EEUU en aprietos ante puja por estado
palestino
Por
Barbara Slavin
Inter
Press Service (IPS), 14/09/11
Washington, 14 sep (IPS) - La campaña
palestina para obtener el reconocimiento como estado
soberano en la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
amenaza con aislar más a Israel y con disminuir la ya
menguada influencia de Estados Unidos en Medio Oriente.
A menos que se produzca algún logro de
último minuto que reviva las negociaciones o promueva sus
aspiraciones nacionales, los funcionarios palestinos parecen
determinados a buscar, como mínimo, que la Asamblea General
de la ONU otorgue el reconocimiento de "estado no
miembro", estatus inferior al de miembro pleno del foro
mundial.
Eso permitiría que Palestina se
integrara a una variedad de organismos y convenciones
internacionales y las usara para oponerse a las políticas
vinculadas a la ocupación israelí de Cisjordania y Jerusalén
oriental. David
Makovsky, del Washington Institute for Near East Policy,
llamó esa táctica "lawfare" (guerra legal).
Israel, que todavía está bajo el
impacto de la expulsión de su embajador de Turquía y la
retirada de casi todos sus diplomáticos de El Cairo luego
del atentado contra su embajada el fin de semana, se prepara
para un caos aun mayor.
Aunque el líder palestino Mahmoud
Abbas prometió no permitir protestas violentas, las
manifestaciones podrían salirse de control, especialmente
si el intento palestino llega al Consejo de Seguridad de la
ONU, donde sin dudas enfrentará el veto de Estados Unidos.
El mayor general retirado Amos Yadlin,
ex jefe de inteligencia de las fuerzas armadas israelíes,
advirtió el lunes que el malestar "no se limitará a
Cisjordania".
En un discurso pronunciado en el
Washington Institute, Yadlin dijo: "Todo Medio Oriente
puede arder. La ley de las consecuencias no deseadas
funcionará duramente en los próximos meses".
En toda la región varios gobiernos
fueron derrocados y hay una enorme sensibilidad ante la
agitación popular. Aunque la cuestión palestina no figura
en la agenda de los levantamientos que han signado la
Primavera Árabe hasta ahora, es un asunto muy sentido para
la identidad árabe y musulmana.
La incapacidad de países como Egipto
de mediar para conseguir la retirada israelí de Cisjordania
y la creación de un Estado palestino fue durante mucho
tiempo fuente de protesta y humillación.
El director ejecutivo del Washington
Institute, Robert Satloff, llegó incluso a advertir que el
tratado de paz egipcio-israelí de 1979 "pende de un
hilo", mientras es probable que a la Hermandad
Musulmana le vaya bien en laselecciones parlamentarias de
Egipto y que "ninguna figura política importante que
quede en la escena nacional de Egipto esté dispuesta a
defender la paz con Israel".
El aislamiento cada vez mayor de Israel
también es consecuencia de sus propias políticas.
Aunque en parte se deben a las enormes
ambiciones regionales del primer ministro turco, Recep
Tayyip Erdogan, las relaciones entre Israel y Turquía están
en caída libre desde la campaña militar israelí contra
Gaza, a fines de 2008. Los vínculos empeoraron cuando
Israel mató a ocho turcos y un turco-estadounidense a bordo
del buque Mavi Marmara, que el 31 de mayo de 2010 intentó
romper el bloqueo a ese territorio palestino ocupado por
Israel.
El primer ministro israelí Benjamin
Netanyahu se negó a pedir disculpas por esas muertes, lo
que llevó a que las relaciones diplomáticas con Turquía
llegaran al retiro de embajadores.
En el frente palestino, Israel
implementó una moratoria parcial a la construcción de
asentamientos judíos en territorios ocupados por 10 meses,
pero se negó a extender las restricciones el año pasado, y
por tanto Abbas decidió retirarse de las negociaciones
luego de apenas dos semanas.
