Todo cierra para Washington en
Afganistán: Presidente títere, colaboracionismo corrupto y
electoralista, farseco régimen "democrático" con
la ONU legitimando "elecciones libres" en una país
ocupado militarmente, y, como si faltara algo en el tablero,
The New York Times acaba de revelar que el hermano de Karzai
pertenece al plantel de la CIA.
Ahmed
Wali Karzai, hermano del presidente colaboracionista afgano,
Hamid Karzai, y un presunto destacado narcotraficante del país,
a actuado con regularidad en los últimos ocho años al
servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA),
informa el miércoles el diario New York Times en su edición
digital.
Según
el influyente diario sionista neoyorquino, que cita a
funcionarios de la actual y la anterior Administración
estadounidense, la Agencia pagó por diversos servicios
prestados por el hermano del gerente afgano de la ocupación,
que también se ha visto salpicado por escándalos
inmobiliarios, que él ha negado siempre.
Según
el Times, el hermano del presidente cipayo prestó una gama
de servicios a la agencia, como colaborar en el
reclutamiento para una fuerza paramilitar bajo el mando de
la CIA que opera en los alrededores de la ciudad de Kandahar,
bastión de los milicianos talibán en el sur del país
centroasiático.
El
diario subraya que las relaciones económicas entre el
hermano de Karzai y el espionaje estadounidense han desatado
todo tipo de polémicas sobre la estrategia de ocupación
estadounidense, actualmente sometida a revisión por la Casa
Blanca.
Se
espera que el presidente de EEUU, Barack Obama, decida sobre
el envío de un contingente de soldados extra a la región,
una petición del principal responsable de la campaña
estadounidense en Afganistán, general Stanley A. McCrystal.
Estas
relaciones han ocasionado profundas divisiones en el seno
del Gobierno norteamericano, cuyas relaciones con el actual
gobernante afgano son cada vez más tensas, y cuestionan
además la implicación de la CIA en la lucha real contra el
narcotráfico, según el periódico.
Aunque
es considerado un mediador con facciones proclives a los
talibanes, la Agencia Central de Inteligencia declinó
comentar estos asuntos con el rotativo.
Además,
pese al desmentido de Karzai sobre sus relaciones con la
CIA, las fuentes citadas por el diario afirman que es el
propietario del antiguo cuartel general del mulá Omar en
Kandahar, actual sede de la CIA y de su fuerza paramilitar
conocida como Fuerza de Choque de Kandahar.
Los
movimientos de la CIA en la región sugieren además que
EEUU no está haciendo lo suficiente para frenar el
lucrativo negocio del cultivo de opio en Afganistán,
convertido en el mayor productor del mundo de esa droga que
alimenta un mercado de 65.000 millones de dólares.
En
concreto, algunos altos cargos norteamericanos argumentaron
que la confianza en Ahmed Wali Karzai, una de las figuras más
poderosas en el sur de Afganistán donde la insurgencia
talibán es mayor, mina el esfuerzo de la administración
estadounidense de poner en marcha operaciones efectivas
contra los rebeldes.
"Si
vamos a conducir una estrategia en Afganistán, y damos
imagen de respaldar la ilegalidad, nos estamos
desacreditando a nosotros mismos", declaró el alto
cargo de la Inteligencia Militar de Estados Unidos, el
general Michael T. Flynn.
El
hermano del presidente títere afgano confesó en una
entrevista su colaboración con oficiales civiles y
militares aunque no habló acerca de su relación con la CIA
ni tampoco de su implicación en el contrabando de droga.