Crímenes de
guerra israelíes
Gaza: cada
palestino es un objetivo del ejército israelí
Por Silvia Cattori
silviacattori.net,
19/01/08
Traducido por
Beatriz Morales Bastos
El número
de palestinos detenido o ejecutados en Gaza y también en
Cisjordania no deja de aumentar. Con absoluta tranquilidad
Israel puede lanzar su guerra total contra Hamas, prohibir a
los camiones de la ONU que transportan artículos de
necesidad entrar en Gaza, donde faltan medicinas, agua, y
que está al borde de la hambruna. Para ello Israel cuenta
con el ferviente apoyo tanto de las autoridades corruptas de
Ramala como de las grandes potencias.
Desde noviembre de
2007 la suerte de los habitantes de Gaza y Cisjordania se ha
vuelto aún más terrible. Las cosas han empeorado dramáticamente
desde que se ha intensificado la colusión entre los
servicios secretos israelíes y los servicios de seguridad
Mahmud Abbas. Estos últimos espían a los patriotas
palestinos que no renuncian a resistir contra el ocupante.
Señalan a los militares israelíes dónde tiene que ir a
buscarlos.
Las grandes
potencias son cómplices y aportan su apoyo político y
financiero a estos altos cargos palestinos de Ramala que
oprimen a su propio pueblo. Y nos preguntamos por qué los
diplomáticos que se supone representan a los palestinos en
el exterior [1] no denuncia con claridad el hecho de que
Abbas y Salam Fayyad no protegen a su pueblo sino todo lo
contrario, ayudan a las fuerzas ocupantes a perseguirlo y a
liquidarlo.
No existe la menor
duda: la guerra emprendida por Israel, que desde hace varias
semanas golpea a toda la población de Gaza, ha sido
programada en el marco de una colaboración entre los
servicios secretos israelíes y el gobierno ilegítimo de
Abbas y Fayyad.
De los
aproximadamente 2.000 cuadros de la resistencia y simples
simpatizantes detenidos desde mediados de junio de 2007, más
de 800 fueron secuestrados por los policías de Fatah. (*)
Los servicios de
Fatah, a los que la CIA con el apoyo de Israel ha
suministrado armas, se dedican, coordinados con el ejército
israelí, a hacer interrogatorios donde utilizan la tortura
para sacar información que incrimine a miembros de la
resistencia.
Unos 200
palestinos han tenido que ser hospitalizados en estos últimos
meses a consecuencia de las torturas a las que les han
sometido los servicios de seguridad de Abbas, mientras que
otros detenidos fueron entregados a los soldados israelíes
una vez liberados.
Para satisfacer a
las exigencias de Bush y Olmert, Fayyad intensificó las
redadas contra los miembros de Hamas y a partir de noviembre
de 2007 cerró todas las asociaciones caritativas de Hamas
en Cisjordania.
La intensificación
de la colaboración Fayyad y Abbas con el ocupante israelí
es el resultado de la conferencia de Annapolis y de los
dones recibidos poco después como contrapartida a su sumisión.
«Los países
donantes que participaron en la conferencia de París (…)
se comprometieron a aportar a la Autoridad Palestina ayudas
financieras que se elevan a siete mil millones y medio de dólares.
Esto es, dos mil millones más de lo que aquella pidió.
Este arranque de generosidad suscita muchas dudas y
bastantes preguntas en relación al precio que a cambio
tendrá que pagar el pueblo palestino», escribía Abdel
Bari Atwan en un artículo titulado: «Miles de millones
para liquidar a la resistencia» [2].
Día tras día nos
llegan a través de las páginas web de información imágenes
de niños destrozados. Pero en los principales medios de
comunicación –completamente sometidos a la propaganda
israelí– estas masacres o bien se silencian o bien se
presentan como acciones que tiene por objetivo a peligrosos
«terroristas» de los que Israel tiene «derecho a
defenderse». Esto tiene el efecto de convertir en inocentes
a Israel y a los soldados que cometen estos crímenes.
Ahora bien, ¿quiénes
son los peligrosos terroristas? ¿Los cientos de cadáveres
y heridos espantosamente mutilados que yacen en la morgue o
en las camas de los hospitales, niños y mujeres incluidos?
¿O los pilotos israelíes que lanzan los misiles sobre una
población indefensa?
Esto es lo que a
principios de enero nos confiaba un testigo de la masacre de
Khan Younes [3]:
“Era
espantoso. Las víctimas eran civiles. Entre los muertos había
cinco miembros de la familia de Karima Fayyad (sin relación
de parentesco con el ministro del mismo nombre). No había
razón alguna para bombardear a unas personas que estaban en
su casa. Fue una masacre gratuita. Los aviones y los carros
de combate atacan a los civiles sin cesar. Llegan y atacan
indiscriminadamente. Un día en Rafah, otro en Beit Hanoun,
en Magazi, Betlayia: invaden un barrio tras otro.
