Bin Laden estaba escondido en una
ciudad militar
BBC World, 02/05/11
Osama bin Laden, el hombre más
buscado del mundo, estaba viviendo en medio de miles de
militares: la ciudad paquistaní de Abbottabad, a sólo 100
kilómetros de Islamabad –la capital–, sede de la mayor
academia militar del país y lugar preferido de retiro de
militares.
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Esta residencia donde supuestamente vivía bin Laden está
enclava en una ciudad militar.
En los 80’, bin Laden, con
el apoyo de EEUU, Arabia saudita y el ejército de Pakistán,
organizó combatientes
islamistas para luchar contra la
ocupación soviética en Afganistán. Así fue
“fundada” Al Qaeda.
Los lazos entre bin Laden y sectores militares
pakistaníes al
parecer se mantuvieron
después de su
ruptura con Estados Unidos. |
Según los detalles divulgados sobre el
operativo en el cual murió Osama bin Laden, el denominado
"cerebro" de los ataques del 11 de septiembre de
2001 en Nueva York y Washington se encontraba en un complejo
fortificado en las afueras de Abbottabad.
La muerte de Bin Laden
Obama anuncia la caída del líder de
Al–QaedaBin Laden, el hombre que atemorizó a EE.UU.Un
duro golpe para al–Qaeda, pero no su fin
El editor del servicio en urdu del
Servicio Mundial de la BBC, Sajid Iqbal, explicó que
Abbottabad es una ciudad militar ubicada en la provincia de
Khyber Pakhtunkhwa, en el noreste de Pakistán.
Es una ciudad pequeña, en ningún caso
comparable con otras ciudades paquistaníes como Karachi o
Lahore, añadió.
El complejo donde se encontraba Osama
bin Laden estaba ubicado muy cerca –a menos de un kilómetro–
de la Academia Militar de Pakistán, conocida como la
Academia Militar de Kakul, la más grande del país.
Sin embargo, como le dijo Sajid Iqbal a
BBC Mundo, el fortificado complejo de 2.500 metros cuadrados
donde habitaba el líder de al–Qaeda estaba ubicado en una
zona rural, sin edificaciones aledañas.
Aunque estaba en un lugar aislado, su
proximidad a la Academia Militar de Kakul dotaba al recinto
de una posición altamente estratégica para Bin Laden.
Se trata de una zona con una fuerte
presencia militar y donde la población civil está
principalmente conformada por gente retirada y algunos burócratas,
que van allí debido al mejor clima que hay en comparación
con otras ciudades más grandes, dijo Iqbal.
Seguridad sin opulencia
La Academia Militar de Kakul es
considerada el centro de entrenamiento militar de élite por
excelencia en Pakistán y es el equivalente en ese país a
la prestigiosa Academia Militar de Sandhurst en el Reino
Unido.
La academia tiene tres batallones de
formación y tres compañías donde cientos de cadetes cada
año inician su formación por un período de cuatro años.
El complejo se encuentra cerca de la
Academia Militar de Pakistán.
"Antes de la partición entre
India y Pakistán en 1947, todos los oficiales élites eran
entrenados en Sandhurst, Inglaterra. Sin embargo, después
de la partición India estableció su propia academia y
Pakistán hizo lo mismo en Abbottabad", señaló Iqbal.
Debido a la proximidad del complejo al
centro de acantonamiento militar, la zona cuenta con una
presencia militar constante y varios puestos de control.
"En ese lugar existe una
permanente presencia de oficiales militares y de guardias en
servicio", agregó el editor del servicio en urdu de la
BBC.
Estos fuertes niveles de seguridad eran
convenientes para Bin Laden, el hombre que por casi una década
fue el más buscado por Estados Unidos y por cuya cabeza había
una recompensa de US$25 millones.
De acuerdo con testigos locales, el
complejo estaba rodeado por muros de más de cuatro metros
de altura, por lo que no se podía ver qué estaba
sucediendo en su interior.