Israel no presentó ningún parámetro
para un acuerdo y se negó a usar sus fronteras de 1967
accediendo a un canje de tierras como base para una solución
de dos estados.
El presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, propuso esta idea en un discurso que pronunció en
mayo y que fue muy criticado por Netanyahu y por
estadounidenses favorables a la línea dura del líder
israelí.
La decisión palestina de ir a la ONU
se originó en la creencia de que las negociaciones con el
gobierno del derechista Netanyahu no arrojarán ningún
resultado y de que Obama –que busca la reelección-- no
estaría en posición de ejercer más presión sobre Israel
al menos el año próximo.
Abbas también busca apaciguar el
descontento de sus propios electores, que están hartos de
vivir en un limbo en materia de soberanía. Sin embargo, su
decisión puede disparar un recorte en la asistencia que
Estados Unidos brinda a la Administración Nacional
Palestina (ANP), que gobierna porciones de Cisjordania.
Hind Khoury, ex embajadora palestina en
Francia y ministra para asuntos de Jerusalén, dijo que la
medida mejorará la influencia palestina en futuras
negociaciones.
"Estoy cansada de ser rehén de la
política interna de Estados Unidos y de Israel", dijo
la semana pasada al Atlantic Council, un grupo de expertos
con sede en Washington.
"Uno de los principales problemas
es la falta de un elemento disuasor que obligue a Israel a
actuar dentro del derecho internacional", agregó.
Chas Freeman, ex embajador de Estados
Unidos en Arabia Saudita, dijo el lunes en el Carnegie
Endowment for International Peace –otra organización de
expertos—que habrá "una guerra de desgaste por parte
de la comunidad internacional… contra el esfuerzo de
Estados Unidos por proteger a Israel de las consecuencias de
sus propias acciones en los territorios ocupados".
Entre los estados árabes y musulmanes,
la oposición de Washington a la táctica palestina refuerza
el punto de vista según el cual Estados Unidos e Israel son
una misma entidad.
El ex embajador saudita en Estados
Unidos, príncipe Turki al-Faisal, advirtió el lunes en una
columna de opinión en The New York Times que, a
consecuencia del rechazo de Estados Unidos a la campaña
palestina en la ONU, "la influencia estadounidense
decaerá más, la seguridad israelí se verá perjudicada e
Irán adquirirá poder, aumentando las posibilidades de otra
guerra en la región. Además, Arabia Saudita ya no podrá
cooperar con Estados Unidos como lo hizo históricamente".
Expertos sauditas sostienen que es
improbable que el reino se vengue contra Estados Unidos de
un modo específico, pero que las acciones de Washington
debilitarán más lo que otrora fue una asociación sólida.
Según Freeman, la relación se había
vuelto "transaccional", y cada asunto se trataba
caso por caso. Aunque Arabia Saudita continúa dependiendo
de Estados Unidos para su seguridad y coopera estrechamente
en materia antiterrorista, mira a Asia para la mayor parte
de su comercio y tiene profundas discrepancias con
Washington por la introducción de la democracia en países
como Bahrein y Siria, dijo.
Citando un antiguo proverbio chino,
Freeman agregó: "Dormimos en la misma cama, pero soñamos
sueños diferentes".
Palestina a
todo o nada
IPS/Al Jazeera, 13/09/11
Doha.- La OLP se dirigirá la semana próxima
al Consejo de Seguridad de la ONU y buscará la membresía
plena de Palestina como estado soberano en el foro mundial,
pese a la amenaza del veto estadounidense.
Quien hizo el anuncio fue Mohammad
Shtayyeh, integrante del comité central del moderado
partido Fatah, en una conferencia de prensa realizada este
martes en Ramalah. Fatah es la mayor facción palestina
dentro de la OLP (Organización para la Liberación de
Palestina).
Sus palabras parecieron poner fin a
meses de especulaciones sobre la estrategia diplomática de
la OLP.
"Vamos a ir a la ONU (Organización
de las Naciones Unidas), vamos a ir al Consejo de
Seguridad", dijo Shtayyeh. "Vamos a buscar la
membresía plena en base a las fronteras de 1967",
agregó.
