La
inocultable victoria del pueblo palestino y
los interrogantes que se abren
Por
Carlos Aznárez
Rebelión, 19/01/09
Cuando las
agencias internacionales repiten hasta el cansancio la
noticia de que "Israel ha decretado una tregua
unilateral", lo primero que nos viene en mente es el
recuerdo de aquel otro cese del fuego y posterior retirada
sionista, la del 2006 en El Líbano, cuando después de
destruir parcialmente a ese país, no pudieron derrotar a la
resistencia timoneada por Hizbolah.
Esta vez,
frente a la magnitud de la agresión y el despliegue bélico
por parte del ejército israelí, volvió a cumplirse la
profecía de todos estos últimos años, la de Iraq,
Afganistán o Líbano: cuando los uniformados sionistas
tuvieron que apelar a la invasión terrestre (después de más
de 20 días de bombardeos brutales y destructivos para la
infraestructura y la atormentada población civil palestina),
comenzaron a sufrir duros reveses en cuanto a hombres y a
sus poderosos blindados.
Los
combatientes de Hamas se han batido heroicamente en choques
desiguales pero donde el conocimiento del terreno, el empleo
de tácticas de guerra de guerrillas y la baja moral de los
asesinos a los que enfrentaban, les ha permitido en
numerosas ocasiones conseguir victorias militares
inapelables.
Los mismos
soldados israelíes, en declaraciones que recoge el diario
"Haaretz" (el único que logra romper parcialmente
la férrea censura israelí), confesaron que por la noche veían
"escenas fantasmales, en las que los de Hamas nos
atacaban en un lado y cuando les respondíamos, ya no
estaban allí, y recibíamos fuego desde el otro".
Israel,
como hizo en Líbano, ha ocultado férreamente, las bajas
sufridas en combate. Sólo informó sobre los daños
producidos por los cohetes Kassam, pero prefirió ignorar
(para no provocar desánimo en sus propias tropas) que la
resistencia palestina unificada logró asestarles golpes de
gran envergadura. El ejemplo está en un comunicado dado a
conocer por las milicias de Hamas donde se cuenta con lujo
de detalles un ataque comando contra una compañía de
tanques, en la que cuatro de estos vehículos fueron
destruidos y sus conductores murieron incinerados en los
mismos.
Es obvio
que la cobardía y la superioridad de armamento israelí
para embestir a una población encerrada en un guetto peor
que el provocado por los nazis, sin posibilidad de romper
ese cerco en ninguna circunstancia, no pudo evitar que la
Resistencia les infrigiera una contundente derrota, tal cual
lo había previsto el propio primer ministro palestino,
Ismail Hanniyeh, al señalar que Gaza sería la tumba del
expansionismo sionista.
Hamas y
todas las organizaciones que conforman el Frente Unido de la
Resistencia (constituido apenas comenzaron los ataques
israelíes) consideran que el alto el fuego decretado por
los invasores es un triunfo de quienes aguantaron a pie
firme la avalancha de plomo y uranio empobrecido descargada
en estos 22 días de desigual combate. De allí que en la
misma mañana del domingo, las calles de Gaza, así como sus
mezquitas fueron inundadas de volantes en los que Hamas
"felicita a todo el pueblo palestino por la gran
victoria que ha conseguido en el campo de batalla".
Para los ciudadanos de Gaza, que ahora deberán remover
escombros, enterrar los cadáveres de sus familiares o
ayudar a que los más de 6.000 heridos no engrosen las
listas de muertos, el dolor de tanta bestialidad se
convierte entonces en gritos de agradecimiento a Dios y a su
coraje como pueblo por haber sabido frenar a las tropas de
su peor enemigo.
Otro
aspecto de la derrota sionista El contenido de la propia
masacre perpetrada en Gaza ha sido otra de las principales
caras de su derrota frente a la opinión pública mundial.
Esos más de 1.200 mártires palestinos y palestinas, los
400 niños y niñas quemados con bombas de fósforo y napalm,
esa multitud de mujeres asesinadas cobardemente, o los
cientos de edificios derrumbados a bombazos o embestidos con
las topadoras israelíes, representa el verdadero perfil del
sionismo expansionista e imperial. Por primera vez en muchos
años (en estas seis décadas de ocupación y violencia
israelí), el victimismo que han utilizado desde siempre
para esconder su malicia congénita, no le ha servido de
nada a los "judíos de Eretz Israel". El mundo los
ha podido ver en su salsa, a pesar de la férrea censura de
prensa y del dinero gastado en comprar medios de comunicación
y hasta a sus periodistas estrella.
