Palestina
y la ONU, una historia de doble discurso
Por
Marwan Bishara (*)
IPS/Al Jazeera, 21/09/11
Doha.– La
falta de una solución al conflicto palestino–israelí,
luego de 40 años de ocupación, "seguirá afectando la
reputación de la ONU y despertando dudas sobre su
imparcialidad", según palabras del ex secretario
general Kofi Annan.
Ninguna otra
causa ha consumido más papeleo en la ONU (Organización de
las Naciones Unidas) como la de los palestinos. Pero cientos
de resoluciones sobre el tema no han sido respetadas, mucho
menos aplicadas por más de un siglo.
En ningún
lugar los ideales y mecanismos de la ONU se han visto tan
atascados como en Palestina.
Los esfuerzos
para neutralizar la intervención del foro mundial en el
conflicto han sido siempre liderados por Estados Unidos.
Pero los de la administración de Barack Obama esta semana,
actuando en nombre de Israel, han alcanzado un nuevo nivel.
Washington ha
vetado más de 40 resoluciones del Consejo de Seguridad de
la ONU críticas a sus políticas, algunas de las cuales
fueron redactadas por sus propios aliados europeos. Una rápida
mirada a Medio Oriente hoy deja en claro que esas
obstrucciones conspiraron contra los intereses de todas las
partes, y no trajeron ni paz ni seguridad a la región.
Las
rivalidades de la Guerra Fría también contribuyeron a la
parálisis de la ONU en el conflicto palestino–israelí: más
de la mitad de las 690 resoluciones adoptadas por la
Asamblea General entre 1947 y 1990 han sido ignoradas.
¿Pero por qué
se ha mantenido alejada a la ONU durante dos décadas del
proceso de paz?
La sencilla
respuesta es que hay un doble discurso.
La ONU
intervino directamente para resolver todos los conflictos
posteriores a la Guerra Fría: Bosnia, Kosovo, Somalia,
Kuwait, Iraq, Afganistán, Irán, Siria, y ahora Líbano y
Sudán del Sur.
Pero no en el
problema palestino. Este conflicto fue en cambio derivado a
un proceso diplomático auspiciado por Estados Unidos, aun
cuando sus estrechas relaciones con Israel no lo convierten
en mediador imparcial.
No solo el
conflicto palestino–israelí ha estado alejado del
organismo mundial, sino que además las resoluciones más críticas
a Israel han sido desconocidas.
Solo después
de una década de fracasos en el proceso de paz, el gobierno
de George W. Bush (2001–2009) permitió que la ONU
participara, e incluso entonces solo como socio menor en el
denominado Cuarteto, instancia de mediación internacional
que incluía también a la Unión Europea y Rusia.
Mientras,
Israel ha hecho caso omiso a decenas de resoluciones
"exhortando", "instando" o
"recomendando" cambios en sus políticas o
directamente "condenando" o "censurando"
sus ataques y la construcción de colonias judías en
territorios palestinos, así como las deportaciones y la
ocupación militar.
Del mismo
modo, todos los llamados y las demandas de intervenciones
políticas y humanitarias han caído en oídos sordos. La única
que vez que la ONU pudo actuar fue en 1997, cuando envió a
unos pocos observadores desarmados a la ciudad ocupada de
Hebrón. Lamentablemente, no se les permitió hablar públicamente
sobre las violaciones cometidas.
En las últimas
cuatro décadas, Israel ha violado todas las resoluciones
relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU, como la 465 y
la 1980, que deploran todas las medidas israelíes para
cambiar el carácter físico, la composición demográfica y
la estructura institucional de Palestina y otros territorios
árabes ocupados desde 1967, incluyendo Jerusalén.
También
rechazó la 476, que reafirmaba la necesidad de poner fin a
la ocupación israelí de los territorios árabes. La única
resolución que fue aceptada por Estados Unidos e Israel y
que formó la base del proceso diplomático, la 242, de
1967, fue también sistemáticamente violada.
Israel expandió
sus colonias, cuando la resolución señala la
"inadmisibilidad de la adquisición de territorio por
la fuerza".
Paradójicamente,
el Estado de Israel fue creado por una recomendación de la
ONU para la Partición de Palestina en 1947, y fue aceptado
como nuevo miembro del foro mundial sobre la base de su
compromiso de respetar la resolución, y específicamente la
194 de la Asamblea General sobre el regreso de los
refugiados palestinos.
Ahora que
todos los medios han sido probados y han fracasado,
incluyendo 18 años de negociaciones bilaterales, el Consejo
de Seguridad debe asumir su responsabilidad, exigiendo a
Israel que cumpla sus obligaciones de acuerdo con la Carta
de la ONU y que reconozca el derecho palestino a su
autodeterminación como estado. Punto.
(*)
Publicado en acuerdo con Al Jazeera. Marwan Bishara es
analista político de Al Jazeera. Fue profesor de relaciones
internacionales en la Universidad Estadounidense de París.
Es considerado una autoridad en asuntos de Medio Oriente.
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