El presidente de la Autoridad Nacional
Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, pronunciará un discurso el
viernes 16 en Ramalah, en el que pondrá de relieve esta
apuesta.
El pleno reconocimiento permitiría a
Palestina votar en la ONU, así como integrar la Corte Penal
Internacional y otros organismos mundiales.
A la OLP no le costará mucho conseguir
la mayoría requerida de dos tercios en la Asamblea General.
Más de 120 naciones ya prometieron apoyarla, según Saeb
Erekat, principal negociador palestino.
Pero la Casa Blanca y otros varios
funcionarios de Estados Unidos ya se comprometieron a vetar
la propuesta palestina, que no prosperará sin la aprobación
del Consejo de Seguridad.
En ese caso, la OLP todavía puede
buscar el "estatus de observador no miembro", lo
que le daría una posición diplomática similar a la del
Vaticano. Pero no está claro qué cambiará –si es que
algo cambia—de obtener esa denominación.
De todos modos, algunos funcionarios
palestinos urgieron a la OLP a evitar el veto estadounidense
y presentarse directamente ante la Asamblea General.
Próximos pasos en duda
Aunque la ONU apruebe la propuesta,
esto no cambiará inmediatamente la vida cotidiana de los
palestinos, reconoció Shtayyeh.
"Las cosas en el terreno no serán
diferentes. La diferencia tendrá lugar en el plano político.
Los palestinos se integrarán a instituciones de la ONU… y
los territorios palestinos ya no serán considerados
‘tierras disputadas’ sino ‘tierras ocupadas’",
señaló.
Shtayyeh dijo que la OLP estaba
indecisa sobre cómo responder a un veto de Estados Unidos.
Podría solicitarle a la Asamblea General un estatus
superior al actual o volver al Consejo de Seguridad,
forzando otro veto.
El anuncio también destaca que la OLP
planea seguir adelante con su apuesta, pese a una campaña
diplomática de último minuto con la que Estados Unidos y
otras naciones buscan desbaratarla.
Abbas presentará los documentos
oficiales la semana próxima, a su llegada a Nueva York, según
Shtayyeh. Los mismos versarán sobre los refugiados, las
fronteras, el estatus de los asentamientos israelíes
ilegales en Cisjordania y otras cuestiones, agregó.
Salah Bardawil, alto funcionario de Hamás
(acrónimo árabe del Movimiento de Resistencia Islámica)
en Gaza, criticó la apuesta. Abbas no consultó al respecto
con Hamás, argumentó.
"Se trata de una acción
unilateral por parte de Abbas, igual que (los acuerdos de)
Oslo" de 1993, dijo.
"Vayan al Consejo de Seguridad o a
la Asamblea General, para nosotros no hay ninguna
diferencia", expresó.
Sin respuesta de Israel y
la Unión Europea
Las autoridades israelíes no
formularon directamente declaraciones sobre el anuncio de la
OLP, pero Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí,
reiteró la oposición del gobierno.
"Se puede lograr que la ONU
apruebe un documento, pero no se puede lograr un Estado
independiente", dijo a Al Jazeera.
El Departamento de Estado (cancillería)
de Estados Unidos emitió un breve comunicado este martes,
señalando que la propuesta es "inútil para el
necesario proceso de las dos partes que vuelven a la mesa de
negociaciones", argumento que en el pasado planteó
muchas veces.
Los dos enviados estadounidenses, David
Hale y Dennis Ross, volverán esta semana a la región en un
esfuerzo de último momento por convencer a la OLP de
abandonar su objetivo. La embajada de Estados Unidos en
Israel no formuló comentarios sobre su llegada.
Hale y Ross visitaron Jerusalén y
Ramalah la semana pasada, en una misión similar.
