Decenas de miles de palestinos se han
manifestado hoy en Cisjordania y Gaza para reclamar el fin
de la división entre Hamás y Fatah, los dos partidos
ferozmente enfrentados desde la guerra interna de 2007. Las
protestas han sido numerosas, pero han resultado paradójicamente
dominadas por los propios partidos a los que se reclamaba
unidad. Los convocantes, grupos de jóvenes y estudiantes
movilizados a través de redes sociales en Internet, se han
declarado frustrados por la "manipulación
partidista".
En Ramala, la capital administrativa de
la Autoridad Palestina, miembros de Fatah han ocupado desde
primera hora la céntrica plaza de Al Manara. En Gaza han
sido miembros de Hamas los que han tomado la delantera. En
la plaza del Soldado Desconocido de Gaza se han registrado
algunas protestas de la multitud contra el protagonismo de
Hamás, cuyos dirigentes han sufrido abucheos. Finalmente la
protesta se ha dividido en dos, con Hamás por un lado y los
jóvenes independientes que reclamaban unidad, por otro.
"Yo no entiendo qué hacen aquí
los partidos políticos", se quejaba en Ramala Abber
Zaghari, una joven universitaria que portaba una pancarta en
la que se leía: "No a los partidos. No a la religión.
Todos somos palestinos". Allí, en la plaza de Al
Manara, en Ramala, diez jóvenes que no militaban en ningún
partido llevaban tres días en huelga de hambre para
protestar contra una división que hacía estéril todo
esfuerzo palestino por luchar contra la ocupación. Uno de
ellos, Aref Fogha, de 16 años, con la pierna dañada por un
disparo israelí en Betunia (afueras de Ramala), se declara
frustrado. "La jornada de hoy no me parece un éxito,
la manifestación vuelve a ser fraccional, de Fatah aquí y
de Hamás en Gaza, y eso no es positivo". "Pienso
permanecer en huelga de hambre hasta que los palestinos
tengamos un Gobierno de unidad", ha añadido.
Pasadas las dos de la tarde, los
manifestantes seguían cantando consignas de unidad en la
ciudad de Gaza y amenazaban con quedarse en la calle hasta
lograr su objetivo. "El Gobierno de Hamás nos ha dado
un ultimátum hasta las cuatro de la tarde, pero no pensamos
irnos", asegura por teléfono Ayman Mghamis desde la
protesta en Gaza.
Las razones de
la protesta palestina
del 15 de marzo
Somos un grupo de jóvenes palestinos
que nos hemos unido con el único propósito de dejar atrás
nuestras identidades y afiliaciones políticas y hemos
decidido poner nuestros mejores intereses comunes por encima
de todo y bajo nuestra bandera palestina. Hemos hecho un
llamamiento a realizar manifestaciones pacíficas el martes
15 de marzo por toda la nación palestina: en la Franja de
Gaza y Cisjordania, en los territorios de 1948 y en la diáspora
palestina, convocando a todo nuestro pueblo bajo un mismo
lema: “¡El pueblo quiere que acabe la división!”
Convocamos a la acción pacífica en
apoyo de la unidad en la escena política palestina bajo un
mismo símbolo: la Organización por la Liberación de
Palestina (OLP).
La división en la entidad política
palestina ha afectado negativamente a todos y cada uno de
los aspectos de nuestras vidas: social, económica,
educativa e intelectualmente. Son los palestinos normales y
corrientes quienes están pagando el precio de cuatro años
largos de división que sólo benefician al ocupante israelí.
Nuestra campaña para poner fin a la
división nació de un pensamiento que promovió el debate;
algunos jóvenes decidieron hacer todo lo posible para que
esta iniciativa pudiera llevarse a cabo. Día tras día, la
idea fue creciendo y se convirtió en un plan y después en
una decisión pública que ya no puede silenciarse, ni ante
el miedo ni ante la opresión y, más importante, tampoco
puede ignorarse ni olvidarse. Así es como llegamos a
nuestra decisión de manifestarnos el 15 de marzo, para
expresar el rechazo del pueblo ante el statu quo y las prácticas
del “liderazgo” político.
Es una idea tan hermosa en su sencillez
y pureza que todos los intentos de los partidos políticos
por alterarla, complicarla o acusar a quienes la apoyan de
estar al servicio de alguna agenda subversiva, han
fracasado. Y tras descubrir que este es un movimiento auténtico
que no es más que un reflejo de la conciencia del despertar
del pueblo palestino, los partidos políticos se muestran
consternados o confusos. ¿Reprimimos o no reprimimos?, esa
es la pregunta que se están haciendo ahora.
En las últimas semanas, hemos
trabajado de todo corazón para extender la idea entre la
gente, animándola a participar con sus familias, a confiar
en que su voz se escuchará una vez que la levanten, a creer
unos en otros y comprender que estamos juntos en esto sin
que importe qué afiliaciones o creencias profesamos. Hemos
intentado convencerles de que uniéndose a nuestro
llamamiento sobre el terreno venceremos los temores que
anidan en nuestro interior, y que si nos mantenemos juntos
como uno solo para proclamar y exigir nuestros derechos,
nadie podrá hacernos daño ni oprimirnos.
