Fuerzas
de Defensa de Israel (FDI)
Se
dice y no se hace
Por
Juan Gelman
Bitácora,
agosto 2009
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Denuncia
de Human Rights Watch
Cómo
el Ejército israelí mató a civiles
palestinos con
banderas blancas
Por
Ana Carbajosa
Desde
Jerusalén
El
País, 13/08/09
La
organización de defensa de los derechos humanos Human
Rights Watch (HRW) ha publicado hoy una exhaustiva
investigación en la que acusa al Ejército israelí de
matar a 11 civiles cuando ondeaban la bandera blanca en señal
de rendición durante la ofensiva de Gaza en diciembre y
enero pasados. Cinco de las víctimas mortales fueron
mujeres y cuatro niños.
HRW
considera que a pesar de que estas 11 víctimas representan
una mínima fracción de los más de 1.400 civiles y
milicianos asesinados en el ataque israelí, constituyen
ejemplos claros de abusos ya que los civiles ondeaban
banderas blancas en lugares en los que no había
combatientes alrededor.
Uno
de los casos recogidos en el informe, cuenta cómo dos
mujeres que portaban banderas blancas salieron de una casa
en Atatra, al norte de Gaza, que iba a ser demolida, para
avisar a los soldados de que había civiles dentro.
"Abrimos la puerta y un francotirador nos disparó
desde otra casa", cuenta Zakiya al Qanu de 55 años.
"A Ibtisam le dieron y yo me di la vuelta para meterme
dentro y una bala me rasguñó la espalda. Ibtisam murió en
el quicio de la puerta".
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El Código
de Etica de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)
establece, entre otras cosas, que sus soldados deben
“observar las leyes del Estado y las normas de la dignidad
humana, y honrar los valores del Estado de Israel en tanto
que estado judío y democrático”. Más adelante abunda en
el concepto y subraya: “Las FDI y sus soldados están
obligados a proteger la dignidad humana. Cada ser humano
tiene valor, con independencia de su origen, religión,
nacionalidad, género o posición” (dover.idf.il). Un
vocero de las FDI declaró no hace mucho a los medios israelíes
que “las FDI tienen más moral que cualquier otro ejército
del mundo” (www.haaretz.com, 22-7-09). Qué bien.
El
comentario del vocero salió al paso de un folleto que
contiene 54 testimonios de 30 efectivos israelíes que
operaron durante la segunda Intifada en los territorios
palestinos ocupados. Fueron recogidos por Rompiendo el
Silencio (RS), una organización de veteranos de las FDI
preocupados por “la profundidad de la corrupción que se
extiende en las filas militares israelíes” (www.shovrimshtika.org,
15-7-09). Señalan que los soldados a los que dan el alta y
regresan a la vida civil “descubren la brecha entre la
realidad que conocieron en los territorios (ocupados) y el
silencio que impera en sus hogares... la sociedad israelí
continúa haciendo la vista gorda y negando lo que ocurre en
su nombre”. Los entrevistados por RS conservan el
anonimato para evitar sanciones y sí hablan de lo que
ocurre en esos territorios.
Relato
de un sargento de la unidad blindada 401: “Tirar con armas
automáticas por toda la ciudad, a casas y puertas, era algo
que todos hacían, no únicamente yo. No sé por qué lo
hice. No pensaba. Portaba un arma. En el ejército nunca
pensaba. Hacía lo que me decían que tenía que hacer. Y
además, todos lo hacían. Era la costumbre, los oficiales y
demás, todos lo sabían”. De un sargento primero del
Batallón de Artillería 55: cuando su unidad “volvía de
operar, arrojábamos granadas de estruendo y de humo a las
panaderías que estaban abiertas de 4 a 5 de la mañana
porque la gente nos tiraba piedras... Una vez disparé 1500
tiros de ametralladora a las casas de la ciudad”. La
ciudad era palestina, desde luego.
Un
fatigado argumento que las FDI utilizan para justificar el
bombardeo indiscriminado de poblaciones enteras sostiene que
los militantes de Hamas se escudan en civiles. “A veces
–informa un soldado israelí– la fuerza entra con un
civil delante que lleva en las espaldas unos cañones de
fusil, se ingresa en la casa usándolo de escudo humano.”
¿Proyección en el otro de lo propio?, diría un psicólogo.
RS registra testimonios del uso ilegal de fósforo blanco en
vecindades palestinas densamente pobladas. Un soldado señala:
“Durante el entrenamiento nos enseñan que no se emplea el
fósforo blanco porque es inhumano. Uno ve documentales,
observa lo que les pasa a las personas alcanzadas y se dice
a sí mismo ‘eso lo hacemos nosotros también’... es
inesperado, yo pensé que pertenecía al ejército más
humano del mundo”.
Durante
la Operación Plomo Fundido que las FDI realizaron en Gaza
del 27-2-08 al 18-1-09, en la que además bombardearon
instalaciones de la ONU, el asesinato de civiles fue regla.
Describió el jefe de un pelotón de Infantería: “El
francotirador (israelí) vio a una mujer y a niños que se
le acercaban traspasando la línea que nadie podía cruzar
según se le había indicado. Les disparó de inmediato. En
todo caso, lo que ocurrió es que finalmente los mató. No
creo que se haya sentido muy mal por eso. Después de todo,
en lo que a él se refiere, hizo su trabajo siguiendo las órdenes
que se le impartieron... La vida de los palestinos, digamos,
es algo mucho mucho menos importante que la vida de nuestros
soldados” (www.haaretz.com, 15-7-09). Una ligera
contradicción con el Código de Etica de las FDI.
Dos
tácticas para allanar casas se enseñan a los efectivos
israelíes, la “seca” y la “húmeda”. En Gaza sólo
se empleó la última, es decir, hacer fuego graneado con
misiles, proyectiles de tanques, ametralladoras, granadas,
todo. En el terreno, las órdenes de allanamiento húmedo
significaban “disparar al entrar en (una casa) o habitación
para que nadie nos pudiera disparar”, testimonia un
soldado. Y otro: “Se demolían las casas en todas partes
con un tremendo poder de fuego. Ni una quedaba intacta”;
los bulldozers D-9 arrasaban con todo “en el área que se
nos había asignado. Era espantoso, como en esas películas
sobre la Segunda Guerra Mundial en que nada queda en pie.
Una ciudad totalmente destruida”.
“Eso
es y fue lo tan bonito de Gaza. Uno ve a una persona en un
camino y se le puede disparar sin más”, declaró un
efectivo de las fuerzas armadas que “tienen más moral que
cualquier otro ejército del mundo”. Señaló el
periodista israelí Gideon Levy (www.haaretz.com, 22-7-09):
“Esto sólo cambiará cuando reconozcamos que los
palestinos son seres humanos”.
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