Carta
de la Red Judía Antisionista Internacional
International
Jewish Anti-Zionist Network, enero 2009
http://www.ijsn.net/home/
Somos
una red internacional de judíos incondicionalmente
comprometidos con las luchas de emancipación humana, de las
cuales la liberación de los habitantes de Palestina y de su
tierra es una parte primordial. Nuestro compromiso es el
desmantelamiento del apartheid israelí, el retorno de los
refugiados palestinos, y el fin
de la colonización israelí de la Palestina histórica.
Desde
Polonia hasta Iraq, desde Argentina hasta Sudáfrica, desde
Brooklyn hasta Mississippi, judíos fueron parte en la
búsqueda de
justicia, manifestando su deseo por un mundo más justo,
participando con otros en luchas colectivas. Judíos
participaron prominentemente en la lucha de los trabajadores
durante la depresión americana, en el movimiento de los
derechos civiles, en la lucha en contra del apartheid
sudafricano, en la lucha contra el fascismo en Europa y en
muchos otros movimientos por el cambio social y político.
La histórica y progresiva limpieza étnica de la población
palestina de sus tierras por parte del Estado de Israel
contradice y traiciona esta larga historia de participación
judía en luchas de liberación colectivas.
El
sionismo - la ideología fundadora que se manifiesta
actualmente en el Estado de Israel - echó raíces en la era
del colonialismo europeo y se diseminó a continuación del
genocidio Nazi. El sionismo se nutrió de los más violentos
y opresivos hechos
del siglo diecinueve, limando los numerosos esfuerzos de una
militancia de judíos en las luchas de liberación. Honrando
estas luchas y
para retomar un lugar en
los vibrantes movimientos populares de nuestro
tiempo, el sionismo, en todas sus formas, debe ser
abandonado.
Esto
es crucial, primero que nada, por su impacto en los
habitantes de Palestina y el resto de la región. El
sionismo también deshonra la persecución y el genocidio de
los judíos europeos al usar su memoria para justificar y
perpetuar el racismo y colonialismo europeos. El sionismo es
responsable por el extenso desplazamiento y alienación de
los judíos mizrahi (judíos de ascendencia africana y asiática)
de sus diversas historias, idiomas, tradiciones y culturas.
Los judíos mizrahi tienen una historia en esta región de más
de 2.000 años. Mientras el sionismo se arraigaba, estas
historias fueron
interrumpidas de
su propio devenir en
pos de la segregación de los judíos impuesta por el Estado
de Israel.
Como
tal, el sionismo nos implica en la opresión del pueblo
palestino y en la denigración de nuestras propias
tradiciones, luchas por la justicia y alianzas con nuestro
prójimo.
Nos
comprometemos a: Oponernos al sionismo y al Estado de Israel
El
sionismo es racista. Demanda poder político, económico y
legal para las personas y culturas
judías y europeas por encima de los pueblos y las culturas autóctonas. El sionismo no solo es racista
sino antisemita. Respalda la imaginería antisemita europea
y sexista del "judío diaspórico" afeminado y débil
y contrapone a éste un "judío nuevo" violento y
militarizado, que es un perpetrador y no una víctima de la
violencia racializada.
El
sionismo por lo tanto busca convertir a los judíos en
blancos, a través de la adopción del racismo blanco en
contra del pueblo palestino. A pesar de la necesidad de
Israel de integrar a los mizrahi para mantener una mayoría
judía, este racismo también se manifiesta en la marginación
y la explotación económica de la población mizrahi
socialmente pobre. Esta violencia racializada también
incluye la explotación de los trabajadores migratorios.
Los
sionistas diseminan el mito de que Israel es una democracia.
En realidad, el Estado de Israel ha establecido e implementado prácticas y políticas internas
de discriminación contra los judíos de ascendencia mizrahi
y excluye y restringe
a los palestinos. Además, el Estado de Israel, en
colaboración con los Estados Unidos, socava cualquier
movimiento árabe por la liberación y el cambio social.
El
sionismo perpetúa el excepcionalismo judío. Para defender
sus crímenes, el sionismo cuenta una versión de la
historia judía que está desconectada de la historia y las
experiencias de otras personas. Promueve la narrativa
del holocausto nazi como excepcional en la historia
de la humanidad - a pesar de ser uno de muchos holocaustos,
desde los aborígenes estadounidenses hasta Armenia y
Ruanda. El sionismo separa a los judíos de las víctimas y
los sobrevivientes de otros genocidios en lugar de unirnos a
ellos.