Las manifestaciones pacíficas del 15
de marzo serán el comienzo de toda una serie de actividades
y el primer día de una sentada de duración indefinida. La
idea principal es que vamos a mantenerlas hasta que el
“liderazgo” político entre en razón, se someta a las
demandas del pueblo y emprenda acciones serias para
cumplirlas. Lo que suceda a continuación está totalmente
en manos del pueblo.
Este movimiento es desde el pueblo y
por el pueblo. En cuanto al movimiento Gaza Youth Breaks
Out (GYBO) [La Juventud de Gaza Estalla] y otros grupos
participantes que trabajan sobre el terreno, sólo tenemos
el honor de haber tomado la iniciativa. Todo lo demás
depende de cómo responda la calle palestina y de la fuerza
que pueda demostrar.
Las cosas no serán fáciles; hay
amenazas de posible violencia de alguna de las partes o
temor ante un posible caos. Pero tenemos toda nuestra fe
puesta en nuestro llamamiento y en nuestro pueblo. Estamos
apostando por la conciencia patriótica palestina y porque
todos sabrán aceptar, respetar y saludar nuestras
diferencias, perdonar el pasado y empezar de nuevo,
mostrando al mundo un verdadero ejemplo de la tolerancia
palestina. Nuestros llamamientos son pacíficos y nuestro único
objetivo es restaurar la armonía perdida en la sociedad
palestina.
La campaña para poner fin a la división
es una decisión pública largamente esperada para poder
extirpar y eliminar todos los temores. Hay una larga lista
de razones que han hecho que la gente esté más que harta y
es por eso por lo que van a hacer que se escuchen sus
demandas.
Los palestinos ya han comprendido que
con su silencio y sumisión a la voluntad de los partidos
políticos, aceptando que les manipulen y les aterroricen,
se han convertido en cómplices y por ello tan culpables
como los mismos partidos.
La gente va a salir a las calles a
hacer cuanto pueda para conseguir el cambio y romper el
sentimiento general de indiferencia que ha estado agobiando
nuestros corazones a lo largo de los últimos cuatro años.
Nosotros, palestinos, con todos
nuestros diferentes orígenes, no permitiremos que nos sigan
ignorando. Proclamaremos nuestros derechos como ciudadanos y
seres humanos que merecen respeto, protección y
reconocimiento como la única fuente de poder legítimo.
Nuestro gobierno debe comprender que nosotros, el pueblo,
somos una fuerza con la que hay que contar. No van a poder
engañarnos con discursos y palabras, ya hemos tenido
suficientes. Creemos que las acciones hablan más alto que
las palabras y nosotros, el pueblo palestino, estamos
haciendo nuestra parte con esta iniciativa para darle al
“liderazgo” una oportunidad más para que se puedan
ganar nuestra confianza.
El 15 de marzo pondremos fin a la
relación unidireccional entre gobernantes y pueblo.
La división entre los palestinos tiene
que acabar ya. No ha servido más que para debilitar nuestra
causa, y en lugar de permanecer como símbolo
internacionalmente reconocido de la lucha justa y legítima
que siempre ha sido, se ha deteriorado convirtiéndose en
una ilusión de autoridad y posiciones que permiten que
nuestro verdadero opresor y ocupante, Israel, nos viole
continuamente. Israel continúa secuestrando y encarcelando
a más y más palestinos inocentes sin un juicio justo,
violando nuestros territorios, destrozando nuestros hogares,
arrancando nuestros árboles, robando nuestro patrimonio,
bombardeando nuestras ciudades y asediando la Franja de Gaza
durante cinco años consecutivos. Israel continúa violando
las resoluciones de las Naciones Unidas sin que nadie le
responsabilice por ello. Y si no hay un liderazgo palestino
adecuado, no habrá nadie capaz de impedir que Israel siga
haciendo lo que quiera.
Por eso nuestro mensaje es claro y
sencillo: acabar con la división, respetar y tener en
cuenta a la opinión pública palestina y trabajar por la
prosperidad de los palestinos para allanar el camino con el
fin de establecer un Estado palestino democrático e
independiente. La unidad es una necesidad.
Nuestro llamamiento también va
dirigido a todos los palestinos, sed fieles a vosotros
mismos, sed fieles a vuestra causa, sed fieles a los
sacrificios que nuestro gran pueblo ha hecho a lo largo de
63 años de sufrimiento. Salid a la calle el 15 de marzo,
denunciad la división y denunciad a todo aquel que la
provoque.
Juntos, en nombre de nuestra sagrada
causa, de nuestros mártires y prisioneros, llamamos a la
unidad bajo nuestra bandera palestina. No hay absolutamente
ninguna duda en nuestros corazones de que nuestras
manifestaciones pacíficas constituirán el amanecer de un
nuevo día en Palestina, al cual cada palestino, cada
palestina, sentirá que pertenece.
(*) Rahwan Abu Shahla pertenece
al grupo “La Juventud de Gaza Estalla”. Vive en Gaza.