Algunos formaron escudos
humanos, otros se defendieron con armas improvisadas, mientras algunos de los
más vulnerables se ocultaban bajo cubierta y rezaban por un fin a la
violencia y a los asesinatos.
Pero lo que unió a todos los
sobrevivientes que se pronunciaron hoy sobre el ataque al alba de comandos
israelíes contra la flotilla de ayuda pro palestina a Gaza, fue un sentido de
profundo choque ante la velocidad, la agresión y la fuerza letal de la reacción
israelí ante lo que reiteraron no era nada más que un esfuerzo de ayuda
humanitaria.
Hablando al llegar de vuelta
a Berlín, envuelto en una frazada de la línea aérea nacional israelí El
Al, Norman Paech, un activista pro palestino alemán de 72 años, describió cómo
se despertó al oír “impresionantes explosiones” cuando el ataque comenzó
contra el Mavi Marmara, el buque insignia informal de la flotilla.
“Me apuré y me vestí y
colegas me dijeron ‘nos están atacando, los israelíes están aquí’”
dijo. “La agresión llegó desde el cielo, de helicópteros de los que los
soldados bajaron mediante cuerdas. Esperamos en la sala delantera y los vimos
llevando a un soldado israelí que me pareció como si hubiera tenido un
colapso. Luego llegaron el segundo y el tercero, pero después de esos tres
soldados heridos vi a numerosos –tal vez diez– pasajeros que estaban muy
lastimados, heridos, cubiertos de sangre. Los trataron en el salón de al
lado. Uno estaba tan gravemente herido que estoy seguro de que murió poco
después. Ni siquiera me planteé subir porque era demasiado peligroso.”
Una de las condenas más enérgicas
de las acciones de Israel provino del novelista sueco Henning Mankell, quien
había estado a bordo del barco sueco de ayuda Sofia. Mankell, autor de la
serie Wallander, pidió sanciones globales contra Israel para presionarlo a
levantar el bloqueo de Gaza. “Pienso que deberíamos utilizar la experiencia
de Sudáfrica, donde sabemos que las sanciones tuvieron un fuerte impacto. Tomó
su tiempo, pero tuvieron impacto” dijo Mankell. También negó que hubiera
ninguna arma a bordo de los barcos de ayuda. “Puedo prometer que no había
una sola arma a bordo de los barcos” dijo a un periodista que volvía a
Suecia con él después que el escritor fuera deportado por Israel.
Nilufer Cetin, una activista
turca, y su bebé se ocultaron en un baño bajo cubierta, mientras granadas de
estruendo, munición de guerra y gas lacrimógeno estallaban arriba. Hablando
al volver a Estambul, describió cómo “el barco se convirtió en un baño
de sangre”.
“Nos quedamos en nuestra
cabina jugando en medio del ruido de los tiros” dijo. “Lo protegí quedándome
en mi cabina, luego fui al baño. Le puse una máscara de gas y un chaleco
salvavidas. Utilizaron bombas de humo seguidas por granadas de gas. Comenzaron
a descender al barco desde helicópteros”. Agregó que los enfrentamientos
fueron “extremadamente malos y brutales”.
Iara Lee, cineasta brasileña
que también estaba en el Mavi Marmara, afirmó que los soldados israelíes
habían invadido el barco después de cortar todas las comunicaciones y
“comenzaron a disparar a la gente”. Habló a TV Globo de Brasil desde la
prisión en el sur de Israel donde estaban detenidos unos 600 activistas
extranjeros, incluyendo a 40 británicos. Funcionarios israelíes dijeron esta
noche que todos serían liberados de inmediato.
Lee dijo: "[El ataque]
fue una sorpresa, porque ocurrió en medio de la noche, en la oscuridad, en
aguas internacionales, porque sabíamos que habría una confrontación pero no
en aguas internacionales. Su primera táctica fue cortar todas nuestras
comunicaciones satelitales y luego atacaron. Todo lo que presencié
personalmente fueron los disparos. Llegaron a bordo y comenzaron a disparar a
la gente”.
Dijo que luego los comandos
enviaron a las mujeres a un nivel más bajo del barco.
“Dijeron que éramos
terroristas, era absurdo. Llegaron al sitio en el que estaban las mujeres,
muchos, muchos de ellos, vestidos de negro y con armas gigantescas como si
estuvieran en una guerra. Confiscaron todos nuestros teléfonos y todo nuestro
equipaje y sacaron todo de las bolsas y lo colocaron en el suelo.”
