La medida del Ejército es propia del
‘apartheid’
Israel autoriza deportaciones masivas
de Cisjordania
Por Ricardo Mir de Francia
Corresponsal en Jerusalén
El Periódico, 14/04/10
No es ciencia ficción, sino la nueva
realidad a la que se enfrentan los 2,5 millones de
palestinos de la Cisjordania ocupada. A partir de ahora
todos ellos necesitarán un permiso israelí para poder
residir en Cisjordania, incluso aquellos que nacieron allí
o cuyas familias llevan siglos asentadas en el territorio.
De otro modo, se exponen a ser deportados o a purgar entre
tres y siete años de cárcel. Así lo estipulan dos nuevas
órdenes emitidas por el Ejército israelí que entraron
ayer en vigor. Según la Autoridad Palestina, «son más
propias de un Estado del apartheid».
Las nuevas ordenanzas cambian la
definición del término «infiltrado», vigente desde 1969,
dos años después del inicio de la ocupación militar. A
partir de ahora cualquiera que no cuente con el mencionado
permiso podrá ser acusado como tal y deportado en 72 horas.
Pero la ley es tan ambigua, según los expertos, que se
desconoce a qué permiso se refiere. Ni siquiera las
organizaciones de derechos humanos israelís saben si servirán
la tarjetas de identidad cisjordana emitidas por la ANP para
validar la residencia.
«No sabemos si lo van a hacer, pero la
ley es tan abierta que da pie a deportaciones masivas»,
asegura la abogada del Centro de la Defensa del Individuo (Hamoked),
Alba Kolan. En los Acuerdos de Oslo, Israel reconoció la
unidad territorial palestina, pero todas sus políticas están
dirigidas a romperla. En los últimos años el Ejército ha
intentado expulsar de Cisjordania a cientos de palestinios
de Gaza, pero los tribunales civiles israelís han frenando
la mayoría de casos. «Tuvimos mucho éxito hasta ahora,
pero esta orden dificultará la defensa legal de los
afectados», explica Kolan.
Israel también ha logrado separar de
facto Cisjordania de Jerusalén Este, donde es necesario un
permiso especial para entrar, y reducir así la población
árabe de la ciudad. Casi 5.000 palestinos fueron deportados
de Jerusalén en el 2008, como parte de una lenta y
silenciosa campaña de limpieza étnica.
Palestinos afrontan deportaciones
masivas y
encarcelamiento en virtud de nueva orden israelí
Democracy Now!, 12/04/10
Las Fuerzas Armadas israelíes están
promulgando una nueva orden esta semana que podría provocar
la expulsión o el encarcelamiento de decenas de miles de
palestinos en el territorio ocupado de Cisjordania.
En virtud de esta orden, cualquier
palestino o extranjero que se encuentre en Cisjordania sin
un documento de identidad emitido por Israel podría ser
deportado o encarcelado por hasta siete años.
Se prevé que, de imponerse esta orden,
entre los primeros blancos se encontrarían los palestinos
que viven en Gaza o los cónyuges de los mismos nacidos en
el extranjero.
En una declaración, una coalición de
diez grupos de derechos humanos israelíes, entre ellos B’Tselem
y Rabbis for Human Rights (Rabinos por los Derechos Humanos,
en español), exigió que se revocara esta política,
alegando que “Las órdenes (…) están redactadas en términos
tan generales que teóricamente permitirían que las Fuerzas
Armadas sacaran de Cisjordania a prácticamente todos sus
habitantes palestinos”.
Entra en vigor en Israel una ley que
permite
deportaciones en masa en Cisjordania
El Periódico, 13/04/10
Jerusalén (Agencias).– Una ley
militar israelí cuya vaga formulación abre la puerta a
deportaciones masivas en el territorio ocupado de
Cisjordania ha entrado hoy en vigor, a pesar entró hoy en
vigor, pese a las protestas de dirigentes palestinos y de
oenegés locales. Aprobado hace seis meses, el texto legal
flexibiliza la definición de "infiltrado" en
Cisjordania y permite al Ejército israelí expulsar a todos
los residentes que no tengan "permisos válidos"
emitidos por las autoridades del Estado hebreo.
