Masacre
de la OTAN en Afganistán
Por
Kim Sengupta y David Usborne (*)
Corresponsales
en Afganistán
The
Independent, 05/09/09
Página
12, 05/09/09
Traducción
de Celita Doyhambéhère.
La
OTAN inicialmente insistió en que todos los muertos eran
insurgentes talibán. Más tarde, después de airadas
protestas de los residentes y funcionarios locales,
reconocieron que había civiles entre los muertos.
Kabul.–
Las fuerzas occidentales se encontraron ayer envueltas en
una amarga controversia después de los ataques aéreos de
la OTAN a dos camiones cisterna secuestrados por los talibán
en el norte de Afganistán. Esto condujo a una matanza que
dejó 95 muertos, docenas de ellos civiles. La mayoría de
los que perecieron murieron quemados. La OTAN inicialmente
insistió en que todos los muertos eran insurgentes talibán.
Más tarde, después de airadas protestas de los residentes
y funcionarios locales, reconocieron que había civiles
entre los muertos. Los heridos fueron llevados al hospital
central en Kunduz en ambulancias, taxis, tractores y carros.
Sentado en un corredor del hospital, Ghulam Yahya sollozaba:
“Mi hermano fue quemado cuando el avión bombardeó los
tanques, no sé si está vivo o muerto”.
El
ataque al pueblo de Haji Aman, a unos once kilómetros de
Kunduz, no podía haber llegado en un momento más difícil
en Afganistán, con un enojo intenso por las muertes de
civiles y un choque cada vez más fuerte entre el presidente
Hamid Karzai y Washington sobre la discutida elección
nacional. El actual presidente se ha quejado repetidamente
por las muertes de civiles antes que los militantes
secuestraran los vehículos. Un avión teledirigido fue
enviado a rastrear a los vehículos. Lo que sucedió luego
no queda claro.
El
comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, general
Stanley McChrystal, se contactó anoche con Karzai para
decirle que se comprometía a investigar el incidente. Las
preguntas que surgían específicamente eran en qué forma
lo que sucedió en Kunduz se condice con las órdenes
emitidas por el general McChrystal de que no pueden
autorizarse ataques aéreos salvo que primero se confirme
que no hay posibilidad de muertes civiles, o que las fuerzas
aliadas están en peligro inminente. La directiva es parte
de la nueva estrategia del general para “proteger a la
gente”.
La
matanza y la pelea subsecuente también tienen lugar contra
el telón de fondo del menguante apoyo a la guerra afgana en
Europa y Estados Unidos, y Gordon Brown obligado ayer a
defender la presencia continua de tropas británicas. Las
muertes ocurrieron también justo 24 horas después de que
el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates,
negara que la guerra en Afganistán se estaba “escurriendo
entre los dedos de la administración”. Además desestimó
las sugerencias de que era tiempo de sacar a las tropas
estadounidenses de Afganistán y luchar la guerra sólo con
ataques aéreos y aviones no tripulados. “La idea de que
uno pueda conducir una clase de campaña contraterrorista, y
hacerlo a la distancia, simplemente no está de acuerdo con
la realidad”, dijo Gates.
Mientras
el presidente Barack Obama lee un informe del general
Stanley McChrystal sobre cómo recalibrar la guerra, también
sabe que el apoyo público a la guerra está disminuyendo rápidamente.
Una encuesta de CNN esta semana mostró que el 57 por ciento
de los estadounidenses ahora se opone a la guerra.
Las
Naciones Unidas expresaron su “profunda preocupación”
por lo que había sucedido. Peter Galbraith, el segundo de
la misión de la organización a Afganistán, dijo: “Se
deben tomar medidas para examinar lo que sucedió y por qué
se usó un ataque aéreo en circunstancias en que era difícil
determinar con seguridad que no había civiles presentes”.
Dos
miembros del Parlamento locales dijeron que los sentimientos
en contra de las fuerzas extranjeras eran muy altos en el área.
