Permanecer
en Afganistán
Por
Ross Eventon
Counterpunch, 24/08/11
Rebelión, 31/08/11
La noticia de
que EE.UU. ha decidido mantener su presencia en Afganistán
no sorprenderá a nadie, excepto al 99% de los analistas de
política exterior. En respuesta al comunicado, Mahdi Hassan,
editor de la revista New Statesman, escribe: "La invasión
liderada por Estados Unidos y las ocupaciones de ambos países
han sido un fracaso total", porque "la presencia
de tropas occidentales en países musulmanes ha provocado más
terrorismo del que ha impedido".
La guerra
contra el terror ha supuesto un aumento de la amenaza
terrorista a las poblaciones nacionales, y sin embargo Obama
ha decidido escalar la guerra y asegurar una presencia
permanente.
Observando
esta contradicción, Hassan se pregunta: "¿Por qué un
político tan inteligente como Barack Obama tiene tanta
dificultad para comprender esto?"
Las invasiones
de Afganistán e Iraq se pusieron en marcha con la intención
de aumentar la amenaza terrorista a la población civil, y
así se ha cumplido. Es un notable ejemplo de la sumisión
extrema ingenua o intelectual que demuestra que los EE.UU.
buscan la reducción del terror sin tener que exponerse a un
ridículo generalizado.
Como Julien
Mercille, profesor del University College de Dublín, señala
en la revista Critical Asian Studies, la Guerra Contra las
Drogas es igualmente vacua.
La afirmación
de que se está luchando por reducir el nivel de producción
de drogas se ve socavada, escribe, por "el papel
relativamente pequeño de los talibanes en el tráfico de
drogas, el apoyo de EE. UU. / OTAN a las fuerzas
representantes involucradas en el tráfico de drogas, el énfasis
en el cultivo de adormidera en detrimento del dinero de la
droga, el comercio de precursores químicos, lavado de
dinero, el apoyo occidental a las industrias de tabaco y
alcohol, el énfasis en la aplicación de operaciones en el
extranjero, y el abandono del tratamiento y prevención de
drogas ".
En Afganistán,
la Guerra Contra las Drogas sirve como "un recurso retórico
utilizado por los EE.UU. para facilitar la intervención de
militares en el extranjero y la lucha contra los insurgentes
contrarios a las políticas de EE.UU. en Afganistán".
En Colombia,
país víctima tanto de la Guerra Contra las Drogas y el
Terror, el apoyo de EE.UU. ha fracasado en su objetivo
declarado públicamente de la erradicación de la producción
de drogas, aunque ha "logrado la modernización de las
Fuerzas Armadas de Colombia" en el intento. Además,
"al tener como objetivo casi exclusivo las áreas de
las FARC", ha "ayudado a los paramilitares a
integrarlas en sus actividades criminales y convertir estas
acciones en un instrumento político", escribe el
estudioso Forrest Hylton.
Hay que
andarse con pies de plomo antes de declarar que la Guerra
Contra las Drogas "ha fracasado".
Con más
honestidad que Hassan, el editor del Financial Times
reconoció que el objetivo de la guerra en Afganistán es
"establecer un Estado cliente con una apariencia de
democracia en una región hostil sin una tradición de
fuertes instituciones independientes o de derechos humanos básicos".
Con el fin de
lograr este objetivo, la militarización del Estado es
crucial. Afganistán recibirá 2.700 millones de dólares en
equipo militar a lo largo de este año. El Washington Post
informa de que "la coalición liderada por Estados
Unidos entregará 22.000 vehículos, entre ellos 514 nuevos
todoterreno, ‘fuerzas de ataque móviles’, vehículos
blindados para usar en Afganistán, 44 aviones y helicópteros,
40.000 armas y decenas de miles de radios y otras piezas de
equipos de comunicaciones".
Según las
palabras de un asesor de Karzai: "En los próximos ocho
meses recibiremos más equipamiento del que hemos conseguido
en los últimos ocho años... Y esta vez no todo es material
de segunda mano, es totalmente nuevo".
Esta entrega
es la culminación de lo que se ha denominado la "década
de oro" para las empresas de defensa. Associated Press
informa que: "Desde los atentados del 11–S, el
presupuesto de defensa anual se ha más que duplicado a
700.000 millones de dólares y las ganancias anuales de la
industria de defensa casi se han cuadruplicado, acercándose
a los 25.000 millones dólares el año pasado."
Como un
beneficio adicional, la construcción de prisiones que está
llevando a cabo EE.UU. en el país significará que los
detenidos podrán permanecer presos durante más tiempo, lo
que posiblemente también permita el cierre definitivo de
Guantánamo, ya que los presos serán trasladados a lugares
menos visibles en Asia Central.
La decisión
de mantener bases militares y tropas sobre el terreno puede
haber acabado con cualquier perspectiva de paz y
negociaciones, pero permitirá la presencia de EE.UU. en una
de las regiones geo–estratégicamente más importante del
mundo y ayudará a tener a Irán y China bajo control; ya
que según el informe de 2001 del Pentágono, este último
ha tenido tentativas militares en el extranjero.
Para
los afganos, la situación es cada vez más desesperada
La primera
mitad de este año fue el período más letal para los
civiles desde que comenzó la guerra. En su informe sobre
Tendencias Globales 2010, ACNUR señaló que "tres de
cada diez refugiados en el mundo eran de Afganistán, con el
96% de ellos ubicados en Pakistán y la República Islámica
de Irán". Si se incluye Iraq, casi la mitad de la
población mundial de refugiados proceden de las zonas donde
EE.UU. está en guerra.
Debido a la
escasez de fondos, el Programa Mundial de Alimentos anunció
recientemente que habría recortes en los programas de casi
la mitad de las provincias de Afganistán. Refugees
International informa de que 250.000 personas han sido
desplazadas en los últimos 2 años, con un 70% que han sido
empujadas a ciudades, donde viven en "zonas no
planificadas o en asentamientos ilegales". En Kabul
"el 80% de la población vive en asentamientos no
planificados, donde la falta de saneamiento y la falta de
acceso al agua potable están a la orden del día".
El año
pasado, una analista, Kate Clark, ejemplificó el enfoque de
los comentarios generales:
"Solía
pensar que los estadounidenses hicieron ciertas cosas en
Afganistán (como apoyar a gobernadores corruptos, aliarse
con comandantes abusivos), porque no sabían hacerlo de otra
forma. Creí que si tuvieran la información adecuada, dejarían
de comportarse así. Las revelaciones de WikiLeaks indican
que a menudo tienen este tipo de información o por lo menos
graves denuncias e indicaciones, pero luego, al parecer,
siguen comportándose como si nada".
La
incapacidad de abandonar devociones comunes hace que se
evite la discusión sobre cuál es el siguiente paso lógico.
Mientras tanto, los EE.UU. están consolidando su cliente en
Asia Central y aseguran su presencia permanente en la región;
una "victoria" construida sobre cadáveres de
civiles afganos.
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