El dictador pierde el control del este
de Libia
Gadafi lanza al Ejército contra el
pueblo
Algunos testigos calculan en más de
200 los muertos en la capital
Hay deserciones de políticos
y jefes militares
Por Ignacio Cembrero
El País, 22/02/11
Seis días después de que se
iniciaran las protestas en Libia, el régimen de Muamar el
Gadafi se tambalea. Pero las que pueden ser las últimas
horas del gobernante más antiguo de un país africano
–Gadafi lleva casi 42 años en el poder– se están
desarrollando en medio de un baño de sangre.
Todas las informaciones procedentes de
Trípoli apuntan que desde helicópteros y también aviones
militares se está ametrallando e incluso lanzando bombas a
los manifestantes, a los que además se reprime en las
calles con carros de combate. Primero les tocó el turno a
los distritos de Tajura y Fashlum y, al caer la noche, al
barrio residencial de República. Las cifras de muertos,
ninguna de ellas confirmada, se disparan. La televisión panárabe
Al Yazira, que informó insistentemente de los raids sobre
Trípoli, sostiene que podrían ser 250 en la jornada de
ayer.
La información relativa a los
bombardeos aéreos fue desmentida por Saif el Islam, hijo
del coronel Gadafi, en declaraciones a la agencia oficial
Jana transmitidas luego por la televisión nacional en un
mensaje sobreimpreso en pantalla. "Las Fuerzas Armadas
han bombardeado depósitos de armas situados en zonas
alejadas de concentraciones urbanas", afirmó Saif el
Islam, quien desmintió "informaciones según las
cuales las Fuerzas Armadas han bombardeado las ciudades de
Trípoli y Bengasi".
Mientras, un grupo de oficiales del Ejército
libio han urgido en un comunicado a los soldados que
"se sumen al pueblo" y contribuyan a la marcha de
Gadafi, informó anoche Al Yazira. La televisión señaló
además que los militares han pedido a las tropas que
marchen hacia Trípoli para incrementar la presión sobre el
dictador, informa Reuters.
Los datos fragmentarios sobre lo que es
probablemente una gran matanza de civiles llegan a través
de los testimonios que recogen las televisiones árabes,
sobre todo Al Yazira; de las ONG de derechos humanos y también,
sin pulir, a través de Internet, que, curiosamente, volvió
a funcionar en parte del país, así como los teléfonos móviles.
Sea cual sea la cifra final, parece ya evidente que será en
el país menos poblado del norte de África (6,3 millones de
habitantes) donde más habrá corrido la sangre.
Trípoli, donde la Fuerza Aérea
intentaba aplastar la rebelión civil, ha sido prácticamente
la última aglomeración urbana alcanzada por la oleada de
protestas, que arrancó el martes pasado en Bengasi, la
segunda ciudad del país (un millón de habitantes) y se
propagó de este a oeste. La Federación Internacional de
Derechos Humanos proporcionó incluso una lista de las
ciudades liberadas por los manifestantes, que encabeza
Bengasi seguida por Musratha, Tobruk y Sirte.
Cuando Saif el Islam, el hijo designado
por Gadafi para sucederle, pronunciaba, el domingo por la
noche, un discurso por televisión, se produjeron en Trípoli
los primeros enfrentamientos serios. La intervención
televisiva de Saif el Islam, en la que advirtió del peligro
de una guerra civil, tuvo un efecto contraproducente. No
amedrentó a los manifestantes, sino todo lo contrario. Los
choques se generalizaron ayer en la capital, en la que
fueron quemados al menos dos edificios públicos, entre
ellos la sede de la televisión y varias comisarias y
locales oficiales y de los comités revolucionarios del régimen.
Gadafi estuvo todo el día en paradero
desconocido, aunque pasada la medianoche hizo una brevísima
aparición (22 segundos) en la televisión pública, que fue
recogido por la cadena panárabe Al Arabiya. "Estoy en
Trípoli y no en Venezuela, contrariamente a lo que informan
las emisoras de los perros", dijo, en referencia al
rumor que le situaba en el país sudamericano. El Gobierno
venezolano y el viceministro de Exteriores libio, Jalid
Kayem, lo habían desmentido horas antes.
Pero su hijo Saif, que no desempeña
ningún cargo, parece haber cogido las riendas. Ayer volvió
a hablar en televisión y se mostró algo más flexible.
Prometió abrir "una investigación" sobre el uso
de la violencia, que será presidida por un juez libio.
