El
responsable de las tropas de EEUU propone
un cambio de
estrategia
El
País, 31/08/09
El
general McChrystal dice que el Ejército estadounidense
embiste a los talibanes como un toro, sin debilitarlos
decisivamente
Kabul.–
El máximo responsable de las tropas extranjeras en Afganistán,
el general Stanley McChrystal, ha enviado hoy al Comando
Central estadounidense y a la OTAN su esperado informe sobre
la guerra contra los talibanes en el país, encargado por
Barack Obama en junio, cuando le puso al frente del
despliegue norteamericano. El informe sostiene que la
situación en el país es "grave" y que la actual
estrategia no está funcionando. No obstante, cree que esta
situación puede revertirse con un nuevo enfoque más
centrado en proteger a la población y menos en combatir a
los milicianos islamistas. Igualmente, propone una reubicación
de los contingentes, aunque no pide directamente un aumento
de tropas.
Según
ha informado la ISAF, McChrystal ha enviado ya su informe a
los máximos responsables militares de EE UU (el Comando
Central, que gestiona Irak y Afganistán) y de la OTAN.
"La situación en Afganistán es grave, pero se puede
conseguir el éxito y requiere renovadas estrategia sobre el
terreno, compromiso y determinación, así como mayor unidad
de esfuerzo", dice el general estadounidense en un
comunicado en el que anuncia que el informe, que le encargó
el presidente Obama cuando le nombró para el puesto en
junio, ya está listo.
Aunque
no se ha informado del contenido del informe, según la
cadena pública británica, el general estadounidense
compara al ejército estadounidense con un toro embistiendo
a un torero (los talibanes), al que debilita solo
ligeramente con cada "corte". Ante el fracaso de
esta estrategia, McChrystal sostiene que los afganos pierden
confianza cada día en las tropas extranjeras porque no
contribuyen a mejorar sus condiciones de vida.
Por
ello, en el informe propone que la prioridad sea proteger a
la población de los talibanes, una tarea que, por el
momento, no pueden abordar ni el ejército ni la policía
afganos. Estima McChrystal que hace falta al menos tres años
para que el ejército afgano pueda liderar esa
responsabilidad y aun algunos más para que pueda hacerlo la
policía. Por ello, pide acelerar el entrenamiento de las
fuerzas afganas.
Sin
embargo, el informe no pide directamente un aumento de
tropas en el terreno, aunque es posible que, cuando el
informe esté sobre la mesa del presidente de EE UU, Barack
Obama, tenga que tomar una decisión de ese tipo. Durante
este año, el número de soldados extranjeros en Afganistán
se ha incrementado notablemente –el contingente
estadounidense se ha duplicado–, hasta llegar a más de
100.000 efectivos. Lo que sí pide McChrystal es una
reorganización del despliegue, de modo que haya más
soldados en las zonas más densamente pobladas,
especialmente en las ciudades. Las tropas, además, deberán
asegurar con más garantías su presencia en las poblaciones
que arrebaten a los talibanes. No basta simplemente con
tomarlas, hay que mantener luego el control.
También
propone que se llegue a compromisos al menos con algunos
milicianos talibanes, ya que sostiene que el 60% del
problema se esfumaría si muchos de ellos tuvieran un
trabajo. En una reciente entrevista con la BBC, el general
sostenía que había que cambiar totalmente el enfoque de la
guerra en Afganistán y pasar de uno basado en causar a los
talibanes el mayor número de bajas posible a otro en el que
se consigan los medios para que sean los propios afganos los
que se libren de los talibanes.
El
Pentágono quiere más tropas
Por
Stephen Morris
Inter
Press Service (IPS), 04/09/09
Washington.–
Un informe que el comandante de Estados Unidos en Afganistán
presentó al presidente Barack Obama recomendaría el
incremento de las tropas en ese país de Asia central ,
aunque sólo 25 por ciento de los estadounidenses estarían
a favor de la medida.
El
informe del general Stanley McChrystal sobre el rumbo de la
guerra contra el movimiento islamista Talibán y la red
extremista Al Qaeda sería la base de una recomendación
para que Obama autorice el incremento de las tropas y
detenga el deterioro del esfuerzo bélico en Afganistán, al
que McChrystal calificó previamente de "grave",
pero con recuperación posible.
El
ministro de Defensa, Robert Gates, y el presidente del
Estado Mayor Conjunto, Michael Mullen, en una conferencia de
prensa celebrada el jueves evitaron las preguntas sobre el
contenido del informe confidencial que será analizado por
Obama la próxima semana con carácter de urgente, en virtud
de la creciente insatisfacción pública con la guerra.