“Estamos muy disgustados; un montón de gente común
resultó muerta”, dijo Mohamed Amin Qaneh. “¿Por qué
tuvieron que bombardear los tanques? ¿La OTAN le pone un
precio más alto al petróleo que a la sangre? Queremos
justicia; queremos que los responsables sean castigados.”
Un compañero parlamentario, Qaari Niamtullah, continuó:
“Todos están muy enojados y el talibán explotará esto
para conseguir apoyo”.
La
gente local dijo que los secuestradores se habían
encontrado con dificultades cuando llegaron al río Kunduz
en el cruce de Haji Aman, y les dijeron a los del pueblo que
tomaran el diésel que quisieran. En ese momento sucedió el
bombardeo. Según los funcionarios alemanes, las cámaras
del avión no tripulado no mostraban presencia de civiles.
Más
tarde un vocero de la OTAN, el brigadier general Eric
Tremblay, dijo: “Parece que muchos heridos civiles están
siendo evacuados y tratados en los hospitales locales. Quizás
hay una relación directa con el incidente que ocurrió con
los dos camiones cisterna”.
Mueren
90 personas en ataque aéreo de OTAN
AP,
04/09/09
Kabul
– Un ataque aéreo de la OTAN a dos camiones cisterna
cargados de combustible que habían sido secuestrados por
milicianos talibán en el norte de Afganistán provocó una
gran explosión que mató a 90 personas, informaron el
viernes las autoridades afganas.
Alrededor
de la media noche, los insurgentes secuestraron los camiones
cisterna, que transportaban combustible para las fuerzas de
la OTAN, cerca de la población de Omar Khel en la provincia
de Kunduz. Las fuerzas de coalición comenzaron el ataque aéreo
cuando los combatientes talibanes detuvieron los vehículos
en un cruce sobre un río, informó el jefe de la policía
Gulam Mohyuddin.
Un
agente de la policía dijo que al menos 90 personas habían
muerto y que 40 de ellas eran civiles, incluyendo algunos
que recibían el combustible de manos de los milicianos. El
integrante de la policía hizo estas declaraciones bajo
condición de permanecer en anonimato por la naturaleza del
asunto.
El
comandante de la OTAN en Afganistán, el general Stanley
McChrystal, ordenó reducir los ataques aéreos ante la
reacción negativa de la población afgana por las muertes
de civiles en dichas operaciones.
La
teniente de la armada Christine Sidenstricker dijo que los
aviones de la OTAN atacaron y destruyeron dos camiones
cisterna tras determinar que no había civiles en la zona.
Agregó
que la OTAN y el gobierno afgano investigan las denuncias de
las muertes civiles.
Otro
vocero de la alianza atlántica indicó el motivo por el que
fueron atacados los camiones cisterna es que con frecuencia
son utilizados en atentados suicidas.
El
vocero del Talibán Zabiulá Mujahid índicó que los
insurgentes capturaron los camiones cuando se dirigían de
Tayikistán a abastecer a las fuerzas aliadas en Kabul.
El
gobernador de la provincia de Kunduz, Mohamed Omar, reportó
también 90 muertes, aunque no especificó cuáles eran
civiles.
La
OTAN confirmó que hubo un ataque aéreo en Kunduz durante
la noche, pero no dio otros detalles. Un vocero dijo que la
coalición investigaba el incidente.
Entre
los muertos se encontraba el comandante Talibán de varios
distritos de Kunduz, Abdur Rahman, otros importantes
milicianos y cuatro combatientes chechenos, dijo Omar.
"Abudur
Rahman es un hombre muy peligroso", señaló Omar.
"Espero que la muerte de Rahman tenga un efecto
positivo en la ciudad de Kunduz".
Las
autoridades informaron que al menos12 personas fueron
hospitalizadas.
Omar
señaló que los habitantes de la población escucharon
aviones antes de que explotaran los vehículos, pero algunos
de ellos pensaron que los camiones habían sido impactados
por granadas impulsadas por cohete. Agregó que la mayoría
de los cuerpos resultaron extensamente quemados. Los
secuestros son un signo del deterioro de la seguridad en
Afganistán.
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