“Desde
hace varios meses su táctica consiste en entrar unos kilómetros
en Gaza con carros de combate y bulldozers, acercarse a las
casas para obligar a las fuerzas de policía de Hamas a
salir, a acercarse a ellos. Entonces a los aviones
teledirigidos y helicópteros que les apoyan les resulta fácil
masacrar a todos los combatientes antes de retirarse.”
Silvia
Cattori: ¿En qué
estado de nervios se queda la gente después de las
masacres?
“A
la gente ya no les queda nervios. Lo único que les queda es
esperar a que les toque el turno. Cada palestino de Gaza es
un objetivo.”
Silvia
Cattori: ¿Los aviones sobrevuelan con frecuencia
su espacio aéreo?
“A diario. La
gente vive con miedo de lo que les puede caer en la cabeza.
Nunca se sabe dónde van a atacar los aviones teledirigidos
y los helicópteros. La gente está aterroriza; piden a Dios
no ser el siguiente objetivo.”
Silvia
Cattori: También mueren resistentes. ¿Hay espías
que indican a los pilotos dónde están?
“Sí, por
supuesto.”
Silvia
Cattori: Los jefes de la resistencia han pedido a
hace poco a sus militantes que no lleven el móvil, que les
quiten la batería, porque si no lo hacen se traicionan a sí
mismos. Entonces, ¿no basta con apagar el móvil?
“Aquí todo el
mundo sabe que los pilotos y sus servicios de intercepción
pueden controlar los movimientos de la gente por medio de
los móviles incluso cuando están apagados. Con móviles o
no, para poder atacar con precisión un objetivo los pilotos
necesitan apoyarse en espías que viven entre nosotros, aquí,
en Gaza.”
Silvia Cattori: ¿La gente de Gaza saben identificar a
estos palestinos que espían?
“No lo saben con
exactitud, pero hay muchos palestinos de los que se sospecha
que colaboran con el enemigo. Sospechar no basta como
prueba.”
Silvia Cattori: ¿Qué sentido tiene responder a los tiros de
los israelíes, lanzar cohetes artesanos que militarmente no
tienen peso alguno frente a los misiles israelíes? Israel
puede masacrar a todos los palestinos sin sufrir pérdidas.
¿No es absurdo combatir en esas condiciones de desigualdad?
“Yo desapruebo
el lanzamiento de cohetes. Se habla de 3.500 cohetes
lanzados contra Sderot, que han herido a varias personas y
matado a una mujer que murió de miedo. Estos cohetes solo
sirven para asustar. Pero por cada lanzamiento de cohetes el
precio que pagan los habitantes de Gaza es catastrófico.
“El ejército
israelí ha aprovechado para arrasar todos nuestros
cultivos, nuestros limonares, nuestros últimos olivos, y
para demoler más casas todavía. Desde luego que el ejército
israelí se aprovecha del lanzamiento de cohetes para
justificar las masacres y decir que somos terroristas, que
somos una amenaza. Y a continuación tenemos al mundo en
contra de nosotros.”
Silvia
Cattori: ¿Eso es lo que piensan los habitantes
de Gaza respecto al lanzamiento de cohetes?
“Hay una mezcla
de sentimientos. A veces, después de tantas masacres y
vejaciones, de ataques contra su dignidad, la gente necesita
algo y espera alguna reacción por parte de la resistencia.
Una simple revancha para mitigar algo su dolor, sus muertos.
“Y ¿qué puede
hacer la resistencia para demostrar que no deja masacrar a
su pueblo indefinidamente sin reaccionar? Responde
disparando cohetes. Quienes los disparan saben que no es
equilibrado, que no sirve para nada. Pero la única manera
que tienen de responder es lanzar los cohetes o ponerse
delante de los tanques para impedir que avance.”
Silvia Cattori:
Desde hace algunas semana Israel afirma que los militantes
tienen una gran capacidad defensiva, que disponen de gran
cantidad de explosivos y de armas. ¿Es verdadero o falso?
“Aquí la gente
no tiene nada. Su fuerza no está en las armas. Está en la
enorme voluntad que anima a los militantes de liberar
nuestros territorios, de reconquistar nuestros derechos. Eso
es algo que, a pesar de su aplastante superioridad, los
soldados israelíes no tienen: la voluntad de liberar a su
pueblo es lo que da a los resistentes su fuerzas. Sus armas
no valen nada.”
Silvia
Cattori: Entonces, ¿la fuerza de los palestinos
reside en las personas que se han manifestado hace poco para
expresar su fidelidad a Hamas? ¿La resistencia la encarna
todo este pueblo encerrado?
