Jornada internacional por la memoria
del Holocausto
Duelo y resistencia en Gaza
IJAN (International Jewish AntiZionist
Network,
Red Internacional Judia Antisionista),
27/01/09
Rebelión, 31/01/09
“¡Ella
está sentada en un rincón, la ciudad populosa! Es como una
viuda…
“Pasa
las noches llorando y las lágrimas cubren sus mejillas
“Nadie
para consolarla entre todos sus amantes
“(Libro
de Lamentaciones)”
La semana pasada, después de haber
asesinado 1400 personas, entre ellas 400 niños, después de
haber bombardeado hospitales y mezquitas, escuelas,
universidades, puestos de socorros humanitarios y miles de
viviendas, Israel decretó el alto el fuego. Un vergonzoso
desfile de políticos europeos llegó rápidamente a Jerusalén
para abrazar a los asesinos masivos y prometerles el apoyo a
la continuidad del sitio de Gaza.
El primer objetivo de esta masacre fue
el de quebrar el espíritu del pueblo palestino hasta la
rendición y la aceptación de su destino de seres humanos
de segunda categoría. Como dijera en 2002 el ex responsable
Moshe Yaalon: “Es necesario que los palestinos comprendan
en lo más profundo de su alma que son un pueblo vencido”.
Los líderes europeos apoyan este objetivo, al igual que las
precedentes administraciones norteamericanas, como lo hacen
las elites gobernantes egipcias, jordanas y de Arabia
Saudita a pesar de la cólera manifestada por sus pueblos.
Esperemos para ver si la nueva administración Obama pondrá
fin a sesenta largos años de ataque al pueblo palestino,
armado y financiado por los Estados Unidos y Europa.
Lloramos junto con la población de
Gaza. Hemos visto los rostros de niños, de mujeres y
hombres, escuchamos sus voces. Escuchamos también el
silencio de los dirigentes de los países occidentales, sólo
interrumpido por algunas expresiones triviales. Y recordamos
la época cuando el mundo cerraba los ojos, mientras
nuestras familias, nuestros antepasados eran asesinados.
En este mes que pasó, 100 000
palestinos perdieron sus hogares. Muchos de ellos refugiados
desde 1948, cuando, a punta de pistola, debieron abandonar
sus ciudades y sus poblados. Hoy nuevamente están en la
calle, incluso en la tierra del exilio y corren el riesgo de
ser expulsados fuera de Palestina.
El 27 de enero, jornada de memoria por
el holocausto, los gobiernos de los Estados Unidos de
Norteamérica y de Europa, conmemoraron juntos la memoria de
nuestros muertos. Aún recordando y honrando la inmensidad
de esta pérdida, no encontramos palabras que puedan
expresar la hipocresía de estas ceremonias, en las que,
quienes hoy se callan, rinden homenaje a las víctimas del
silencio de ayer.
El escritor judío radical Walter
Benjamín, que murió huyendo de los nazis, escribió: “ni
los muertos se van a salvar del enemigo si es victorioso. Y
este enemigo no ha dejado de ser victorioso”. El Tercer
Reich fue vencido y ahora “el enemigo no ha dejado de ser
victorioso”. Racismo, muertes masivas y genocidio siguen
siendo aceptados como herramientas de poder de estado. Ni
nuestros muertos se salvan. Los molestaron, los sacaron de
sus tumbas y los forzaron a testimoniar contra sus hermanos
en el dolor y a manifestar un odio que no sentían. Los
usaron como justificativo para emprender un nuevo ciclo de
sufrimientos en Palestina. Sus fantasmas fueron enrolados
para desalojar a los compatriotas judíos de los países árabes
y para legarles este mismo odio ajeno, reclutando a aquellos
entre nosotros que venimos de tierras árabes para
transformarnos en enemigos de nuestra propia memoria y de
nuestro propio pasado.
El diputado judío británico Gerald
Kaufman se expresó con preocupación mientras ocurría la
masacre de Gaza.: “Mi abuela no murió para darle una
coartada a los soldados israelíes que matan abuelas en Gaza”.
Estamos de acuerdo con este rechazo y nos hacemos eco de sus
palabras. ¡No dejen que la memoria de los judíos
asesinados por los nazis sirva de coartada a la tentativa de
destrucción del pueblo palestino!
Aunque las armas estén relativamente
silenciosas, el ataque genocida contra el pueblo palestino
no terminó. El bloqueo, la falta de alimentos, de agua
potable, el sistema de salud aniquilado, el derrumbe económico
y la crisis humanitaria continúan devastando Gaza con el
pleno acuerdo de los gobiernos de los Estados Unidos, Europa
y Egipto. Mientras continúa el bloqueo a Gaza, continúa
también la lenta depuración étnica en Cisjordania y
Jerusalén este, las viviendas son destruidas, la construcción
del muro del apartheid y la instalación de colonias no
cesan, el desastre económico de ciudades y poblados se
acentúa, ahogados por los check points. Continúa el ataque
contra los suburbios palestinos en Jaffa, Akka, Lydda,
Galilea y Neguev, el encarcelamiento masivo de palestinos (más
de 11 000) y todos los pequeños y grandes recursos que
utilizan los israelíes para destruir el espíritu y borrar
la presencia del pueblo palestino en su propia patria.
En Europa los judíos resistieron a la
tentativa de aniquilación nazi. Desde los Ghettos hasta los
campos de concentración y en numerosos países bajo la
ocupación, hubo judíos que resistieron al nazismo. Hoy,
desde el ghetto de Gaza hasta los Bantoustans de Cisjordania,
desde los suburbios de Jaffa y Akka hasta ciudades en el
mundo entero, los palestinos enfrentan las tentativas israelíes
de destruirlos como pueblo. El 27 de enero, honrar la
memoria de nuestros muertos no se puede separar del homenaje
que se debe rendir a más de sesenta años de supervivencia
y resistencia palestinas. Sólo cuando el pueblo palestino
conquiste su libertad, los muertos descansarán en paz.
Entonces podremos celebrar juntos una nueva victoria por la
vida.
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