Gates negó que el gobierno esté perdiendo el control de la
guerra, aunque reconoció que sí está cayendo el respaldo
de la opinión pública en Estados Unidos. "Tenemos un
tiempo limitado para demostrar que esta (nueva) estrategia
está funcionando", declaró Mullen en la conferencia
de prensa celebrada en el Pentágono, sede del Departamento
de Defensa.
Una
encuesta de la cadena televisiva CBS reveló esta semana que
41 por ciento de los entrevistados quieren que la cantidad
de soldados estadounidenses en Afganistán se reduzca, un
aumento de ocho puntos porcentuales desde abril. El número
de quienes opinan que Washington debe enviar más tropas cayó
14 puntos. Sólo 25 por ciento cree que es necesario
aumentar las fuerzas.
Sólo
48 por ciento de los entrevistados aprueban la forma en que
el presidente Obama maneja la contrainsurgencia en Afganistán.
En
la conferencia de prensa, los reporteros sugirieron que la
falta de objetivos claramente definidos son motivos claves
del desencanto del público. Gates respondió que Obama había
sido "clarísimo" sobre las metas de la guerra en
un discurso pronunciado recientemente ante los Veteranos de
Guerras Extranjeras.
Gates
señaló que es importante recordar que los atentados del 11
de septiembre de 2001 se originaron directamente en Afganistán,
que alberga la base mundial de Al Qaeda y ofrece un refugio
seguro para el terrorismo.
"Estamos
en Afganistán no tanto para construir la nación sino para
darle (al país) la capacidad de oponerse a Al Qaeda… y
mantener el esfuerzo durante un largo período", afirmó.
Sería
un éxito que "las fuerzas de seguridad nacional
afganas asumieran un rol mayor en la protección de su
territorio" mientras las tropas de Estados Unidos
adquieren un papel cada vez más secundario, sostuvo el
ministro Gates.
Obama
reconoce que el problema es regional, no limitado por las
fronteras nacionales, y que la recuperación del rumbo de la
guerra depende mucho de la estabilidad del vecino Pakistán,
con el que Afganistán comparte una extensa frontera plagada
de grupos extremistas.
Gates
también dijo que la "huella" que dejen las
fuerzas de Estados Unidos, o sea el impacto y la influencia
en la población afgana, sigue siendo un tema problemático,
similar al que los comandantes perciben en Iraq. No
obstante, confía en que la nueva estrategia de McChrystal,
basada en la protección de la población civil, mitigue el
impacto de la llegada de más tropas.
Pero
Gates advirtió que no se deben comparar las situaciones
militares de Iraq y Afganistán, debido a las diferencias
fundamentales que existen entre las dos sociedades,
principalmente porque la afgana nunca tuvo un estado
centralizado fuerte a lo largo de su historia. "Es un
verdadero error comparar a Iraq con Afganistán", dijo.
Figuras
de la derecha comenzaron a manifestarse contra la guerra,
como el columnista George Will, que en una editorial del
diario The Washington Post opinó que Estados Unidos debe
abandonar sus esfuerzos de construcción nacional en
Afganistán y comenzar a retirar sus tropas.
"Las
fuerzas deben reducirse sustancialmente", dijo Will.
Estados Unidos se debe limitar a operar desde afuera del
territorio afgano, mediante "el uso de los servicios de
inteligencia, misiles crucero, ataques aéreos y pequeñas
unidas de fuerzas especiales", concentradas en la
frontera con Pakistán, agregó.
Para
Gates, las recomendaciones de Will son "poco
realistas" porque la contrainsurgencia es imposible si
no se cuenta con soldados en el terreno. "La idea de
que se puede llevar a cabo una campaña exclusivamente
antiterrorista, a la distancia, no concuerda con la
realidad", afirmó.
Mullen
estuvo de acuerdo. "No hay forma de derrotar a Al Qaeda
a la distancia", dijo.
A
los problemas que enfrenta Estados Unidos en la región se
suman las polémicas elecciones presidenciales del 20 de
agosto, plagadas de denuncias de fraude e intimidación de
los votantes.
La
Comisión Electoral Independiente recibió más de 600
denuncias de irregularidades consideradas serias, informó
la cadena británica BBC, y la normativa vigente impide el
anuncio oficial de los resultados electorales hasta que
todas las quejas se hayan investigado. Eso podría demorar
el escrutinio final hasta fines de septiembre.
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