Libia,
hacia una guerra civil prolongada
Ofensiva
de Gadafi en varios frentes
El
gobierno transitorio del Consejo Nacional en el este volvió
a
pedir a Occidente que se abstenga de intervenir militarmente
Agencia
Associated Press (AP), 09/03/11
Gadafi lanzó una feroz
embestida por aire y por tierra; los rebeldes habrían perdido el control de
la ciudad
de Zawiya, que quedó destruida.
Trípoli.– Las tropas leales a
Muammar Gadafi lanzaron ayer una ofensiva generalizada contra las posiciones
de los grupos rebeldes que desafían su poder desde hace tres semanas.
Mientras continuaba el asedio sobre la ciudad de Zawiya, próxima a la capital
libia, los ataques aéreos se intensificaron en Ras Lanuf, el puerto petrolífero
del Este donde se detuvo el avance de los opositores.
En ese frente, la aviación de
Gadafi bombardeó por tercer día consecutivo la ciudad de Ras Lanuf, última
posición conquistada por los rebeldes y desde la que pretendían seguir
avanzando hacia Sirte, la cuna y bastión del dictador, ubicada a mitad de
camino entre Trípoli y Benghazi, en manos de la oposición. Ayer se
produjeron, por lo menos, cuatro incursiones aéreas cerca de las posiciones
rebeldes en Ras Lanuf.
Uno de los ataques derribó una
casa en un área residencial de la zona. Aunque sin reportes fiables de víctimas
mortales, fuentes rebeldes reconocieron haber sufrido varias bajas desde que
los cazas de Gadafi comenzaron su ofensiva aérea.
Desde una posición ubicada a
unos siete kilómetros al oeste de Ras Lanuf, varias decenas de combatientes
de la insurrección circulaban por el desierto en vehículos o a pie, sin un
destino claro. Algunos transportaban heridos al hospital de la ciudad. Fuentes
médicas señalaron a la cadena Al–Jazeera que habían atendido a más de 20
heridos graves, algunos de ellos con severas amputaciones. El pequeño
hospital de Ras Lanuf, con recursos muy limitados, pidió ayuda internacional
urgente. Si los bombardeos continúan, advirtieron los médicos del
establecimiento, no podrán atender a más heridos.
Los rastros de los bombardeos se
hacían evidentes en una ciudad casi sin pobladores, evacuados ante el avance
de las tropas khadafistas. Cargados con sus pertenencias, los habitantes de la
ciudad fueron abandonando en las últimas horas sus hogares con destino a la
localidad de Ajdabiya, 200 kilómetros al Este.
El uso de aviones de combate por
parte de las fuerzas gubernamentales ha dejado en evidencia la vulnerabilidad
de las fuerzas rebeldes en su intento por marchar en territorio abierto a lo
largo de la costa mediterránea. Además, podría propiciar una mayor
implicación de las potencias mundiales en el conflicto armado libio y el
establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre el país para negarle a
Gadafi esa ventaja.
Mientras Gadafi intensificaba la
ofensiva contra las posiciones rebeldes, el régimen desmintió que hubiera
propuesto a los insurgentes una salida negociada del poder del líder libio a
cambio de garantías sobre su integridad y la de su familia.
Eufórico, el dictador visitó
ayer el hotel Rixos de Trípoli, donde se hospeda la mayoría de los
periodistas extranjeros, para conceder entrevistas a las cadenas de televisión.
Vestido con una túnica negra, el coronel saludó a los presentes en el hall
del hotel levantando los brazos y cerrando los puños en señal de victoria.
Decidido a aplastar la rebelión,
el autócrata libio intensificó también la ofensiva en el frente oeste,
especialmente en Zawiya, una ciudad de unos 200.000 habitantes, situada a tan
sólo 50 kilómetros de Trípoli y con una importante refinería. La
resistencia numantina de los rebeldes estaba ayer a punto de quebrarse, después
de varios días de asedio continuo de los tanques de Gadafi. Un vocero del régimen
dijo que la ciudad estaba ayer prácticamente bajo su control y que sólo un
pequeño grupo de unos 40 insurgentes resistía al avance del ejército en el
centro de la ciudad.
Un habitante de Zawiya que logró
huir del cerco a través de granjas agrícolas relató que los tanques de
Gadafi estaban destruyendo la ciudad. "Zawiya está en ruinas; muchos
edificios están completamente destruidos, incluidos los hospitales; disparan
[las fuerzas leales] a todo aquel que se mueve por la calle y los hospitales
están repletos de heridos", dijo.
El cerco sobre la ciudad ha
impedido un éxodo masivo hacia la frontera con Túnez, donde se agolpan
decenas de miles de refugiados desde el inicio del conflicto armado. El corte
del suministro eléctrico y de las comunicaciones agrava aún más la
desesperada situación de los habitantes de Zawiya.
El régimen ha impedido la
presencia de la prensa internacional en la ciudad. Sólo las imágenes de la
cadena Sky News, único medio internacional en el lugar, lograron mostrar una
zona arrasada en las inmediaciones de la céntrica Plaza de los Mártires, con
carros de combate calcinados, baterías artilladas destruidas y restos de
encarnizados combates por todas partes.
Con la resistencia de Zawiya
casi aplastada, Gadafi movilizó más tropas hacia Sirte, su bastión en el
centro del país. Sólo la ciudad de Misurata, en manos rebeldes, le impide
controlar toda la costa entre Trípoli y Sirte, un escenario que dividiría al
país en dos mitades: el Oeste, controlado por el régimen, y el Este, en
manos de la coalición revolucionaria y bajo el gobierno transitorio del
Consejo Nacional, que ayer volvió a pedir a Occidente que se abstenga de
intervenir militarmente en el país.