“Exactamente.
Nuestro pueblo, en su mayoría, resiste por medio de su
actitud de insumisión ante la opresión que se intensifica.
Eso es lo que no entienden las autoridades israelíes. Los
palestinos nunca se pondrán de rodillas, aunque tengan que
morir. El ocupante no podrá impedir que luchemos por
nuestra supervivencia. Pueden cortarnos el agua,
contaminarla, no dejarnos más que el agua salada, privar a
nuestros hijos de comida: no vamos a flaquear.
“En tanto que
seres humanos no tenemos más opción que luchar por
nuestros supervivencia. No vamos a rendirnos y permitir a
nuestros agresores lograr sus inaceptables objetivos.
“Desde hace dos
años Gaza ha demostrado que la resistencia es toda la
población, dejando de lado los colaboracionistas. Toda la
población está dispuesta a morir por sus derechos legítimos.
Silvia
Cattori: ¿Le sorprendió cuando en diciembre de
2007 usted vio a una enorme cantidad de gente celebrar los
veinte años de existencia de Hamas a pesar de que este
movimiento no tiene nada que ofrecer [4]?
“Ya cuando se
celebró la conferencia de Annapolis me sorprendió la
enorme cantidad de gente que se reunió para condenarla y
apoyar a Hamas. Pero cuando vi más de 400.000 manifestantes
que festejaban los veinte años de este movimiento me dije
que a pesar de las dificultades, Hamas y su gobierno no habían
perdido nada de su popularidad.”
Notas:
(*) Estas cifras son
aproximativas. El Israel y Palestina hay ONGs a las que se
financia para que elaboren listas día tras día.
[1] Leila Shahid,
delegada de Palestina ante la Unión Europea y Hind Khoury,
delegada general de Palestina en Francia.
[2]
http://www.ism–france.org/news/article.php
?id=8014&type=analyse&lesujet=Initiatives%20de%20Paix
[3]
http://www.imemc.org/article/52191
[4]
http://www.ism–suisse.org/news/article.php
?id=8000&type=analyse&lesujet=Résistances.
Silencio cómplice
Gaza: "No
bastará con sacar la bandera blanca"
Por Silvia Cattori
silviacattori.net,
18/01/08
Traducido por
Beatriz Morales Bastos
¿Por qué durante
estos largos meses durante los que hemos visto cómo la
población de Gaza se iba sumiendo en el horror y cómo sus
enfermos y heridos morían por falta de medicinas nadie se
ha movilizado verdaderamente para salvar lo que todavía
puede ser salvado? ¿Por qué nuestros países no hacen
entrar en razón al primer responsable de esta catástrofe
humanitaria sin precedentes, el Estado de Israel?
Gaza está injusta
e ilegalmente encarcelada por Israel, sometida a los ataques
asesinos de sus misiles y reducida al hambre.
¿En qué cárcel
se ha visto que los carceleros corten el agua, corten la
electricidad, priven a los presos de comida, prohíban a
quienes están heridos o enfermos salir de la cárcel para
recibir tratamiento?
Somos muchos los
que ante tanta indiferencia y crueldad sentimos vértigo. E
indignación al constatar que nuestros gobiernos europeos no
tienen compasión alguna por este pueblo encarcelado que no
puede defenderse.
De manera
extraordinariamente salvaje, Israel asesina a diario
palestinos, a resistentes y a simples habitantes, mujeres y
niños incluidos.
¡Nuestras
autoridades son informadas puntualmente por sus
representantes diplomáticos de las exacciones cometidas por
el ejército israelí y de la gravedad de la situación! ¿Por
qué permanecen calladas mientras que muchas personalidades
se han expresado para alertar a la opinión pública? ¿Acaso
tiene miedo de Israel?
Cuanto más tiempo
pasa, más peligra la salud de su población, encerrada en
este ghetto en el que se ha convertido Gaza, y, sobre todo,
la vida de sus niños (que constituyen la mitad de la
población), sometidos a una desnutrición prolongada, corre
peligro de malograrse de forma irreversible.
El
estrangulamiento económico de Gaza lo decidieron Estados
Unidos y la Unión Europea presionados por Israel y con el
consentimiento de estos palestinos corruptos a quienes los
aliados de Israel califican de «moderados»: Mahmud Abbas y
Salam Fayyad. Sin embargo, en realidad son indignos
colaboradores con este ocupante que tan cruelmente oprime a
su pueblo.
¿«Moderados»
o «colaboradores»?
Nuestros cronistas
los llaman complacientemente «moderados» porque trabajan
mano con mano con Israel para liquidar no sólo a los
cuadros del movimiento Hamas, sino también a los palestinos
ordinarios que se niegan a abandonar los principios y
derechos de su pueblo.