A
través de una islamofobia compartida y un deseo de
controlar a Medio Oriente y Asia occidental, el Estado de
Israel hace causa común con los cristianos fundamentalistas
y otros que llaman a la destrucción de los judíos. Juntos,
llaman a la persecución de musulmanes. Esta promoción
conjunta de islamofobia sirve para demonizar a la
resistencia contra la dominación económica y militar de
occidente. Continúa una larga historia de colusión con regímenes
represivos y violentos, desde Alemania nazi hasta el régimen
de apartheid de Sudáfrica y las dictaduras reaccionarias a
lo largo de Latinoamérica.
El
sionismo sostiene que la seguridad judía depende de un
estado judío altamente militarizado. Pero el Estado de
Israel no contribuye a que los judíos estén seguros. Su
violencia garantiza inestabilidad y miedo para los que están
dentro de su esfera de influencia y pone en peligro la seguridad de todas las personas,
incluyendo a los judíos, mucho más allá de sus fronteras.
El sionismo voluntariamente coludió para crear las
condiciones que llevaron a la violencia en contra de los judíos
en los países árabes. El
odio que la violencia y dominación militar israelíes
generan hacia los judíos que viven en Israel y en otros
lugares es usado para justificar más violencia sionista.
Nos
comprometemos a: Rechazar el legado colonial y su expansión
progresiva
En
el momento en que el movimiento sionista decidió construir
un Estado judío en Palestina, se convirtió en un
movimiento de conquista. Al igual que las conquistas
imperiales y las ideologías genocidas de las Américas o de
África, el sionismo conlleva la segregación entre las
personas, la confiscación de la tierra, la limpieza étnica
y la implacable violencia militar.
Los
sionistas trabajaron de común acuerdo con la administración
colonial británica en contra de los habitantes originarios
de la región y sus legítimas esperanzas de libertad y
autodeterminación. El imaginario sionista de
una Palestina "vacía"
y desolada justificó la destrucción de la vida palestina
tal como anteriormente
ese racismo justificó la exterminación de los autóctonos
estadounidenses, el tráfico transatlántico de esclavos y
muchas otras atrocidades.
Desde
la progresiva expansión de las colonias hasta la construcción
del Muro del Apartheid israelí, el compromiso con la
dominación colonial del Estado de Israel imprime su
marca de destrucción
ambiental y
del paisaje físico de Palestina. Ante la
falla de sus políticas para acabar con la
resistencia palestina el Estado de Israel ataca con
más y más violencia con
políticas que, cuando son llevadas a su máxima
expresión, apuntan al
genocidio. En Gaza, el estado israelí impide el
acceso a la comida, al agua, electricidad, ayuda humanitaria
y suministros médicos como un arma dirigida a
las bases mismas de la vida humana.
El
Estado de Israel, que una vez fue vehículo para el ataque
británico y francés contra la unidad y la independencia árabes,
actualmente es un socio menor en la estrategia de los
Estados Unidos y sus aliados por el control militar, económico
y político, de dominación, específicamente de la región
estratégica de Medio Oriente / Sudoeste Asiático. El
peligro de una guerra nuclear a través de un ataque
estadounidense/israelí contra Irán nos recuerda que el
estado de Israel es una bomba atómica que debe ser
desmantelada urgentemente para salvar las vidas de todas sus
víctimas actuales y potenciales.
Nos
comprometemos a: Desafiar a las
organizaciones sionistas
Más
allá de concretar la creación del Estado de Israel, el
sionismo determinó su política internacional de
antagonismo y dominación militar hacia sus vecinos y
estableció una sofisticada red global de organizaciones,
grupos de presión política, empresas de relaciones públicas,
clubes en universidades y escuelas para perpetuar las ideas
sionistas en las comunidades judías y el público en
general.
Miles
de millones de dólares americanos fluyen anualmente hacia
el Estado de Israel para sostener la ocupación y su ejército
sofisticado y brutal. La máquina de guerra que financian
lidera la
industria global de armas, mengua los recursos ansiados por
un mundo que desesperadamente necesita agua, comida,
asistencia médica, vivienda y educación. Europa, Canadá y
las Naciones Unidas, mientras tanto, apoyan la
infraestructura de ocupación bajo el disfraz de ayuda
humanitaria para la población palestina. Juntos, los EEUU y
sus aliados, cooperan para hacer más profunda la dominación
de la región y acabar con los movimientos populares.
Una
red internacional de instituciones y organizaciones
sionistas apoya los asentamientos
judíos militares y militantes con fondos directos.