Imágenes
de los cadáveres de niños y niñas calcinadas por las
bombas sionistas han dado la vuelta al planeta y han logrado
conmover (por fin) a miles y miles de ciudadanos que una y
otra vez se lanzaron a la calle exigiendo castigo para estos
criminales de lesa humanidad. Las embajadas de Israel en
cada uno de nuestros países recibieron oleadas de
manifestantes que gritaban su impotencia o en el mejor de
los casos arrojaban zapatos o bombas de pintura roja para
"ensangrentar" de esta manera las paredes del
edificio tan odiado.
Y otro
detalle, salvo en muy pocos casos, los sionistas no pudieron
(como sí hicieron en otras ocasiones) manifestarse en las
calles. Esta vez no les dio el cuero o no tuvieron
posibilidades de convencer a sus huestes para que salieran a
defender lo indefendible. Claro que no lo necesitan, ya lo
sabemos, puesto que controlan a su manera la prensa
internacional y también influyen a través de sus lobbies
sobre los políticos y algunos mandatarios. Pero no
obstante, la reacción generada por las barbaridades
cometidas por sus soldados, hizo retroceder a los
colaboracionistas sion–fascistas de la diáspora. A esto
hay que sumarle las valientes opiniones vertidas por algunos
judíos anti–sionistas que desafiando la criminalidad de
sus "compatriotas" saltaron el cerco, y alzaron su
voz por la matanza en Gaza.
Por último,
en este recuento de bofetadas recibidas por el hasta ayer
"todopoderoso" Israel, está la impecable actitud
de gobiernos como el de Hugo Chávez o Evo Morales,
rompiendo relaciones con el agresor del pueblo palestino, o
la retirada de embajadores producida por algunos países árabes,
o la condena "por criminales y genocidas" generada
por el gobierno revolucionario cubano o ecuatoriano.
Mientras
estos ejemplos denotan que se va perdiendo el miedo impuesto
por el sionismo durante años (en base a jugar espúreamente
la baza de ser siempre "víctimas"), también hay
que nombrar las vergonzosas actitudes de algunas Cancillerías
latinoamericanas (ni qué decir de las árabes) que optaron
por ceder a las presiones sionistas, mirando a un costado
cuando se les reclamaba ruptura de relaciones con Israel, o
repartiendo condolencias para familiares de soldados judíos
muertos después de masacrar a inocentes palestinos
desarmados. En este espacio para nombrar otro aspecto
lamentable del Holocausto palestino, vale decir que
sorprendió la falta de definición de muchísimos
intelectuales o personalidades de la cultura a nivel
internacional. Muy pocos de ellos y ellas, tan generosos en
firmar manifiestos o expresar ideas, plantearon su
solidaridad plena con la resistencia palestina. En ese
aspecto, vale destacar un artículo impecable de Eduardo
Galeano, las valientes opiniones de James Petras o las
contundentes palabras de Michel Collon, Juan Gelman o
Saramago. Otros, muy conocidos, prefirieron hacer mutis por
el foro, otros criticaron a "ambos bandos",
igualando a los asesinos sionistas con los patriotas
palestinos que osaban defenderse, y por último, no fueron
pocos los que utilizaron sus medallas y cocardas para cantar
loas a Israel en la matanza. Otra vez, la ausencia de
pensamiento crítico y la necesidad de una intelectualidad
menos cobarde, hizo envidiar la época en que los Jean Paul
Sartre, Simonne de Beauvoir, Julio Cortázar, Pablo Neruda,
Eva Forest o Rodolfo Walsh brillaban bien alto a la hora de
condenar al fascismo. ¿Y ahora qué? De aquí en más vendrán
momentos muy turbulentos para esta frágil tregua
establecida por israelíes y palestinos. Por un lado, Hamas
ya dio un plazo de diez días para que el invasor retire sus
tropas y por el otro, Israel amenaza con querer quedarse en
Gaza por un tiempo indefinido. En ese caso, lo más probable
(como ya ocurriera en las primeras horas del cese del fuego)
es que nuevamente haya ataques, combates, lanzamientos de
cohetes y por supuesto, más muertos.
En Egipto,
país subordinado a los sionistas, los buitres carroñeros
europeos tratan –como lo hicieron en Iraq destruido– la
"reconstrucción" de lo que su aliado político,
comercial y militar, destruyera. Allí también abreva el
colaboracionista Mahmud Abbas, quien sigue haciendo
equilibrios para no ceder su cargo de presidente de la
Autoridad Nacional Palestina a quien legítimamente le
corresponde, un hombre de la dirección de Hamas. Todos
ellos, europeos, israelíes y mandatarios árabes sumisos,
saben que entre las masas palestinas, la resistencia
victoriosa desarrollada en estas tres semanas por Hamas y
demás organizaciones guerrilleras, ha prendido una luz de
esperanza. Y como bien afirmara un conspícuo dirigente de
Al Fatah, "si hoy se produjeran elecciones en
Palestina, Hamas nos vuelva a arrollar, ya que el pueblo ve
en ellos a la auténtica dirigencia para enfrentar al
invasor de nuestra tierra".
