La mega prisión de Palestina
Por Ilan Pappé (*)
The
Electronic Intifada, 05/03/08
Tlaxcala, 07/03/08
Traducido por Nadia Hasán
Revisado
por Ferran Muiños Ballester (**)
En varios artículos publicados por The
Electronic Intifada, aseguré que Israel está ejerciendo
una política genocida contra los palestinos de la Franja de
Gaza, mientras continúa con la limpieza étnica en
Cisjordania. Afirmé que las políticas genocidas son un
resultado de una falta de estrategia. El argumento fue que
en vista de que las elites políticas y militares israelíes
no saben cómo lidiar con la Franja de Gaza, optaron por una
reacción instintiva en la forma de una masacre masiva de
personas cada vez que los palestinos en la Franja osaran
protestar – mediante el uso de la fuerza – en contra de
su estrangulamiento y aprisionamiento. El resultado final
hasta ahora es la escalada de asesinatos indiscriminados de
palestinos – más de cien en los primeros días de marzo
de 2008, validan, desgraciadamente, el adjetivo
“genocida” que yo y otros hemos relacionado con estas prácticas.
Pero aún no era una estrategia.
Sin embargo, en las últimas semanas
vio la luz una estrategia israelí más clara con respecto
al futuro de la Franja de Gaza, que forma parte del nuevo
pensamiento general acerca del destino de los territorios
ocupados en general. Es, en esencia, un refinamiento del
unilateralismo adoptado por Israel desde el fracaso de las
“Conversaciones de Paz” de Camp David en el verano de
2000. El ex Primer Ministro israelí Ariel Sharon, su
partido Kadima, y su sucesor, el Primer Ministro Ehud
Olmert, delinearon de manera muy clara lo que implicaba el
unilateralismo: Israel podría anexar cerca del 50% de
Cisjordania, no como un trozo homogéneo de ella, sino como
el espacio total de los bloques de asentamientos, las
carreteras segregadas, las bases militares y las “reservas
nacionales” (que no son áreas permitidas para
palestinos). Esto fue implementado – más o menos – en
los últimos ocho años. Esas entidades puramente judías
dividen Cisjordania en 11 pequeños cantones y subcantones.
Están todos separados unos de otros por esta compleja
presencia colonial judía. La parte más importante de esta
usurpación es la zona del Gran Jerusalén, que divide
Cisjordania en dos regiones distintas sin conexión por
tierra para los palestinos
Así el muro se estrecha y reencarna en
varias formas a lo largo y ancho de Cisjordania, rodeando
individualmente a aldeas, vecindarios
o pueblos. El panorama cartográfico de este nueva
edificación nos da una pista de la nueva estrategia tanto
para Cisjordania como para la Franja de Gaza. El Estado judío
del siglo XXI se encuentra cerca de completar la construcción
de dos mega prisiones, las mayores de su clase en la
historia de la humanidad.
Ellas tienen diferencias en su forma:
la de Cisjordania está hecha a partir de pequeños guetos y
la prisión de Gaza es un enorme mega gueto en sí mismo.
Hay otra diferencia: la Franja de Gaza es ahora, en la
retorcida percepción de los israelíes, enclave donde se
hospedan “los más peligrosos reclusos”. Cisjordania,
por otro lado, sigue siendo un enorme complejo de prisiones
al aire libre en la forma de moradas humanas normales como
es una aldea o un pueblo, interconectados y supervisados por
una autoridad carcelaria de inmenso y violento poder
militar.
En lo que respecta a los israelíes, la
mega prisión de Cisjordania puede ser denominada un estado.
El Asesor del Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud
Abbas, Yasser Abed Rabbo, en los últimos días de febrero
de 2008, amenazó a Israel con una declaración unilateral
de independencia, inspirada por los recientes sucesos en
Kosovo. Sin embargo, pareciera que nadie en el lado israelí
se opuso mayormente a esta idea. Este es más o menos el
mensaje que recibió un desconcertado Ahmed Qurei, el
designado negociador palestino, por parte de Tzipi Livni, la
Ministra de Relaciones Exteriores israelí, cuando la llamó
para asegurarle que Abed Rabbo no estaba hablando en nombre
de la Autoridad Palestina (AP). A él le dio la impresión
de que su preocupación [de Livni] era precisamente lo
contrario: que la AP no estuviera de acuerdo en llamar a las
mega prisiones un estado en el futuro próximo.