El enunciado es tan genérico que, según
alertan diversas oenegés, convierte en potencial
delincuente a todo residente en Cisjordania, a excepción de
los colonos judíos, que en su inmensa mayoría tienen
ciudadanía israelí. "La nueva definición de
infiltrado es tan genérica que convierte virtualmente a
cualquier persona presente en Cisjordania en un posible
delincuente candidato a la deportación", ha denunciado
el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR).
El Ejército israelí se ha apresurado
a aclarar que "evidentemente la norma no se aplica a
los residentes legales en la zona, que están inscritos en
el censo", sino a quienes "entren o se queden en
ella sin permiso". Además ha asegurado que se trata
solo de una enmienda para incorporar una "revisión
judicial" a una ley que permite "la repatriación
de residentes ilegales bajo un proceso administrativo que no
requiere supervisión judicial".
De acuerdo a su definición desde 1969,
los "infiltrados" eran las personas que permanecían
ilegalmente en territorio israelí tras pasar por alguno de
los países entonces considerados enemigos: Jordania,
Egipto, Siria y Líbano (los dos últimos lo siguen siendo).
El nuevo enunciado da luz verde al encarcelamiento durante
un máximo de siete años o a la deportación de aquellas
personas residentes en Cisjordania sin permiso, que se
estiman en decenas de miles.
En este supuesto se encontrarían, por
ejemplo, de aquellos habitantes de Cisjordania, donde viven
unos dos millones y medio de palestinos, en cuyo documento
de identidad figure como lugar de residencia la franja de
Gaza. También es el caso de palestinos nacidos en
Cisjordania pero que por diversas razones perdieron su
residencia o de las esposas de palestinos que nacieron en el
extranjero. Así, y según las estimaciones del PCHR, miles
de palestinos corren el riesgo de ser expulsados de sus
hogares.
Advertencia de Erekat
Otro de los elementos polémicos de la
ley es que, pese a que según el Ejército trata de
introducir protección jurídica, en la práctica los plazos
pueden imposibilitar la comparecencia del afectado ante un
juez antes de la deportación. Mientras que la expulsión
puede efectuarse apenas tres días después de su aprobación,
la audiencia sobre el caso puede retrasarse hasta ocho días
después de la orden, cuando ya sería demasiado tarde.
El jefe negociador palestino, Saeb
Erekat, ha asegurado hoy en una entrevista que la nueva
norma militar supone una "declaración oficial de la
transformación de la ocupación (israelí) en un régimen
de apartheid". Erekat, uno de los principales asesores
del presidente palestino, Mahmud Abbás, ha advertido de que
este tipo de medidas "empujan a los palestinos a la
violencia, el extremismo y el derramamiento de sangre"
y "sabotean los esfuerzos" por reactivar el
proceso de paz en Oriente Medio, interrumpido desde hace 10
meses.
Una periodista israelí continúa
bajo
arresto
Prohibido informar sobre asesinatos
selectivos
Por
Mel Frykberg
Inter
Press Service (IPS), 02/04/10
Ramalah.– Una periodista israelí
continúa bajo arresto domiciliario y otro se ve obligado a
vivir en el exterior tras informar que unidades encubiertas
de su país llevaban a cabo asesinatos selectivos de
oponentes políticos no combatientes.
Anat Kam, de 23 años, quien trabajaba
para el sitio web de noticias Walla, fue arrestada en
diciembre por supuestamente haber copiado documentos
secretos de las Fuerzas de Defensa Israelíes cuando cumplía
servicio militar obligatorio.
Esos documentos revelaban cómo
escuadrones israelíes planeaban asesinar a combatientes y a
líderes políticos civiles palestinos, y luego hacer pasar
sus muertes como "percances" durante
"fracasados" intentos de arresto.
Uri Blau, del diario Haaretz, escribió
entonces un artículo sobre los documentos. Ahora permanece
en Gran Bretaña y se niega regresar a Israel por temor a
que lo arreste la agencia de inteligencia de su país, la
Shin Bet.
Por orden militar, las noticias sobre
este caso han sido suprimidas en los medios, a pesar de
iniciativas de periodistas ante la justicia para que se
revierta la medida.
El tema fue cubierto también días atrás
por el periodista Donald McIntyre, del diario británico
Independent.
Esto volvió a generar controversia
sobre las ejecuciones extrajudiciales realizadas por Israel,
que violan el derecho internacional y han causado la muerte
o herido a miles de civiles palestinos.