Estas organizaciones también proporcionan el apoyo político
necesario para legitimar y promover políticas y programas
de ayuda. En cada país, estas organizaciones censuran las
críticas a Israel y tienen en la mira a personas y
organizaciones a través de listas negras, violencia,
vandalismo, encarcelamiento, deportación, despidos y otras
privaciones económicas.
Estas
organizaciones facilitan la difusión de la islamofobia.
Tocan los tambores de guerra en el exterior mientras
presionan por una legislación represiva en sus países. En
Estados Unidos y Canadá, las organizaciones sionistas
ayudaron a promover la legislación "anti-terrorista"
convirtiendo todo esfuerzo organizado para apoyar al boicot,
retiro de inversiones y sanciones contra el Estado de
Israel, o para apoyar organizaciones palestinas, iraníes,
iraquíes, libanesas y musulmanas, en sujetos a perseguir
acusándolos de ayudar al terrorismo y cometer traición.
Tanto en Europa como en EEUU, organizaciones supuestamente
"judías" son las primeras en ejercer
presión para entrar en guerra con Irán.
Están
apareciendo fisuras en el edificio del sionismo así como en
la dominación mundial misma de los Estados Unidos. En la
región, la resistencia extraordinaria por parte de
Palestina y Sur de Líbano en contra de la agresión y
ocupación israelí y estadounidense sigue en pie, a pesar
de los recursos limitados y muchas traiciones. El movimiento
de solidaridad con el pueblo de Palestina y la confrontación
con la política de los Estados Unidos e Israel está
cobrando ímpetu en el mundo. En Israel, este ímpetu lo
vemos en el disentimiento creciente,
que favorece las condiciones para retomar dos legados
de los años '60: Matzpen, una organización israelí
palestina y antisionista judía y el Partido Mizrahi
Panteras Negras. Podemos agregar
un creciente rechazo por parte de los jóvenes a
participar en la conscripción obligatoria del ejército.
Dentro
de los gobiernos y las discusiones públicas en los Estados
Unidos y Europa, el costo del apoyo incondicional hacia el
estado de Israel está siendo cuestionado cada vez más.
Israel y EEUU buscan nuevos aliados en el sur global para
que se unan a sus conquistas económicas y militares. La
relación creciente entre Israel y la India es un ejemplo
sombrío de esto. Al compartir un interés en el control político
y la ganancia de capital para unos pocos a expensas de
muchos, la elite en India y las de
Asia Occidental y Medio Oriente, se hallan en
connivencia con la economía y la agenda militar occidental
en la región.
La
propaganda de la guerra global occidental contra el terror
repercute en la
islamofobia y es requerida
y promovida por la elite india; Aprovecha esta oportunidad
para reprimir severamente
la disensión en regímenes
de Medio Oriente así como Asia del sur y Asia
occidental. No obstante, surgen levantamientos populares
basados en las ricas historias de lucha anticolonial desafiando, y en última instancia, derrocando esta alianza.
Junto
con nuestros aliados, intentamos contribuir a ampliar esas
fisuras, hasta que el muro caiga y el Estado de Israel sea
aislado como lo fue Sudáfrica durante el apartheid.
Prometemos emprender la batalla en contra de estas
organizaciones que pretenden hablar por nosotros y
derrotarlas.
Nos
comprometemos a: Extender nuestra solidaridad y nuestro
trabajo por la justicia
Comprometemos
nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras energías políticas
para apoyar al movimiento vibrante y diverso de resistencia
del pueblo palestino y a enfrentar las injusticias de las
cuales los países donde vivimos son responsables.
Apoyamos
inequívocamente el derecho de retorno palestino. Llamamos
al desmantelamiento de la ley israelí racista del retorno
que privilegia los derechos de cualquier persona que el
Estado de Israel estima como "judía" para
establecerse en Palestina, mientras que excluye a los
palestinos y los convierte en refugiados.
Respondemos
sin reservas al llamado de Palestina al boicot, retiro de
inversiones y sanciones contra el Estado de Israel.
Apoyamos
la exigencia de la liberación de los presos políticos
palestinos y de acabar con los encarcelamientos de líderes
políticos, mujeres, niños y adultos palestinos como método
de control y terror.
No
es nuestra tarea prescribir el camino que el pueblo palestino debe tomar para definir su
futuro. No pretendemos sustituir nuestras voces por las de
ellos. Nuestras estrategias y acciones surgirán de nuestras
relaciones activas con quienes están involucrados en la
gama de luchas de liberación dentro de Palestina y en el
resto de la región. Apoyaremos su lucha por sobrevivir,
mantenerse firme y avanzar en su movimiento lo mejor que
puedan, en sus propios términos.