El complejo tenía dos niveles y las
paredes tenían en su parte más alta alambre de púas y había
cámaras de seguridad.
"Según hemos visto en la televisión
que nos llega desde Pakistán, la gente dice que el complejo
tenía una apariencia normal, no era para nada lujoso como
se dijo inicialmente. Era fortificado pero no había signos
de opulencia, señalaron los entrevistados", expresó
Iqbal.
Algunas agencias de noticias informaron
que el complejo tenía dos puertas de seguridad y no tenía
líneas de teléfono o internet .
Iqbal señaló al respecto que esta
información específica no ha sido confirmada pero añadió
que no es descabellado pensar que aunque había cámaras de
seguridad no había líneas telefónicas fijas.
"Por cuestiones de seguridad él
tendría teléfonos satelitales y sistemas de comunicación
de punta, mucho más avanzados que las líneas de teléfono
fijo u otros sistemas a través de los cuales pudiera ser
localizado".
Un residente local le dijo al servicio
en urdu de la BBC que la casa fue construida por un hombre
pastún hace al menos unos seis años y aseguró que ninguno
de los lugareños estaban al tanto de quién vivía
realmente allí.
La operación que culminó con la
muerte de Osama bin Laden comenzó alrededor de las 17:30
GMT del domingo y duró unos 45 minutos, fuentes militares
dijeron a la BBC.
Entre tres y cuatro helicópteros
fueron vistos volando a baja altura sobre la zona. Testigos
indicaron que la operación causó pánico entre los
residentes locales.
¿Estaba Pakistán
protegiendo a Osama
bin Laden?
BBC World, 02/05/11
Ahora que Osama bin Laden está
muerto, la pregunta obligada es: ¿cuánto sabían los
funcionarios paquistaníes sobre su paradero? ¿Le ayudaron
a ocultarse?
Luego de la noticia de su muerte, los
legisladores estadounidenses se preguntaban indignados cómo
era posible que Bin Laden viviera en una residencia de un
millón de dólares cerca de la capital sin que ninguna
autoridad local supiera sobre su presencia allí.
Los servicios de inteligencia de Pakistán
(ISI, por sus siglas en inglés) dijeron estar
"avergonzados" por el fracaso de sus intentos por
ubicar a Osama bin Laden.
Pero ¿realmente era posible que no
supieran nada, considerando que el hombre más buscado del
mundo vivía en una fortaleza ubicada a menos de un kilómetro
de la principal academia militar del país –el equivalente
al West Point estadounidense– , en una población afluente
a sólo 100 kilómetros de la capital?
"Creo que esto nos dice una vez más
que, por desgracia, Pakistán a veces está jugando un doble
juego", señaló el lunes la senadora republicana Susan
Collins, miembro de la Comisión de Servicios Armados del
Senado.
Collins y otros congresistas dijeron
que es momento de revisar los miles de millones de dólares
en ayuda que Washington le envía a Pakistán para la lucha
contra al–Qaeda.
John Brennan, asesor de alto rango del
presidente Barack Obama en temas relacionados con
terrorismo, dijo que era "inconcebible que Bin Laden no
hubiera tenido un sistema de apoyo en el país que le haya
permitido estar ahí por un largo período de tiempo".
Sin embargo, luego de horas de
silencio, el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, señaló
en un texto publicado en el diario The Washington Post que
el paradero del líder de al–Qaeda no era conocido por las
autoridades de su país y que él no sabía sobre el
operativo donde se le dio muerte.
No conjunta
La muerte de Osama bin Laden a manos de
fuerzas estadounidenses no fue una operación conjunta con
Pakistán, agregó el presidente.
"Aunque los eventos del domingo no
fueron una operación conjunta, una década de cooperación
y sociedad entre Estados Unidos y Pakistán condujeron a la
eliminación de Osama bin Laden como una amenaza continua
para el mundo civilizado", agregó, aunque hizo poco
por disipar las preguntas sobre cómo Bin Laden pudo vivir cómodamente
seis años cerca de Islamabad sin que los servicios secretos
lo supieran.
