Libia

El bloque decidió no seguir la iniciativa de Francia y Gran Bretaña para
una intervención militar

Divide a la Unión Europea el conflicto en Libia

Alemania se opuso a la propuesta de Sarkozy y Cameron

Por Luisa Corradini
Corresponsal en Francia
La Nación, 12/03/11

La ONU, dividida sobre
una acción en Libia

Nueva York (Reuters, 12/03/11).– Un dividido Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas discutió ayer sobre la posibilidad de crear una zona de exclusión aérea en Libia, pero no se llegó al consenso entre sus 15 miembros. Rusia continuó mostrándose reticente ante la iniciativa. Por su parte, Francia, que junto con Reino Unido ha liderado el llamado a prohibir los vuelos militares en el país magrebí, expresó su esperanza de que el Consejo de Seguridad tenga en cuenta la reciente adhesión a su propuesta de los países integrantes de la Liba Arabe.

Paris.– La gran mayoría de los miembros de la Unión Europea (UE) se negó ayer a seguir a Francia y Gran Bretaña en su proyecto de preparar una intervención militar en Libia. La cumbre de Bruselas terminó en plena discordia. En ese clima de tensiones y confusión, numerosos países del bloque criticaron duramente la actitud francesa de reconocer a la oposición al régimen de Muammar Gadafi como único representante legítimo de Libia.

La cumbre tuvo lugar mientras las fuerzas del régimen continuaban bombardeando posiciones rebeldes en el este de Libia. Gadafi, que parece estar retomando el control del territorio, ofreció una amnistía a los rebeldes que depongan las armas.

A su llegada a Bruselas, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó estar dispuesto –junto con el primer ministro británico, David Cameron– a lanzar acciones "puntuales" contra las fuerzas libias en caso de que Gadafi utilice armas químicas o bombardee a la población.

Adelantándose a las decisiones de la cumbre, París y Londres habían redactado anteayer un texto común donde evocaban claramente una propuesta de ataques aéreos "quirúrgicos". Lejos de conseguir la aprobación unánime de los otros 25 países de la UE, esa actitud inconsulta creó un auténtico malestar en el resto del bloque, en particular en Alemania e Italia, no necesariamente dispuestos a seguir al tándem franco–británico.

Visiblemente irritada, la canciller alemana, Angela Merkel, insistió en la necesidad de que Europa "hable con una sola voz" en la crisis libia.

La segunda gran divergencia de los socios europeos con París reside en el reconocimiento de la oposición a Gadafi como único representante libio. Anteayer, Francia se transformó en el primer (y único) país en reconocer al Consejo Nacional de Transición (CNT) como "representante legítimo" de Libia, con intercambio de embajadores.

"Aconsejo con vehemencia mirar muy de cerca si esas personas que dicen representar al pueblo libio hablan verdaderamente en nombre del pueblo", declaró el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle, visiblemente irritado por la actitud de París. "Hasta hace muy poco, ciertos miembros de la oposición eran miembros del régimen de Gadafi", señaló.

Tras varias horas de agitadas discusiones, el único punto de consenso alcanzado por la UE fue la exigencia de que Gadafi debe abandonar el poder. Ese reclamo del bloque figura en el texto de la declaración.

Los europeos también acordaron organizar "zonas humanitarias", primero en Túnez y después en Libia, una vez que la situación se haya estabilizado, a fin de socorrer a la población civil afectada por los combates. La UE decidió, además, reconocer al CNT como "interlocutor legítimo", pero no único y, mucho menos, como "representante legítimo" del país, como pretendía Francia.

En cuanto a los ataques militares solicitados por París y Londres, el bloque afirmó su voluntad de "estudiar todas las opciones" para proteger a los civiles. Sin embargo, para autorizar ese tipo de operaciones, esos ataques deberán cumplir tres condiciones: responder a "necesidades demostrables", tener "una base jurídica clara" (en alusión a un mandato de las Naciones Unidas) y estar "sometidas a un acuerdo previo de la Liga Arabe".

Al término de la cumbre, Angela Merkel se declaró por su parte "extremadamente escéptica" sobre una acción militar europea en Libia.

La canciller alemana tiene sobrados motivos para estar molesta. Socio principal de Francia para salvar la zona euro de la crisis en la que se encuentra desde hace meses, Alemania siente que fue "puenteada" en esta crisis por Gran Bretaña, la otra gran potencia militar de la UE.

"Esto se asemeja mucho a una ofensiva destinada al frente interno, como parte de una campaña electoral. Teniendo en cuenta que ejerce la presidencia del G–20, Sarkozy quiere presentarse como presidente del mundo y dar la imagen de salvador del pueblo libio, que conducirá ese país a la democracia", opinó un diplomático europeo.

Con los peores índices de popularidad de su mandato y a sólo un año de las elecciones presidenciales, Sarkozy intenta recuperar su prestigio ante la opinión pública francesa por todos los medios.

En caso de victoria de la oposición libia, Francia podría beneficiarse con generosos intercambios comerciales por parte de ese país, gran productor de petróleo.

La imagen de una Francia "humanitaria" también sería importante para el presidente. Esos galones igualmente le permitirían borrar las acerbas críticas que recibió cuando acogió con toda pompa a Gadafi en París en 2008 y los titubeos de la diplomacia francesa ante las recientes revoluciones en Túnez y Egipto.


