Palestina

Crece el malestar palestino con la política de Obama

Rabia y decepción con EEUU

Por Tom Perry
Desde Ramala, sede de la ANP
Agencia Reuters, 22/09/11

La oposición del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a la solicitud palestina de ingreso en Naciones Unidas está convirtiendo en rabia la profunda decepción de los palestinos por su política en Oriente Próximo.

La quema de una bandera estadounidense durante una protesta esta semana fue un incidente aislado, pero reflejaba el ambiente.

"La gente se está frustrando más. La frustración siempre genera ira", dijo un funcionario palestino que pidió no ser nombrado, ofreciendo una opinión privada sobre el sentimiento público.

Recientemente ha habido incidentes de vandalismo contra carteles que indican el apoyo financiero estadounidense a proyectos de desarrollo en la Cisjordania palestina. En uno de ellos se escribió la palabra "veto", el destino que reserva la Administración Obama a la solicitud palestina.

Pese a las advertencias estadounidenses, el presidente palestino, Mahmud Abas, tiene previsto presentar el viernes su solicitud de reconocimiento del estado palestino y la membresía completa de Naciones Unidas ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

Centenares de manifestantes tomaron el jueves las calles de Ramala después del discurso que Obama ofreció la noche anterior en la sede de la ONU.

"Fue decepcionante por completo, no sólo para nosotros sino para mucha gente en este mundo. Estaba lleno de doble moral", dijo Mustafa Barghuti, un político y activista palestino que optó a la presidencia en 2005.

Los manifestantes compararon el apoyo de Obama a la libertad en el mundo árabe con lo que consideran sumisas palabras sobre su lucha por la autodeterminación en la tierra ocupada por Israel en 1967.

"En realidad, cuando los necesitamos encontramos que son los que más conspiran contra el Estado de Palestina, contra el destino del pueblo palestino", afirmó Nazih Qabaha, de 30 años.

"Ya no tenemos ninguna fe en la política estadounidense. Al margen de quien sea presidente, es la misma política", indicó Qabaha, empleado de la Autoridad Palestina, que depende de EEUU para la financiación de aproximadamente el 16 por ciento de su presupuesto este año.

En su discurso, Obama insistió que apoya la formación de un Estado palestino, pero dijo oponerse a su petición directa de ingreso en Naciones Unidas, una posición que los palestinos creen refleja la parcialidad de Washington hacia Israel.

La alianza de EEUU "no nos ha traído nada"

La frustración con la política estadounidense es una de las principales razones detrás la iniciativa de Abas en la ONU. Las autoridades palestinas la han presentado como un intento de romper el monopolio de Estados Unidos sobre la diplomacia de Oriente Próximo, implicando a otras potencias.

Hace tiempo que la política estadounidense en el conflicto parece proisraelí para los palestinos. Ellos, que son el bando más débil en las negociaciones, con diferencia, siempre han dependido de la ayuda de Washington para crear su propio estado en Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén Este.

Al ex presidente George H.W. Bush se le recuerda como el último líder estadounidense que ejerció una presión seria sobre Israel cuando retiró temporalmente las garantías de préstamos para forzar a los israelíes a congelar la construcción de asentamientos. Pero eso fue hace 20 años, en los primeros tiempos de un proceso de paz ampliamente considerado ahora como un fracaso.

La exasperación con Obama se combina con las grandes esperanzas que albergaban los palestinos al principio de su presidencia acerca de que estaba dispuesto a ser duro con Israel. n un principio pidió que Israel detuviera la actividad en asentamientos de Cisjordania y Jerusalén Este para suavizar las negociaciones, pero después dio marcha atrás, dejando plantado a Abas.

El Congreso estadounidense ha amenazado con revisar los aproximadamente 500 millones de dólares (unos 371 millones de euros) en ayudas anuales que da Washington a los palestinos si piden la membresía completa en ONU. Los fondos se gastan en todo tipo de cosas, desde reconstruir carreteras hasta pagar los salarios de los 150.000 empleados de la Autoridad Palestina (AP).

Los manifestantes en Ramala, muchos de los cuales trabajan para la AP, dijeron que puede ser la hora de que los palestinos reconsideren su relación con Estados Unidos, aunque suponga penurias financieras.

"Nuestra alianza con Estados Unidos no nos ha traído nada", dijo Amina al Ajras, una empleada de la AP, culpando a la dependencia de los fondos de donantes internacionales por lo que describió como un estado de letargo entre los palestinos que viven bajo la ocupación israelí.

"Estamos dispuestos a sacrificar su apoyo y tener en su lugar una posición nacional más fuerte", dijo.