“Esperábamos que
dispararan a las piernas de la gente, que dispararan al aire, sólo para
asustar a la gente, pero fueron directos” dijo, en una entrevista separada
con el periódico Folha de São Paulo. “Algunos de ellos dispararon a las
cabezas de los pasajeros. Asesinaron a muchas personas; fue inimaginable.”
Los activistas liberados
dieron diversos relatos sobre el nivel de resistencia por parte de los
pasajeros.
Annette Groth, política
alemana, describió en una conferencia de prensa cómo había visto a unos
soldados israelíes fuera de su cabina, después de que abordaron el barco.
“Disparaban sin advertencia
alguna” dijo. “Era como en la guerra… Tenían fusiles, armas Táser, algún
tipo de gas lacrimógeno y otras armas, en comparación con los dos y medio
palos de madera que teníamos en total. Hablar de autodefensa es ridículo.”
Secuencias del asalto
mostradas en la televisión turca e imágenes publicadas por los militares
israelíes muestran claramente a algunos comandos que eran golpeados con palos
por pasajeros.
Sin embargo, Paech dijo que
no vio armas utilizadas por los activistas. “Había sólo dos hombres con
palos cortos pero no cuchillos, ni barras de hierro, pistolas o algún arma
real” dijo. “Durante toda la planificación de la misión dijimos:
‘ninguna arma, ningún explosivo’; dijimos que sólo resistiríamos políticamente,
con medios normales.”
Una miembro árabe de la Knéset
[parlamento] israelí, Hanin Zoabi, que estaba a bordo del Mavi Marmara, dijo
que “ni un solo pasajero… levantó un garrote”.
En una conferencia de prensa
en Nazaret dijo: “Nos estaban enviando un mensaje claro: que supiéramos que
nuestras vidas estaban en peligro. No estábamos interesados en una
confrontación. Lo que vimos fueron cinco cuerpos. Éramos sólo civiles y no
había armas… Israel habló de una provocación, pero no hubo ninguna
provocación.”
Según una portavoz de las
Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) [ejército israelí, N.del T.], Avital
Leibovich, sus barcos de guerra dieron varias advertencias a los activistas
antes de que comandos descendieran de helicópteros sobre la cubierta del Mavi
Marmara.
“Nos vimos en medio de un
linchamiento” dijo a los periodistas en el puerto israelí de Ashdod.
"Unos 10 activistas habían atacado a los comandos, apoderándose de sus
pistolas" dijo. “Fue un ataque masivo. Lo que sucedió fue un último
recurso.”
La violencia no se limitó al
Mavi Marmara. Hablando en el aeropuerto de Atenas, Mijalis Grigorópulos,
tripulante de uno de los otros cinco barcos, dijo que los israelíes bajaron
de helicópteros y lanzaron cuerdas desde botes inflables, utilizando gas
lacrimógeno y munición de guerra.
“No pusimos resistencia
alguna, no podíamos, incluso si hubiésemos querido” dijo. “¿Qué podríamos
haber hecho contra los comandos que subieron a bordo? Lo único que algunos
trataron de hacer fue demorarlos en camino al puente, formando un escudo
humano. Les dispararon usando balas de plástico y los aturdieron con
artefactos eléctricos.”
El activista griego Dimitris
Gielalis, a bordo de un tercer barco, el Sfendoni, presentó una descripción
semejante. “De repente vimos que por todas partes se nos acercaban
embarcaciones inflables, y segundos después comandos completamente equipados
subieron al barco. Subieron y utilizaron balas de plástico, sufrimos
golpizas, choques eléctricos, utilizaron todos los métodos imaginables.”
Los maltratos no terminaron
después que fueron detenidos en Israel, dijeron otros. “Durante su
interrogatorio, muchos fueron golpeados salvajemente frente a nosotros” dijo
Aris Papadokostópulos.
“Hubo considerables
maltratos después de nuestro arresto” agregó Grigorópulos.
Los
pasajeros hablan de horror en el mar
Israel ha comenzado a liberar
a los 700 activistas que capturó después que sus soldados tomaran por asalto
a una flotilla de barcos que llevaban ayuda humanitaria a los palestinos en
Gaza.
Turquía envió tres aviones,
incluidos dos aviones de ambulancia militares, para transportar a sus
ciudadanos de vuelta al país.
Seis pasajeros griegos
volvieron el martes a Atenas después de ser expulsados de Israel.
