Bruselas.–
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen,
reclamó este miércoles a los aliados que se sumen al
esfuerzo de 30.000 soldados que EEUU anunció para Afganistán,
afirmando contar por ahora con un refuerzo de 5.000
militares suplementarios no estadounidenses.
"Puedo
confirmar que los aliados (miembros de la OTAN) y nuestros
socios aportarán una contribución suplementaria
significativa, de al menos 5.000 soldados, y probablemente
unos cuantos millares más" para la Fuerza
Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en
Afganistán, dirigida por la Alianza Atlántica, anunció
Rasmussen en Bruselas.
Esta
cifra ya había sido avanzada la semana pasada por fuentes
militares y será debatida durante una reunión de ministros
de Exteriores de la OTAN, que se celebrará el jueves y el
viernes en Bruselas. "Creo que algunos compromisos
(nacionales) serán asumidos inmediatamente y otros más
tarde", dijo el secretario general. Varios responsables
militares de la OTAN se reunirán también el próximo lunes
para abordar la cuestión.
Pero
Rasmussen advirtió de la necesidad de un
"equilibrio" entre países: con 35.000 soldados
suplementarios, los efectivos militares extranjeros en
Afganistán totalizarían 148.000, dos tercios de los cuales
serían estadounidenses. "Es importante que la operación
en Afganistán no sea percibida puramente como una operación
estadounidense", advirtió el secretario general,
llamando a "todos los aliados" a "repartirse
la carga" y aumentar su contribución militar.
El
danés hizo estas declaraciones después de que el
presidente estadounidense, Barack Obama, anunciara el
despliegue de 30.000 soldados adicionales en Afganistán
para revertir el avance de los talibanes y sus aliados de Al
Qaida.
Entre
el contingente de refuerzo con el que contribuirán los
aliados de Washington, figuran soldados pertenecientes tanto
a países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN), como a países terceros. Así, Corea del Sur y
Georgia enviarán entre ambos unos 1.500 soldados a Afganistán,
según el portavoz de la Alianza, James Appathurai.
Entre
los miembros de la OTAN, Gran Bretaña confirmó el
despliegue de 500 soldados adicionales, y Eslovaquia y
Macedonia prometieron una contribución de 250 y 80,
respectivamente. La cifra de 5.000 soldados no incluye por
ahora los posibles refuerzos que podrían anunciar Italia,
Polonia o España, que estudia el envío de 200 uniformados
y elevar su contingente a más de 1.200, dijeron a la AFP
fuentes militares de la OTAN.
Otros
países aliados se muestran reticentes a la hora de secundar
una vez más a Washington: Francia y Alemania no prevén
tomar ninguna decisión al respecto antes de la conferencia
internacional sobre Afganistán que se celebrará en Londres
a a fines de enero. El primer ministro británico, Gordon
Brown, llamó el miércoles a "todos" los aliados
a "unirse detrás" de la estrategia de Obama.
"Gran
Bretaña continuará desempeñando plenamente su papel
convenciendo a otros países de que ofrezcan tropas para la
campaña en Afganistán", declaró Brown. El ímpetu
británico contrastó con las declaraciones esquivas del
presidente francés, Nicolas Sarkozy, que el miércoles
expresó su "pleno apoyo" a Obama en Afganistán
pero no mencionó eventuales refuerzos.