Se habían depositado muchas
esperanzas en el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, quien, antes y
después de su elección, había prometido un cambio en la política
estadounidense hacia los palestinos, árabes y musulmanes en general, sin
embargo, después de dos años de presidencia de Obama puede decirse con
certeza que es uno de los peores presidentes estadounidenses en términos de
su odio hacia los árabes y los musulmanes y su "postura sionista"
en relación a la causa palestina.
Algunos nunca tuvieron grandes
expectativas porque considerando el color de piel de Obama, nunca se hubiese
convertido en un candidato presidencial si no fuese parte integral y leal de
la administración estadounidense.
Otros le dieron la bienvenida a
la presidencia y lo vieron como un cambio positivo, ya sea por sus promesas de
modificar la política estadounidense respecto a Palestina, los árabes y los
musulmanes, o basado en el supuesto de que al ser el hijo de un musulmán
llamado Hussein sin duda influiría en sus posturas sobre el Islam y los
musulmanes... Algunos creyeron en las promesas de Obama, aunque un análisis
exhaustivo reveló que estas eran vagas...
La mayoría de los que le dieron
la bienvenida creyeron tal vez que esto le animaría a hacer cambios
verdaderos en la política estadounidense. Otros, quienes se oponen a Estados
Unidos, pueden haberlo hecho como un gesto de buena voluntad y para mostrar
una actitud [positiva], con el fin de no ser acusados de lo contrario.
Incluso hubo una minoría que
nunca tuvo expectativas positivas, y evaluó que Obama sería uno de los
peores presidentes estadounidenses basándose en el hecho de que Obama es
parte de la administración estadounidense y uno de sus más fieles
[partidarios] porque de lo contrario nunca se hubiera convertido en candidato
presidencial, teniendo en cuenta su color de piel y la de su padre. Las
promesas de los candidatos presidenciales no suelen ser de fiar y uno sólo
tiene que leer el discurso de Obama ante el AIPAC, que es la columna vertebral
del así llamado lobby judío en los Estados Unidos, para darse cuenta de que
es ’sionista hasta la los huesos’... Después de ser testigo de dos años
de política estadounidense con Obama, uno puede decir con certeza que es uno
de los peores presidentes estadounidenses, en términos de su odio hacia los
árabes y los musulmanes y su postura sionista en Palestina, incluso peor que
George W. Bush.
Desde el inicio de su mandato ha
expandido la guerra de agresión contra Afganistán, extendiéndola hacia
Pakistán incluso más de lo que había hecho su predecesor. En la era de
Obama, Pakistán enfrenta un grave peligro de partición, guerra civil y el
asesinato de civiles. En Irak, siguió los pasos de su predecesor en términos
de perpetuar la división [del país] y tratando de controlar su gobierno. En
cuanto a Palestina, este ha declarado que la Palestina histórica es la patria
histórica del pueblo judío y su vicepresidente, Joseph Biden, llamó a
Israel ’un relato de logro notable en [un] desierto". Esto hace que
Obama sea el primer presidente estadounidense en negar el derecho histórico
de los palestinos, árabes y musulmanes en Palestina. Su vicepresidente destacó
la afirmación de que Palestina había sido un desierto vacío de gente hasta
que los colonos judíos llegaron allí como la punta de lanza del colonialismo
británico y establecieron un estado, una sociedad y una nación. Además, fue
en la era de Obama que la frase “Israel como estado judío” – refiriéndose
a un estado para judíos únicamente – llegó a ser una política oficial y
permanente de la administración estadounidense.
Aquellos que acogieron con
beneplácito la elección de Obama ahora lo condenan a él y a su administración
en los términos más duros posibles. En la práctica, el hecho más peligroso
es que la administración Obama fue más lejos que cualquier otra en
consolidar el acuerdo de seguridad entre Israel y los Estados Unidos destinado
a controlar la Ribera Occidental [Cisjordania], suprimir la resistencia y
oprimir al pueblo allí. Este completó esta tarea mediante la firma de un
acuerdo de seguridad con una empresa del Grupo Blackwater con el fin de
reforzar el control militar sobre la Ribera Occidental. Estos son un grupo de
mercenarios expertos en asesinar y perpetrar toda clase de actos prohibidos
que el ejército de ocupación no se atreve a cometer. Esto hace de la
administración Obama cómplice, aunque sea indirectamente, en la ocupación
de Cisjordania. Cualquier examen en la política de la administración Obama
en las últimas semanas del [2010] y las primeras semanas del 2011 encuentra
que Obama representa un peligro para los árabes y los musulmanes.
En Sudán, Obama apadrinó la
división entre el Sur y el Norte. Nada más ser elegido propuso un enviado
especial a Darfur para iniciar una estrategia de dividir al norte de Sudán en
varios estados, con la intención de avanzar desde allí hacia Egipto con
planes para la división y la guerra civil. El ataque criminal a la iglesia de
Al–Qadisin en Alejandría dio a Obama y a su administración la oportunidad
de provocar la guerra entre cristianos y musulmanes en Egipto, al igual que lo
hicieron en respuesta a los crímenes cometidos contra los cristianos en Irak.
En la misma semana, la
Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, visitó Yemen a fin de
presionar a su presidente a que adopte una política que hará que [Yemen]
estalle desde dentro, hasta que se convierta en otra Somalia. En la misma
semana, Clinton presionó al Rey de Arabia Saudita, Abdallah, a retirarse de
la iniciativa Arabia Saudita–Siria para prevenir una guerra civil en el Líbano
sobre el procesamiento del Tribunal Internacional, el cual es un plan de
Estados Unidos. De esta manera, Obama trató de llevar al Líbano hacia una
crisis política, una guerra civil y graves disturbios, al servicio de la política
sionista, después de que ésta fracasó por completo en la campaña de Julio
de 2006 y tras el establecimiento de un gobierno de unidad nacional en el Líbano.
En conclusión, ¿qué puede
decirse acerca de Obama? Quienes le dieron la bienvenida como presidente
tienen que reconsiderar su postura, ahora que las posturas sionistas de Obama
respecto al tema palestino han sido expuestas, así como también su
hostilidad hacia los árabes y musulmanes en Sudán, Egipto, Yemen, Líbano,
Irak y todos los demás países árabes e islámicos. Esta reevaluación sólo
puede ser una condena a Obama y a su administración en los términos más
duros posibles.
(*)
Analista político de Al–Jazeera.