Gaza al
cabo de dos años de “desconexión”
Por Kris
Petersen (*)
Electronic
Intifada, 24/11/07
Rebelión,
27/11/07
Traducido
por Beatriz Morales Bastos
Hace dos años
Israel culminó su retirada unilateral de Gaza. Todos
recordamos la intensa campaña mediática que con todo
descaro retrataba a los colonos como las víctimas desposeídas
de una audaz medida en favor de la paz. Entre otros, la
economista de Harvard Sara Roy argumentaba que la versión
israelí de la desconexión traería el desastre a una ya
desesperada Gaza. Hoy asistimos a la emergencia de una catástrofe
económica sin paralelo en Gaza y con ello, a la desaparición
de las últimas esperanzas que quedaban de un Estado
palestino.
Desconexión
y control
La versión
original del plan de desconexión pretendía crear una
situación en la que no quedara “ninguna presencia civil o
militar permanente” en las zonas evacuadas y no hubiera
“base para afirmar que Gaza es un territorio
ocupado”[1]. La referencia al estatuto legal de Gaza
como”territorio ocupado” implicaba que terminaba la
responsabilidad israelí sobre la población de Gaza. Sin
embargo, como Israel nunca reconoció oficialmente que Gaza
estuviera ocupada[2], se suprimió esta frase, con lo en que
la versión definitiva se afirmaba (de una manera un tanto
ambigua): "la culminación del plan servirá para
disipar las afirmaciones referentes a la responsabilidad de
Israel en relación a los palestinos de Gaza"[3]. El
hecho de que Israel planeara librarse de toda
responsabilidad legal respecto a los palestinos de Gaza no
es controvertido; Ariel Sharon lo afirmó en múltiples
ocasiones, insistiendo específicamente en la necesidad del
reconocimiento internacional de que había terminado la
ocupación.
Tras la
evacuación de los colonos judíos que había en Gaza los
soldados israelíes abandonaron finalmente la franja el 12
de septiembre de 2005 [4]. Antes de salir por las puertas
del paso fronterizo de Kusufim el jefe de la misión israelí
en Gaza, el general de brigada Aviv Kochavi, insistió:
"La Autoridad Palestina es ahora responsable de lo que
ocurra aquí dentro" [5]. Más tarde esa misma noche el
general de división Dan Harel firmó una declaración que
anulaba el decreto del 6 de junio de 1967 que establecía el
gobierno militar israelí en Gaza. Con este acto legal final
Israel quería que el mundo creyera que habían acabado los
39 de su ocupación de Gaza.
Sin
embargo, dos años después de la desconexión el control
israelí en Gaza es total; es más, el propio texto del plan
de desconexión prevé claramente la situación actual de
estrangulamiento ya que asegura que "Israel guardará y
controlará el perímetro exterior de Gaza, continuará
manteniendo la autoridad exclusiva sobre el espacio aéreo
de Gaza y continuará ejerciendo las actividades de
seguridad en las aguas territoriales de Gaza" [6]. De
este modo, Israel ha disparado contra pescadores palestinos,
ha bloqueado la construcción del Aeropuerto Internacional
Yasser Arafat y continúa ejerciendo la autoridad sobre
todos los regímenes fronterizos (sobre los que ha
establecido en los hechos un cierre total desde junio de
2007). Más allá de este nivel de control, existen
abundantes pruebas académicas y legales que señalan la
continuidad del “control efectivo” de Israel sobre Gaza
y, de este modo y según el derecho internacional la ocupación
continúa.
Con todo,
la mayor prueba del poder israelí sobre Gaza reside en su
poder de causar una devastación económica como una cuestión
política. A pesar de las pretensiones del plan de desconexión
de mejorar la economía palestina, sus intenciones en el
sentido contrario son demasiado claras. Dos años después
de la desconexión las ya pésimas condiciones economías en
Gaza se han deteriorado en prácticamente todos los
aspectos, en gran parte debido al boicot económico impuesto
por el Cuarteto y encabezado por Estados Unidos tras la toma
de control en Gaza por parte de Hamas el pasado mes de
junio. Desde entonces, cualquier asomo de intento económico
razonable de romper las desfavorables condiciones ha sido
abortado por el cierre total de las fronteras de Gaza
impuesto por las autoridades israelíes.
