Los
colonos de Hebrón llevan su lucha al interior de Israel
Planes
de la extrema derecha de desfilar dentro de
una ciudad árabe
Por
Jonathan Cook para Global Research
OIC–Palestina, 09/12/08
Traducido por Beatriz Morales Bastos
Los grupos
extremistas de colonos que suelen participar en
enfrentamientos violentos con los palestinos en el centro de
Hebrón han elegido su próximo campo de batalla, esta vez
fuera de Cisjordania.
Un grupo de
extrema derecha conocido como el Frente Nacional Judío y
estrechamente asociado a los colonos de Hebrón, se está
preparando para desfilar por una de las principales ciudades
árabes en el norte de Israel. Según informó el grupo esta
semana, el desfile, aprobado por el Tribunal Supremo en
octubre, está programado para el 15 de diciembre.
Se espera
que la policía despliegue miles de efectivos para impedir
problemas y se ha limitado a cien el número de miembros que
participen en el desfile. La policía afirma que éste no
entrará en el centro de la ciudad, aunque no está claro si
se permitirá a los miembros del Frente llevar las armas que
se les han entregado a la mayoría de ellos por ser colonos.
El Frente
ha afirmado que ondearán banderas israelíes en lo que el
grupo ha llamado una manifestación de “orgullo judío”
por [la ciudad de] Umm al–Fahm, en la que viven casi
45.000 ciudadanos palestinos de Israel.
La idea
principal del Frente es la expulsión de todos los
palestinos de lo que él llama “Gran Israel”, que
incluye también Cisjordania y Gaza.
Bordea la
ilegalidad con sugerencias veladas de que también se debería
hacer una limpieza étnica de los ciudadanos palestinos de
Israel.
“Desfilaremos
por Umm al–Fahm con banderas para enviar a cada uno un
mensaje de que la Tierra de Israel nos pertenece”, declaró
el dirigente del Frente, Baruch Marzel.
El desfile
ha suscitado una furiosa oposición entre los residentes
locales y los dirigentes de la minoría palestina. Jamal
Zahalka, un miembro árabe del Parlamento, consideró que la
decisión del Tribunal Supremo era una “legitimación del
racismo”: “Utilizaremos nuestro derecho a protestar y a
defender Umm al–Fahm de estos fascistas y racistas”.
No es la
primera vez que Umm al–Fahm atrae el interés de la
extrema derecha de Israel. El partido Kach (dirigido por el
rabino Meir Kahane) celebró un desfile similar en 1.984, el
año en que obtuvo representación parlamentaria por primera
vez. Una década después el partido, que organizó ataques
contra palestinos, fue ilegalizado al ser declarado
organización terrorista.
Sin
embargo, la ilegalización del Kach se ha cumplido de una
manera laxa. Varios ex–dirigentes del ex–Kach,
incluyendo a Marzel, él mismo un colono de Hebrón, han
reinventado el grupo como Frente Nacional Judío. Marzel ha
hecho varios intentos infructuosos de llegar al Parlamente y
se presentará de nuevo en febrero.
Según
Jafar Farah, del lobby político árabe Mossawa, el objetivo
del desfile por Umm al–Fahm es en parte electoral. “En
general las acciones de los colonos de Hebrón no han sido
populares entre los judíos israelíes. Por medio de esta
provocación en Umm al–Fahm, el Frente espera obtener una
mayor simpatía del público”.
Marzel ha
llevado a cabo maniobras similares contra ciudadanos
palestinos, que constituyen una quinta parte de la población
israelí. Sus seguidores han desfilado por la ciudad árabe
de Sakhnin en Galilea y por un barrio árabe de la “ciudad
mixta” de Jaffa.
Pero Farah
cree que esta vez han elegido Umm al–Fahm porque puede ser
etiquetada más fácilmente de “ciudad enemiga”.
En los últimos
años la ciudad obtuvo una gran notoriedad entre el público
judío. Sus residentes tomaron airados las calles en octubre
de 2.000 para protestar contra los primeros momentos del
aplastamiento por parte del ejército de la segunda Intifada.
Los enfrentamientos con la policía provocaron que tres
dirigentes locales fueran asesinados a tiros.
Situada en
una zona conocida como el Pequeño Triángulo, una franja
estrecha que abraza el extremo noroeste de Cisjordania, la
ciudad era considerada antaño (antes de la construcción
del Muro de separación) la puerta de entrada de los
suicidas de Jenin.
Su población
musulmana ha logrado resistir a los intentos oficiales de
“jedeizar” la zona trayendo judíos a colonizarla, como
ha ocurrido por todas partes en Israel.
Los políticos,
que con regularidad se refieren al Pequeño Triángulo como
una amenaza para la judeidad del país, han estado
concibiendo formas de transferir a un cuarto del millón de
habitantes de la zona a otra al otro lado del muro a cambio
de aquella.
Umm al–Fahm
también es la base del ala radical del Movimiento Islámico
de Israel. Su dirigente, el jeque Raed Salah, residente en
Umm al–Fahm, se ha ganado un odio especial de muchos judíos
israelíes por su campaña para proteger la mezquita al–Aqsa
de Jerusalén de los planes israelíes de afianzar su
dominio en Ciudad Vieja [de Jerusalén].
