Sanaa, Yemen.– Miles de
personas, en su mayoría estudiantes y abogados, salieron ayer a las calles de
Sanaa, capital de Yemen, para exigir reformas políticas y la salida del
presidente Alí Abdullah Saleh, un aliado de Estados Unidos, en
manifestaciones inspiradas por la agitación social en Egipto.
"Después de Mubarak, Alí",
pedían los manifestantes, en referencia al presidente yemenita, que, como
Hosni Mubarak, está en el poder desde hace 32 años.
Varios abogados vestidos de
negro, encabezados por el jefe de su sindicato, se sumaron a los
manifestantes, que marcharon a la plaza Tahrir (Liberación), llamada igual
que la emblemática plaza central de El Cairo.
Las protestas contra el gobierno
ganaron impulso en las últimas semanas y la amenaza de mayores disturbios
llevó a Saleh a ofrecer concesiones significativas, incluyendo el compromiso
de no buscar la reelección en 2013.
Sin embargo, ayer, cuarto día
consecutivo de protestas, las manifestaciones derivaron en violentos
enfrentamientos cuando seguidores del gobierno, armados con botellas rotas,
dagas y piedras, atacaron a quienes protestaban. La policía terminó
encerrando a miles de manifestantes dentro del campus de la Universidad de
Sanaa.
También hubo protestas en la
ciudad industrial de Taiz, donde las fuerzas de seguridad lanzaron proyectiles
al aire para dispersar a la multitud.
En un comunicado difundido ayer,
la organización internacional Human Rights Watch denunció la
"brutalidad" de la policía yemení y denunció el uso de pistolas
de descarga eléctrica contra los manifestantes. Además, hubo informes de
ataques a periodistas, entre ellos el corresponsal de la BBC.
Yemen es uno de los países que
más ha sentido el contagio de Túnez y Egipto. Sin embargo, los analistas
advierten que cualquier agitación política se desenvolverá más lentamente
y con más derramamiento de sangre, por tratarse de una nación fuertemente
armada y con importantes lealtades tribales.
Hubo
manifestaciones en Yemen y en Argelia
Sanaa, Yemen.– Las protestas
masivas que amenazan la estabilidad de varios gobiernos del mundo árabe
continuaron ayer en Argelia, Túnez y Yemen, centro por tercer día
consecutivo de fuertes enfrentamientos entre partidarios y detractores del
presidente, Ali Abdullah Salih.
Cerca de 3000 manifestantes, en
su mayoría estudiantes, pretendían organizar una protesta ante el palacio
presidencial en Sanaá cuando los defensores del gobierno y la policía se
enfrentaron con ellos para impedírselo. Por lo menos cuatro personas
resultaron heridas, según fuentes de la oposición.
La principal alianza opositora,
que reúne a varios partidos, anunció ayer que aceptaba la convocatoria del
presidente Salih a iniciar un diálogo nacional para analizar reformas políticas.
Salih, que gobierna desde hace 32 años, había anunciado la semana pasada que
no se presentaría a su reelección al finalizar su actual mandato, en 2013.