Informe de
Human Rights Watch sobre la matanza de Hula
"Sacó
su arma y le disparó a la cabeza"
Supervivientes
relatan cómo soldados mataron a civiles desarmados
Por
Ana Carbajosa, corresponsal
El País, 28/05/2012
Para la
organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW)
no hay duda acerca de la autoría de la matanza de Hula, la
localidad del oeste de Siria en la que el pasado viernes
murieron 108 personas, al menos una treintena de ellas niños.
Supervivientes de la masacre y activistas
antigubernamentales entrevistados por la organización
aseguran que el Ejército sirio “bombardeó la zona y
después hombres armados vestidos con uniformes militares
atacaron casas a las afueras de la ciudad y ejecutaron a
familias enteras”, según recogen en un comunicado que han
publicado este lunes desde su sede en Nueva York.
Faltan muchos
detalles por conocer sobre lo sucedido en Hula el viernes
pasado. La brutalidad del ataque se intuye, sin embargo,
gracias a los documentos gráficos que los activistas han
colgado de la red y al relato de los observadores de la ONU
que el sábado tuvieron acceso al lugar de los hechos. La
comunidad internacional ha expresado su repulsa ante un
ataque del que el régimen de Damasco se desmarca. Los
testimonios de los supervivientes apuntan, sin embargo, a
una operación del Ejército sirio en primer lugar y a una
posterior posible colaboración de la shabiha, las milicias
progubernamentales que siembran el terror desde el inicio de
la revuelta siria hace ahora poco más de un año.
El relato de
los hechos que ofreció un testigo a HRW sostiene que en
torno a las dos de la tarde, soldados de un control militar
abrieron fuego para dispersar a los manifestantes. Miembros
armados de la oposición atacaron después el checkpoint
desde el que había disparado el Ejército. Después los
militares respondieron bombardeando con intensidad varios
barrios de Hula. Cerca de las seis y media de la tarde,
justo cuando los bombardeos cobraban mayor intensidad,
hombres armados vestidos con uniformes militares atacaron
las viviendas cercanas a la presa de Hula. Se trata de unas
ocho casas, pertenecientes todas a una misma familia. Un
total de 62 miembros de la familia Abdel Razak habrían
muerto en los ataques, según relataron tres supervivientes
a HRW.
Un niño de
diez años, miembro de la familia, cuenta que vio cómo
mataron a su amigo de 13 años: “De repente escuché
disparos. Era la primera vez que escuchaba tantos disparos.
Mi madre me agarró y me escondió en un pajar. Escuché a
los hombres gritar. Escuché a la gente llorar, sobre todo a
las mujeres. Miré por la ventana. Miraba a veces, pero tenía
miedo de que me vieran. Hombres vestidos como soldados, de
verde. con otros colores y zapatos blancos entraron en
nuestra casa. Unos minutos después salieron. Después, al
otro lado de la calle, vi a mi amigo Shafiq de 13 años que
estaba de pie, solo. Un hombre armado vestido de militar le
cogió y le puso en la esquina de una casa. Sacó su arma y
le disparó en la cabeza”.
Human Rights
Watch ha pedido este lunes al Gobierno sirio que permita la
entrada de una comisión de investigación internacional
para poder esclarecer lo ocurrido. Desde que los opositores
sirios decidieran salir a la calle a manifestarse en contra
de su régimen, a mediados de marzo de 2011, Damasco ha
cerrado a cal y canto el país e impide salvo contadísimas
excepciones la entrada de reporteros internacionales e
investigadores de derechos humanos.
Profesor
belga, ex partidario de Assad, da testimonio
Piccinin
habla sobre el horror de las prisiones sirias
«Me
dije que habiéndome dejado ver todo aquello, nunca me dejarían
salir.”
Por
Christophe Lamfalussy
La Libre B., 24/05/2012
Rebelión, 27/05/2012
Traducción de Susana Merino
Liberado
por la mañana en Damasco, el belga Pierre Piccinin llegó
ayer por la tarde al aeropuerto de Bruselas, horrorizado por
todo lo que había visto en las dos prisiones de los
servicios de seguridad sirios en Homs y en Damasco, en las
que estuvo detenido seis días antes de su expulsión el miércoles
pasado. Sólo fue liberado tras la decisiva intervención de
la diplomacia belga.
