Palestina

Ecos de la masacre de Israel en Gaza

Los genocidas apelan a un viejo truco:
el “antisemitismo”

Socialismo o Barbarie, periódico, 05/02/09

Manifestación de judíos ortodoxos antisionistas
en repudio al genocidio

Después del genocidio de Gaza, Israel y los sionistas cometen una nueva infamia: quieren tapar su crimen alegando que denunciarlo sería “antisemitismo”.

El genocidio de Gaza terminó siendo un mal negocio para el Estado racista y colonial de Israel. Asesinó o hirió gravemente a miles de palestinos indefensos, destruyó escuelas, hospitales y decenas de miles de viviendas, pero no logró liquidar la resistencia. Ni siquiera consiguió “solucionar” el pretexto de la masacre: los artesanales cohetes palestinos siguen cayendo sobre algunas poblaciones de colonizadores sionistas.

Lo peor fue que, para eso, Israel pagó un elevado precio político: la legitimidad de este Estado racista quedó seriamente cuestionada. En todo el mundo, el horror por los crímenes sionistas generó grandes protestas y movilizaciones.

Un reflejo de esta deslegitimación es que algunos tribunales europeos (como en España) han aceptado abrir causas por crímenes de guerra contra políticos y militares israelíes. Por supuesto, no alentamos ninguna confianza en estos organismos ni menos en el tribunal internacional de La Haya, que sólo juzga a criminales que estén peleados con EEUU y la Unión Europea (los otros tienen “licencia para matar”). Pero es muy importante (y progresivo) como síntoma.

Frente a la deslegitimación y repudio mundiales, Israel y las organizaciones sionistas han reaccionado apelando a su viejo truco: toda protesta por sus bestialidades es tachada de “antisemitismo”.

¡Estos canallas pretenden tapar sus crímenes usando de sombrilla otro crimen mayúsculo, el genocidio nazifascista en la Segunda Guerra Mundial (1939-45) cometido contra los judíos, pero también contra otros considerados como “razas inferiores”, como gitanos, serbios, polacos, etc., y asimismo contra los militantes obreros y de izquierda.

En Argentina, esta campaña iniciada desde la Embajada de Israel se ha combinado con una modalidad criolla: la de criminalizar la protesta social. O sea, llevar a juicio a los luchadores obreros y populares, como sucedió el año pasado con los compañeros de Fate y miles de casos más. En esta ocasión, la Embajada de los genocidas cuenta con la ayuda de altos funcionarios kirchneristas.

Pero, en todo el mundo, esta vil maniobra de justificar sus propios crímenes con los del nazifascismo sólo ha logrado multiplicar la indignación general y también de los judíos más concientes. Un ejemplo, de amplia repercusión en Europa, fue la carta publicada en Le Monde (28/01/09) del escritor francés Jean-Moïse Braitberg dirigida al presidente de Israel. Transcribimos algunos párrafos:

“Borrad el nombre de mi abuelo en Yad Vashem”

“Señor presidente del Estado de Israel: Le escribo para que intervenga a fin que se retire del Memorial de Yad Vashem dedicado a la memoria de las víctimas judías del nazismo, el nombre de mi abuelo, Moshe Braitberg, gaseado en Treblinka en 1943, así como los de los demás miembros de mi familia muertos... en diferentes campos nazis... Le demando que acceda a mi pedido, señor presidente, porque lo que pasó en Gaza, y de modo más general, la suerte dada al pueblo árabe de Palestina desde hace sesenta años, descalifica a mis ojos a Israel como centro de la memoria del mal hecho a los judíos y por lo tanto a toda la humanidad...

“[...] Usted dirige los destinos de un país que no sólo dice representar a los judíos en su conjunto, sino también la memoria de los que fueron víctimas del nazismo. Es eso lo que me preocupa y me es insoportable. Al conservar en el Memorial de Yad Vashem, en el corazón del Estado judío, el nombre de mis parientes, vuestro Estado tiene prisionera mi memoria familiar tras las alambradas de púa del sionismo para que sean rehenes de una así llamada autoridad moral que comete cada día la abominación que es la negación de justicia.

“Por lo tanto, le ruego que retire el nombre de mi abuelo del santuario dedicado a la crueldad cometida contra los judíos para que no siga justificando la crueldad cometida contra los palestinos.”