Nos encontramos
ante una catástrofe humanitaria organizada, una catástrofe
decidida en las más altas instancias.
La «comunidad
internacional», a la que pertenecemos todos y cada uno de
nosotros, debe responder del «crimen de indiferencia» por
el abandono de este pueblo amenazado por los incesantes crímenes
de guerra del ejército israelí.
Esta catástrofe
la han hecho posible los medios de comunicación y puede
perdurar gracias a su complicidad, ya que no nos están
mostrando el alcance de la opresión israelí en Gaza. Y en
este sentido la cadena de televisión pública de mi país,
la Suiza francófona, resulta aún más cómplice que otras
de estos abominables castigos colectivos.
La situación es
gravísima. No data de ahora, pero la vida de estas personas
se ha vuelto aún más terrible desde septiembre de 2007,
cuando Israel cerró todas las entradas y salidas de Gaza, y
prohibió el paso a los pocos camiones que todavía podrían
transportar un poco de harina, de arroz y algunas medicinas.
¿Por qué nunca oímos
a los «French Doctors» [1] y a nuestros cargos electos
protestar, obligar a Israel a aflojar el torno que
estrangula y mata de hambre a un millón y medio de
personas? Cada día que pasa hace más grave una situación
que ya es catastrófica.
Esto es lo que ya
en noviembre de 2007 nos decía una madre palestina:
–“¡No sé
hasta dónde llegaremos! Los israelíes nos matan de hambre,
impiden que salgan los productos de nuestros agricultores.
Estamos encerrados. Todo es muy caro. La mayoría de las
personas están en paro y no tiene dinero. Esto es una
desgracia. Ya no queda nada, algunos productos han
desaparecido de las tiendas. Y ahora los israelíes hacen
entrar su fruta, sus verduras y productos lácteos que nos
venden a precios exorbitantes.”
¿Y
los países árabes no viene en su ayuda?, le pregunté
–“Los países
árabes colaboran con Abu Mazen (Mahmoud Abbas) e Israel.
Mazen no nos da nada. Sólo da a los miembros de su partido.
Anima a Israel a mantenernos encerrados para matarnos de
hambre. Espera que nos pongamos de rodillas. Los israelíes
han anunciado que preparan una gran operación militar
contra Gaza. Lo peor llegará en los próximos días.”
¿Qué
sienten ustedes cuando ven a Bush y Sarkozy movilizar a la
comunidad internacional a propósito de Darfour?
–“Siento un
dolor inmenso, sobre todo pensando en los niños y en los
enfermos que mueren aquí por falta de suficiente atención
médica. Cuando oí a Moussa [presidente de la Liga Árabe,
ndt] decir que va a enviar 250.000 dólares de ayuda a
Darfour, lloré. ¿Por qué a nosotros, que somos sus
hermanos y hermanas, nos ignora cuando la situación aquí
es verdaderamente espantosa? Aquí no entra ni sale nada.
Los pobres no pueden alimentarse normalmente. Todos los
precios se han triplicado y son muy pocas las personas que
tienen un sueldo. La UNWRA distribuye cupones cada dos
meses. Las raciones del mes pasado no se han distribuido.”
¿No les ayuda el movimiento Hamas?
–“No tienen
nada. Creo que aunque las autoridades de Hamas se dieran por
vencidas, aunque sacaran la bandera blanca y suplicaran al
mundo que nos ayudaran, incluso en ese caso nada cambiaría:
Israel nunca dejará de martirizarnos.
“No bastará con
sacar la bandera blanca. Los israelíes continuarán una y
otra vez exigiéndonos otra cosa. El gobierno de Hamas
carece de toda ayuda. No pueden hacer nada, ellos también
están encerrados como nosotros.
“Incluso la
ayuda financiera entregada por Irán en 2006 por razones
humanitarias [2] y por otros países para aliviar nuestros
sufrimientos ha sido secuestrada por Egipto a petición de
Israel. ¡Israel nos tiene sujetos con una cuerda!”
Bastaría con que
las grandes potencias exigieran a Israel que aflojara la
cuerda de la que esta tirando para que Gaza pueda respirar.
¡Bastaría con cortar esta cuerda!
Notas:
[1] Se refiere a
los Bernard Kouchner, ex–director de Médicos sin
Fronteras y actual ministro de Asuntos Exteriores francés,
que con la excusa de la defensa de los derechos humanos
empujan a hacer las guerras “humanitarias”, la primera
de las cuales fue la de Yugoslavia (n. de la t.).
[2] En abril de
2006, tras la decisión europeo–estadounidense de
suspender toda ayuda a las autoridades democráticamente
elegidas de Hamas, Irán entregó 50 millones de dólares.
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