Paris.– Una ola de
indignación sin precedente estalló en el mundo para reprobar en términos
extremadamente severos la operación militar israelí contra la Flota de la
Libertad, que debía transportar un cargamento humanitario a Gaza.
Las reacciones más enérgicas
se produjeron en Europa, mientras que en Gaza, Turquía y varios países del
mundo islámico –Egipto, Irán, el Líbano, Jordania y Marruecos– miles de
personas marcharon coreando la consigna "¡Muerte a Israel!".
Las marchas no se
restringieron sólo al mundo árabe. En varias capitales europeas, miles de
personas mostraron su enojo con el gobierno israelí. En París, Estocolmo,
Atenas, Ginebra y Madrid, entre otras ciudades, los manifestantes gritaron
consignas contra Israel y reclamaron el establecimiento de un Estado
palestino.
En la esfera política, el
presidente palestino Mahmoud Abbas condenó la "masacre" y decretó
tres días de duelo en Cisjordania y Gaza.
Catherine Ashton, jefa de la
diplomacia de la Unión Europea (UE), exigió una "amplia investigación"
sobre las "circunstancias" del ataque. Además de esa iniciativa
global, la mayoría de los países de la región convocaron a los embajadores
israelíes acreditados ante sus respectivos gobiernos para expresar su
condena.
Francia, Gran Bretaña,
Alemania, Italia, Suecia, Dinamarca, Noruega, Holanda, Grecia, Irlanda, Bélgica,
Portugal, Austria y España –que ejerce la presidencia pro témpore de la
UE– respaldaron esa actitud con iniciativas individuales de condena y
protesta. Las declaraciones de esos países, al igual que los otros 27
miembros de la UE, respetaron la consigna de Bruselas de utilizar la fórmula
"uso desproporcionado" de la fuerza y coincidieron en exigir la
apertura de una "amplia investigación". En cambio, no hubo
unanimidad en reclamar el levantamiento del bloqueo a la Franja de Gaza,
impuesto por Israel.
Algunos jefes de Estado o de
gobierno se pronunciaron personalmente contra el ataque. El presidente francés,
Nicolas Sarkozy, condenó el "uso desproporcionado de la fuerza".
Poco antes, el canciller Bernard Kouchner había declarado que "nada
justifica el uso de semejante violencia".
El presidente del gobierno
español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó el episodio de "hecho
grave y desproporcionado".
El Vaticano, que seguía el
desarrollo de los acontecimientos con "mucha atención e inquietud",
expresó también su "dolor y preocupación".
Italia, por boca de su
canciller Franco Frattini, indicó que "Israel le debe explicaciones a la
comunidad internacional".
El ex primer ministro británico
Tony Blair, miembro del cuarteto de paz de Medio Oriente, se proclamó
"conmocionado".
Además de la declaración de
condena formulada por el gobierno alemán, la canciller alemana Angela Merkel
se comunicó telefónicamente con los jefes de gobierno de Israel y Turquía
para expresarles su "profunda inquietud" por la evolución de los
acontecimientos. En conversaciones separadas con Benjamin Netanyahu y Recep
Tayyip Erdogan, les pidió "hacer todo lo posible para que esta difícil
situación no conduzca a una escalada".
La actitud de Merkel se
explica por el temor a que el gobierno de Ankara pueda sentirse tentado a
tomar represalias, teniendo en cuenta que se trató de una operación en aguas
internacionales contra un barco de bandera turca, que puede ser considerada
una agresión.
Para mostrar su disgusto ante
lo que el primer ministro turco calificó de "terrorismo de Estado",
Ankara no sólo convocó al embajador israelí, Gabby Levy, sino que además
llamó a su representante en Israel. Erdogan interrumpió la visita oficial
que estaba realizando a Chile, a fin de regresar de inmediato a su país. Pero
el aspecto que más inquietó a las cancillerías occidentales fue el tono de
una enigmática declaración formulada por el viceprimer ministro turco Bulent
Arinc, que dijo que el ataque "puede tener consecuencias
irreparables" para las relaciones entre ambos países.
Rusia, por su parte, calificó
la operación israelí de "grosera violación de las normas del derecho
internacional". Incluso organizaciones y personalidades judías
condenaron el ataque. El Consejo Representativo de Instituciones Judías de
Francia (CRIF), principal organización comunitaria del país, que reúne
500.000 afiliados, "deploró profundamente" las víctimas y lamentó
el daño que producirá ese incidente al difícil proceso de paz entre Israel
y los palestinos.
El filósofo francés Bernard–Henri
Lévy, conocido por su apoyo a Israel, calificó la operación de "estúpida".
El escritor, que se encontraba en Tel Aviv, comentó que "las imágenes
[del ataque] van a dar la vuelta al mundo". Para Israel "serán más
devastadoras que una derrota militar".