Profesor en la
escuela europea de Bruselas en Uccle, vió personas
golpeadas hasta morir y torturadas con picanas eléctricas
por los servicios secretos sirios-en Homs, dijo, “había
una cantidad de personas tendidas en el pasillo. Al
principio cerraban la puerta pero después no me volvieron a
prestar atención. Pensé que habiendo visto todo aquello,
nunca más me dejarían salir. Pensé que todo había
terminado para mí”.
Pierre
Piccinin prosigue: «Este centro de Homs es una cadena. Todo
el tiempo llevan los cuerpos, se los ata en el corredor y
luego se los picanea a muerte. La gente ya estaba muerta en
el corredor. Es una tortura en cadena” Su voz tiembla.
El recuperado
belga llegó el 15 de mayo a Siria procedente del Líbano a
través de un puesto fronterizo secundario en el que dijo
había obtenido un visado. De allí se dirigió a Damasco en
donde alquiló un automóvil, para seguir inmediatamente a
Homs y luego a la localidad de Talbisseh, una ciudad
controlada por los rebeldes. "Allí me encontré con el
ejército de liberación mucho mejor organizado de lo que yo
creía" nos dice. “Con PCs de los puestos de comando,
oficiales rapados con banderas con tres estrellas”. El 17
de mayo se dirigió a Tall Kalakh un localidad fronteriza
con el Líbano. Allí fue detenido.
«Quise entrar
en la ciudad legalmente» prosigue. «Pregunté en un puesto
de control si podía entrar. Me hicieron esperar dos horas.
Pero en un determinado momento llegaron vehículos de los
servicios de seguridad. Me dijeron que solo podría entrar
en la ciudad en su vehículo. Cuando me introdujeron en el
vehículo me pusieron esposas y me llevaron a un edificio en
Tall Kalakh.”
Vio que los
detenidos salían muertos de los interrogatorios
Comenzó
entonces un lento descenso a los infiernos. Le quitaron
todos sus efectos personales incluido su teléfono. A
continuación dos horas de espera en un galpón con techo de
chapa y un terrible calor. Luego lo transfirieron a Homs
adonde lo alojaron en una prisión y en la que veía a los
detenidos regresar muertos de los interrogatorios. Los policías
lo interrogan sobre lo que habían descubierto en su puerto
USB: fotos de los rebeldes de Talbisseh. En el escritorio
“había agujas, pedazos de uñas, sangre” Hubo un primer
interrogatorio educado, en inglés, pero esa noche la pasó
fumando.
El 18 de mayo
según su testimonio, fue transferido a Damasco, a la sede
de la Seguridad en el barrio de Qazzaz, allí adonde un
coche bomba produjo 55 muertos el 10 de mayo último. “Las
celdas estaban colmadas, la gente gritaba toda la noche”
dice. “No se puede decir nada. Todo acontece ante vuestros
ojos. Me la pasé fumando, no hay nada más que agregar.”
El 19 de mayo fue transferido a la cárcel de Bab al-Musalla
y fue gracias a la “formidable” solidaridad de los demás
detenidos “que juntaron un poco de dinero y pudieron
sobornar a un guardia” que pudo acceder a un GSM.(N.de T.:
Grupo Especial para Comunicaciones Móviles).
Llamó a un
amigo que alertó a las autoridades belgas. Un diplomático
belga Arnt Kennis vino desde Amman (Jordania) para negociar
su liberación. El día 22 de mayo por la noche fue
transferido a una celda del aeropuerto de Damasco.
Para Pierre
Piccinin era su tercer viaje a Siria. Profesor de historia,
apasionado por la primavera árabe, había realizado ya
varios viajes a la región, especialmente a Egipto y Libia,
un poco la imagen de los intelectuales que buscan el gran
sacudón sumergiéndose en las conmociones de la actualidad.
Personalidad
controvertida por sus posiciones, especialmente contra
Israel, había pedido en los primeros tiempos, luego de
haber realizado un viaje a Siria en julio de 2011, un mínimo
de comprensión para con el gobierno de Damasco. Un segundo
viaje, a principios de año, por invitación del gobierno
sirio, lo llevó a descubrir a los rebeldes de Homs.
Este
último viaje lo vacunó definitivamente contra el régimen
de Damasco. Para él, el régimen de Barchar el Assad se
aferra desesperadamente al poder y quiere aplastar la rebelión.
Los observadores de la ONU son impotentes. "En la
actual situación, nada cambiará en Siria con este régimen
de terror”, dice actualmente.
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