Los funcionarios palestinos esperan que
la mayoría de las 27 naciones de la Unión Europea (UE)
apoyen su propuesta. Pero Catherine Ashton, alta
representante de ese bloque para Asuntos Exteriores y Política
de Seguridad que el lunes asistió a una reunión de la Liga
Árabe en El Cairo, dijo que la posición oficial de la UE
es apoyar las renovadas negociaciones en vez de la votación
en la ONU.
La ANP planea una serie de marchas y
manifestaciones en Cisjordania y en el mundo, en simultáneo
con la votación. Se espera que Abbas hable en la Asamblea
General el día 23.
Muchos palestinos, particularmente en
Gaza y en la diáspora, criticaron severamente la propuesta,
por considerar que es una iniciativa puramente liderada por
Fatah. Eruditos en temas legales dijeron que un voto
positivo también pondría en duda la legitimidad de la
propia ANP.
Abbas describió el intento como un
"último recurso" al que se llega por el colapso
de las negociaciones entre Israel y la OLP.
Las conversaciones se estancaron hace
casi un año, a raíz de la negativa de Israel a frenar la
construcción de asentamientos ilegales en la ocupada
Cisjordania.
Funcionarios de la ANP sostienen que
esa interrupción no les deja más opción que acudir a la
ONU. Abbas ofreció suspender la apuesta y reanudar las
negociaciones si Israel cesa la construcción de
asentamientos y accede a basarse en las fronteras de 1967.
El primer ministro israelí, Benjamin
Netanyahu, insiste en que solamente reanudará las
negociaciones sin esas condiciones.
Erdogan
afirma que reconocer a
Palestina «es una obligación»
El primer ministro de Turquía acusa a
Israel
de ser un obstáculo para la paz
Por Ana Alba
Desde Jerusalén
El Periódico, 14/09/11
El primer ministro turco, Recep Tayyip
Erdogan, reivindicó ayer en El Cairo el papel de líder
regional de Turquía y apeló a los lazos históricos,
culturales y religiosos que unen a turcos y árabes, a
quienes recordó su responsabilidad respecto al Estado
palestino. «El reconocimiento [de Palestina] no es una opción
sino una obligación», afirmó Erdogan sobre la solicitud
que los palestinos presentarán el 22 de septiembre al
Consejo de Seguridad de la ONU para que acepte a Palestina
como Estado miembro.
«Antes de final de mes, veremos una
Palestina con un estatus muy diferente en la ONU», dijo
Erdogan en un emotivo discurso ante la Liga Árabe. El líder
turco llamó a la unión de árabes y turcos para construir
un futuro en el que primen «la libertad, la democracia y
los derechos humanos». «Nuestro destino es unir esfuerzos.
Estamos en un punto de cambio histórico en el que
compartimos tristezas y alegrías y nos entendemos mejor que
antes», subrayó Erdogan, que se mostró a favor de los
cambios que han traído las revueltas de la llamada
primavera árabe.
El jefe del Ejecutivo turco acusó a
Israel de ser «un obstáculo para la paz» en Oriente Próximo
e insistió en que no mantendrá relaciones normales con
Israel hasta que el Gobierno de Binyamin Netanyahu pida perdón
por la muerte de nueve activistas turcos a manos del Ejército
israelí en el asalto a la flotilla de Gaza en el 2010. «Todos
los países tienen que pagar por los actos de terror que
cometen», señaló.
«La muerte de los activistas fue un
gran shock para los turcos. Israel alega que sus soldados se
defendían y no hay razón para las disculpas, pero tendría
que haber pedido perdón; sus intereses son más importantes
que una disculpa», indicó a El Periódico Efrat
Aviv, del Centro Begin-Sadat para Estudios Estratégicos.
Erdogan visita Egipto justamente cuando las relaciones de
Israel con Ankara y El Cairo, antes muy fluidas, pasan por
una grave crisis. «Algunos ven este viaje como una reacción
de Erdogan a sus problemas con Israel y a los últimos
hechos [en la capital egipcia], pero no es así, la visita
estaba prevista desde hacía meses», aseguró Aviv.
