El
ghetto de Gaza contado por quienes están encerrados en él
¿Hacia
una nueva Nakba?
silviacattori.net,
31/01/08
Traducido por Beatriz Morales Bastos
La
carta que publicamos aquí – fechada el 22 de enero de
2008 – permite conocer desde dentro la situación de
desamparo en la que se encontraba la población de Gaza
encerrada en esta angustiosa cárcel «cuya llave Israel ha
tirado al mar» (*), cuando todavía no había caído el
muro de la vergüenza de Rafah.
«Nos
tienen asfixiados y sufrimos atrozmente. Tres mil mujeres y
niños han ido hoy a la frontera egipcia a suplicar a los
guardianes que dejen pasar a Egipto a los enfermos. Los
militares egipcios les han atacado, les han pegado con las
porras, les han rociado con agua y gases lacrimógenos.
«Como
sabe, Gaza está completamente encerrada. Es una situación
indescriptible. Hay enfermos y heridos que se mueren por
falta de medicinas. No hay gasolina ni gasoil. Los
suministros que Israel autorizó el 21 de enero son
insuficientes; no se puede volver a arrancar la bomba de la
central eléctrica.
«Necesitamos
ayuda urgentemente. No tenemos comida ni medicinas ni
reservas de agua. Las tiendas de alimentación están vacías.
Han cortado la electricidad. Estamos economizando el gas que
queda en la bombona.
«Todo
depende de la electricidad y, por lo tanto, del gasoil. El
agua sólo sale del grifo con electricidad. Como Israel nos
priva de gasoil, no hay electricidad ni agua potable.
«Desde
hace mucho tiempo ya no funciona el aprovisionamiento de
agua ni la evacuación de aguas residuales, que dependen de
la red eléctrica. Si no las cosas no cambian, de hoy a mañana
nos vamos a hundir. Se nos ha acabado la reserva de agua.
Iremos a casa del vecino y el vecino estará en la misma
situación que nosotros.
«Sin
gasoil para que funcionen los generadores, todas las
estaciones de filtrado están muertas. Desde que Israel la
bombardeó en 2006 la central eléctrica sólo funciona al mínimo
de su capacidad. Pero ahora estamos secos. Si no pasa nada
en las próximas horas nos vamos a morir de sed.
«Creemos
que Israel tiene un plan preciso, que hace todo esto para
llevarnos a tirar las puertas, para ver cómo huimos a
Egipto. Es su manera de deshacerse de nosotros.
«Ahora
somos absolutamente conscientes de cortándonos el agua y
los víveres Israel lo que quiere es estrangularnos. Como no
puede masacrarnos a todos de golpe, nos corta los víveres y
el agua. Así, ellos creen que acabaremos por huir en masa
empujados por el hambre y la sed. Eso es a lo que los israelíes
llaman transferencia.
«Hay
jóvenes que piensan en marcharse para siempre si se abre la
frontera. Ir a donde sea con tal de huir de este infierno.
«Yo
no me iré. ¿Huir para encontrarnos aparcados eternamente
en basureros, como nuestros hermanos que desde hace 60 años
están aparcados en los campos de refugiados de Líbano? ¡No!
¡Mire a los refugiados en Líbano o Jordania! ¿Qué se
hace para sacarlos de donde están encerrados?
«Aquí
todavía nos sentimos en casa, incluso bajo las bombas. Éste
es un sentimiento esencial. Porque aunque aquí, en Gaza,
vivamos en el infierno, todavía hemos podido salvaguardar
nuestra dignidad.
«Pedimos
a los periodistas que vienen a Gaza que se comporten como
seres humanos, que dejen de ocultar la verdad al mundo, lo
que nos está haciendo sufrir Israel.
«Aquí
hay un pueblo que se está muriendo de hambre, de sed, de
enfermedad, de miseria. Lo que este pueblo pide es poco: que
se reconozca el sufrimiento y la injusticia que sufre, que
se diga la verdad mostrando las imágenes atroces que hablan
por sí mismas. Si no, ¿quién creerá lo que decimos?
