Un selecto puñado de
dirigentes elegidos antes de la muerte de Osama Bin Laden,
que murió el lunes por la mañana en un ataque de fuerzas
especiales paquistaníes y estadounidenses en un complejo en
Abbottabad, a unos 65 kilómetros al norte de la capital
paquistaní, Islamabad, se hará cargo del comando de al-Qaeda.
La muerte de Bin Laden, de 54 años,
por quien existía una recompensa de 50 millones de dólares,
probablemente también marcará el comienzo de un cambio del
teatro de guerra de Afganistán a Pakistán, dijeron
personas informadas de al-Qaeda a Asia Times.
Los contactos de Asia Times en el área
tribal de Waziristán del Norte –un centro militante–
confirmaron ya que se han convocado varias reuniones en la
ciudad de Mir Ali para formular estrategias. Todos
confirmaron una represalia inmediata y feroz contra Pakistán
y la ruptura de todos los acuerdos de alto el fuego con los
militares paquistaníes.
EE.UU. ha estado siguiendo el rastro a
Bin Laden desde que éste huyó de Afganistán cuando las
fuerzas estadounidenses invadieron el país en 2001 para
deponer a los talibanes en represalia por los ataques del 11
de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington; Bin
Laden y al-Qaeda planificaron los ataques mientras eran huéspedes
de los talibanes.
“Puedo informar al pueblo
estadounidense y al mundo, de que EE.UU. ha realizado una
operación que mató a Osama Bin Laden”, dijo el
presidente Barack Obama, también comandante en jefe de
EE.UU., en la Casa Blanca. “Después de un tiroteo,
mataron a Osama Bin Laden y se hicieron cargo de su
cuerpo”, dijo Obama. “La muerte de Bin Laden es el logro
más significativo hasta la fecha de los esfuerzos de
nuestra nación para derrotar a al-Qaeda”.
Se cree que uno de sus hijos, dos de
sus esposas y numerosos ayudantes también murieron en la
incursión, que incluía helicópteros artillados.
La muerte de Bin Laden fue confirmada
por los servicios de inteligencia paquistaníes. El teniente
general Ahmad Shuja Pasha, director general de la Dirección
de Inteligencia Inter-Servicios (ISI), dijo que ISI sabía
de la operación y formó parte de todo el proceso.
EE.UU. ha puesto a todas sus embajadas
en estado de alerta y ha advertido a los estadounidenses de
ataques de represalia de al-Qaeda. Esto se corresponde con
información obtenida por Asia Times Online de que es
probable que la muerte de Bin Laden reanime operaciones
internacionales de terror contra capitales occidentales que
habían terminado después de la gran revuelta árabe de
2011.
A finales del pasado mes, Bin Laden
advirtió de que al-Qaeda desencadenaría una “tormenta
nuclear infernal” si él fuera capturado, según
documentos diplomáticos confidenciales publicados por
WikiLeaks.
Obama dijo que la CIA se había
aproximado al rastro de Bin Laden desde octubre de 2010 y
que había sido visible en los radares de inteligencia a
principios de este año, algo sobre lo que Asia Times informó
en exclusiva:
Luego de un prolongado cese temporal,
la CIA lanzó una serie de operaciones encubiertas en las
escarpadas montañas del Hindu Kush de Pakistán y Afganistán
después de sólidas informaciones de que el líder de al-Qaeda
Osama Bin Laden ha estado cruzando por el área en las últimas
semanas para reuniones de alto nivel en reductos militantes.
(Bin Laden hace sonar las campanas de alarma, 25 de marzo).
Los próximos pasos
Después de la agitación en Medio
Oriente y el Norte de África, Bin Laden había sido
incitado a la acción para crear unidad dentro de los
cuadros islamistas de Pakistán y Afganistán en la batalla
afgana contra los estadounidenses. Por este motivo viajó
recientemente a Pakistán para reunirse con Gulbuddin
Hekmatyar, el legendario muyahidín afgano, fundador y líder
del partido político y grupo paramilitar Hezb-e-Islami
Afghanistan y muchos otros altos líderes yihadistas. Se
cree que Osama se fue a Abbottabad hace unos 20 días y que
estaba a punto de irse de nuevo, según fuentes de Asia
Times Online.
Dijeron que la shura (consejo) de la
dirigencia de al-Qaeda, dirigirá la organización y que se
decidirá posteriormente sobre un nuevo jefe. Una nueva
generación de comandantes incluye a Sirajuddin Haqqani,
Qari Ziaur Rahman, Nazir Ahmad e Ilyas Kashmiri, quienes han
unido sus fuerzas con al-Qaeda.
Durante los últimos años, Bin Laden
se había convertido más en un personaje emblemático
popular que en un líder en la práctica –la mayor parte
de las políticas organizativas eran dirigidas por su
adjunto, el doctor egipcio Ayman al-Zawahiri, y otros ideólogos-.
Por ello, se puede esperar que los mecanismos operativos
sigan siendo los mismos.
Sobre la base de la interacción con
altos dirigentes de al-Qaeda, este corresponsal no tiene
dudas en predecir que la Operación Osama Bin Laden marca el
comienzo de un cambio del mayor teatro de guerra de Afganistán
a Pakistán, que todos los esfuerzos previos de reconciliación
entre militantes paquistaníes y Pakistán serán saboteados
y que todas las armas se dirigirán contra el establishment
militar paquistaní.
(*) Syed Saleem Shahzad es
director de la Sección de Pakistán de Asia Times y autor
del libro “Inside Al-Qaeda and the Taliban 9/11 and Beyond”,
que Pluto Press publicará en breve. Puede contactarse con
él en: saleem_shahzad2002@yahoo.com