Precisamente ayer Netanyahu estuvo en
la frontera entre Israel y Egipto, donde se construye un
muro que sellará buena parte de la línea divisoria. «La
frontera de Israel con Egipto es una frontera de paz. Para
que continúe es necesaria una valla», declaró Netanyahu,
que intenta rebajar la tensión con El Cairo cuando faltan
unos días para que el presidente palestino, Mahmud Abbás,
solicite al Consejo de Seguridad de la ONU la admisión de
Palestina como Estado independiente y miembro de pleno
derecho.
Petición redactada
Según el ministro de Exteriores
palestino, Riyad el-Maliki, la petición –que solicitará
el reconocimiento de Palestina en las fronteras previas a la
guerra de 1967– ya está redactada y Abbás se la entregará
a Ban Ki-moon en Nueva York el 22 de septiembre, un día
antes de su discurso ante la Asamblea General de las
Naciones Unidas.
«Acudir a la ONU es abrir una nueva
ventana para solucionar el conflicto de manera pacífica»,
aseguró ayer Mohammed Shtayeh, responsable de Fatá y de la
Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Si el
Consejo rechaza la petición –escenario previsto por el
veto anunciado de EEUU– los palestinos se dirigirán a la
Asamblea General en busca del estatus de «Estado no miembro»,
según fuentes palestinas, y también podrían renovar la
solicitud al Consejo. «Ha llegado el momento de la verdad
para todos. No se puede hablar de libertad para el mundo árabe
y cuando se trata de Palestina no, sería un doble rasero»,
dijo Shtayeh, y remarcó que los palestinos «no buscamos
deslegitimar a Israel sino legitimar a Palestina».
Washington trata de evitar
que la propuesta llegue a las Naciones Unidas
EEUU no ceja en su empeño de intentar
convencer a los palestinos de que abandonen su objetivo de
pedir al Consejo de Seguridad que reconozca Palestina como
un Estado en las fronteras anteriores a la guerra de 1967 y
lo admita como miembro de pleno derecho. La secretaria de
Estado estadounidense, Hillary Clinton, anunció ayer que
enviará a Oriente Próximo a David Hale (emisario
estadounidense en la región) y Dennis Ross (consejero del
presidente Barack Obama). El lunes, el jefe de la Casa
Blanca declaró que la demanda palestina no contribuía a
los esfuerzos de paz. «Si [la solicitud] llega al Consejo
de Seguridad, nos opondremos duramente porque pensamos que
es contraproducente», afirmó Obama. «No creemos que lleve
al resultado que queremos, que es una solución de dos
Estados», añadió.
La
diplomacia norteamericana, en una
encrucijada
Avanza la posibilidad de un voto sobre
el tema en la Asamblea General
EEUU busca evitar que la ONU declare el
Estado palestino
Por Silvia Pisan
Corresponsal en EEUU
La Nación
WASHINGTON.- Alineado con Israel, un
histórico aliado, el Departamento de Estado norteamericano
presionaba ayer para evitar un inminente y posible voto en
las Naciones Unidas (ONU) en favor de otorgar "algún
rango estatal" a los territorios palestinos, algo por
lo que ese pueblo árabe viene bregando desde hace medio
siglo.
Lo que para unos es buena noticia, para
Washington y Tel Aviv es un quebradero de cabeza.
"Nosotros creemos que el camino es una negociación
entre israelíes y palestinos", dijo, en el comienzo de
la escala diplomática, la secretaria de Estado
norteamericana, Hillary Clinton.
Con eso, la funcionaria fijó la
aspiración del gobierno de Barack Obama de evitar el tránsito
por la ONU e insistir en las llamadas "negociaciones de
paz". Aunque en los hechos éstas se encuentran
estancadas tras el rechazo israelí a detener la expansión
de sus colonias en la región.
A su vez, el canciller israelí,
Avigdor Lieberman, amenazó con "duras
consecuencias" contra la Franja de Gaza y Cisjordania
si la Autoridad Nacional Palestina (ANP) concreta su
maniobra de solicitar a la ONU el reconocimiento del Estado.