Si Gadafi sigue aún en el país, otros
se van o renuncian a servirle. Es el caso de dos pilotos de
la Fuerza Aérea que llegaron a la vecina isla de Malta y
pidieron asilo. Es también el caso del ministro de
Justicia, Mustafá Abdelijali, que dimitió para protestar
por el "uso desproporcionado de la violencia"
contra los manifestantes. Y de una retahíla de diplomáticos
que dimiten en cascada, como el embajador adjunto de Libia
ante la ONU y su equipo, lo que demuestra la descomposición
del régimen.
El Ejército egipcio anunció que abría
la frontera común sin restricciones, así como la instalación
de dos hospitales de campaña para acoger a los heridos. Los
hospitales tunecinos más cercanos a la frontera recibieron
refuerzos para atender a las posibles víctimas que les
lleguen.
Liberada Bensasi, la
segunda ciudad de
Libia
"Ahora vamos a por Trípoli"
afrol News, 21/02/11
La segunda ciudad de Libia, Bengasi,
está en manos del pueblo, que cuentan con el apoyo de
tropas del ejército. Los manifestantes están acudiendo en
masa a la capital, Trípoli, para la batalla final.
Numerosas fuentes información desde
Bengasi – incluyendo a los funcionarios de hospitales y
del poder judicial, manifestantes en las calles y fuentes
diplomáticas – coinciden en que la ciudad del este de
Libia está firmemente en manos de los manifestantes que han
protagonizado las protestas de los últimos días contra el
régimen de Gadafi. Incluso Saif el Islam Gadafi, hijo del líder
libio Muammar Gadafi, admitía en un discurso televisado
anoche, más o menos, que la ciudad ya se encontraba en
manos de los manifestantes.
La batalla en Bengasi ha conllevado un
gran costo para los manifestantes, en su mayoría jóvenes,
frente a los ataques del ejército, la policía y las tropas
utilizando helicópteros y ametralladoras. Fuentes
sanitarias, alrededor de la medianoche, hablaban de "al
menos 300 muertos", incluyendo a manifestantes y
miembros del ejército.
Pero desde la tarde del domingo, la atmósfera
en Bengasi ha sido más festiva. Con la mayoría de las
fuerzas de seguridad dejando las armas o incluso
fraternizando con los manifestantes, grandes grupos de
residentes de la ciudad se atrevieron a salir a las calles
para demostrar su apoyo y celebrar la inesperada victoria.
Después de tomar el control de la sede
de las fuerzas de seguridad en Bengasi, los residentes de la
ciudad salieron hoy en grandes masas a la calle para
celebrar el pleno control popular de Bengasi. En la calle se
puede observar hoy todo tipo de personas, desde jueces y
abogados bailando con alegría ante los tribunales, a médicos
y enfermeras mostrando su alegría frente a los hospitales.
En las inmediaciones de Al–Bayda,
también una importante ciudad del este de Libia, la situación
es menos clara. La mayoría de las informaciones que llegan
desde la ciudad concluyen que los manifestantes se están
haciendo con el control total del poder y las fuerzas
armadas han cesado la lucha.
Algunos insisten en que
"Al–Bayda es más segura y estable que nunca".
Otras informaciones no confirmadas hablan de ofensivas del
ejército en el aeropuerto de Al–Bayda.
En otras partes de la región este de
Libia – históricamente llamada Cirenaica – se
indicanque las ciudades de Derna, Tobruk, Al Marj y Ajdabya
ya han sido igualmente "liberadas", representando
así la mayor parte de los grandes asentamientos de población
en el este del país, hacia la frontera con Egipto.
En Derna y Al–Bayda, las tropas de la
policía local cambiaron de bando y dispararon contra el ejército
cuando éste abrió fuego contra los manifestantes. En
Tobruk – lugar emblemático por su batalla en la 2ª
Guerra Mundial – los manifestantes afirman haber tomado el
control y abierto la cercana frontera egipcia, para que
ahora puedan ser enviados suministros a las "zonas
liberadas".
El oeste de Libia, nuevo
campo de batalla
Ayer, el muro del miedo incluso se rompía
en la capital del país, Trípoli. Antes de esto, muchos
pueblos del oeste de Libia ya habían registrado protestas
tan contundente como en el este, mientras el gobierno
denunciaba que los disturbios eran un "movimiento
separatista" en el este de Libia.
