Antes de emitirse la orden
griega de bloqueo, la docena de barcos de la segunda Flotilla de la Libertad
tenía previsto encontrarse “en aguas internacionales” para navegar hacia
Gaza con unas cinco mil toneladas de ayuda humanitaria.
El barco francés Louise Michel,
miembro de la flotilla internacional para Gaza, bloqueada en El Pireo, izó
las velas en gesto de protesta ayer y la Cancillería griega señaló que las
tensiones en Medio Oriente obligan a evitar “toda evolución que agrave el
clima en la región”.
Los militantes propalestinos del
Louise Michel recibieron el apoyo de sus compañeros del buque estadounidense
Audacity of Hope, interceptado el viernes por los guardacostas griegos cuando
intentaban zarpar. El capitán, un norteamericano, fue detenido y hoy
comparecerá ante un tribunal griego. Alain Connan, el capitán del barco
francés, que embarcó una pequeña cantidad de ayuda, explicó que no se
atrevía a desafiar la prohibición de partir –oficialmente vigente hasta
nueva orden–, exponiéndose a una larga pena de prisión.
Mustafá Marghuti, un
responsable de la iniciativa nacional palestina, denunció la “complicidad
europea y norteamericana” en el bloqueo marítimo impuesto por Israel a la
Franja de Gaza, gobernada por Hamas. Grecia propuso el domingo a la Autoridad
Palestina encargarse de trasladar a Gaza la ayuda reunida por los
organizadores de la flotilla, que inicialmente estaba integrada por diez
barcos con banderas de diversos países, varios de los cuales abandonaron el
proyecto.
La propuesta de Atenas,
divulgada por un comunicado ayer, para que sea Grecia la que entregue la ayuda
humanitaria, fue considerada “inaceptable” por los activistas. Los
pasajeros activistas del barco Gernika rumbo a Gaza, con unos 40 españoles a
bordo, protestaron ayer en el puerto de Chania, en la isla de Creta, contra la
propuesta de que Grecia entregue a Gaza la ayuda humanitaria, que en principio
debería llevar la flotilla internacional. “No vamos a aceptar que el
gobierno griego entregue la ayuda humanitaria y tampoco que suplante esta misión.
Estamos dispuestos a que inspeccionen los barcos y a nosotros. No tenemos nada
que ocultar”, dijo Manuel Tapial, miembro de la expedición española.
La segunda Flotilla de la
Libertad, compuesta por una decena de embarcaciones con unos 500 activistas a
bordo de unos 45 países, lleva unas 5000 toneladas de ayuda humanitaria y tenía
previsto encontrarse “en aguas internacionales” para navegar hacia Gaza,
antes de emitirse la orden griega de bloqueo.
El Tahrir, un barco de la
flotilla que quiere romper el bloqueo israelí de la Franja de Gaza, fue
interceptado ayer por fuerzas navales griegas tras haber zarpado de la isla de
Creta pese a una prohibición de las autoridades, mientras que Atenas advirtió
que la iniciativa propalestina podría causar muertos. La Guardia Costera de
Grecia bloqueó la nave, en la que iban canadienses, europeos, turcos y
australianos, poco después de haber salido sin permiso del puerto de Agios
Nikolaos, en el noreste de Creta, y la obligó a regresar a su muelle, informó
el Ministerio de Marina Mercante griego.
Un pasajero canadiense, David
Heap, confirmó los hechos vía telefónica y dijo que en la embarcación había
42 personas, más de la mitad de ellos compatriotas y el resto activistas de
Italia, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Turquía y Australia.
La semana pasada, Grecia prohibió
la partida de cualquiera de los barcos de la flotilla por motivos de
seguridad, un año después de que otro intento similar terminara con un
asalto de la Marina israelí que dejó nueve activistas turcos muertos. El
vocero de la Cancillería griega, Grigoris Delavekouras, dijo que el intento
de romper el bloqueo llega en un momento delicado para Medio Oriente, justo
cuando el partido Al Fatah, del presidente palestino, Mahmud Abbas, busca
superar una fractura de cuatro años con el movimiento islamista Hamas. El
enfrentamiento dejó a los palestinos con dos gobiernos rivales, uno de Al
Fatah, en Cisjordania, y otro de Hamas, en Gaza.
Israel
ya dijo que frustrará cualquier intento de romper el bloqueo que impuso a
Gaza en 2007, que considera necesario para evitar que Hamas, un grupo
antiisraelí, reciba armas. El gobierno israelí alivió su bloqueo terrestre
a Gaza el año pasado ante los cuestionamientos internacionales que recibió
tras el asalto a la primera flotilla.
Los manifestantes critican la
decisión del Gobierno griego de prohibir la salida de un barco con ayuda
humanitaria. Reprochan al Ministerio de Exteriores español su silencio y su
actitud "inmoral y cobarde".
Un grupo de activistas españoles,
miembros del movimiento Rumbo a Gaza, han ocupado este martes la Embajada de
España en Atenas para protestar contra la prohibición del Gobierno de Grecia
de que su barco parta hacia la franja con la carga de ayuda humanitaria. El
embajador de España en la capital griega, Manuel Fuerte, ha confirmado que
"unas cuatro a cinco personas han ocupado la embajada y han declarado que
tienen intenciones de quedarse" en la legación.
Unos 40 españoles se hallan
desde hace días a bordo del barco Gernika en el puerto de Kolimpari, en la
isla de Creta, a la espera de poder zarpar hacia Gaza para entregar ayuda
humanitaria a los palestinos. Sin embargo, las autoridades portuarias griegas
han bloqueado su salida, al igual que al resto de la decena de embarcaciones
que esperan en otros puertos helenos con el argumento de que este periplo
"puede ocasionar tensión en las relaciones exteriores", en alusión
a la negativa de Israel a permitir la entrada en sus aguas de estas
embarcaciones.
Los activistas consideran que el
veto griego "vulnera el derecho comunitario, la legislación
internacional y las propias leyes helenas". La organización ha recordado
en un comunicado que pese a haber presentado toda la documentación requerida
para zarpar en Kolumpari y pese a "cumplir todos los requisitos burocráticos,
se ha impedido la partida al barco sin ninguna justificación jurídica".
Críticas al
silencio de Trinidad Jiménez
Asimismo, la organización también
ha cargado contra la "posición inmoral y cobarde del Ministerio de
Asuntos Exteriores (español), con su titular, Trinidad Jiménez, al
frente", a quien han reprochado que siga "manteniéndose en silencio
a pesar de la evidente anomalía que supone que personas de ciudadanía española
vean vulnerada su libertad de movimientos y de que permanezcan constantemente
vigiladas por dos patrulleras griegas".
La
segunda Flotilla de la Libertad, compuesta por una decena de embarcaciones con
unos 500 activistas a bordo de unos 45 países, lleva unas 5.000 toneladas de
ayuda humanitaria y tenía previsto encontrarse "en aguas
internacionales" para navegar estos días hacia Gaza, antes de emitirse
la orden griega de bloqueo.