Espías
israelíes presionan a pacientes palestinos para obtener
información
Israel
lanzó la guerra de los hospitales
Por
Donald Macintyre
The Independent,
04/08/08
La Jornada, 05/08/08
Traducción de Jorge Anaya
La ONG “Médicos
por los Derechos Humanos” denunció interrogatorios de la
Shin Bet en hospitales de Israel y Cisjordania. Según el
informe, crece el número de pacientes a quienes se les
niega la entrada a Israel para recibir tratamiento, si no
colaboran con los servicios israelíes.
La
inteligencia israelí presiona a palestinos enfermos de
gravedad para que den información sobre militantes y otros
asuntos a cambio de recibir permiso de salir de Gaza para
recibir tratamiento médico. La agencia de espionaje interno
israelí, Shin Bet, tiene un papel cada vez más importante
en decidir si se debe permitir a los pacientes acudir a
citas en hospitales de Israel o en Cisjordania, revela un
nuevo informe de Médicos por los Derechos Humanos (MDH).
El
organismo no gubernamental ha recogido testimonios de más
de 30 pacientes de enfermedades graves, como el cáncer, que
describen la presión a la que son sometidos por
interrogadores en la terminal de Erez, entre Israel y Gaza.
Un hombre de 38 años, quien debe acudir a tratamiento en el
hospital Ichilov de Tel Aviv, cuenta que le dijeron:
“Tienes cáncer y se te va a extender al cerebro. Si no
nos ayudas, espera hasta que se abra Rafah (la salida hacia
Egipto, que rara vez se abre)”.
El informe,
que acusa a Shin Bet de “coerción” y “extorsión”
de pacientes, destaca que se ha elevado la proporción de
personas a quienes se niega permiso de entrar a Israel para
recibir tratamiento desde que Hamas tomó el poder en Gaza,
en junio de 2007.
Este
incremento de negativas, de 10 por ciento en la primera
mitad de 2007 a 35 por ciento en el mismo período de 2008,
coincidió con lo que según MDH son crecientes
restricciones en el abastecimiento de repuestos para equipo
médico, combustible y electricidad, como parte de un
bloqueo de todos los suministros, excepto los de carácter
humanitario. Por eso se ha incrementado el número de
pacientes que deben atenderse fuera de Gaza.
Según Shin
Bet, el objetivo de los interrogatorios es estimar el grado
de peligro que puede representar el solicitante. “En la práctica
–añade MDH–, la agencia recaba información sobre lo
que llama asuntos de seguridad.”
La mayoría
de quienes han testificado rehusaron dar su nombre por miedo
de poner en riesgo cualquier posibilidad que les quede de
recibir tratamiento fuera de Gaza. Pero uno que sí se
identificó, el periodista Bassam Wahidi, de 28 años, señaló
que en agosto de 2007 lo retuvieron seis horas en Erez para
interrogarlo, por lo que perdió la cita que tenía en el
hospital de San Juan, en el este de Jerusalén, para salvar
la vista de su ojo derecho por daño en la retina.
Dijo que al
llegar al lado israelí lo llevaron a un cuarto de
interrogatorios, donde un hombre que hablaba perfecto árabe
se presentó como Moshe. “Quiero que me hagas un favor
–le dijo Moshe–. Voy a hablar con los jefes de las
fuerzas de defensa israelí para decirles que eres un buen
tipo y que tenemos que ayudarte.”
Luego le
pidió usar su puesto de periodista para ir a las zonas
fronterizas y ver quién lanzaba cohetes y dónde, y asistir
a conferencias de prensa de las alas militares de facciones
palestinas. Le darían un chip móvil israelí y le pedirían
llamar a cierto número para dar información. Después de
un período de prueba de 10 días lo autorizarían ir a Erez
sin necesidad de permiso para ser atendido en el hospital
Ichilov; Moshe dio a entender que también le darían ayuda
económica y de otro tipo.
Wahidi
–quien ya había recibido permiso de salida– dijo que se
negó a cooperar y que acudiría a organismos de derechos
humanos, a la Cruz Roja y a la prensa. Afirma que Moshe,
quien antes dijo que estaba perdiendo la paciencia, echó a
reír y añadió: “Esas palabras que dices no existen en
el diccionario de las fuerzas armadas”. El periodista le
dijo entonces que lo detuviera o le permitiera ir a recibir
su tratamiento, a lo cual el otro replicó: “Te voy a
mandar de vuelta a Gaza para que vivas ciego el resto de tu
vida, por estúpido”.
Desde
entonces no ha podido recibir tratamiento. Dice que perdió
la vista del ojo derecho y necesita atención urgente para
salvar el izquierdo; hace un mes los médicos le prohibieron
leer o escribir para aliviar la presión sobre el ojo que le
queda.
En una
respuesta al informe, el órgano militar responsable de la
coordinación de actividades en los territorios autónomos
contestó que ha habido un fuerte incremento en ataques y en
intentos de militantes palestinos de infiltrarse a través
del cruce de Erez. Añadió que el número de quienes salen
de Gaza a recibir tratamiento médico se elevó de 8 mil 325
a 15 mil 148 en 2007. Afirmó que la Suprema Corte ha
decretado que “el Estado soberano tiene el derecho de
determinar quién cruza su puerta” y que “la
discrecionalidad concedida a las autoridades es muy
amplia”.
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