Antes
de la desconexión
La
influencia israelí sobre el desarrollo económico de Gaza
antes de la desconexión era total en prácticamente todos
los aspectos. La dependencia palestina del empleo israelí,
de los niveles favorables de comercio, de la distribución
de los ingresos de los impuestos y del permiso para
introducirse en mercados comerciales, para realizar negocios
o para viajar fuera de los territorios ocupados hacía a
Gaza vulnerable a los caprichos de la burocracia israelí.
El 60% de la población de Gaza vivía por debajo del umbral
de pobreza y el 35% de la fuerza de trabajo estaba
desempleada. Antes de la segunda Intifada las acciones
militares israelíes habían fragmentado cualquier
emergencia de estructuras económicas semi–funcionales y
prácticamente había acabado con la inversión privada
interna. La Autoridad Palestina era disfuncional y débil, y
sufría divisiones internas y desafíos exteriores a su
autoridad, los más inmediatos procedentes del movimiento
islámico–nacionalista. En este telón de fondo de
deterioro, de depresión económica irresoluble y de
subdesarrollo Israel retiró su presencia de Gaza en 2005.
Tras
la desconexión
Mientras
Israel se preparaba para evacuar a sus fuerzas de Gaza en
2005, el Banco Mundial publicó un informe en el que predecía
que sin un cambio del control israelí sobre los regímenes
fronterizos los beneficios económicos de la Gaza posterior
a la desconexión serían “muy limitados” . El Banco
Mundial informaba de que los leves ajustes derivados del
aumento de la libertad de movimientos dentro de Gaza y de la
devolución de las tierras que antes estaban ocupadas por
los colonos israelíes “no supondrían beneficios económicos
significativos” para los palestinos [7]. En cambio, el
plan de desconexión de Israel prometía “una mejor
situación de seguridad, política, económica y geográfica”
al declarar Israel su apoyo de “al proceso de reforma, a
la construcción de instituciones y a la mejora de la economía
y del bienestar de los residentes palestinos”[8]. No esta
claro cómo el plan [de desconexión] pretendía abordar
este desarrollo económico. En el apéndice B10 se lee “en
general, permanecerán vigentes los acuerdos económicos
entre el Estado de Israel y los palestinos”. Estas
disposiciones incluyen “la entrada y salida de bienes” ,
“el régimen monetario”, “las disposiciones sobre
impuestos y aduanas” y “la entrada de trabajadores en
Israel” [9]. De hecho, la única alteración que el plan
[de desconexión] produjo en la política israelí en Gaza
fue la reducción gradual de “los trabajadores palestinos
que entran en Israel hasta cesar completamente” [10]. Las
intenciones del plan se hicieron entonces dolorosamente
obvias: permitir a Israel mantener su status quo en Gaza al
tiempo que hacia caso omiso de la importancia fundamental
que sus propias políticas represivas tenían en la crisis
económica de Gaza.
Los
estudios que consideran el colapso de la economía de Gaza
tras la retirada de Israel suelen ignorar la gran cantidad
de esfuerzos realizados con el objetivo de revitalizar la
economía de Gaza tras la desconexión. El Banco Mundial,
que dirigía a un equipo de economistas y de distintos tipos
de expertos, se entrevistó en 2004 con altos cargos
palestinos e israelíes para discutir las posibilidades de
“modernización” de los checkpoints militares para
adaptar mejor la actividad comercial. La secretaria de
Estado estadounidense Condoleezza Rice nombró un enviado
especial al que los dirigentes mundiales prometieron un
presupuesto importante en la cumbre del G8 de 2005 en
Gleneagles, Escocia. Los hombres de negocios internacionales
empezaron a interesarse en el mercado potencial de Gaza, en
especial en invertir en las tierras recientemente evacuadas
por los colonos israelíes. En este contexto, parecía que
no se había previsto el subsiguiente colapso de la economía
de Gaza; sin embargo, el profesor Mohammed Samhouri observa
que el espíritu de revitalizar la economía de Gaza era
fundamentalmente externo y que entre los grupos israelí y
palestino había escasa motivación de capitalizar el plan
de retirada [11].