Las informaciones que llegan ahora
desde las ciudades del oeste del país son más escasas y
contradictorias, pero hay indicios de que los manifestantes
se han hecho con el control de varios lugares clave, como es
el caso concreto de la zona sur de Trípoli. El pueblo de
Az–Zintan parece ser el núcleo de la "zona
liberada" en el oeste, ayudando a otras ciudades y
pueblos a aplastar la resistencia que todavía muestra el ejército.
Ayer, los principales pueblos y
ciudades cerca de Trípoli –en la región histórica de
Tripolitania– organizaron grandes protestas contra el
gobierno. La gran ciudad de Khoms, a unos 120 kilómetros al
este de Trípoli, registró la mayor protesta, y la lucha
continúa.
Desde la ciudad costera de Sirte,
situada entre Cirenaica y Tripolitania, también llegan un número
creciente de informaciones sobre el avance de los
manifestantes después de que tropas del ejército dejasen
las armas. Una victoria en Sirte abriría un corredor clave
de este a oeste para los manifestantes, permitiendo que el
las partes "liberadas" del este de Libia puedan
ayudar a los manifestantes en la zona de Trípoli.
Pero la cuenta atrás para el régimen
de Gadafi parece que ya tiene lugar en la capital. Fuentes
independiente informan de duros combates hoy con más de 60
muertos en Trípoli. También aquí, el miedo ha
desaparecido a pesar de que las fuerzas armadas están
utilizando artillería pesada.
En Trípoli, agentes del gobierno
vestidos de civiles se están infiltrando en las protestas,
sacando repentinamente cuchillos y apuñalando a los
manifestantes. Los manifestantes también informan de que
suelen aparecer en las calles coches de civiles disparando
violentamente a la multitud.
Sin embargo, los manifestantes en Trípoli
están ganando terreno, sobre todo expulsando "a los
manifestantes a favor de Gadafi" – supuestamente
pagados por el régimen – de la céntrica Plaza Verde.
Varios edificios del gobierno en el centro de Trípoli están
ardiendo, incluida la Casa del Pueblo o
"parlamento".
Los combates en Trípoli parecen estar
aumentando a medida que pasan las horas. La mayoría de los
extranjeros ya han sido evacuados de la ciudad, mientras
numerosos altos cargos libios se apresuran a dejar de sus
puestos. La mayoría cree que el régimen está luchando su
última batalla final y está condenado a perder.
Opositores a Gadafi
queman el "parlamento" en Trípoli
afrol News, 21/02/11
Horas después de que
el hijo del dictador Gadafi advirtiese en televisión del
peligro de una guerra civil en Libia, los manifestantes
arrasan edificios oficiales en la capital, Trípoli. Las
fuerzas del orden prácticamente han desaparecido.
Saif el Islam Gadafi,
conocido como el hijo "reformista" del líder
libio Muamar Gadafi, pronunciaba anoche un discurso poco común
e improvisado en la televisión estatal libia, hablando por
primera vez de los disturbios y oleada de violencia que han
sacudido el país durante los últimos días. En su
discurso, bastante contradictorio, dijo que la situación en
el este de Libia está fuera de control, pero que el ejército
no "escatimará esfuerzos para recuperar el
control".
Sus palabras, sin
embargo, no parecen haber calmado los ánimos de los miles
de manifestantes que piden la caída del régimen Gadafi.
Poco después de su discurso, se registraron disparos y
numerosas protestas en la capital del país, Trípoli, donde
en los últimos días el régimen había impedido las
protestas multitudinarias contra Gadafi.
Distintos testigos en
Trípoli han informado de duros enfrentamientos esta
madrugada entre manifestantes prodemocráticos y
simpatizantes del régimen Gadafi. La organización de
defensa de los derechos humanos Human Rights Watch cifra
hasta el momento un total 233 muertos y un millar de
heridos. Por su parte, fuentes médicas en Libia han
confirmado al menos 200 muertos.
Varios testigos en Trípoli
han podido informar a través de Tweeter que los
manifestantes han prendido fuego a varios edificios
gubernamentales en Trípoli, entre ellos la sede del
parlamento (casa del pueblo). Además, las sedes de la
televisión y la radio públicas han sido saqueadas y
quemadas por una enfurecida multitud, pocas horas después
de la emisión del discurso televisado de Saif el Islam
Gadafi.