La semana
pasada en una manifestación celebrada en Nazaret contra la
política del gobierno en Gaza, el jeque Salah llamó sin
rodeos a los ministros del gobierno “asesinos”
involucrados en “crímenes de guerra”.
“Los
habitantes de Umm al–Fahm resistieron el desfile de Kahane
hace más de 20 años”, afirmó Farah. “Marzel espera
que si hay enfrentamientos entre los que van a desfilar y
los habitantes locales, la policía volverá a atacar a los
residentes en Umm al–Fahm. Él podrá retratar a su grupo
como víctimas de la brutalidad árabe”.
Parece que
el Frente tiene otros objetivos adicionales. Espera
debilitar la autoridad del Tribunal Supremo, que es muy
odiado por la extrema derecha ya que ésta considera que
pone freno a los excesos del movimiento de los colonos.
Durante la
sesión el Frente estableció paralelismos entre su derecho
a desfilar en Umm al–Fahm y una decisión anterior del
Tribunal que protegía el derecho de los activistas israelíes
a manifestarse en Hebrón contra los colonos. El Frente
argumento que ambos eran casos de libertad de expresión.
“Si [los
jueces] no aprueban nuestra petición, esto causará un
grave perjuicio a la confianza del público en el Tribunal y
enviará el mensaje de que lo que se nos prohíbe a nosotros
es lo que se permite a árabes e izquierdistas”, afirmó
otro dirigente del Frente, Itimar Ben–Gvir.
En lo que
posiblemente sea una señal de intimidación del Tribuna los
jueces ignoraron las recomendaciones tanto de la policía
como del servicio de seguridad del Shin Bet de prohibir el
desfile porque podía desencadenar una violencia
generalizada entre judíos y árabes, especialmente tras los
recientes enfrentamientos entre ambas comunidades en la
ciudad de Acre.
Cuando se
trata de Cisjordania, el Tribunal raramente rechaza los
argumentos de seguridad.
Farah señaló
que esta medida del Frente también forma parte de una
tendencia más amplia ente los colonos de volver a llevar su
lucha dentro de Israel tras su fracaso en impedir el
desalojo de unos 8.000 colonos de Gaza en 2005.
Una
cantidad significativa de religiosos judíos de la línea
dura han elegido ser realojados en zonas de Israel
densamente pobladas por palestinos al afirmar que están ahí
para impedir que los judíos pierdan la batalla demográfica.
En las
ciudades mixtas la respuesta de los colonos ha sido
establecer dentro o cerca de los barrios palestinos
campamentos armados disfrazados de seminarios religiosos.
Según un
periodista local, Ala Hlehel, en Acre más de mil colonos
extremistas han ayudado a establecer unos veinte seminarios.
Un grupo llamado “las Semillas de los Asentamientos” ha
concentrado sus esfuerzos en otras ciudades mixtas como
Jaffa, Ramle y Lod.
Parece que
el Frente quiere aumentar la presión sobre los ciudadanos
palestinos de Israel llevando la lucha directamente a una de
sus ciudades más grandes.
(*)
Jonathan Cook es un escritor y periodista residente en
Nazareth, Israel. Su
ultimo libro es “Disappearing Palestine: Israel's
Experiments in Human Despair”, Zed Books.
La
limpieza étnica de Hebrón
One
Democratic State Group
Tlaxcala,
07/12/08
Traducido por Mar Rodríguez
Por tercer
día consecutivo, los colonizadores israelíes campan a sus
anchas por la ciudad de El Khalil (Hebrón), asesinando a la
gente, prendiendo fuego a casas y propiedad y haciendo
trizas ventanas y coches. Les ayudan y protegen soldados
israelíes de gran brutalidad que participan en esta orgía
destructiva que recuerda a las de la Alemania nazi y la Sudáfrica
del apartheid.
Los
colonizadores, impulsados por la ideología racista sionista
y por el odio ciego, han recibido adoctrinados y movilizados
por los líderes religiosos ultrasionistas y
fundamentalistas para despoblar esta ciudad palestina y
realizar una limpieza étnica a plena luz del día en medio
de una conspiración internacional de silencio, la apatía
de Europa y la connivencia del gobierno de Bush.
La
brutalidad que ejercen los colonizadores fundamentalistas
cae en oídos sordos y bocas de labios apretados. Una vez más,
le ha fallado al pueblo palestino el Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas. Lo que está ocurriendo en Hebrón no
debería tolerarse en modo alguno. Exactamente como dijo el
presidente actual de la Asamblea General de las Naciones
Unidas, el padre Miguel d'Escoto Brockmann: «Lo que se está
haciendo al pueblo palestino me parece una versión de la
odiosa política del apartheid.» Y continuó con un
llamamiento al mundo para la adopción de una campaña de
boicot contra Israel.
Este es el
mismo régimen que ha estado imponiendo un bloque hermético
y asfixiante en Gaza, robando la humanidad de su gente
mientras el mundo se queda mirando y se mantiene al margen
sin hacer nada.
Por lo
tanto, nosotros hacemos un llamamiento a todos los amantes
de la libertad para que condenen la política israelí de
limpieza étnica en
Hebrón y de genocidio en Gaza.
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