Somos
copartícipes de los vibrantes movimientos populares de
resistencia de nuestro tiempo que defienden y enaltecen
las vidas de todas las personas y la del planeta
mismo. Somos copartícipes de los movimientos que lideran
los más afectados por la conquista del imperio, la
ocupación, el racismo,
el control y la explotación global de personas y recursos.
Defendemos la protección del mundo natural. Defendemos los
derechos de los pueblos autóctonos a sus tierras y a su
soberanía.
Defendemos
los derechos de los inmigrantes y refugiados a la libre
circulación y seguridad a través de las fronteras.
Defendemos los derechos de los trabajadores - incluyendo a
los trabajadores inmigrantes introducidos en Israel para
reemplazar tanto la mano de obra palestina como la mizrahi -
a la justicia económica y a la auto-determinación.
Defendemos los derechos a la justicia racial y a la expresión
cultural. Defendemos los derechos de las mujeres y los niños
y de todos los grupos explotados a ser libres de subyugación.
Y defendemos los derechos universales al agua, a la
alimentación, la vivienda, la educación, los servicios de
salud y a vivir sin violencia - la única base sobre la cual
la sociedad humana puede sobrevivir y florecer.
Nos
comprometemos a apoyar la justicia para curar las heridas
ocasionadas por la imposición y el funcionamiento de la
dominación colonial
en Palestina y en el
resto de la región; los traumas de la opresión europea de
judíos que el proyecto sionista está explotando;
los miedos y privaciones sufridas a través de años de
derramamiento de sangre; las manipulaciones de la cultura y
los recursos usados para explotar a los judíos mizrahi y
para separarlos de los palestinos; y la progresiva masacre,
violación y despojo del pueblo palestino.
La
justicia por la que trabajamos debe ser construida por todos
a lo largo de Palestina, incluyendo Israel y por los
refugiados palestinos, cuya lucha por su autodeterminación
puede llevar a la igualdad y la libertad de todos los que
viven allí y en las tierras circundantes.
Te
llamamos para que te unas a nosotros
Estas
promesas requieren la construcción de un movimiento judío
internacional unido que desafíe al sionismo y su pretensión
de hablar en nombre de todos nosotros. Ante un adversario
internacional, no es suficiente trabajar localmente, o
incluso nacionalmente. Debemos encontrar formas para
trabajar juntos a través de fronteras, distancias, sectores
e idiomas. Existe la posibilidad para muchas iniciativas y
organizaciones, establecidas y nuevas, para trabajar
independientemente y conjuntamente, en apoyo y colaboración
mutuas.
¿Estás
en contra del racismo en todas sus formas?
Entonces
te llamamos para que te unas a nosotros para acabar con el
apartheid israelí.
¿Apoyas
la soberanía y los derechos a sus tierras de los pueblos
autóctonos?
Entonces
te llamamos para que te unas a nosotros en la defensa de la
soberanía y los derechos de los palestinos a sus tierras.
¿Crees
que todas nuestras vidas dependen de la sustentabilidad económica
y ambiental? ¿Te enfurece el robo y la destrucción de los
recursos del planeta?
Entonces
te llamamos para que te unas a nosotros para detener la
destrucción de la agricultura y la tierra palestina, su
robo y el del
agua y la destrucción de sus
aldeas y plantaciones.
¿Buscas
terminar con las guerras infinitas por el petróleo y la
dominación de los Estados Unidos y sus aliados? ¿Quieres
terminar con las culturas militarizadas, la conscripción de
nuestros jóvenes y el saqueo de recursos para financiar ejércitos
en lugar de las necesidades de la vida?
Entonces
te llamamos para que te unas a nosotros para desmantelar
una pieza decisiva de la maquinaria de guerra global.
¿Deseas
desvincularte de la limpieza étnica de Palestina por parte
del Estado de Israel y de la destrucción de la historia, la
cultura y su autogobierno? ¿Crees que no hay paz sin
justicia? ¿Te enfurece y te entristece que el holocausto
judío esté siendo usado para perpetrar otras
atrocidades?
Entonces
te llamamos para que te unas a nosotros para terminar con el
colonialismo sionista.
Para
que todas las personas del planeta vivan con seguridad,
justicia y paz, el proyecto colonial Israelí debe llegar a
su fin. Nosotros jubilosamente asumimos esta tarea colectiva
de socavar un sistema de conquista y saqueo que ha
atormentado a nuestro mundo desde hace demasiado tiempo.
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