«Somos
seres humanos, no somos «terroristas».
«Tenemos
los mismos derechos que los ciudadanos de sus países.
Pedimos a los medios de comunicación que dejen de ocultar a
la opinión publica el hecho de Israel esta endureciendo
cada vez más sus castigos y de que nos esté matando de
hambre y de sed porque hemos votado a Hamas en vez de a
Fatah.
«Estamos
estrangulados por el bloqueo, económicamente; estamos
estrangulados humanamente; estamos estrangulados en todos
los sentidos por los israelíes. Pero hagan lo que hagan y
por mucho tiempo que nos aplasten y nos encierren, lo único
que conseguirán es hacer que aumente nuestra resistencia.
«Actuando
de esta manera cruel los israelíes no conseguirán nunca
que cese el lanzamiento de cohetes. Cada acción punitiva
por parte de Israel provocará una reacción por nuestra
parte.
«Cuando
se arrincona a un gato se convierte en un león.
«El
bloqueo que estamos sufriendo no empezó el 17 de enero como
dicen los medios de comunicación. Sufrimos el bloqueo
israelí desde hace dos años. Nuestra situación se ha
vuelto aún más difícil porque también estamos sometidos
a las sanciones económicas de la Unión Europea.
«Lo
que ha empeorado nuestra suerte es que ahora estamos
encerrados herméticamente. Esperamos un milagro.
«Siempre
estamos divididos entre la esperanza y la desesperación. A
veces nos desespera la idea de que Israel nunca se verá
obligado a devolvernos nuestra libertad; a veces tenemos la
esperanza de ver que las puertas se abren.
«En
este momento vemos que nuestros vecinos árabes han empezado
a manifestarse y hacer llamamientos a sus gobiernos para que
reaccionen. Al mismo tiempo, sabemos que los dirigentes árabes
sólo harán declaraciones para salvar la cara.
«Como
sabe, Mubarak se ha asociado a Israel para mantener cerrado
el paso a Egipto. ¿Qué podemos esperar de un Mubarak que,
hoy, ha enviado soldados de refuerzo para que disparen
contra las madres que han ido [a la frontera] a pedir que se
deje salir a los enfermos y heridos, a los que no se puede
curar en Gaza y a quienes espera una muerte segura?
«Israel
quiere hacernos desaparecer. Pero no lo conseguirá nunca.
Nunca. Aunque consiga matarnos a todos privándonos de agua
y comida, otros palestinos de Cisjordania y del mundo lucharán
para que Gaza siga existiendo.
«Creo
que quienes vengan detrás de nosotros se vengarán de estos
colonizadores israelíes que nos han acorralado en nuestra
tierra. Hagan lo que hagan nuca conseguirán deshacerse de
nosotros, los palestinos nativos» (Fin de la carta)
Post
scriptum de Silvia Cattori
Este
relato, sobrio aunque preciso, es capital. Cuando fue
escrito su autor ignoraba que los palestinos estaban
abriendo en el muro una brecha que permitiría a toda esta
población cautiva y hambrienta ir a reavituallarse como último
recurso en Egipto. Pero era plenamente consciente de este
espantoso dato, es decir, de que cortándoles el agua y los
víveres, Israel quería llevarlos a lo peor: al éxodo. Es
decir, acabar la «transferencia».
Los
palestinos recuerdan siempre cómo después de haber
masacrado a los habitantes del pueblo de Deir Yassin en 1948
los grupos terroristas judíos provocaron un pánico general
que tuvo como consecuencia el desarraigo de 900.000
palestinos aterrorizados que huyeron para salvar la vida, lo
que permitió a los colonos judíos instalarse en las
tierras árabes y crear en ellas Israel.