Por su parte, la
cadena 'Al Yazeera' informa de que la sede central del
Gobierno libio y el edificio que alberga el Ministerio de
Justicia en Trípoli también han sido pasto de las llamas,
al mismo tiempo que las fuerzas del orden prácticamente han
desaparecido de las calles de Trípoli.
De esto modo, todo
parece indicar que los jóvenes manifestantes en Trípoli,
hasta ahora feudo de Gadadi, han perdido el miedo y han
salido a las calles. Ya a lo largo de esta noche un millar
de jóvenes se ha hizo con el control de la céntrica Plaza
Verde, ahora centro de las manifestaciones de protesta,
hasta que las policía ha dispersado a los manifestantes con
el uso de gases lacrimógenos.
Gadafi amenaza
con
una guerra civil en Libia
afrol News, 21/02/11
Saif el Islam, el
hijo "reformista" de Gadafi, ha culpado de los
disturbios en Libia, en un discurso televisado, a los
separatistas de Bengasi, los drogadictos, los extranjeros y
los islamistas, admitiendo que la situación está fuera de
control.
Saif el Islam Gadafi,
conocido como el hijo "reformista" del líder
libio, pronunció un discurso poco común y acorazonado en
la televisión estatal esta noche, hablando por primera vez
de los disturbios que han sacudido el país durante los últimos
días.
En el discurso,
bastante contradictorio, dijo que la situación en el este
de Libia está fuera de control, con el país "en una
encrucijada, pero que el ejército no escatimará esfuerzos
para recuperar el control.
Gadafi dijo que los
disturbios en Bengasi habían ocurrido tras la inspiración
de los acontecimientos en Túnez y Egipto, con los medios de
comunicación extranjeros alentando a los "elementos
separatistas". Sin embargo, afirmó que en su mayoría
son extranjeros y toxicómanos quienes estaban participando
en las protestas en Bengasi.
El ejército no
estaba bien preparado y efectivos de la policía habían
respondido disparando a la multitud, algo que, naturalmente,
había desatado la furia, admitió Gadafi. "Se han
cometido errores por ambos partes", dijo en un momento
dado, mientras que poco después culpaba de toda la situación
a toxicómanos y extranjeros.
En Al–Baida, también
en el este de Libia, culpó de las protestas a los
islamistas radicales que anteriormente habían salido de la
cárcel. Estos "habían declarado un emirato en
Al–Baida", afirmó Gadafi, contradiciendo
completamente las informaciones emitidas por los propios
manifestantes en esta ciudad.
Admitió que los
manifestantes habían tomado prácticamente el control de
Bengasi y Al–Baida. En ambas ciudades, los civiles habían
tomado el control del material del ejército, incluyendo
tanques, armas y municiones. Los manifestantes han informado
de otra manera, mencionando en su lugar que algunos
efectivos de la policía se habían sumado a las protestas,
obteniendo así un mayor control de estas dos ciudades del
este de Libia.
En su improvisado
discurso, Saif el Islam Gadafi ha recordado en varias
ocasiones a los libios que el país no es como Túnez o
Egipto, haciendo alusión a las guerras civiles en la década
de 1930 y los "tribus y clanes" que, según él,
siguen constituyendo la sociedad libia. "Ahora, todo el
mundo está armado", advirtió, y dijo que una escalada
de la violencia llevaría a una sangrienta guerra civil y
una división del país.
Por otra parte,
ofreció una segunda opción en materia de reformas democráticas
y sociales. Si los libios deciden o no ir a una guerra
civil, el gobierno convocará mañana una reunión popular
– sin mencionar a quien se invitaría – para finalmente
redactar una constitución y embarcarse en reformas democráticas.
Sin embargo, Gadafi
volvió de nuevo a llamar a los manifestantes drogadictos,
extranjeros, islamistas y separatistas, sin dar una apertura
a conversaciones a a quienes ahora protestan contra el régimen.
Poco antes del
discurso, un diplomático libio había dicho a la popular
emisora árabe 'Al Yazeera' que Gadafi "ya había
abandonado el país, rumbo a Venezuela", añadiendo que
se había producido un tiroteo entre sus propios hijos.
Había, por lo tanto,
una gran decepción ante el discurso en Libia. Pero pocos
creen que va a servir mucho para detener las protestas. Más
bien lo contrario, ya que el régimen ha demostrado ahora
que sus poderes son limitados. El reinado del miedo,
definitivamente, se ha roto en Libia.
