La policía iraní arresta a docenas de manifestantes opositores
Sigue la crisis política
Por Farhad Rajabali Goya
Desde Teherán
Reuters, 22/07/09
Teherán.- La policía iraní y la milicia islamista de los Basij se
enfrentaron ayer de nuevo con varios centenares de
opositores que intentaron manifestarse en Teherán y
detuvieron a docenas de personas. «Hay cientos de policías
antidisturbios y agentes de paisano y están golpeando a los
manifestantes», explicó un testigo.
La manifestación había sido convocada por el Movimiento Verde al cumplirse
los 30 días del asesinato de Neda Aghasoltan, la joven que
murió alcanzada por una bala durante las protestas que se
desataron tras las elecciones del pasado 12 de junio, que
revalidaron al presidente Mahmud Ahmadineyad frente al
candidato reformista Mirhusein Musavi, en un escrutinio que
la oposición considera fraudulento.
Los principales incidentes se produjeron ayer en la plaza Hafte Tir. Los
manifestantes gritaron eslóganes como «Ahmadineyad, dimite»
y «Muerte a los dictadores». «La policía está cogiendo
a docenas de manifestantes, los colocan en coches y se los
llevan», explicó otro testigo.
Esta nueva confrontación se produjo cuatro días después de que el pasado
viernes se reanudaran, por primera vez en varias semanas,
las protestas, después de que el expresidente Akbar Hashemi
Rafsanyani (principal aliado de Musavi) cuestionara en un
sermón el resultado electoral, poniendo de manifiesto la
fractura en el régimen. El lunes, el también expresidente
Mohamed Jatami exigió la celebración de un referendo para
dilucidar «la legitimidad de Ahmadineyad».
Plazas tomadas
Desde primera hora de la tarde, la policía había tomado ayer literalmente
las principales plazas de Teherán, como la mencionada de
Hafte Tir, pero también las de Vali Asar, la de Enghelab, o
la de Bagarestan. Tras los incidentes, cientos de policías
y de Basij seguían desplegados anoche en un intento de
impedir cualquier otra protesta.
Paralelamente a las manifestaciones, el movimiento opositor había pedido a
la población que pusiera en marcha todos los aparatos eléctricos
a las nueve de la noche con el fin de sobrecargar la red y
provocar un apagón, en señal de protesta. Sin embargo, el
apagón no llegó a producirse.
Mientras, el nerviosismo desatado ante la evidencia de fisuras en el régimen
teocrático es cada vez más evidente. Keyhan (El Universo),
un periódico conservador de la línea dura, acusó ayer a
Jatami de seguir las instrucciones de las autoridades
estadounidenses al proponer un referendo sobre la
legitimidad de Ahmadineyad.
El director del rotativo, Hosein Shariatmadari, considerado la voz del líder
supremo iraní, el ayatolá Ali Jameni, sostiene que «los
que afirman ser partidarios de las reformas han negado
siempre sus lazos con el extranjero. Sin embargo, no se les
ha visto ningún gesto o postura que no haya sido propuesto
con anterioridad por los medios o las autoridades
estadounidenses».
El
nombramiento
Mientras, el nombramiento del consuegro de Ahmadineyad, Esfandiar Rahim
Mashaie, como vicepresidente sigue levantando ampollas, no
entre la oposición, sino en los sectores conservadores teóricamente
más cercanos a Ahmadineyad.
Un destacado miembro del Parlamento, Mohamed Hasan Abutorabi-Fard, pidió
ayer al presidente iraní que anule este nombramiento y
aseguró que esta es también la voluntad del líder
supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y de la mayoría del
Parlamento.
Los sectores más duros del régimen reprochan a Mashaie que, en unas
declaraciones de julio del 2008, afirmara que Irán es amigo
de todo el mundo «incluso amigo del pueblo americano y del
pueblo israelí». Mashaie salió ayer al paso de las críticas
y aseguró que no piensa dimitir.
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