En Medio Oriente, el
presidente egipcio, Hosni Mubarak, denunció un "uso excesivo e
injustificado de la fuerza". La Liga Arabe también denunció el ataque y
convocó a una reunión para hoy en El Cairo.
Esa reunión podría impulsar
una escalada política susceptible de agravar esta nueva crisis que parece
haber alejado aún más la posibilidad de un proceso de paz entre israelíes y
palestinos.
Una ola
gigantesca de repudio contra Israel
recorre el mundo
Israel ya estaba súper
desprestigiado por sus crímenes en Gaza, Cisjordania y El Líbano. Ahora lo
está en mayor grado aún, luego de asesinar y herir personas desarmadas en un
barco, en aguas internacionales.
Una flotilla de seis barcos
con 750 solidarios con el pueblo bloqueado en Gaza, portaba 10.000 toneladas
de medicinas, alimentos y otros productos. Tres eran de bandera turca y habían
zarpado de Chipre, en su última parada antes de llegar al puerto de Gaza, su
destino. La caravana había sido fletada por la organización humanitaria
turca Insani Yardim Vakfi, la Campaña Europea para Acabar el Asedio de Gaza (ECESG),
su seccional de Grecia, la campaña sueca 'Barco a Gaza' y el Movimiento
"Free Gaza".
Allí viajaban personas
desarmadas. "La única arma que llevaba mi hijo era su cámara de
video", declaró la mamá de español David Segarra, representante de
Telesur. Pero el fin humanitario y la condición pacífica de los navegantes
no fueron impedimento para que el 31 de mayo fueran asaltados por unidades de
elite israelitas. Estas se descolgaron de helicópteros, con la nocturnidad
habitual de las masacres, y llegaron a la cubierta del barco Mavi Marmara
disparando ráfagas de sus fusiles.
El saldo provisional, porque
el gobierno de Israel no ha querido dar mayores detalles, es que 16 personas
fueron asesinadas y entre 35 y 50 más fueron heridas. El ministro de Defensa,
Ehud Barak, alabó a los atacantes: "conozco a las unidades implicadas y
a sus comandantes. Son lo mejor de nuestra gente".
El navío atacado estaba en
aguas internacionales, a 65 kilómetros de la costa, por lo que el crimen de
guerra tiene más condimentos aún de ilegalidad y hasta de genocidio. Así lo
han entendido la casi totalidad de los gobiernos del mundo, que han hecho oír
su repudio y el reclamo de investigación y castigo a las autoridades
israelitas. Naciones Unidas, el Vaticano, la Liga Árabe, la Unión Europea y
muchos otros gobiernos han criticado en fuertes términos.
Los pronunciamientos más enérgicos
provinieron del jefe de gobierno de Gaza, Ismail Haniyeh; del presidente de la
Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas; de la citada Liga Árabe y del
premier ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Este último, que había
declinado visitar Buenos Aires como protesta contra el gobierno de Mauricio
Macri, estaba en Santiago de Chile cuando el ataque sionista y regresó a
Ankara.
La cancillería argentina
adoptó una justa posición. El comunicado afirmó que "Argentina lamenta
profundamente la pérdida de vidas humanas producida en este episodio y efectúa
un llamado a que se lleve a cabo una completa y exhaustiva investigación de
los hechos ocurridos". Además, expresó su "enérgico llamado al
cese inmediato de actos de violencia que agravan la situación en Medio
Oriente, y al levantamiento del bloqueo a la población de Gaza, permitiendo
la libre circulación de las personas y el ingreso de ayuda humanitaria a la
región".
Un bloqueo
ilegal
Ese último párrafo del
Palacio San Martín da justo en el clavo. Es que Gaza está bloqueada en forma
criminal por Israel ahora gobernado por Benjamin Netanyahu, pero las cosas
estaban igual con los gabinetes anteriores, de Ehud Olmert, Ariel Sharon,
Barak y el mismo Netanyahu.
En Gaza vive 1.5 millón de
palestinos, absolutamente cercados por tierra, pues de un lado hay pasos
cerrados por Israel y otros clausurados por Egipto. Y por mar, porque el
Mediterráneo está patrullado por la armada israelita, que no les permite ni
pescar en paz.
El bloqueo total de esa pequeña
lonja se acentuó luego que en enero de 2006 el movimiento de resistencia islámica
Hamas ganara limpiamente los comicios. En junio de 2007 y hasta hoy cayó un
telón de acero sobre los puestos limítrofes terrestres. La impiedad para con
los palestinos puede deducirse del hecho de que recientemente no se dejó
pasar ni siquiera al lingüista estadounidense Noam Chomsky; no llevaba ningún
libro–bomba sino alguno de sus premiados volúmenes.