Tras
fallidas protestas en Trípoli,
empieza la guerra civil
afrol
News, 05/03/11
Los manifestantes en Trípoli no
tenían ninguna posibilidad contra el uso brutal de la fuerza del régimen de
Gadafi. Las fuerzas rebeldes en otras partes de Libia, por lo tanto, han
tenido que iniciar una ofensiva militar en dos frentes.
El viernes suele ser el día de
la caída de los dictadores en el Norte de África, tal y como ha demostrado
la historia en Túnez y Egipto. La mayoría de los rebeldes en Libia esperaba
que el viernes pasado, o ayer, daría lugar a protestas multitudinarias también
en Trípoli, presionando lo suficiente al régimen de Gadafi para provocar su
caída.
Pero, a pesar de que muchos lo
deseaban, los residentes en Trípoli no tenían ninguna posibilidades ayer, ya
que sus protestas eran aún más limitadas que el viernes de la semana pasada.
Sólo en algunos barrios obreros
de la capital libia – en particular Fashloom y Tajura – se registraron
grandes protestas con un máximo de uno mil participantes. Cientos de
manifestantes que intentaron unirse a ellos en el centro de Trípoli fueron
dispersados con gases lacrimógenos por las fuerzas armadas a favor del régimen.
La situación no podía
compararse con los cerca de un millón de manifestantes en El Cairo. La
diferencia, por supuesto, era que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, no tenía
un ejército leal. Pero en Trípoli, las fuerzas pro–Gaddafi disparan a
matar.
Las brigadas del ejército y
unidades de la Fuerza Aérea que todavía siguen siendo leales al régimen
también se utilizan tácticas inteligentes para impedir que los manifestantes
armados y unidades rebeldes de los vecinos pueblos y ciudades
"liberados" puedan ayudar a sus compañeros en Trípoli. En los
ataques a las "ciudades liberadas" los manifestantes participan a
nivel local, lo que les obliga a concentrarse para defender sus ciudades en
lugar de ayudar a la revolución en Trípoli.
Mientras el "Plan A"
– una rebelión en Trípoli – fracasa, y los ataques contra las ciudades
"liberadas" por las tropas pro–Gaddafi se intensifican, las
unidades rebeldes no tuvieron ayer otra alternativa que iniciar una
contraofensiva.
Comenzó una
guerra civil
En el este de Libia, hasta ahora
firmemente en manos de los rebeldes, un ataque aéreo en la terminal petrolera
de Port Brega y su estratégico aeropuerto por parte de las tropas pro–Gaddafi
permitió un ataque a la ciudad "liberada" de Aljdabiyah. Por
primera vez, la principal "ciudad liberada", Bengasi, envió tropas
al frente para ayudar a proteger y recuperar esta área estratégica.
Desde su bastión en la ciudad
de Sirte, el régimen de Gaddafi también lanzó ayer un ataque contra la
cercana ciudad petrolera de Ras Lanuf. La lucha ha sido intensa, llegando
tropas rebeldes de
Hoy, al parecer, las tropas
rebeldes han consolidado su victoria en Ras Lanuf. Los rebeldes dijeron haber
contado con la ayuda vital de los ciudadanos locales. Sin embargo, 12 rebeldes
han muerto en esta primera verdadera batalla de la guerra civil en Libia.
En el este, Sirte puede ser el
próximo campo de batalla. Sirte, la ciudad natal del coronel Gadafi, en un
principio se redujo a los manifestantes, pero fue recuperada rápidamente por
las tropas pro–Gaddafi. Las informaciones desde Sirte – también situada
estratégicamente en la principal ruta de este a oeste de Libia – indican
que las tropas rebeldes también podrían esperar aquí el apoyo popular si se
produce un ataque.
El frente occidental, compuesto
principalmente por Trípoli y los pueblos y ciudades hacia la frontera con Túnez,
sigue siendo más inseguro para los rebeldes.
En el oeste, casi todas las
zonas urbanas están en manos de los rebeldes, pero siguen siendo zonas
aisladas en un área dominada por algunas de los más fuertes brigadas del régimen
de Gadafi y sus milicias, siempre con suministros procedentes de Trípoli.
Ninguna ciudad o pueblo está a salvo de los ataques de estas tropas.
También hoy, la ciudad de Al–Zawiya
ha sido constantemente atacada por la bien equipada Brigada de Khamis,
dirigida por el hijo menor del coronel Gadafi. Al–Zawiya es la ciudad más
cercana a Trípoli bajo control de los rebeldes y donde han tenido ya lugar
algunas de las más sangrientas batallas para volver a recuperar el control de
la ciudad.
La lucha de hoy es descrita como
especialmente "feroz" en Al–Zawiya, con la Brigada de Khamis
rodeando la ciudad. Distintas fuentes locales han informado a afrol News que
hay muchas víctimas, y algunas incluso hablan de una masacre. Las tropas
rebeldes – compuestas por unidades desertadas del ejército y civiles que
reciben formación – han logrado poner en marcha varias ofensivas. La lucha
sigue en marcha.
En el frente occidental, pueblos
y ciudades "liberados" no han tenido hasta el momento la posibilidad
de unir sus fuerzas. Cada área urbana tiene que defenderse, por lo menos,
hasta que las tropas rebeldes del este logren llegar a esta región.
El
destino de Libia ahora parece que se decidirá por la guerra, no por la
revolución. Hasta el momento, los rebeldes parecen tener la ventaja, pero es
totalmente incierto cuánto tiempo durará la lucha para eliminar al régimen
de Gadafi.
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