Como señala Aleem Maqbool,
corresponsal de la BBC en Abbottabad (ciudad donde fue
hallado Bin Laden), las dudas que generan las palabras de
Zardari serán difíciles de disipar.
Quizás sospechando del doble juego,
EE.UU. no les informó nada a las fuerzas paquistaníes sino
hasta después de finalizado el operativo.
Pero para Maqbool, "es interesante
que Pakistán esté haciendo tanto hincapié en que no
estuvo involucrado, pues está preocupado por una reacción
militante". Como recuerda el corresponsal, hay miles de
talibanes en las áreas tribales para los cuales Bin Laden
era un héroe.
Y como apunta Aamer Ahmed Khan, editor
del servicio urdu de la BBC, hacerle creer al mundo que
fracasó puede ser la única opción que tenía Pakistán
para evitar responder preguntas que apuntarían directamente
al corazón de su sistema de seguridad.
Paradoja
El "doble juego" de Pakistán
en las relaciones con EE.UU. no es nuevo: mientras que desde
el atentado del 11–S el gobierno central le ayuda a
Washington a capturar a combatientes de al–Qaeda –a
cambio de miles de millones de dólares–, partes de su ejército
y su servicio secreto le han dado apoyo a los principales
enemigos de Estados Unidos: a saber, los talibanes y su rama
más temida, la red Haqqani.
Washington es plenamente consciente del
doble juego y desde hace una década el papel de Pakistán
ha sido una de las grandes paradojas de la "guerra
contra el terrorismo" de Estados Unidos.
La revelación de que Bin Laden vivió
durante años cerca de una guarnición militar amenaza con
empeorar los ya tensos lazos de Estados Unidos con Pakistán.
Cabe recordar que el ex presidente
paquistaní Pervez Musharraf, en una entrevista con la CBS,
dijo que poco después del 11–S el subsecretario de Estado
Richard Armitage lo había amenazado con que si no
colaboraban en la lucha contra el terrorismo los bombardearían
hasta devolverlos "a la Edad de Piedra".
En entrevista con la BBC, Richard
Armitage dijo que no tiene ninguna duda de que, cuando pase
la euforia por la muerte de Bin Laden, la relación entre
Estados Unidos y Pakistán se verá bajo intenso escrutinio.
Armitage dijo que no era creíble que
al menos algunos elementos dentro de la estructura de
seguridad paquistaní no supieran de la presencia de Osama
bin Laden en el país. "Mi sospecha es que sabían
bastante", añadió.
"Creo que vamos a tener que
reconsiderar nuestros paquetes de ayuda a Pakistán y cómo
lidiamos con ellos en la arena internacional", agregó
Armitage.
Aliado indispensable
Sin embargo Pakistán dista de estar
indefenso en ese juego: su capacidad nuclear y su cercanía
a Afganistán lo convierten en un aliado casi obligado para
Washington.
Las relaciones entre ambos países
llegaron a un punto bajo después de que un contratista de
la CIA, Raymond Davis, matara a dos hombres en la ciudad
paquistaní de Lahore a principios de este año. A raíz del
incidente, Pakistán pidió que más de 300 agentes de la
CIA salieran del país.
Los ataques de aviones no tripulados de
Estados Unidos, que en muchos casos matan a civiles, son
otro ingrediente que enfurece a los paquistaníes.
Quizás para no enfurecer a Islamabad,
tanto Obama como la secretaria de Estado, Hillary Clinton,
destacaron el lunes que la captura de Bin Laden había sido
fruto de "años de colaboración" entre
autoridades de ambos países.
El martes, el primer ministro británico,
David Cameron dijo que el liderazgo paquistaní daba
"irrestricto apoyo" en la lucha contra el
terrorismo.