El sistema judicial israelí ha
aprobado los "asesinatos selectivos" pero sólo
contra combatientes involucrados en la planificación de
ataques armados contra soldados o civiles de Israel.
El Centro Palestino para los Derechos
Humanos en Gaza (PCHR) señaló que, entre septiembre de
2000 y marzo de 2008, fueron ejecutados 500 palestinos
acusados de estar involucrados en acciones de resistencia
contra la ocupación.
El "daño colateral" durante
esos asesinatos fue la muerte de otros 228 transeúntes
civiles, 77 de los cuales eran niños y niñas. Once
palestinos han sido asesinados en los últimos dos años.
"Israel usa una fuerza
desproporcionada. Civiles están pagando el precio. En la
abrumadora mayoría de los casos, los individuos elegidos
como objetivo pudieron haber sido arrestados o llevados a
juicio sin ser asesinados. Muchos de ellos han sido
ejecutados a sangre fría", dijo a IPS
"El derecho a la vida en la ley
internacional indica que las autoridades estatales están
obligadas a seguir el debido proceso cuando están en posición
de arrestar a individuos", dijo Michael Kerney, de la
organización Al Haq, con sede en Ramalah, que investigó y
documentó muchos de los asesinatos.
"Todos tienen derecho a un juicio
justo, y ningún Estado puede ignorar eso", dijo Kerney
a IPS.
Algunos de los ejecutados eran
individuos que habían sido "perdonados" por los
israelíes tras haber aceptado renunciar a la lucha armada
contra la ocupación.
En diciembre pasado, tres disidentes de
las Brigadas de Mártires de Al Aqsa fueron asesinados a
tiros en la norteña localidad cisjordana de Naplusa tras la
muerte de un colono judío.
Según sus familias y las
investigaciones de organizaciones por los derechos humanos,
ya se habían rendido y estaban desarmados a pesar de las
afirmaciones israelíes de que se resistían al arresto.
"Al no poder presentar ninguna
evidencia que vincule a los individuos con ataques
supuestamente cometidos por miembros de la resistencia
palestina, así como no utilizar medios pacíficos para
detener a sospechosos, los soldados han asumido el papel de
jueces y de verdugos", señaló Al Haq.
Semanas atrás, cuatro adolescentes
palestinos murieron bajo circunstancias poco claras en dos
incidentes separados, en las aldeas de Awarta e Iraq Burin,
cerca de Naplusa.
Fueron asesinados a tiros después de
que se produjeran combates entre jóvenes palestinos y
soldados israelíes. De acuerdo con informes médicos,
recibieron los disparos a corta distancia.
Sin embargo, no habían participado de
los enfrentamientos, según investigaciones realizadas por
Al Haq, el PCHR y el grupo israelí defensor de los derechos
humanos B’tselem.
Uno recibió disparos en la espalda y
otro en la nuca, a pesar de que los soldados israelíes
afirmaron haber usado munición no letal.
Después de que los soldados
involucrados dieran testimonios contradictorios, la policía
militar israelí anunció que investigaría el caso.
Cuando IPS visitó hace una semana uno
de los escenarios de los incidentes pudo encontrar aún en
el suelo unos 20 cartuchos de bala usados, guantes de latex
con sangre, un botiquín con solución salina y otros
elementos de evidencia.
Nada de esto es nuevo. Israel tiene
antecedentes en el asesinato de oponentes políticos
En 1944, la organización terrorista
israelí Leji conocida como "la banda de Stern"
por su fundador, Abraham Stern, asesinó a Lord Moyne,
ministro de Gran Bretaña para Medio Oriente y gobernador
militar de Egipto, acusándolo de interferir con la migración
de judíos a Palestina.
En 1948, el conde Folke Bernadotte,
diplomático sueco que permitió la liberación de 15.000
prisioneros de guerra en campos se concentración nazis
cuando se desempeñaba como vicepresidente de la Cruz Roja
de su país, fue también asesinado por Leji.
Los miembros del grupo de Stern creían
que Bernadotte, como mediador de la Organización de las
Naciones Unidas en el conflicto de Medio Oriente,
simpatizaba con los árabes. Isaac Shamir, quien luego se
convertiría en primer ministro de Israel (1983–1984 y
1986–1992), fue uno de los líderes de Leji.
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