El gobierno de Berlusconi se divide ante la crisis libia

Por Miguel Mora
Desde Roma
El País, 07/03/11

Berlusconi toma distancia
de Gadafi

Bruselas (ANSA, 12/03/11).– Al término de la cumbre que celebró ayer la Unión Europea en Bruselas, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo ayer que el dictador Muammar Gadafi "no puede ser considerado más un interlocutor creíble" para Italia ni para la comunidad internacional.

El premier, que desde el estallido del conflicto en el país africano mantuvo un sugerente silencio, tomó así distancia del líder libio, con quien había mantenido estrechos vínculos durante los últimos años. "Invitamos a Gadafi a renunciar a su cargo y a las acciones que está llevando a cabo contra sus conciudadanos", se desmarcó ayer Berlusconi.

"Mantenemos abiertas todas las opciones que resulten necesarias", en coordinación con "las Naciones Unidad, la Unidad Africana y sobre todo la Liga Arabe", añadió. Además, consideró que Gadafi nunca va a abandonar el poder por temor a tener que comparecer ante la justicia internacional.

Mientras el ministro del Interior dice que EEUU debe "calmarse" si no quiere crear un nuevo Afganistán, el titular de Exteriores afirma que la única solución es la intervención militar.

El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ha afirmado hoy que es "difícil imaginar" que aviones italianos puedan verse implicados en la guerra de Libia, aunque ha añadido que "por lealtad euro–atlántica", Roma "no podrá negar el uso de sus bases militares y su apoyo logístico" en caso de que la comunidad internacional decidiera aprobar una zona de exclusión aérea en Libia.

El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ha afirmado hoy que es "difícil imaginar" que aviones italianos puedan verse implicados en la guerra de Libia, aunque ha añadido que "por lealtad euro–atlántica", Roma "no podrá negar el uso de sus bases militares y su apoyo logístico" en caso de que la comunidad internacional decidiera aprobar una zona de exclusión aérea en Libia.

Según Frattini, "Roma ya ha confirmado a sus aliados que sus bases estarán disponibles, con la condición de que haya un cuadro de legitimidad internacional, una resolución del consejo de seguridad de la ONU y una resolución de la OTAN".

Además, el ministro ha añadido que la única solución para frenar la deriva de la guerra civil será la intervención militar. "La tragedia que vemos suceder ante nosotros no podemos pararla mañana si no es haciendo la guerra, y la guerra no es un vídeojuego, la guerra es una cosa seria", ha dicho.

Si se aprueba la prohibición de volar sobre territorio libio, ha proseguido Frattini, "eso significa que hay aviones que sobrevuelan impidiendo que otros aviones despeguen, y si lo hacen es necesario disparar, por tanto la única cosa seria que se puede hacer es considerar cómo pueden contribuir países como Italia".

El problema que se plantea al Gobierno de Silvio Berlusconi no es de fácil solución. El Tratado de Amistad y Cooperación firmado entre Trípoli y Roma en agosto de 2008 prohíbe específicamente a Roma poner sus bases a disposición de terceros para intervenir militarmente contra Libia.

Cuando se dio a conocer el texto del acuerdo ratificado por el Parlamento en 2009, algunos parlamentarios afirmaron que el Tratado era ilegal porque obligaba a Italia a incumplir sus pactos con la OTAN y la comunidad internacional.

El titular de Defensa, Ignazio La Russa, ha insistido hoy en que el Tratado de Amistad entre Roma y Trípoli está "suspendido" a la espera de que "aparezca una entidad estatal libia con la cual dar otra vez vigor al acuerdo". Diversos observadores señalan, en cambio, que el Tratado fue firmado entre dos Estados, no entre dos gobiernos, y sigue por tanto vigente.

Intentando quizá tender puentes con sus aliados occidentales, Frattini ha revelado que Italia ha contactado con el Consejo Nacional Libio "pero lo ha hecho con discreción". "Tenemos mejores contactos que los demás", ha presumido, "y de hecho nos piden a menudo ayuda en estas horas".

Los contactos se han producido con el ex ministro de Justicia de Gadafi, líder del movimiento opositor, y con la red de embajadores que ha desertado del régimen, que según el ministro del Gobierno de Silvio Berlusconi "están ejerciendo una acción importante para formar un consenso".

La descoordinación del Ejecutivo italiano ante el conflicto que vive su ex colonia es palmario. El sábado, el ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga del Norte, afirmó que Estados Unidos debería "calmarse un poco" si no quiere que Libia se convierta en "una nueva Afganistán", y desafió a Washington al añadir que "Libia está muy cerca de Europa y es Europa quien debe resolver el problema".

Hoy, su colega de Defensa ha declarado que "Libia no será un nuevo Afganistán", y sobre una posible intervención militar ha afirmado que "la decisión compete a los organismos internacionales". "No toca intervenir a un solo país, y menos que nadie a Italia", ha dicho La Russa en una entrevista a Il Mattino.

Mientras tanto, un millar de refugiados tunecinos han llegado durante la noche y la mañana a Lampedusa, en una sucesión de doce desembarcos. El centro de identificación y expulsión de la isla está de nuevo por encima de su capacidad, que es de 850 plazas. Interior ha puesto en marcha un puente aéreo para trasladar a los inmigrantes hasta otros centros de Sicilia y del continente.

Las informaciones que llegan desde Túnez afirman que unos 300 ciudadanos norteafricanos se han embarcado esta mañana en el puerto de Zarzis con destino a Italia. La travesía hasta Lampedusa dura entre 10 y 12 horas cuando el tiempo es bueno. Hoy, el mar está completamente en calma.