El miércoles por la mañana,
otros 124 pasajeros llegaron a Jordania después de ser liberados.
Lo que sigue son algunos
pasajes de lo que contaron algunos de los pasajeros liberados:
Mohamed
Vall, periodista de Al Jazeera
El ataque israelí nos
sorprendió por completo a los que íbamos en el barco.
Durante esa hora y media en
la alborada todos los que íbamos a bordo del barco pensamos que nadie
sobreviviría el ataque israelí porque vimos unos 30 barcos de guerra
rodeando el barco y helicópteros que atacaban con bombas muy luminosas, cuyo
ruido te hace pensar que estás muerto.
Fue el temor a la guerra,
guerra total, contra un barco que iba repleto de hombres, mujeres e incluso niños.
Los primeros soldados sobre
el barco no fueron muertos, no se les disparó, fueron capturados por los
defensores del barco.
Momentos después otro helicóptero
más grande depositó más soldados y esta vez dispararon inmediatamente a la
gente y mataron a todos los que podían para poder llegar a la cabina y tomar
control del barco.
Vi sangre derramada en el
barco y todos sabían que no había armas. Todos sabíamos que los israelíes
nos interceptarían y tratarían de detenernos, pero no pensamos que abrirían
fuego desde el primer momento.
Me han mostrado la foto de un
hombre yemení, y es ridículo, quien iba en el barco y la mayoría de la
gente sabe que todo yemení en el mundo tiene un cuchillo de estilo yemení,
que es algo cultural y que no tiene nada que ver con violencia.
Sé que ahora en Israel están
tratando de presentarlo como algo sensacional, diciendo que el bote estaba
repleto de gente violenta, y todo por ese hombre.
Othman
Battiri, miembro del equipo de Al Jazeera
A las 4.15, decenas de
embarcaciones de la Armada, con decenas de soldados trataron de abordar los
barcos. Se les opuso resistencia. Resistencia pacífica. Llegaron helicópteros
y trataron de descargar soldados. No pudieron hacerlo.
En ese momento, comenzaron a
disparar con munición de guerra.
Primero, dispararon bombas de
estruendo y lacrimógenas y balas de goma. Algunas personas fueron heridas por
las balas de goma. Entonces, utilizaron balas de guerra. Vi que hirieron a
varios hombres. Tratamos de ayudar a algunos de los heridos. Vi que cuatro
personas fueron muertas.
Vi a dos hombres que murieron
ante mis ojos. Uno de ellos tenía una bala en el pecho. El otro sangraba pero
no supe dónde fue alcanzado por las balas.
Bajamos a ver a los otros
muertos. Uno tenía una bala en su cabeza como si hubiera sido alcanzado por
un francotirador. Había balas de guerra por todas partes.
No respetaron el que todos
los que iban en los barcos eran civiles. No había armas.
No hubo disparos de los
activistas contra los soldados. Como medio somos testigos de que así fue.
Los cuatro muertos que vi
eran todos turcos. Dos eran hombres de edad. Los otros dos eran más jóvenes.
Uno de los jóvenes era coordinador en la sala de los medios. Se llamaba
Juwdat.
Oímos que mataron a más
personas. Yo sólo vi a cuatro. La mayor parte de los enfrentamientos tuvieron
lugar en el nivel superior, alrededor de la cabina del capitán del barco,
donde los activistas trataron de impedir que los soldados llegaran a
controlarla. Es donde utilizaron munición de guerra.
El ataque comenzó a las 4 y
cuarto y terminó alrededor de las 5 y media cuando oímos que el barco estaba
controlado por los israelíes.
Cerca de las 7 de la mañana
nos hicieron abandonar nuestras habitaciones y comenzaron a atarnos las manos.
Hazem
Farouq, parlamentario egipcio
Unos helicópteros volaban
sobre nosotros. Cuatro barcos militares y 10 botes de la Armada nos rodearon.
Hicieron llover bombas de estruendo y lacrimógenas sobre nosotros como si
estuviéramos en una guerra real.
Cuatro personas murieron ante
mis ojos y en mis manos. No podíamos encontrar ningún material de primeros
auxilios. Lo que sucedió requería un hospital de campaña para tratar a los
heridos. No teníamos el material necesario para curar sus heridas sangrantes.
Cuando tratamos de
transportar a los heridos, los soldados israelíes se negaron a permitir que
los hombres llevaran a los heridos. Les apuntaron a la cabeza con sus fusiles
con luz láser. Pidieron a las mujeres que llevaran a los heridos. Algunas
mujeres no podían hacerlo.
