Irán
desmonta la agenda de Obama
Por
Nazanín Amirian (*)
nazaninamirian.es, 24/06/09
Deseaba y
buscaba esta situación, pero no para ahora. Brarak Obama se
había preparado para dar la mano a Ahmadineyad, a cambio de
que paralizara el programa nuclear. Ahora, le será difícil
justificar negosaciones con un presidente acusado de fraude
electoral y de reprimir un movimiento pacifico. Los
acontecimientos de Irán cambian las prioridades de
Washington, preocupado por la crisis financiera mundial,
salir de Irak, reforzar sus efectivos en Afganistán y
seguir con las operaciones militares en Pakistán. Irán,
hoy un nuevo desafío con mayúscula, era la pieza clave
para solucionar parte de aquellos problemas: Su ayuda era
necesaria para retirase de las calles de un Irak, cuyo
gobierno es próximo a Irán, país que por otro lado estaba
prestando sus carreteras sureñas para que la OTAN (bajo la
bandera alemana) transportara equipamiento militar a
Afganistán, tras el cierre del Paso del Khyber en Pakistán.
Ni qué decir de su papel en la solución del conflicto
palestino israelí.
Las cosas,
para Obama, no podían ir peor. La situación de Irán
-segundo exportador del petróleo del mundo-, podrá
disparar el precio del crudo, dificultando las iniciativas
para paliar la crisis económica mundial, y afectará al
plazo que se había fijado para tomar una decisión sobre su
programa nuclear. Hay más: ante un repentino
desmoronamiento del régimen, no tiene un gobierno
alternativo preparado; un vacío del poder en un país
estratégico como Irán, le inquieta y bastante.
Las
relaciones entre EEUU y lo Republica Islámica, están
llenas de anécdotas. Cuenta Jimmy Carter que ante la caída
del Sha, los G4 (EEUU, Francia, Inglaterra y Alemania), en
su conferencia celebrada en 1979 en la Isal de Guadalupe, el
presidente francés Giscard d’Estaing, propuso apoyar a
los islamistas iraníes, ya que por su anti comunismo eran
sus aliados naturales en la batalla contra la URSS, país
con amplia frontera con Irán. Por lo que invitaron a Ayatolá
Jomeini a trasladar su cuartel general a Francia para tomar
la rienda de una revolución que era espontánea, al igual
que el actual movimiento. Más adelante, el escándalo Iraní-Gate
(1985), sacaba a luz el que Ronald Regan vendía armas a
Teherán, y con sus ganancias financiaba a la Contra nicaragüense.
Más
reciente, durante la invasión de EEUU a Afganistán, Collin
Powell alababa el papel de Irán. Teherán cerró la
frontera a los Taliban fugitivos, y ofreció sus aeropuertos
a la aviación estadounidense en caso de emergencia. Aun así,
la República Islámica ha mantenido su independencia
respecto a las potencias extranjeras. El pueblo iraní es
muy sensible a las injerencias en sus asuntos internos,
tampoco perdonaría pactos secretos de los lideres del
movimiento verde con “fuera”.
(*)
Nazanín Amirian es una escritora iraní actualmente
radicada en Barcelona. Graduada en Ciencias Políticas,
entre sus publicaciones en castellano podemos mencionar
"Cuentos Persas" (1997), "El cuentacuentos
persa" (2000), "Al gusto persa" (2003),
"Los kurdos. Kurdistán, un país inexistente"
(2005). Es también traductora de Omar Khayam y otros
grandes poetas persas.
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