divisiones blindadas con 15.000 soldados,
duplicará las fuerzas sobre el terreno, y permitirá –según
medios pakistaníes– cerrar todos los accesos y cortar las
vías de suministros en la región donde los talibanes se
han hecho fuertes.
La
orden, largamente pedida y esperada por el ejército,
significa una inmediata ampliación de las operaciones
militares que desde hace doce días tratan de frenar el
avance talibán a partir de su bastión en el valle de Swat.
Luego
del anuncio de la escalada militar, la secretaria de Estado
USA, Hillary Clinton, elogió los esfuerzos de las
autoridades paquistaníes en la lucha contra los milicianos.
"Estoy bastante impresionada por las acciones que ha
emprendido el Gobierno paquistaní", señaló.
"Se
pidió acción y ha habido acción", afirmó la jefa de
la diplomacia estadounidense revelando crudamente la orden
impartida por Obama desde Washington.
Hillary
Clinton, que durante su frustrada campaña presidencial
prometió terminar con "terrorismo" en Afganistán
y Pakistán, se reunió el jueves en el Departamento de
Estado con el presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, y
el de Afganistán, Hamid Karzai, con el fin de reforzar su
cooperación en la lucha contra los talibán. Tras las
reuniones, la secretaria de Estado aseguró que éstas han
producido "signos tempranos muy prometedores".
El
gobierno de Islamab, debilitado y sin poder, había firmado
con los talibanes un "acuerdo de paz" en el valle
de Suat que permitía el establecimiento de la ley islámica
en la región.
El
acuerdo duró lo que una mariposa, y comenzó a desplomarse
el mes pasado cuando columnas de combatientes del Talibán
en el valle de Suat avanzaron hacia Buner, un distrito
vecino ubicado a solo 100 kilómetros de Islamabad.
EEUU,
por medio de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, habían
comenzado un movimiento internacional de presión contra la
administración civil pakistaní a la que acusó de
"impotente" para detener al "terrorismo"
talibán.
Para
el Departamento de Estado y algunas usinas conservadoras, en
los últimos días los talibanes ya consiguieron
"anarquizar" el país convirtiéndolo en un teatro
operativo de la "guerra contraterrorista" que
traslada el escenario afgano a Pakistán.
De
obediente “peón” geopolítico y militar de la
estrategia USA en la región, Pakistán se convirtió en un
aliado "inestable" y peligroso para Washington que
observa vacío de poder e "impotencia" del
gobierno para coordinar una acción armada eficiente contra
el avance del "terrorismo" Talibán.
Mientras
crecían las versiones (y el temor) de que los talibanes
pudiesen llegar a tomar el control de las armas nucleares
paquistaníes, el presidente Barack Obama se reunió el miércoles
con sus pares de Pakistán, Asif Ali Zardari, y de Afganistán,
Hamid Karzai, para coordinar de forma tripartita lo que
definieron como "la lucha contra Al Qaeda y sus aliados
extremistas".
"La
seguridad de Pakistán, Afganistán y EE.UU. están
ligadas", afirmó Obama en declaraciones a la prensa.
Durante
el encuentro con Karzai, donde también participó el
presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, Obama redobló
sus reclamos de más presencia militar en la zona, llamando
a "trabajar juntos con renovado sentido de sociedad
para compartir inteligencia y coordinar esfuerzos para
aislar y atacar a nuestro enemigo común".
Este
viernes, mientras los aviones paquistaníes bombardeaban las
posiciones de los talibanes en Swat, decenas de miles de
civiles huían de la zona que permanece anarquizada y en
estado de caos.
Las
organizaciones internacionales contabilizan cientos de miles
de desplazados por combates anteriores entre el Gobierno y
los islamistas, y las agencias de ayuda afirmaron que el
nuevo éxodo masivo estaba intensificando la crisis
humanitaria.
El
Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas
(ACNUR) expresó su profunda preocupación por la seguridad
de los desplazados por los combates, mientras el Comité
Internacional de la Cruz Roja también advirtió de una
intensificación de la crisis humanitaria.
La
Organización de las Naciones Unidas indicó que medió millón
de personas ya han huido del área del Valle de Swat, en el
noroeste de Pakistán, y otra decena de miles tratan de huir
de los bombardeos lanzados el viernes luego luego de la
orden de ataque del gobierno pakistaní.
La
población que huye de los combates cuenta a las agencias de
noticias internacionales que se han sembrado minas y
establecido controles en las carreteras para dificultar su
salida.
De
acuerdo con lo que muchos ya llaman la "nueva doctrina
Obama" (que en realidad es la vieja doctrina Bush)
Washington impulsa como principal objetivo que Afganistán y
Pakistán se unan en la guerra contra Al Qaeda y los
talibanes y que lo mejor es ayudarlos a que "cooperen
entre ellos".
"La
confianza que se necesita para que esta relación (entre
Pakistán y Afganistán) se transforme en una cooperación
tangible ha comenzado a progresar", dijo el jueves la
secretaria de Estado Hillary Clinton. "Y creo que las
reuniones de hoy serán un nuevo paso en ese camino".
Las
consecuencias inmediatas de la orden impartida por
Washington a los presidentes títeres de Pakistán y
Afganistán, ya se traduce –en ambos países– en una
intensificación de las operaciones y bombardeos militares
que se lanzan indiscriminadamente sobre las poblaciones
civiles.
En
una correcta lectura castrense, "eliminar" a los
talibanes significa barrer el área con misiles y su
emergente inmediato: La masacre de civiles, incluidos
mujeres y niños, como en Afganistán, donde tras el ataque
aéreo de EEUU ya se contabilizan oficialmente más de 147
cadáveres.
De
eso se trata, y no de otra cosa, se trata de "la lucha
contra Al Qaeda y sus aliados extremistas" emprendida
por el gobierno de Obama en Pakistán y Afganistán.
Y de
eso, solo de eso, se trata la aplicación del "sueño
americano de Obama" que los analistas asalariados del
sistema (como siempre ignorantes y cómplices) promocionaron
a escala global.
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