Según el
Banco Mundial, cualquier posibilidad de recuperación económica
en favor de Gaza en última instancia se supeditaba a dos
factores fundamentales: (1) el relajamiento de las políticas
israelíes de cierre implementando estrategias fronterizas
tecnológicamente avanzadas y (2) un acceso sin trabas a los
mercados internacionales [12]. Ninguno de estos factores se
discutió en el plan de desconexión ni tampoco se
implementaron; al contrario, existen pruebas que sugieren
que Israel estaba y está trabajando activamente en contra
de ambos factores obstruyendo el tránsito de trabajadores y
de bienes, y perturbando frecuentemente la normalidad de la
vida palestina al emprender incursiones militares regulares.
En última instancia estas políticas significarán el
aislamiento económico y político de Gaza respecto a
Cisjordania (lo que de hecho ya sucede actualmente) y
planteará serias dificultades a la realización de un
Estado palestino continuo en estos territorios.
El
principio del fin
La situación
económica de Gaza declina desde el momento en que la
desconexión se ha descrito como la “peor depresión económica
de la historia moderna“ [13] y el nivel de vida sufre una
situación similar. La vida en Gaza se describe como
“miserable y peligrosa” [14] “intolerable, atroz y trágica”
[15], incluso se señala que “se ha venido abajo” [16].
Después de haberse estabilizado en 2003, el paro ha
aumentado dramáticamente; un estudio de Harvard del año
2005 predice que se deberían crear entre 135.000 y162.000
nuevos trabajos para reducir sustancialmente el paro dentro
de Gaza [17]. A cualquier sitio que vaya en Gaza me da la
sensación de que hay multitud de estudiantes recién
graduados incapaces de encontrar trabajo y a los que se les
prohíbe también abandonar Gaza para encontrar trabajo en
otra parte.
Además de
la profundidad de la crisis, en marzo de 2006 Israel empezó
a retener los ingresos de los impuestos de los palestinos
pertenecientes a la Autoridad Palestina en protesta por el
gobierno de Hamas e interrumpió muchas de las ayudas
bilaterales, de las subvenciones y préstamos de FMI, del
Banco Mundial y de otras instituciones internacionales.
Recientemente Israel ha invitado al Banco Mundial a que cese
completamente sus operaciones en la franja. Trabajando
activamente en contra de las recomendaciones de los expertos
internacionales, Israel ha mantenido un estricto control
sobre todos los regímenes fronterizos vigentes antes de la
desconexión, ha ignorado el plan respaldado por Estados
Unidos de flexibilizar las restricciones a los movimientos y
ha empezado a construir un nuevo perímetro en torno a las
fronteras de Gaza. Además, muchos proyectos de desarrollo
económico han marchitado al quedar desfasados. Los
bulldozers israelíes y los saqueadores palestinos
destruyeron las secciones que quedaban de la zona industrial
de Eretz que estaba destinada a ser renovada y las
frecuentes políticas de cierre han sido la causa de que
acabara y fracasara el muy promocionado proyecto de los
invernaderos palestinos [18]. Hoy todos los pasos
fronterizos excepto el checkpoint de Erez en la frontera
entre Israel y Gaza están cerrados, con lo que se impide el
paso de los bienes “esenciales”. Dado que sólo se
permite a unos pocos palestinos abandonar Gaza a través de
Erez, el cierre ha encarcelado de hecho a 1.400.000
personas. Las políticas israelíes han acabado
deliberadamente con muchas de las esperanzas de recuperación
económica en Gaza.