Una "guerra
urbana" se extiende en
las ciudades de Libia
afrol News, 20/02/11
Mientras los
manifestantes en Libia están siendo masacrados por las
fuerzas de seguridad de Muamar Gadafi, matando a casi 200,
los libios hablan ya de una "guerra urbana". La
lucha se ha extendido a Trípoli, la capital.
Al menos 174 muertes
han sido confirmadas por los hospitales locales, según la
última actualización de la organización estadounidense
Human Rights Watch (HRW). Fuentes hospitalarias confirman
que se está utilizando munición de guerra de gran calibre
contra los manifestantes, y algunos llegan a los centros
hospitalarios con heridas de arma de fuego de hasta 4 centímetros
de diámetro.
Manifestantes en
Libia – que sólo pueden comunicarse por teléfono ya que
Internet está bloqueado – confirman estas informaciones.
Un manifestante en
Bengasi – la segunda ciudad de Libia y centro de los
disturbios – informa por teléfono que aproximadamente 900
personas han sido asesinadas o gravemente heridas por la
munición, tan sólo en esta ciudad. "Muchos heridos
están en estado crítico", añade. Los hospitales se
están quedando sin sangre.
Distintas
informaciones desde Bengasi indican que la ciudad es una
zona en guerra. Los "guardias revolucionarios" se
han instalado en un edificio, a modo de fortaleza, en el
centro de la ciudad, y disparando hacia las zonas de las
protestas. Se han usado helicópteros para disparar a los
manifestantes, y hay numerosos "coches con cuatro
personas en el interior con armas de fuego, pasando por la
calle y disparando a la gente".
Aún más
preocupante, hay cada vez más informaciones sobre el uso de
tropas de mercenarios africanos contra los manifestantes en
Bengasi.
Los residentes en
Bengasi hablan ya de una "masacre" en referencia a
la "batalla" que se libra en este momento.
"Los jóvenes aquí en Bengasi no quieren parar, porque
si se detienen, eso es todo, Bengasi se acabó. Así que no
quieren parar. Todos ellos están en las calles",
informa esta tarde un residente en Bengasi.
En Al–Baida, otro
centro de disturbios cercano a Bengasi, se han recibido
informes similares de la guerra urbana entre jóvenes
manifestantes y el régimen de Gadafi, disparando contra los
manifestantes. El movimiento de protesta sigue siendo más
fuerte en esta región este de Libia.
La novedad del día
es que las protestas se han extendido a la capital, Trípoli,
que hasta ahora había estado totalmente bajo el control del
régimen. También hoy, los partidarios de Gadafi han
ocupado la Plaza Verde en el centro de Trípoli, lo que
dificulta a los manifestantes a favor de la democracia
hacerse con esta posición central.
Sin embargo, se han
desatado numerosas protestas y luchas en numerosos suburbios
de Trípoli. El área de Fashloom se ha convertido en el
primer centro de las protestas, pero el régimen ha enviado
rápidamente a la Guardia Revolucionaria, policía y
francotiradores a la zona, utilizando munición y cuchillos
para dispersar a la multitud.
Pero tan pronto como
las multitudes fueron dispersadas en Fashloom, otras
multitudes protestando aparecieron espontáneamente
alrededor de la ciudad. "En cuestión de minutos, la
gente del comité revolucionario se lanzaron sobre
ellos", según informa un manifestante en Trípoli,
diciendo que agentes vestidos de civil, de repente, sacaron
cuchillos en el medio de la multitud, apuñalando a los
manifestantes. Varios han sido asesinados y hay numerosos
heridos.
"Lo juro por
Dios, esto es la guerra urbana", dice el manifestante
en Trípoli.
Las protestas en
Bengasi, Trípoli y otras muchas ciudades libias continúan,
desplazándose de un lugar a otro. De hecho, a lo largo del
día, se han intensificado. Los manifestantes lo saben: si
lo dejan ahora, la guerra está perdida.
Ambas partes están
obligadas a intensificar la lucha. En Bengasi, los últimos
informes indican que los jóvenes manifestantes están
utilizando piedras y "jalateena" – pequeñas
granadas que se utilizan para capturar peces – para
defenderse. Al mismo tiempo, el régimen está enviando más
tropas a la ciudad.
La guerra urbana en
Libia, al parecer, sólo ha comenzado. Human Rights Watch,
mientras tanto, advierte de en el país se está
desarrollando un gran desastre, un desastre de derechos
humanos.
