Se
confirma el avance de los islamistas con
el 60% de los votos
Gara,
04/12/11
El Cairo.- Los
primeros resultados parciales de las elecciones
parlamentarias egipcias, que ayer comenzaron a difundirse
con cuentagotas, confirman los buenos resultados de los
islamistas, que sumarían en torno al 60%. A la cabeza del
recuento se sitúa el Partido Libertad y Justicia de los
Hermanos Musulmanes, movimiento que volvió a asegurar que
representa un Islam «moderado» para tratar de marcar
distancias respecto a los salafistas de Al-Nur, que le
siguen en número de votos.
La suma de los
votos logrados por el Partido Libertad y Justicia (PLJ), de
los Hermanos Musulmanes, y la formación salafista Al-Nur
roza el 60% de los votos, según los primeros datos
oficiosos de la primera vuelta de la primera fase de las
elecciones legislativas en Egipto, que concluirá pasado mañana,
confirmando su arrolladora victoria.
Según los
resultados no definitivos ofrecidos a Efe por el portavoz de
la Comisión Suprema Electoral, Ali Hassan, el PLJ habría
confirmado todos los pronósticos que le situaban como
favorito al obtener el 40% de los votos en esta fase de los
comicios, que se completarán con otras dos hasta el 11 de
enero.
No obstante,
ha sido Al-Nur quien ha dado la sorpresa al afianzarse cómodamente
en segundo lugar, con cerca del 20% de los votos, fruto de
sus excelentes resultados en su bastión de Alejandría y su
éxito en El Cairo. Pese a que los analistas situaban el
principal vivero de votos de los salafistas en las zonas
rurales y el norte del país, la formación liderada por
Emad Abdel Gafur ha demostrado ser un fenómeno transversal
y muy arraigado en los barrios populares de las ciudades.
En tercer
lugar se situaría la coalición Bloque Egipcio, formada por
tres partidos liberales y de izquierda, que han conseguido
un 15% de las papeletas. Por detrás se ubican el islamista
moderado Al-Wasat (una escisión de los Hermanos
Musulmanes), con el 6%; el liberal y más antiguo partido
egipcio Wafd, con el 5%; la alianza de movimientos juveniles
La Revolución Continúa, con el 3%, y el centrista Partido
de la Justicia, con el 1%.
Ahora el
objetivo del Bloque Egipcio es evitar una victoria
arrolladora de los islamistas aprovechando la segunda vuelta
de los comicios a la Asamblea Popular (Cámara Baja), que
comienzan mañana.
La confusión
que envuelve a los resultados se acrecienta con el goteo de
informaciones que a título personal ofrecen miembros de la
Comisión Electoral, sin que sean validados de forma oficial
por las autoridades ni se conozcan las cifras precisas.
Moderados
y salafistas
Mientras se
van confirmando los datos que habían ido filtrándose, los
Hermanos Musulmanes empiezan a marcar las distancias con
respecto a los funda- mentalistas islámicos de Al-Nur.
«Los temores
son infundados y no tienen nada que ver con la realidad.
Nosotros representamos un Islam `centrista' y moderado,
nosotros no vamos a imponer nada por la fuerza. El cambio
será gradual», declaró Mahmud Ghozlane, portavoz de los
Hermanos Musulmanes, que dijo que ese cambio será a nivel
político, económico y social, sin dar más detalles,
informó AFP.
Ghozlane agregó
que «esperamos que la gente sepa distinguir entre los
diferentes movimientos y no ponga a todos los islamistas -en
referencia a Al-Nur- en el mismo cesto».
Aunque algunas
fuentes señalaron que el PLJ había manifestado ya su
intención de no pactar con los fundamentalistas, con lo que
se descartaría un Gobierno islamista. Sin embargo, Ghozlane
simplemente dijo que era «prematuro» hablar de esa cuestión.
El PLJ también
ha expresado sus reservas para con algunos candidatos del
Bloque Egipcio, que consideran afines al Partido Democrático
Nacional de Hosni Mubarak, derrocado en febrero.
Conscientes
del apoyo recibido en las urnas, los salafistas han
multiplicado sus declaraciones favorables a la instauración
de un Islam rigorista.
El dirigente
fundamentalista Abdel Monem Chahat aseguró que las novelas
del escritor egipcio y el premio Nobel de Literatura Naguib
Mahfouz «animaban el vicio porque se refieren a la
prostitución y la droga».
Otra
personalidad de esta corriente, el candidato independiente
Hazem Abu Ismail, consideró que hace falta «crear un clima
para facilitar» el porte del velo, y señaló que si es
elegido presidente, «no permitirá a un hombre y a una
mujer sentarse juntos en un lugar público».
Declaraciones
como éstas han provocado fuertes reacciones, sobre todo en
las redes sociales, donde se alerta de que se quiere
convertir a Egipto en otro Afganistán.
Mientras,
el ambiente era sombrío en la plaza Tahrir, ocupada desde
hace dos semanas, donde se intenta mantener viva la llama de
la revuelta. «Todos aquellos en quienes confiamos nos han
traicionado», señaló Mohamed el-Assas, de 25 años de
edad.
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