La cuestión escaló como en una olla a
presión. En medios diplomáticos locales hay conciencia de
que "Washington y Tel Aviv están cada vez más
aislados" en su posición contraria al paso por la ONU,
según se indicó a LA NACION.
Ante el reiterado fracaso de las
"negociaciones de paz" que impulsa Washington, la
ANP consideraba anoche dos caminos. El primero, pedirle al
Consejo de Seguridad de la ONU el reconocimiento de un
Estado palestino independiente. Pero esto estaba prácticamente
desechado ante la evidencia de que Estados Unidos podría
utilizar su poder de veto.
El segundo camino, no tan directo,
consistiría en apelar a la Asamblea General de la ONU, que
se inaugura el lunes, y solicitar el reconocimiento de los
territorios como "Estado observador", algo que se
ubica por debajo de la aspiración de Estado independiente.
"Hay votos suficientes para aprobarlo", aseguraron
a LA NACION.
En el caso de que la cuestión llegue a
la Asamblea, "la Argentina está lista para ejercer su
voto a favor", dijo anoche a LA NACION el responsable
de la misión de nuestro país ante el organismo, Jorge Argüello.
Meses atrás, la Argentina se pronunció
a favor de la creación del Estado palestino, para disgusto
de Washington, que insiste en que eso debe ser fruto de
"negociaciones de paz" con Israel. Los gobiernos
de Brasil y Chile hicieron lo mismo, al igual que Ecuador,
Uruguay, El Salvador y Paraguay, entre otros países. México
y Colombia parecen más renuentes en su posición.
Ola imparable
La diplomacia norteamericana se movía
para frenar una ola que parecía imparable y que coloca al
gobierno de Obama en una disyuntiva difícil de explicar.
Tironeado por su alianza con Israel, que lo obliga a
rechazar la vía de la ONU, y por su respaldo a la
"autodeterminación" de los pueblos árabes -como
hizo ya en Egipto, Túnez y Libia, y predica en Siria-, al
gobierno de Obama la situación se le hace más que incómoda.
"Si siguen por ese camino, les
podemos cortar la ayuda de millones de dólares que enviamos
a los territorios palestinos", amenazó el legislador
demócrata Howard Berman. "Si la ANP se sigue moviendo
unilateralmente no habrá más ayuda y se hundirá", añadió
este influyente integrante del Comité de Relaciones
Exteriores de la Cámara de Representantes.
En sentido similar se pronunció el
republicano Steve Chabot, que precisó que la ayuda anual
norteamericana a Cisjordania y Gaza llega a los 600 millones
de dólares.
En medio de ese lobby, crece la
indignación contra el primer ministro turco, Recep Tayyip
Erdogan, que viene defendiendo el camino de la ONU con
vehemencia. "Que se eleve la bandera de Palestina y que
se convierta en signo de paz en Medio Oriente", dijo.
Erdogan sostuvo también que el comportamiento de Israel se
asemeja al de un "niño malcriado".
Más cercano antes a Israel, el giro de
Estambul se agudizó luego de que, meses atrás, una
escuadrilla israelí matara a ciudadanos palestinos en Gaza
sin que hubiera reconocimiento de lo ocurrido. Su
distanciamiento ha sido un dolor de cabeza adicional para
Washington.
Los enviados especiales norteamericanos
realizaban ayer desesperadas gestiones contra reloj para
evitar una maniobra diplomática que sería muy dura para
Obama. Washington intenta, aunque sin éxito, persuadir a
los palestinos para que abandonen su plan de pedir el
reconocimiento como Estado independiente.
Los palestinos recurrieron a la ONU
tras el fracaso de sus negociaciones con Israel, luego de
que las que impulsó Obama quedaran estancadas por el
rechazo israelí a aceptar la demanda de congelar la expansión
de sus colonias en territorio palestino.
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