Elecciones
en Afganistán
Estados
Unidos cambia estrategia
Por
Danielle Kurtzleben
Inter
Press Service (IPS), 14/08/09
Washington.-
Ante un agravamiento de la situación de seguridad y las
inminentes elecciones en Afganistán, el gobierno de Barack
Obama prepara un enfoque abierto para ganar la lucha contra
los insurgentes en ese país y en Pakistán.
El
embajador Richard Holbrooke, representante especial de
Washington para ambas naciones, se refirió el miércoles en
el Centro para el Progreso Estadounidense al componente
civil de la nueva estrategia de Obama.
Holbrooke
participó de un panel con otros 10 funcionarios de su
oficina, representando a su vez a nueve agencias que
trabajan juntas en los esfuerzos civiles por Afganistán y
Pakistán.
Los
miembros del equipo de Holbrooke explicaron la variedad de
facetas de la estrategia civil, incluyendo temas como
agricultura, gobernanza, medios y comunicaciones e
investigaciones sobre financiamiento del terrorismo.
Holbrooke
subrayó que los esfuerzos civiles crecen, y que para estos
no son relevantes los términos de "derrota y
victoria". "
"La
recompensa todavía está por venir. Tenemos que producir
resultados, y hemos entendido eso, y no estamos aquí hoy
para decirles que vamos ganando o perdiendo. No estamos aquí
para decirles que somos optimistas o pesimistas", indicó.
"Estamos
aquí para decirles que estamos en esta lucha de una forma
diferente", agregó.
Aunque
varios miembros del panel de Holbrooke indicaron que los
destinos de Afganistán y Pakistán están entrelazados,
gran parte de la discusión se concentró en los esfuerzos
militares y civiles en el primer país.
Holbrooke
explicó la aparente priorización de Afganistán señalando
que el movimiento islamista Talibán y la red Al Qaeda
"están básicamente peleando para apoyarse uno a otro,
y por lo tanto son aliados" en ese país. "Si se
abandona la lucha en Afganistán, sufrirás también a Al
Qaeda", explicó.
La
ampliación de la estrategia llega en un momento
particularmente difícil para las tropas en Afganistán. En
julio hubo 40 bajas militares estadounidenses, el nivel más
alto mensual, y en lo que va de agosto han muerto 18
uniformados.
En
un artículo el 10 de agosto en el periódico The Wall
Street Journal, el general Stanley McChrystal, comandante de
las tropas de Estados Unidos en territorio afgano, reconoció
el agravamiento de la situación, señalando que el Talibán
amenaza las otrora zonas seguras en el norte y el oeste, y
que las "bajas estadounidenses probablemente seguirán
siendo numerosas en los próximos meses".
McChrystal
tiene previsto presentar un informe a Obama en septiembre
sobre la situación en Afganistán, tras lo cual el
mandatario decidirá si envía o no más tropas a ese país.
Gran
parte del reciente agravamiento de la violencia ha sido
causado por el Talibán, en anticipo a las próximas
elecciones del 20 de este mes.
Los
talibanes prometieron obstaculizar los comicios, instando a
los afganos a no votar y calificando a la votación de
"proceso seductivo de Estados Unidos".
Por
su parte, Obama sostuvo que las elecciones eran "el
acontecimiento más importante este año en Afganistán",
y tanto Washington como el resto de la comunidad
internacional trabajan para garantizar que la votación se
realice con la mayor tranquilidad posible.
Jane
Marriott, alta asesora del representante especial para
Afganistán y Pakistán, reconoció el miércoles que las
elecciones "son realizadas en condiciones de seguridad
muy difíciles, y que no serán perfectas".
No
obstante, señaló, Estados Unidos trabaja para colaborar
con el proceso electoral, ofreciendo apoyo a los medios y
brindando transporte a los candidatos, de manera que puedan
"hacer su campaña en forma adecuada".
Por
su parte, Rina Amiri, alta asesora sobre Afganistán para el
representante especial, destacó el fuerte clima electoral
que vive el país, con la postulación de 41 candidatos
presidenciales, entre ellos 2 mujeres, y 3.300 personas que
se presentan para 420 asientos en los concejos provinciales.
Añadió
que 17 millones de afganos –alrededor de la mitad de la
población del país—se han registrado para votar, cinco
millones más que en los comicios de 2004.
El
presidente Hamid Karzai es considerado el favorito, aunque
recientes encuestas indican que no obtendría el 50 por
ciento requerido para ganar en una primera vuelta. Si eso se
confirma, habría una nueva votación entre él y el segundo
más votado en octubre.
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