Este ha sido el discurso público en
torno a Pakistán en los últimos dos días. Aún no se sabe
si, a nivel privado, el mensaje es mucho más fuerte.
Un duro golpe para al–Qaeda, pero no
su fin
BBC World, 02/05/11
La muerte de Osama bin Laden anunciada
este domingo por el presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, no provocará la disolución de la red islamista
al–Qaeda pero sí la debilitará de manera importante, según
analistas consultados por BBC Mundo.
Según Carlos Rizowy, especialista en
terrorismo, "no se trata de un golpe mortal y no
predice la desaparición inmediata, pero sí surtirá un
efecto difícil de revertir".
Una idea con la que coindide Michael
Waller –experto en temas de seguridad nacional
estadounidense– quien asegura que "al–Qaeda
continuará" a pesar de la muerte del creador de la
organización.
"Considero que al final no
importará quién tome el liderazgo. Al–Qaeda ya es una
especie de franquicia", dijo a BBC Mundo.
Precisamente Gordon Corera, experto en
temas de seguridad de la BBC, indicó que la ideología de
al–Qaeda se ha diseminado bastante y que algunos de los
grupos afiliados, en lugares como Yemen, se han vuelto tan
peligrosos como el núcleo original de la organización.
Según Corera, "aquellos
inspirados por Bin Laden continuarán con sus esfuerzos por
perpetuar su legado, viéndolo ahora como un mártir. Quizás
tratarán de realizar ataques para mostrar que continúan
activos".
El sucesor
Ya se habla acerca de quién será el
posible sucesor de Bin Laden: se trata del doctor y cirujano
egipcio Ayman al Zawahiri, el número 2 de al–Qaeda.
"La muerte de Bin Laden
evidentemente tendrá su efecto. Sin embargo, mucha gente
cree que Al Zawahiri ya ha estado al mando de la organización
durante un tiempo", apunta Chip Hanlon, presidente de
la empresa de servicios de seguridad Delta.
El mismo Bin Laden había considerado públicamente
lo que ocurriría con al–Qaeda si él moría o era
capturado. A finales de 2001, en una entrevista ofrecida a
un periódico paquistaní, dijo: "la Jihad (guerra
santa) continuará aunque yo no esté presente".
De todas formas, aún no hay nada
escrito. De hecho, para Carlos Rizowy sería importante
considerar que de haber un problema de sucesión ideológica
(entre un líder más activo militarmente y otro más
inclinado hacia la labor política, por ejemplo), la red
podría dividirse.
"Victoria táctica"Rodolfo
Mendoza, presidente del Instituto de Investigación sobre la
Paz, Violencia y Terrorismo, asegura que esta "es una
gran victoria táctica para la seguridad de Estados
Unidos".
El hecho de que no haya sido una
operación aérea sino terrestre –sin víctimas
estadounidenses– le otorga valor.
"Fue una tarea difícil y
peligrosa que permitirá conocer detalles acerca de
exactamente dónde y cuándo ocurrió el hecho, si se
resistió, si lloró, si murió como un héroe o como un
cobarde. Y lo más importante: los extremistas no tendrán
un cuerpo que llevarse para adorar", explicó a BBC
Mundo Michael Waller.
"Es muy importante que la CIA
tenga el cuerpo de Bin Laden. No hay margen de error",
agregó.
Según él, el presidente Obama fue muy
inteligente al darle crédito en su discurso a su antecesor,
George W. Bush, pues "aunque tiene crédito, no fue un
trabajo de él solo".
El momento
Llama la atención que la muerte de Bin
Laden ocurra luego de las intensas protestas que continúan
llevándose a cabo en distintos países del mundo árabe.
"Es especialmente interesante este
momento. A pesar de la admiración que pudieran sentir
algunos musulmanes por Bin Laden, a la hora de protestar,
muchos han sido realmente moderados... un hecho que ha
herido ideológicamente a al–Qaeda", finaliza Waller.
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