Por mar, hasta ahora había
sido imposible que se arrimara un barco con alimentos, pero al menos no se lo
había abordado militarmente y disparado a matar. El intento abortado el lunes
31 fue la octava intentona de esos movimientos de solidaridad. Y a pesar de
haber sido frenado a fuego y sangre, no está escrito que vaya a ser el último
por aquello que han dicho los poetas, de que cuando más negra es la noche,
allá nomás está el alba. El dolor de las familias de los 16 muertos y
decenas de heridos, la indignación por la cobardía de los sionistas, la
sensibilidad ante los padecimientos de los pobladores de la Franja, etc,
pueden motivar nuevas "Flotillas de la Paz". Alguna vez podrán
atracar en el puerto de Gaza y entregar su carga solidaria.
La población cercada por
tierra y agua tampoco puede confiarse del aire. De allí les llegaron más de
una vez misiles, bombas y cañonazos israelitas de las campañas
"Primeras Lluvias", "Lluvias de Verano", "Nubes de
Otoño" (2006), "Plomo Fundido" (2009). En la última tuvieron
que lamentar 1.400 muertos.
Ese bloqueo fue comparado por
el jurista sudafricano John Dugard con "Crear una prisión y tirar la
llave al mar", según citó el profesor Ilan Pappé. Este, de origen
israelita, tuvo que exiliarse en Inglaterra por las amenazas de muerte de la
derecha de su país.
Poco
imaginativos para mentir
¿Cuál fue la explicación
de la administración Netanyahu? Primero demonizar a los voluntarios de la
flotilla, a los que presentó como traficantes de armas al servicio de Hamas.
Segundo, y ligado a lo anterior, mentir con que esos navegantes recibieron a
los pacíficos militares israelitas con disparos de armas de fuego y
cuchillos. Debido a eso, claro, los agredidos no tuvieron más remedio que
disparar y provocar esas muertes que, por supuesto, lamentan muchísimo. También
hicieron un descargo: los navegantes habían arrebatado armas a los militares
y las habían vuelto en contra de éstos.
Esta sarta de mentiras traen
a la memoria los comunicados en la época de la dictadura militar en Argentina
sobre supuestos enfrentamientos con la guerrilla, que eran excusa para matar
presos políticos en "ley de fuga". También se parecen a la
historia oficial de la masacre de Trelew según la cual Mariano Pujadas había
arrebatado el arma a un marino y éstos se habían visto precisados a disparar
y matar 16 guerrilleros.
Pero esta vez a Israel se le
fue la mano. Es que entre los "extremistas islámicos" que viajaban
en el Mavi Marmara había personas honorables de Turquía, Grecia, España,
Argelia, Kuwait, EEUU, Reino Unido, Australia, Grecia, Canadá, Malasia,
Serbia, Bélgica, Irlanda, Noruega, Suecia, Alemania y otros países. Incluso
en Israel hubo gente en el puerto de Ashdod con carteles de "Free Gaza
Movement".
Entre los
"contrabandistas de armas" venían la irlandesa Maired Maguirre,
premio Nobel de la Paz; las alemanas Annete Groth, diputada de la agrupación
La Izquierda e Inge D. M. Coger, legisladora del mismo partido, y Norman Paech,
también diputado germano; Marck Daly, senador de Irlanda; Henning Mankell,
conocido escritor sueco, y muchas otras personalidades.
También había periodistas,
como el valenciano Segarra, de Telesur, y el enviado especial del qatarí
canal Al Yazira, James Elshayyal. Por eso hubo videos documentando el violento
asalto; los genocidas están tomados con las manos en la masa, o sea con sus
fusiles humeantes.
¿Qué explica la brutal acción
de Israel? En primer término, su necesidad de mantener el cerrojo por la vía
marítima. Si la flotilla llegaba a puerto, la cuerda que estrangula a los
palestinos se iba a cortar. El premier dio orden de disparar para que la
muerte de los solidarios de afuera confirme la muerte por hambre de los
sitiados palestinos.
En segundo lugar, semejante
violación de la ley internacional puede hacerla un loco o un íntimo aliado
de Estados Unidos. Netanyahu es lo segundo y es responsable de asesinar
palestinos, erigir el Muro del Apartheid en Cisjordania, ampliar colonias
ilegales en Jerusalén Este y Cisjordania, bombardear Gaza, retener las
Alturas del Golán de Siria, etc. Procede así porque cuenta con el apoyo del
imperio, en particular del lobby sionista en el Departamento de Estado, Pentágono,
Wall Street y los medios hegemónicos. No es de extrañar que de esos sitios
no saliera ninguna condena al ataque del lunes 31 sino una hipócrita
declaración de pesar y un amable pedido de investigación.
En cada país hay miles de
problemas. Pero habría que tomarse un momento para que en todos se proteste
por los crímenes en el Mavi Marmara y se boicotee el comercio con Tel Aviv.
De lo contrario los asesinos seriales lo volverán a hacer impunemente.