Por otro
lado, los teóricos del "dos pueblos, dos
Estados", hacen agua en después de este vendaval de
violencia sionista. El odio lógico que cada poblador o
pobladora de Palestina ocupada carga en su mochila no va a
desvanecerse con el tiempo. Todo lo contrario: hoy más que
nunca, la necesidad de un Estado Palestino con fronteras
seguras es imprescindible, y en ese caso quienes deberán
devolver territorio, permitir que vuelvan los millones de
palestinos de la diáspora, liberar a los más de 10.000
presos y presas palestinas y reconocer que ese lugar en el
mundo no es el de sus antepasados, son los israelíes.
"Si así no lo hicieran, que no esperen paz para sus
descendientes", apunta en una entrevista el dirigente
de Hamas, Jaled Meshal.
Por causa
de la maldad, barbarie y criminalidad impuesta por los
sucesivos gobiernos sionistas (da lo mismo
"halcones" que "palomas") Israel será
de por vida un enclave estigmatizado, o deberá buscarse
otro territorio si quiere que su población (que no
olvidemos que mayoritariamente, en una relación 9 a 1, apoyó
los bombardeos) viva segura.
El
Likud admite el fracaso de la agresión sionista
Mujeres
de negro, 19/01/09
El
legislador Sionista del Likud Yisrael Katz, admitió el
fracaso de la agresión militar sionista en la Franja de
Gaza, afirmando que la entidad sionista no alcanzo sus
objetivos en la guerra y que diera
lugar a cientos de victimas en las filas de sus
tropas.
Katz afirmo
que la operación militar en Gaza no tuvo éxito, luego de
que el premier sionista Ehud Olmert anuncio un alto el fuego
unilateral, señalando que la entidad sionista ni elimino a
las fuerzas de las facciones de la Resistencia Palestina, ni
llego a un acuerdo para poner fin a los suministros de armas
en Gaza o de lograr la libertad del soldado sionista Gilad
Shalit (capturado por Hamas en territorio palestino).
El
Observador, uno de los periódicos de mayor venta en el
Reino Unido, dijo que la guerra en Gaza infligió una
derrota moral a la entidad sionista.
El periódico
considero que el concepto que dice, que los problemas de
seguridad pueden ser resueltos por el uso unilateral de la
fuerza, es solo un engaño que domina la mentalidad de los políticos
sionistas.
Añadió
que esa forma de pensar, no tiene en cuenta el hecho de que
una guerra total en la densidad poblacional de Gaza contra
la Resistencia Palestina, seria esencialmente un ataque
contra la población civil de Gaza.
El periódico
señalo, que la entidad sionista insiste en decir que estaba
en condiciones de limitar la capacidad del lanzamiento de
cohetes de la Resistencia Palestina, pero el diario recordó
que el objetivo aparente de la guerra de la entidad
sionista, era destruir esa capacidad por completo.
La verdad
sin embargo a los ojos de la prensa, es que la popularidad
de la Resistencia Palestina ha aumentado debido a la
brutalidad de la agresión militar sionista en Gaza.
Por su
parte, el Dr. Abdelsattar Qassem, profesor de ciencias políticas
en la Universidad Nacional de Najah en Naplusa, dijo que la
lucha en Gaza se resolvió a favor de la Resistencia
Palestina en cuanto a su constancia después de 22 días de
la agresión sionista.
El Dr.
Qassem hizo hincapié en que la popularidad de la
Resistencia Palestina encabezada por el Movimiento de
Resistencia Islámico "Hamas", se duplico entre el
Pueblo Palestino y en el ámbito árabe e islámico y gano
un nuevo impulso a expensas de la Autoridad Palestina en
Ramallah.
El profesor
añadió, que la entidad sionista fracasó porque no pudo
romper a la Resistencia Palestina y tampoco pudo lograr
ninguno de sus objetivos declarados, como cambiar la situación
de la Franja, invadiendo ciudades de Gaza para
posteriormente devolverla a la Autoridad Palestina (Abbas).
Subrayo,
que la entidad sionista es consciente ahora, de que su logro
por la victoria militar ha fracasado, porque ya había sido
derrotada por la Resistencia Libanesa y ahora esto, es el
mayor fracaso al no poder invadir Gaza a pesar del hecho de
que se trata de un pequeño tramo de tierra en Estado de
Sitio desde hace años, aunque la capacidad de defensa de la
Resistencia Palestina en la Franja de Gaza, no es como la
que posee la Resistencia Libanesa.
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