Damasco.– En otro viernes de
ira en el mundo árabe, miles de sirios participaron ayer en manifestaciones
por la democracia, que fueron reprimidas duramente por el gobierno del
presidente Bashar al–Assad y dejaron un saldo de por lo menos nueve muertos
y cientos de heridos.
Los movimientos opositores
sirios habían convocado para ayer a una jornada nacional de protestas en todo
el país, llamada el Viernes de los Mártires, para recordar a los
manifestantes muertos en las últimas dos semanas de represión.
La mayor manifestación ocurrió
en Deraa, una ciudad agraria situada al Sur, donde unas 5000 personas tomaron
las calles cantando "queremos libertad" y "la sangre de los mártires
será cara". Según la agencia de noticias AFP, murieron seis personas
por los disparos de los francotiradores. Otras agencias hablaban de diez
muertos.
En Douma, situada 15 kilómetros
al norte de la capital, fallecieron otras tres personas. Según el relato de
un testigo, los manifestantes salieron de una mezquita tras la oración
semanal y empezaron a lanzar piedras contra los policías, que respondieron
con balas.
Por primera vez desde el inicio
de las protestas, el 15 de marzo, hubo manifestaciones contra el gobierno en
la región de mayoría kurda, situada en el norte del país.
El gobierno reconoció ayer que
hubo concentraciones en favor de una reforma política, pero aseguró que
"no hay fricción" entre las fuerzas de seguridad y los
manifestantes. Según organismos defensores de los derechos humanos, se estima
que hasta más de 100 personas podrían haber muerto desde que comenzaron las
protestas, que fueron reprimidas violentamente por el régimen de Al–Assad,
que gobierna Siria con mano de hierro desde hace casi 40 años.
Más
protestas
Por otra parte, en Yemen, en lo
que fue la mayor manifestación desde que empezaron las protestas, cientos de
miles de yemeníes salieron a las calles en varias ciudades para pedir la
renuncia del presidente, Ali Abdullah Saleh, en el poder desde hace 32 años.
Muchas mezquitas de Saná, la capital del país, cerraron las puertas, un
hecho sin precedente para un viernes.
Además, en Jordania, miles de
personas se manifestaron pacíficamente en la capital, Amman, para exigir la
dimisión del primer ministro, Maruf Bajit.