¡Que
vienen los talibán!
Por
Nazanin Amirian
nazaninamirian.es,
14/05/09
“Estamos
ante una amenaza global y existencial”, dice la Clinton,
mientras sus aviones lanzan toneladas de bombas sobre las
aldeas de la valle de Swat de Pakistán. Una nueva entrega
del negocio del miedo empapado del olor a petróleo que
desprende Euroasia.
Nos
cuentan que unos mil taliban pakistaníes sin tanques ni
aviones, tras burlar el acoso de medio millón de soldados
del país y de miles de militares de la OTAN, podrán
conquistar el Islam Abad y su arsenal nuclear, y con ello
chantajear al mundo civilizado.
Ahora
en serio. El plan de Obama de aumentar sus tropas en
Afganistán - ruta obligada de trazar el gasoducto de
Turkmenistán-Pakistán, hace aguas. El motivo, el sabotaje
a los vehículos que transportan ayuda logística a sus
militares en Afganistán, desde el Paso del Khyber en Pakistán,
cortado desde febrero. Por lo que el Presidente busca
alternativas: utilizar la ruta de Irán; pedir la cooperación
de Uzbekistán previo permiso de Moscú; o hacerse con el
control militar de Pakistán. A pesar de que los convoyes de
la OTAN ya transitan por las carreteras iraníes, la
desconfianza mutua enturbia la perspectiva. En cuanto a
Rusia, otro país no aliado, EEUU teme las exigencias de
Moscú a cambio: la no ampliar la OTAN hacia Georgia y
Ucrania, ni de escudos antimisil en Europa Este.
Queda
la tercera opción: aplastar toda la resistencia en Pakistán,
auspiciando un régimen dictatorial, o balcanizar el país
bajo el pretexto de “federalizarlo”, que de paso sería
un regalo a la India por su contribución en retener el
ascenso de China.
Planes
que se ponen a prueba en Baluchistán, provincia con tan
solo el 14% de los 170 millones de habitantes del país,
rico en gas natural y minas de esmeralda, además de
compartir fronteras con Irán y el Mar Arábigo. Por esas
aguas que pasa el 30% del petróleo del mundo, China ha
reconstruido el puerto Gwadar, enojando a la India, que
vigila un Océano que lleva su nombre. Controlar este
enclave permite a Obama, además, paralizar la construcción
del gasoducto de Paz que conduciría el gas irani hacía
Pakistán e India, para sustituirlo con el ducto
Caspio-Afganistán-Paksitán, anulando las rutas de
hidrocarburo ruso-iraníes. Sueño que se convertirá en
pesadilla por la rotunda oposición de dichas potencias.
Advirtió
Rogozin el enviado ruso ante la OTAN, “Mientras más
acercan sus bases a nosotros, más fácil nos es
atacarlas”. Piensan lo mismo los iraníes. Comienza la
guerra, la verdadera.
|