Excepto en Trípoli,
el "Día de la ira"
se extiende en Libia
afrol News, 17/02/11
Las protestas en
Libia se extienden como un reguero de pólvora por todo el
país, con pequeñas ciudades y capitales de provincias
liderando las manifestaciones, mientras las fuerzas de
seguridad impiden grandes manifestaciones en la capital, Trípoli.
Para hoy se había
anunciado un día de ira en Libia contra el régimen de
Muamar Gadafi a través de los medios de comunicación
sociales, y la idea fue recibida con tanto entusiasmo que
las protestas ya comenzaban ayer en algunas partes del país.
Las protestas durante
esta mañana se han centrado en la mitad este del país –
alrededor de las ciudades de Bengasi y Al–Baida – que
tradicionalmente se ha opuesto al régimen de Gadafi y la
región de Trípoli. Una insurgencia armada en la región,
en la década de 1990, había amenazado seriamente al régimen
de Gaddafi.
En Bengasi, la
segunda ciudad de Libia, las protestas de ayer se
enfrentaron a la brutalidad policial, con más fuerzas
policiales que manifestantes. Según informan varios
activistas a afrol News, en la ciudad de Al–Baida, sin
embargo, las protestas de ayer continuaron con rabia durante
toda la noche, a pesar de que se usaron helicópteros para
disparar contra los manifestantes.
Las fuerzas de
seguridad también utilizaron gas lacrimógeno y municiones
para poner fin a las protestas, matando a al menos tres
personas en Bengasi y Al–Baida durante los enfrentamientos
de la noche de ayer. Informaciones no confirmadas hablan de
hasta 15 manifestantes asesinados, sobre todo por los
ataques de los helicópteros.
Durante el día de
hoy, las protestas prosiguen de nuevo en las dos ciudades
del este. Desde Al–Baida y Benghazi, activistas informan a
afrol News que comercios, tiendas y bancos están cerrados,
las clases escolares se han suspendido y miles de
manifestantes en las calles piden que Gadafi deje el poder.
La manifestación en Bengasi está tratando de ocupar la céntrica
Plaza de Omar Mukhtar.
Tal vez más
sorprendente es el hecho de que también ciudades más pequeñas
en el interior de Libia y la parte occidental del país se
han unido hoy a las protestas, amenazando con extenderse a
todo el país.
En el pueblo de
Az–Zintan, situado en las montañas del oeste de Libia y
cercano a Ar–Rujban, los manifestantes han "tomado el
control" de las calles.
Informaciones locales
desde Az–Zintan citan que los "Guardianes de la
Revolución" han huido de la ciudad y las oficinas
locales de las fuerzas de seguridad han sido tomadas por el
pueblo, que al mismo tiempo está prendiendo fuego a varios
edificios. También en las inmediaciones de Ar–Rujban, los
vecinos han conseguido echar de la ciudad a las fuerzas de
seguridad.
Nuevas informaciones
no confirmadas indican que los manifestantes en la ciudad
noroccidental de Yifrin (Yefren) también han prendido fuego
a un edificio del gobierno local. Igualmente informes no
confirmadas desde la ciudad oriental de Darnah (Derna)
afirman que "todos están protestando".
La zona más
tranquila de Libia hasta el momento es la capital, Trípoli,
donde el gobierno se ha asegurado prepararse para evitar
protestas. Ya ayer, todos los estudiantes fueron obligados a
participar en manifestaciones a favor de Gadafi, bajo la
amenaza de perder su derecho a estudiar. Sin embargo, la
multitud que acudió a una manifestación a favor del régimen
en el centro de Trípoli era más bien pequeña.
También activistas
de defensa de los derechos humanos que están organizando
protestas en Trípoli han sido arrestados durante los últimos
días, lo que representa un gran impedimento para las
protestas previstas en la capital libia.
Hoy, las calles de Trípoli
están en gran parte vacías, con la mayoría de la población
local quedándose en casa para evitar ser asociada con
cualquiera de los lados. Se han observado, no obstante,
pequeños grupos manifestándose a favor del régimen, e
incluso más pequeñas manifestaciones contra Gadafi en
algunas en algunas partes de la ciudad.
En otras partes de
Libia, y entre la diáspora libia en el extranjero, la falta
de grandes protestas en Trípoli está causando una gran
decepción. "¡Vamos Trípoli! ¡Despierta", es
uno de los numerosos mensajes que están llegando a Twitter
durante el día de hoy a medida que se ha hecho evidente que
la capital no se va a unir a protestas que se viven en el
resto del país.
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