Ataques
israelíes
Los
intensos episodios de ataques israelíes desde la desconexión
también han puesto gravemente en peligro la normalidad de
la vida palestina y han prolongado la crisis económica con
desfavorables episodios de imprevisibilidad. La cronología
de los acontecimientos militares no se puede interpretar de
manera aislada y se debe considerar de forma coordinada con
dos acontecimientos significativos que ocurrieron al poco
tiempo de que se implementara el plan de desconexión,
fundamentalmente el ascenso de Hamas a la Autoridad
Palestina en enero de 1006 y el secuestro de un soldado
israelí en la frontera por militantes afiliados a Hamas el
verano siguiente. En el curso de cinco meses Israel lanzó
la Operación Lluvia de Verano en la que lanzaron en Gaza
entre 200 y 250 proyectiles de artillería al día y más de
200 ataques aéreos que entre los dos mataron a más de 400
palestinos [19]. Los palestinos, en cambio, lanzaron en el
mismo periodo una media de 9 cohetes caseros al día contra
Israel que mataron a cuatro soldados y a seis civiles israelíes
[20]. A pesar de un intento de alto el fuego en diciembre de
2006 la lucha continuó esporádicamente y finalmente culminó
en la reinvasión de Gaza en mayo de 2007 y en la
persistencia de incursiones militares israelíes prácticamente
diarias desde entonces. La reciente decisión de considerar
la franja de Gaza una “entidad enemiga” sería ridícula
si no revelara de manera terrible las intenciones de Israel
respecto a Gaza.
Antes de
eso, el Tribunal Supremo de Israel aprobó los
controvertidos “asesinatos selectivos” de palestinos
afiliados a organizaciones terroristas; puesto que Israel
clasifica a Hamas como tal organización, la resolución del
TS concede de hecho permiso para atentar contra cualquier
miembro del joven gobierno palestino [21]. En sus intentos
por derrocar a Hamas, Israel ha detenido a 60 altos cargos
de la Autoridad Palestina por ser “miembros de una
organización terrorista”, esto es, de Hamas [22]. Estas
políticas, junto con el apoyo estadounidense e israelí al
movimiento Fatah durante las luchas internas que Gaza sufrió
el pasado mes de junio, sirvieron para eliminar la presencia
de Fatah en Gaza y favorecieron el ambiente para la toma de
control por parte de Hamas. La inestabilidad que esto ha
ocasionado disminuye aún más las esperanza de Gaza de una
recuperación económica al fomentar elementos muy graves y
proporcionar a Israel un pretexto para continuar entusiásticamente
con sus medidas draconianas. De nuevo todos estos actos
rebaten el deseo expresado por Israel (tal y como lo afirman
los términos de la desconexión) de promover riqueza económica
en Gaza.
Implicaciones
para la comunidad
El ataque
de Israel a la estabilidad del gobierno de Hamas junto con
la descarnada realidad del empeoramiento económico de Gaza
han impedido a las autoridades locales crear instalaciones
de infraestructuras básicas, como, por ejemplo, de recogida
de basuras y de tratamiento de aguas residuales. En una
ocasión la planta de tratamiento de aguas residuales de
Beit Lahia “llegó a un punto crítico” en 2005, inundó
con aguas residuales las zonas vecinas y afectó a 800
hogares. Cuando miembros de la instalaciones municipales del
servicio de aguas trataban de limpiar las zonas contaminadas
se lo impidieron los disparos del ejército israelí. La
misma planta de tratamiento de aguas residuales se volvió a
desbordar otra vez en 2007 y mató a cinco personas [23]. La
falta de dinero público hizo que el personal de recogida de
basuras convocar huelgas que ocasionaron que las basuras
literalmente se acumularan en las calles de la ciudad de
Gaza; no hace falta describir los riesgos para la salud de
esta situación. Los cortes de electricidad han afectado
negativamente a los hospitales de Gaza que ahora han
suspendido servicios vitales de vacunación en tres
distritos de Gaza. El peligro para la salud pública en Gaza
va acompañado del hecho de que el ministerio de Sanidad de
Gaza ya no posee fondos para adquirir medicinas vitales y
otros suministros médicos; este ministerio carece de 140
medicamentos esenciales así como de productos médicos
esenciales (como jeringuillas). Los hogares sufren
frecuentes faltas de suministro eléctrico (al menos una de
las cuales se debió a que el ejército israelí bombardeó
la central eléctrica de Gaza con artillería ligera) que
interrumpen a continuación el suministro de agua [24].
Incluso mientras escribo estas líneas Israel está
realizando series de cortes graduales del suministro de
combustible en Gaza, una “dieta”, como lo describió
alegremente alguien en Israel.
Dos años
después de la desconexión la franja de Gaza es más pobre,
está más aislada y desilusionada incluso que antes. Mi
propia actitud seguirá siendo de un profundo cinismo
mientras la comunidad internacional tolera que Israel siga
tratando a Gaza como trataría el guarda de un zoo a sus
animales. Con Cisjordania aislada de Gaza y Gaza aislada del
resto del mundo, la situación parece deprimentemente sombría.