Los heridos sufrieron mucho
porque no podían ser transportados de modo adecuado por las escaleras y las
puertas estrechas.
Faruq es un dentista que
estaba a bordo del Mavi Marmara, el barco insignia de la flotilla. Habló con
Al Jazeera después de llegar a El Cairo.
Issam
Zaatar, cámara de Al Jazeera
Yo estaba filmando cuando él
[un soldado israelí] me persiguió con un fusil de estruendo. Mi cámara se
cayó. Corrió para pisotear la cámara.
Le dije, no rompa mi cámara.
Si quiere las cintas, se las daré. Le dije que se trata de equipo mediático.
No conocían límites.
Usaron balas de goma. Usaron
bombas de gas lacrimógeno. Era una escena increíble.
Haneen
Zubi, miembro palestina de la Knéset
Esperábamos que el ejército
israelí nos detendría, que nos impediría llegar, pero desde luego no esperábamos
una guerra semejante en contra nuestra.
Fueron 14 embarcaciones que
se nos acercaron, aproximadamente a las 4.30 de la mañana. Catorce
embarcaciones que pude contar y un helicóptero. Tal vez más de 10 soldados.
No pude decir exactamente [cuántos] salían del helicóptero.
En el segundo piso del barco
había sólo pasajeros: periodistas, una enfermera y organizadores de la
flotilla que no tenían nada en la mano.
Al cabo de 20 minutos, tal
vez 15 minutos, había tres muertos.
Terminó a las seis, cuando
una voz dijo por el micrófono que el buque estaba controlado por los israelíes,
“por favor entren a sus habitaciones”.
Norman
Paech, ex miembro del parlamento alemán
No fue un acto de autodefensa
[del ejército israelí], sino más bien fue completamente desproporcionado
–aunque contábamos con que nuestro barco sería bloqueado y tal vez
controlado.
Fue una ofensa muy seria, fue
un crimen de guerra.
Personalmente vi que se
usaran [por activistas] dos palos y medio.
No estábamos preparados de
ninguna manera para combatir. Ni siquiera lo consideramos.
Ninguna violencia, ninguna
resistencia, porque sabíamos perfectamente que no tendríamos absolutamente
ninguna posibilidad contra soldados semejantes.
Mijalis
Grigorópulos, Grecia
Iba pilotando el barco,
cuando los vimos [soldados israelíes] capturando otro barco frente a
nosotros, que era el barco de pasajeros turco con más de 500 personas a bordo
y oímos los disparos.
No resistimos en absoluto, ni
siquiera habríamos podido hacerlo si hubiésemos querido. ¿Qué podíamos
hacer contra los comandos que abordaron el buque?
Lo único que algunos
trataron de hacer fue demorar su llegada al puente, formando un escudo humano.
Les dispararon balas de plástico y los aturdieron con artefactos eléctricos.
Hubo graves maltratos después
de nuestra detención. Esencialmente éramos rehenes, como animales por el
suelo.
No nos permitieron que utilizáramos
los lavabos, no nos dieron alimentos ni agua y tomaron vídeos de nosotros a
pesar de que los convenios internacionales lo prohíben.
Youssef
Benderbal, Francia
Las instrucciones eran
claras. No provoquéis, permaneced tranquilos e id a su encuentro [a los
comandos] diciendo ‘somos pacifistas y no terroristas’.
Unos comandos enmascarados se
apoderaron del barco. Iban a la cabina del capitán.
Benderbal no iba a bordo del
Mavi Marmara, el buque insignia de la flotilla, sino en uno de los cinco
barcos. Dio su relato a la radio Europe 1 después de llegar a un aeropuerto
parisién.
Dimitris
Gielalis, Grecia
Repentinamente vi por todas
partes embarcaciones inflables que se nos acercaban, y segundos después unos
comandos con equipo completo subieron al barco.
Subieron y utilizaron balas
de plástico, sufrimos golpizas, nos dieron choques eléctricos, cualquier método
en el que se pueda pensar, lo usaron.
Gielalis estaba a bordo del
barco Sfendoni.
Mutlu
Tiryaki, Turquía
Cuando subimos a cubierta,
salieron de helicópteros y embarcaciones militares y nos atacaron.
Se acercaron a nuestro barco
con embarcaciones militares después de lanzar una advertencia. Les dijimos
que no estábamos armados. Nuestra única arma era el agua.