Este desdén, junto con la insistencia
de Hamas de resistir el sistema de mega prisión por una
guerra de liberación, obligó a los israelíes a repensar
su estrategia con respecto a la Franja de Gaza. Se sabe que
incluso los miembros más cooperadores de la AP no están
dispuestos a aceptar la realidad de la mega prisión como
“paz”, ni como “solución de dos estados”. Además
Hamas y la Jihad Islámica
tradujeron esta renuencia atacando a Israel con
cohetes Qassam. Por lo que se desarrolló el modelo del
enclave más peligroso: importantes estrategas en el ejército
y en el gobierno apoyaron la “administración” del
sistema – a
muy largo plazo – que han construido, al tiempo que
prometen comprometerse por un “proceso de paz” vacío,
globalmente con muy poco interés, y una continua lucha
desde el interior, contra él.
La Franja de Gaza está ahora
considerada como el enclave más peligroso de este complejo
y, por lo tanto, es aquel contra el que se deben utilizar
los medios punitivos más brutales. El asesinato de los
“reclusos” por medio de ataques aéreos o de artillería,
o por estrangulación económica, no es sólo el resultado
inevitable de las acciones punitivas escogidas, sino también
es el deseado. El bombardeo de Sderot es también la
inevitable y de algún modo deseada consecuencia de esta
estrategia. Inevitablemente, debido a que las acciones
punitivas no pueden destruir la resistencia, generan
bastante a menudo represalias. Las represalias
proporcionan la lógica y fundamentos para la próxima acción
punitiva. ¿Podría alguien de la opinión pública local
dudar de la sabiduría de esta nueva estrategia?
En el futuro próximo, cualquier
resistencia similar desde zonas de la mega prisión de
Cisjordania será tratada de la misma forma. Y es muy
probable que estas acciones ocurran muy pronto. Es más, se
está en camino a una tercera Intifada y la respuesta israelí
será una mayor elaboración del sistema de mega prisión.
Reduciendo el número de “reclusos” en ambas mega
prisiones aún se mantendría una muy alta prioridad en esta
estrategia por medio de la limpieza étnica, los asesinatos
sistemáticos y la estrangulación económica.
Pero hay grietas que impiden que la máquina
de destrucción continúe. Parece que un número creciente
de judíos en Israel (una mayoría, de acuerdo a un reciente
sondeo de CNN) desea que su gobierno comience las
negociaciones con Hamas. Una mega prisión está bien, pero
el sistema fracasa si los custodiados enclaves residenciales
son proclives a ser atacados en el futuro. Khalas, dudo si
las encuestas de CNN representan adecuadamente o no el
actual estado de ánimo israelí; pero sí da indicios de
una esperanzadora tendencia que da la razón a la
insistencia de Hamas en que Israel sólo entiende el
lenguaje de la fuerza. Pero puede no ser suficiente y el
perfeccionamiento del sistema de mega prisión – mientras
tanto – continúa constante y las medidas punitivas de la
autoridad están reclamando las vidas de muchos más niños,
mujeres y hombres en la Franja de Gaza.
Como siempre es importante recordar que
occidente puede poner fin mañana a esta criminalidad e
inhumanidad. Pero hasta ahora esto no ha pasado. Si bien los
esfuerzos por hacer de Israel un estado paria continúan con
toda su fuerza, siguen estando limitados a la sociedad
civil. Es de esperar que esta energía sea – algún día
– trasladada a las políticas gubernamentales en el
terreno. Solo nos resta rezar que no sea demasiado tarde
para las víctimas de esta horrorosa invención sionista: la
mega prisión de Palestina.
(*) Ilan Pappé es considerado el
historiador más importante de Israel. Fue catedrático del
Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de
Haifa y del Instituto de Estudios Palestinos Emil Touma, de
la misma ciudad. Encabezó la escuela revisionista de la
historia israelí. Ante las persecusiones sufridas por sus
publicaciones, en que desmentía los mitos oficiales sobre
los orígenes de Israel, debió exiliarse en Gran Bretaña
donde es profesor en la Universidad de Exeter. Entre sus libros: The Making of the Arab–Israeli Conflict (London and
New York 1992), The Israel/Palestine Question (London and
New York 1999), A History of Modern Palestine (Cambridge
2003), The Modern Middle East (London and New York 2005) y
el último publicado, Ethnic Cleansing of Palestine (2006).
(**) Nadia Hasan y Ferran Muiños son
miembros de Rebelión y Cubadebate; Nadia Hasan también es
miembro de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad
lingüística. Esta traducción se puede reproducir
libremente a condición de respetar su integridad y
mencionar a sus autores y la fuente.
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