Fue
una expulsión planificada metódicamente, una «limpieza étnica»,
a la que Israel llamó «transferencia» voluntaria. Y para
engañar mejor al mundo, pretendió que fueron los
dirigentes árabes quienes dieron la orden de huir a los
palestinos.
Hoy
se repite el mismo escenario. Como en 1948, la propaganda de
las autoridades israelíes, repetida por muchos cronistas en
el mundo, deja entender que fueron los dirigentes palestinos
(de Hamas) quienes organizaron un «golpe de fuerza» que
hizo caer el muro [en Rafah] y que saliera una riada humana
hacia Egipto; en otras palabras, vuelven a atribuir a los
dirigentes palestinos la responsabilidad de un éxodo que,
en realidad, ha sido provocado por unas condiciones
intolerables impuestas por Israel [1].
Desde
finales de noviembre de 2007 las fuerzas de ocupación
militar israelí han multiplicado los actos de terror contra
la población de Gaza, por tierra, mar y aire, que han
dejado casi a diario unos cincuenta heridos y decenas de
muertos. Este terror se ha incrementado aún más por la
prohibición de entrada tanto de abastecimiento como de los
camiones que transportan medicinas, y la prohibidión de
dejar salir a los heridos graves para que reciban
tratamiento den Egipto.
Para
la población de Gaza no existe la menor duda de que, como
en 1948, se trata de un proceso deliberado y calculado
destinado a empujar a la gente a la locura; y de que Israel
está ejecutando la misma política que en 1948; de que se
trata hacerlos morir de hambre, de usar la fuerza militar y
técnicas de guerra psicológica para crear un fuerte
sentimiento de miedo, esperando que bajo el efecto del pánico
y del estrés, a la menor apertura, la gente se precipitaría
fuera de Gaza.
Israel
ha hecho lo que ha hecho y ahora va a manipular las cosas
para lavarse las manos. Altos cargos israelìes ya han
declarado que el abastecer a Gaza es asunto de Egipto.
El
objetivo de las estrategias israelíes es conseguir que una
vez que se empuje a Egipto a los nativos de Gaza, ya no sean
considerados palestinos y que los refugiados que tienen
derecho a retorinar a sus tierras de las que fueron
expulsado por primera vez en 1948 se establezcan también en
Egipto y se sumen a los millones de refugiados que se pudren
en los campos de refugiados de Jordani, Siría y Líbano.
Existen
importantes razones para creer que el calvario de Gaza no ha
hecho más que empezar.
(*)
«Gaza es una prisión» en la que Israel ha encerrado a los
palesitnos y luego «ha tirado la llave al mar» es una
imagen utilizada por John Dugard, profesor de derecho.
[1]
Para los cometaristas que apoyan la postura del ocupante
israelí, se trata de dejar entender que son los dirigentes
de Hamas quienes han empujado a los habitantes de Gaza a
partir, como lo ilustran estas palabras: «La idea brillante
que han encontrado los dirigentes de Hamas en Gaza ha sido
hacerse llevar a la frontera egipcia para fraternizar ahí
con el ejército, para abrir la frontera y para dar así la
sensación de que la liberación venía del sur. Esta
operación se ha llevado a cabo de la mano del amo; por
supuesto, dadas las restricciones a las que estaba sometida,
la población se ha prestado a ello con entusiasmo; pero se
trataba de una operación mandada, organizada por la dirección
del partido [Hamas]». Y se añade este comentario que
demuestra que Israel ve un interés en el éxodo de Gaza: «…
Por temor a una fraternización total entre el ejército
egipcio y los manifestantes palestinos, el gobierno de El
Cairo cedió, abrió su frontera; quizá se abrirá de forma
permanente lo que harà que pese sobre Egipto la
responsabilidad de abastecer el enclave; en última
instancia, los israelíes lo desearían…». Para leer toda
la argumentación de este propagandista, véase:
www.mondialisation.ca/index.php ?context=va&aid=7954
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