Mientras nos acercamos a la cumbre de Annapolis que se
celebrará el próximo mes, me parece que los palestinos se
encuentran en su punto más débil desde Oslo, y todos
sabemos cómo acabó aquello.
Notas:
(*)
Kris Petersen es un licenciado que está dirigiendo
investigaciones en Gaza. Dirige la blog
www.harmonicminor.com. Jonas Ecke ha colaborado en este artículo.
[1]
Secciones del borrador original se publicaron en "The
Sharon Unilateral Disengagement Plan", Journal of
Palestine Studies 33, no. 4 (2004): 85–107. Véase también:
BY TOPIC: Sharon's "Gaza Disengagement Plan".
[2] Históricamente
Israel ha preferido referirse a este territorio como
“administrado” y no como “ocupado”.
[3] Israel,
oficina del primer ministro, "Cabinet Resolution
Regarding the Disengagement Plan", 6 de junio de 2004,
Addendum A1.
[4] BBC,
"Israel Completes Gaza Withdrawal", 16 de agosto
de 2005
(http://news.bbc.co.uk/2/hi/middle_east/4235768.stm).
[5]
Aviv Kochavi citado en Yuval Shany, "Faraway, So Close:
The Legal Status of Gaza After Israel's Disengagement",
International Law Forum of the Hebrew University of
Jerusalem, Research Paper no. 12–06 (2006): 3.
[6] Israel,
"Cabinet Resolution", add. A3. [Resolución del
gobierno].
[7] Banco
Mundial, sec. 2, par. 14–15
[8] Israel,
"Cabinet Resolution", add. A1. El subrayado es
nuestro.
[9]
Ibid., add. B10.
[10]
Ibid.
[11]
Mohammed Samhouri, "Gaza Economic Predicament One Year
After Disengagement: What Went Wrong?", Middle East
Brief 12 (2006): 3.
[12] Banco
Mundial, sec. 3
[13]
Sara Roy, "The Gaza Strip," Counterpunch, 4 de
octubre de 2006,
(http://www.counterpunch.org/roy10042006.html, accessed 30
October 2007).
[14]
John Ging citado en Samhouri, 1.
[15] John
Dugard citado en Haaretz, "UN Human Rights Envoy Says
Gaza a Prison For Palestinians", 26 de septiembre de
2006, (http://www.haaretz.com/hasen/spages/767510.html).
[16]
John Ging citado en Samhouri, 1.
[17]
Programa sobre Política Humanitaria e Investigación de
Conflicto (HPCR, en sus siglas en inglés), "Population
Projections For Socioeconomic Development in the Gaza
Strip", Working Paper no. 1 (2006): 15. El
empleo total requerirá la creación de entre 166.000 y
197.000 nuevos empleos.
[18] El
proyecto había prometido originalmente crear 3.000 nuevos
empleos y entregar 50 millones de dólares anualmente. Véase
Oficina del Enviado Especial para la Desconexión,
"Periodical Report," 17 de octubre de 2005, par.
6.
[19]
Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de los
Asuntos Humanitarios en los Territorios Palestinos Ocupados
(OCHA, en sus siglas en inglés), "Gaza Strip:
Situation Report", 27 de julio de 2006, 2.
[20]
Ibid.
[21]
Daniel Izenberg, "Supreme Court Allows Conditional
Targeted Killing", The Jerusalem Post, 14 de diciembre
de 2006, (http://www.jpost.com/servlet/Satellite?
pagename=JPost%2FJPArticle%2FShowFull&cid=1164881889047).
[22] Anne
Barnard y Sa'id Ghazali, "Israeli Arrests Hamas
Officials", Boston Globe, 30 de junio de 2006,
(http://www.boston.com/news/world/
middleeast/articles/2006/06/30/israelis_arrest_hamas_officials/.
[23]
Véase Haaretz, "Flood of Sewage in Gaza Strip Village
Kills at Least 5 People", 27 de marzo 2007
(http://www.haaretz.com/hasen/spages/842574.html).
[24] OCHA,
2.
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